Nuevo administrador

2 meses después...

- ¿Crees que le gusto?- Lily, me preguntó mientras miraba a Dom, estaba sentada con ella en el comedor de la universidad almorzando cuando comenzó a preguntarme si le gustaba o no al chico

- No, no lo creo

- ¿Pero por qué? Sé que le gusto- me hizo un puchero, a veces es linda pero molesta.

- ¿Y por qué crees que le gustas?- Yo le devuelvo el fuego.

- Porque me guiña el ojo en nuestra clase cuando la maestra esta escribiendo algo en la pizarra

Le puse los ojos en blanco.

- ¿Solo por eso crees que le gustas?

- Sí

- Eres más tonta de lo que creo- murmuré pero ella me escuchó.

- ¿Qué?

- Él es un playboy Lily, le envía un guiño a cada chica que pasa, incluso me guiño el ojo cuando venía aquí.

Verán, mi amiga está enamorada de un playboy que se acuesta con quien quiere cuando tiene una novia, que no es otra que Verónica, aunque ella no es una santa, siempre coquetea cuando quiere y con quien quiere… son la pareja perfecta.

Incluso recuerdo esa fiesta que tuvo lugar hace 2 meses cuando ella me dijo que ese chico guapo en cuyo regazo aterricé era su novio, cuando ella estaba saliendo con Dom, el playboy número uno de nuestra universidad.

- Creo que tienes razón, es un playboy.

Gracias Dios, finalmente me entendió.

- ¿Sabes quién vendrá a nuestra universidad?

Le di una mirada confusa.

- ¿Quién?

- No recuerdo su nombre pero escuché que está jodidamente caliente.

- Cuida ese lenguaje- la regañé.

- Lo siento mamá.

La miro de mala manera.

- Ese no es el punto.

- ¿Entonces quien es?

- Escuché que el administrador de nuestra universidad se declaró en quiebra, por lo que no tuvo otra opción para recuperar su dinero que darle su lugar a un multimillonario que quiere su puesto.

- Ohh.

No me importa quién es nuestro administrador universitario, en realidad no me importan los temas ajenos, pero aquí a mi amiga le gustan los chismes.

- ¿Qué piensas, cuando llegue aquí?

- No sé nada de eso, Lily- Rápidamente terminé mi almuerzo y me levanté para ir a mi próxima clase.

- Adiós, te veré más tarde- me devolvió el saludo.

Entre otros asuntos mas importantes, en estos 2 meses conocí a Kiara la novia de Chris, ella es una chica muy dulce, inmediatamente me agrado y ahora somos amigas, vamos a ir de compras mañana y no puedo esperar para verla de nuevo.

XXX

A la mañana siguiente, estaba caminando por el pasillo para llegar a mi próxima clase. Cuando vi algo o alguien familiar. Cuando me di cuenta de quién era, mis ojos se abrieron como platos. Estaba junto al Sr. Stewart, que es el director de nuestra universidad. Tengo que irme antes de que él se dé cuenta, comencé a caminar como si nada hacia otro sitio y desafortunadamente, mi suerte no estuvo conmigo. 

Como siempre...

- Rosa

Gracias a mi mala suerte me detuve. Estaba congelada en mi lugar y me di cuenta que era una ridiculez porque mi nombre ni siquiera es Rosa. Me reí de mí misma por esa tontería y seguí caminando.

- Rosa, espera- lo escuché gritar de nuevo pero seguí caminando como si no lo escuchara en absoluto. 

De repente fui agarrada por mi brazo de forma brusca, tanto que me dolió y vi asesinamente al idiota que lo hizo.

- Te llamé dos veces pero no te detuviste.

 Le puse los ojos en blanco.

- Mi nombre no es Rosa, así que ¿por qué debería parar?

- Eres Rosa para mí.

- No soy Rosa para nadie.

- Sí, lo eres

- Déjame ir, tengo una clase que alcanzar y no quiero perderla.

- Creo que se conocen- nos dijo el Sr. Stewart.

- No/Sí- dijimos al mismo tiempo.

- ¿Qué?- El señor Stewart nos miró con confusión

- Sí, nos conocemos- lo miré.

- No, no lo hacemos- discutí.

- Sí, nos conocemos, Rosa.

- Por última vez, mi nombre no es Rosa- siseé.

- Sé que tu nombre no es ese, pero para mí eres Rosa y nos conocimos en la fiesta donde aterrizaste ...- lo interrumpí con mi mirada.

Se aclaró la garganta.

- ¿Ahora te acuerdas de mí?

Negué con la cabeza.

- No, no te conozco- me vuelvo hacia el Sr. Stewart- Tengo una clase que alcanzar, así que debería irme con su permiso director.

Y con eso me alejé de ellos con una sonrisa en mi rostro.

XXX

La universidad fue agotadora como siempre. Salí de la clase y caminé hacia mi auto. 

En mi camino, lo vi hablando nada menos que con Verónica. Así que tenía razón, él vino aquí por ella. Puse los ojos en blanco y continué caminando hacia mi auto. Pero debido a mi mala suerte, volvió a fijarse en mí. 

Creo que hoy no tengo suerte.

- ¡Rosa!

Lo ignoré de nuevo y me senté dentro del auto.

¿Cuándo dejará de llamarme Rosa?

Encendí mi auto ignorándolo por completo.

Después de 30 minutos llegué a mi casa, como de costumbre, no había nadie en esta casa tan grande.

Empecé a prepararme para recoger a Kiara de su casa, de ahí iremos al centro comercial para hacer las compras.

En 1 hora estaba de camino a la casa de Kiara. Ella vivía con Chris, quien todavía no les contaba a sus padres sobre ella, pero planea contárselo pronto. Apreté el timbre de la puerta de su casa, pronto Chris la abrió.

- Hola Clara osa- me llamó con el apodo de mi infancia.

- Oye, no me llames así- lo miro juguetonamente.

Cuando era niña todos me llamaban Clara Osa porque según ellos me veía como un Oso de Peluche, de ahí en adelante me seguían llamando Clara Osa. En un momento odié ese nombre, pero pronto me empezó a gustar. Demuestra que me aman.

- Pero pareces un oso de peluche- argumentó.

- Ahora no, eso fue hace mucho tiempo.

- Estoy de acuerdo contigo, ahora pareces una modelo, pero para mí, siempre serás mi Osa Clara- Hice lo mejor que pude para no sonreír ante sus palabras pero fallé.

- Clara, ¿eres tú?- Kiara gritó desde adentro.

- Sí, soy yo.

Y pronto estaba de pie junto a Chris.

- Hola Kiara, te ves hermosa.

- Gracias al igual que tu.

- Gracias- le sonrío.

- Cuida de ti y de nuestro bebé.

- Lo haré- le respondió ella.

La besó, pero pronto se convirtió en una sesión de besos.

- Chicos, todavía estoy aquí y tenemos que irnos.

Kiara se sonrojó y saludó a Chris. Después de 1 hora de viaje, llegamos al centro comercial.

- Entonces, ¿qué tienes que comprar?- Le pregunté porque planeaba venir aquí en primer lugar.

- Un poco de ropa para embarazada y otra para mi bebé.

- ¿No crees que es temprano para las compras de bebés?

Solo tiene tres meses de embarazo, por lo que no muestra mucho.

- No- dice con una sonrisa y brillo en sus ojos.

No tengo más remedio que estar de acuerdo con ella.

Estuvimos comprando durante 4 horas. También me compré algo de ropa. Decidimos comer antes de irnos a casa, pedimos nuestra comida y comenzamos a comer. Le conté lo que pasó en la universidad. Ella es la única a la que le hablé de él. No la conozco mucho, pero confío en ella más que en Lily.

- Entonces crees que fue a hablar con Verónica.

- Quizás- me encogí de hombros y seguí comiendo.

- ¿Qué pasa si viene a trabajar y se encuentra accidentalmente con Verónica?

La miré.

- ¿Qué trabajo podría tener en la Universidad?

 Ella se encogió de hombros.

- Solo lo creo, en fin, ¿Cual es su nombre?

- No sé.

- ¿Qué quieres decir con que no lo sabes?

- Nunca le pregunté, él no sabe mi nombre y yo no sé el suyo, así que no es gran cosa.

- Esa es la razón por la que te dio el nombre de Rosa- murmuró mientras yo la ignoraba. 

Después de hablar un rato más, salimos del centro comercial. La dejo en su hogar sana y salva y me fui a mi casa. Me acosté en la cama con cansancio. 

Puedo sentir que mañana va a pasar algo y no me va a gustar.

Con ese pensamiento, el sueño se apoderó de mí.

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