Capitulo 3

Termino de ducharme y me coloco la ropa de dormir, debo estar preparada todas las noches porque no sé el humor que tendrá Vigo cada vez que regresa a la cama. Ha pasado alrededor de 30 minutos cuando escucho un fuerte ruido en la planta baja, salgo de la habitación inmediatamente y veo a Vigo tambaleándose en los brazos de Jonathan subiendo las escaleras.

— ¿Qué fue ese ruido? —Pregunto.

—Ve y limpia el desastre, mujerzuela. —Grita Vigo.

Me quedé completamente inmóvil, a Jonathan se le iban a salir los ojos de órbita al escuchar lo que me dijo Vigo. Me sentí tan apenada que deseaba esconderme, pero mis piernas no colaboraron, cuando quise darme cuenta ya tenía a Vigo en frente de mí.

— ¿Por qué sigues allí parada? ¿Eres sorda? —Recibo el primer golpe directo a la cara.

 Jonathan lo suelta y trata de enfrentarlo.

—Quítate Jonathan, este es un problema entre mi esposa y yo. —En ese momento me toma por el brazo y me mete a la habitación cerrando la puerta de golpe frente a John.

—Estúpida, me has hecho quedar mal delante de una persona muy influyente, pagarás por eso. —Brama molesto. Me da otro golpe en la cara, directamente en la boca haciéndome caer al suelo, siento el sabor de la sangre y escupo. Suenan unos golpes fuertes en la puerta y eso lo cabrea aún más. Se coloca encima de mí y comienza a golpearme con fuerza.

—Déjame Vigo, apártate. —Trato de forcejear con él, pero no puedo, me quedo sin fuerzas luego de tantos golpes que he recibido. Lo último que pude escuchar fue un sonido fuerte.

Comienzo a abrir los ojos lentamente tratando de adaptarlos a la luz. ¿Qué ha pasado?, pienso. De pronto las imágenes de Vigo golpeándome llegan a mi memoria. Trato de levantarme sin darme cuenta de que hay alguien que me impide hacerlo, es Jonathan.

— ¿Qué hago aquí? —Le pregunto.

—Quedaste inconsciente, por la golpiza que te estaba dando Vigo, de no ser por mí estarías muerta en estos momentos.   

—Pero, ¿y él? ¿Dónde está? ¿Qué le hiciste?

— ¿Después de lo que te hizo estás preocupada por él?

—No, no es eso. Temo lo que pueda hacerme si te ve aquí conmigo, él no me interesa en lo absoluto.

—Entonces por qué carajos sigues con una persona así.

—Porque no quiero morir con una bala en la cabeza y que le envíen a mis padres mi cuerpo descuartizado.  —Mi respuesta lo dejó impresionado.

— ¿Pero si prefieres morir golpeada por un cobarde como él?

No digo nada más, sé que tiene razón, cualquiera que sea mi situación estaré muerta de todos modos.

—Debo ir a arreglar los rastros que hayan quedado antes de que se despierte. —Estoy muy adolorida, pero debo hacer un esfuerzo. Siento mi rostro muy hinchado, así que decido verme en un espejo. Jonathan me da espacio para que me levante y al visualizarme quedo impresionada, tengo el rostro muy golpeado con marcas curadas y sangre por todos lados.

—Quédate a descansar, ya me encargué de todo lo demás, Vigo yace durmiendo en la habitación, pero también está muy golpeado. Cuando se levante le dirás que se cayó por las escaleras.

—Pero… pero sus hombres hablarán y le contarán todo.

—Ellos no harán tal cosa, se los he ordenado y saben que si faltan a esa palabra no duraran mucho. Te lo dije, yo no le tengo miedo a Vigo, él me lo tiene a mí. —Me quedo asombrada con lo que dice y no sé qué más decir— Acuéstate y descansa, ahora que te has levantado puedo irme, pero volveré Anastasia, no dejaré que él te siga golpeando y maltratando.

Se acerca a mí y comienza a tocar mi rostro suavemente.

—Cuando lo vi encima de ti, quería matarlo lo juro. Pero no te preocupes, él quedó peor que tú, me encargaré de hacerle mucho daño para que pague todo lo que te ha hecho durante todos estos años. Eres muy hermosa y no mereces a un cobarde como él. —se acerca y me da un beso en los labios.

—Por favor no hagas eso.

—Que no haga qué, ¿esto? —Vuelve a darme otro beso, es tan delicado y suave, no sé lo que me está pasando en estos momentos, pero mi corazón comienza a acelerarse y mi cuerpo pide más de él.

—No te dejaré a su merced Anastasia. Te lo dije hace rato, serás únicamente para mí y te lo demostraré. Descubrirás lo feliz que puedes ser a mi lado.

En ese momento lágrimas comienzan a caer por mi rostro. Estoy tan cansada de esta vida de m****a y que él me diga eso, me da una esperanza de poder ser libre. Se acerca más a mí y me abraza.

—Shhh princesa, no llores. Prometo sacarte de aquí. Descubriste la persona repugnante que es Vigo muy tarde, pero yo seré tu salvador.

— ¿Cómo sabes todo eso? —Pregunto.

Sonríe y mis bragas se mojan inmediatamente. Dios mío, si sigue sonriéndome así no me importará lo adolorida que estoy.

—Nena, sé muchas cosas de ti, pero este no es el momento para eso, ven y acuéstate a descansar. Colócate esto en el rostro para que la inflamación baje más rápido. —Me entrega un gel frío y yo hago caso a lo que me dice.

—Debo irme, de lo contrario si Vigo me ve aquí se dará cuenta de que no se cayó por las escaleras. Sus hombres le dirán la misma historia, incluso que varios tuvieron que ayudarlo a subir a la habitación. Dile que después de que te golpeara salió de la habitación y fue cuando ocurrió el incidente, ¿de acuerdo?

—Está bien, muchas gracias John, ¿puedo llamarte así?

—Puedes llamarme como quieras hermosa, para ti soy lo que quieras que sea.  Pero antes de irme te daré otro beso. —Se acercó a mí y lo hizo.

—No te vayas por favor. —Suplico.

—Vendré pronto por ti, no te preocupes.

Nos despedimos y me quedé en la habitación completamente sola. No pude volver a dormir, así que después de un rato me levante a tomar una pastilla, estaba muy adolorida. Me di cuenta de que John tenía razón, todo estaba ordenado, pasé por la habitación y Vigo estaba profundamente dormido, me acerqué y lo vi muy golpeado y ensangrentado, sonrío para mis adentros, se merece eso y mucho más.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo