Arlet
Realmente siempre me había costado hacer amigas, me costaba crear esa conexión e interesarme por las mismas cosas como hacernos las uñas, discutir sobre citas o rutinas de ejercicio. Odiaba el ejercicio, aunque ese no era el problema. El problema real era que en cierta forma siempre era la duff de mi propio amigo.
Él era divertido, carismático, muy atractivo. Por ello cada chica que se me acercaba en el colegio y luego en la universidad era para en realidad acercarse a él y no a mí. Con el tiempo dejo de importarme, tenía a Matt. Hasta que un día conocí a Sofí, ella era diferente. Nunca se interesó en mi mejor amigo y conectamos de la forma más extraña que hubiese imaginado a pesar de que nuestros gustos eran completamente opuestos.
Arlet—Muchas gracias por recibirnos señor Goltman —dije mientras nos adentramos en la casa.Marcus le dio un fuerte apretón de manos a Matt y me rodeo con sus brazos de una forma muy familiar.Si el vestíbulo era enorme la sala de estar era completamente impresionante. Con solo un vistazo pude ver que era incluso más grande que nuestro departamento y seguramente cuatro veces mayor que la pequeña habitación que compartíamos en la universidad.—Muchas gracias por venir, Arlet; Matheus me ha hablado mucho sobre ti. Creo que lo tienes completamente loco. Por favor llámame Marcus —me ofreció el brazo
MatheusQue puta mierda era todo esto. El sexy sujeto de la librería por el que Arlet había estado babeando durante dos semanas era el único hijo del señor Goltman, Ezra Goltman.Desde que había llegado no se había despegado de mi prometida, bueno mi prometida ficticia, pero eso él no lo sabía y me parecía el colmo del descaro que coqueteara con tal descaro en mis narices ante la atenta mirada de Javier y su esposa.Me hervía la sangre ver a Arlet reír con ese tipo como si yo no existiera, no eran celos, nunca había sentido celos de las aventuras de mi mejor amiga. A excepción de Noha, a ese idiota sentía ganas de estrangularlo cada vez que lo veía. Pero en esta ocasión era distinto ella estaba poniendo
ArletEl resto del camino es silencioso. Era abrumadora la facilidad con la que podíamos pasar de odiarnos a desearnos con igual intensidad. No importa cuanto sienta que lo detesto y eso puede ser muy a menudo, en el mismo instante que me toca o incluso que se acerca de forma peligrosa me siento completamente a su merced. Mi cuerpo reacciona al suyo vibrando de excitación, no puedo evitarlo.Esos sentimientos que estaban enterrados desde hacía muchos años habían despertado como una tormenta dispuesta a destruir todo a su paso.Llegamos y Matt me mira durante unos instantes sin decir una sola palabra, fuera ha comenzado a llover lo que era bastante común en esa época del año. El viento mece los árboles de un lad
Arlet—Matt —Intenté separarme un poco al darme cuenta de que era un terrible error —esto…—Es un error —termino lo que iba a decir, apretó su erección contra mis muslos empapados y atrapó mi boca con la suya haciendo que olvidara todas las razones por lo que todo aquello estaba terriblemente mal.Todo se volvió borroso cuando su lengua ansiosa se deslizó entre mis labios, exigiendo el control total del beso. Le devolví el beso con una pasión que nunca antes había sentido. Mi cuerpo estaba ansioso por sentirlo, deseaba desesperadamente que hiciese cuanto quisiera conmigo. Era suya, siempre había sido de esa forma desde el momento que sus dedos rozaron mi piel. Se inclinó para desliza
ArletLo que acababa de ocurrir era un terrible error. Podía sentirlo en cada poro de mi piel y esperaba que una ducha pudiese disipar la inseguridad y la vergüenza que sentía. Si yo era completamente consciente de quien era Matt, de todos los problemas emocionales que cargaba, ¿cómo se me ocurrió hacer algo así? Desde que éramos niños él siempre era el mejor amigo que alguien pudiese pedir, pero lo había visto jugar con cada chica que se le cruzaba en el camino una y otra vez. Esa simplemente era una de las muchas razones, también estaba el hecho que desde que las cosas se pusieron raras entre nosotros el tiempo parecía no tener ni pies ni cabeza. En pocas semanas habíamos tenido momentos mágicos donde sentía que lo nuestro era posible, que quizás podríamos intentarlo porque él parecía anhelarlo también, sin embargo luego me alejaba, se comportaba extraño o simplemente peleábamos o discutíamos
ArletDespués de cenar le preparé un plato de comida y lo guardé en el microondas por si regresaba hambriento. Me tumbé en el sofá a ver: “el caballero de la noche” por doceava vez, pero realmente no podía concentrarme. Miraba constantemente la puerta esperando que Matt entrara en cualquier momento. Ni siquiera me importaba que apareciera ebrio con alguna rubia extra larga de esas que me miraban con desdén, solo quería que regresara y saber que estaba a salvo.Me quede allí en el sofá durante lo que parecieron horas y cuando ya estaba decidida a ir a buscarlo bar por bar la puerta sonó.Cuando abrí la puerta me encontré a un Alex bastante agotado y borracho sosteniendo a un Matty a&uacu
Matheus—Sr. Koeman, los nuevos socios están muy satisfechos con las ganancias de este trimestre. Por otro lado se puede anticipar un crecimiento de un 25% de Koeman & Meyer, considerando la nueva cuenta Goltman que se ingresó —. Karl mi asistente guardo silencio unos segundos —Felicitaciones Sr. Koeman —finalizó solemnemente.—Karl, te he dicho miles de veces que solo me llames Matheus —acaricie la nueva mesa de caoba. Diseño estaba realizando un gran trabajo y en tiempo récord —. Al parecer hoy solo tienes excelentes noticias para mí. ¿Qué sabemos de la cuenta Rizzo? —Karl se apresuró a revisar la documentación.—Están listos para firmar, las noticias corren muy rápid
Me alagaba sin duda, las flores eran bellísimas y ningún hombre a excepción de mi abuelo me había enviado antes flores, aunque no podía dejar pasar el sentimiento de decepción que se apoderó de mí cuando descubrí que no era Matty el responsable de ese detalle.—Le gustas —sacudió la tarjeta en el aire —es muy obvio. ¿Cuándo hablamos de millonario nos referimos a una especie de Jeff Bezzos?—No lo sé, supongo.—¿Cómo es que no lo sabes? ¿Lo buscaste en internet?Último capítulo