El color de la venganza
El color de la venganza
Por: JackGhost118
Prólogo

Empuñaba con firmeza mi espada, el filo de la cuchilla tocaba la yugular de él, el cual me miraba desafiante, al fin podía hacerlo pagar por todo lo que había tenido que pasar para llegar con el; ¿Tienes miedo?, ¿Estás feliz, de por fin poder vengar a todos?, Lo matarás ¿Verdad?. Un paso al frente para que esa cuchilla se clavara aún más en la piel de su cuello. Sería fácil decir que lo mate y ya ¿No?, Sin embargo esa no sería una verdadera historia para contar, así que regresemos al principio; Mi nombre es Kim byung yoen, actualmente tengo 20 años, crecí en el pueblo que está cerca del palacio de Gyeongbokgung, este fue el primer palacio principal durante la dinastía joseon de 1392-1910. Fue edificado por el monarca que fundó la dinastía joseon, lee seong-gye, en 1935 traslado la capital de la era Goryeo a Seúl. Por estar situado en la parte norte de Seúl, solía ser llamado Bukgwol. Se preguntarán porque les estoy contando esto, bueno aquí inicia mi historia.

Cuando se dió inicio a la nueva dinastía del monarca, también se iniciaron las clases sociales, entre ellos estaba el clan de donde vengo es el clan Andong Kim, el clan fue fundado durante la dinastía Goryeo por el nieto de Gyeongsun, sin embargo hubo una disputa entre el clan dividiéndolo en dos, los del viejo clan de Andong poco a poco desaparecieron dejando como único clan a Gimhae (kimhae); sin embargo no todos los miembros del antiguo clan desaparecienron, uno de los sobrevivientes fundó un nuevo clan, "los Kim de Gyeongju", el fundador de este clan fue Gim Al-ji un huérfano adoptado por el rey Talhae, el descendiente de séptima generación de Al-ji, fue el primer miembro del clan en tomar el trono, como el rey Michu. Poco tiempo después de tomar el trono hubo una Guerra entre los dos clanes, desde entonces se hizo un pacto a muerte entre el rey y el líder de nuestro clan, conforme fue pasando el tiempo, el Rey tuvo un hijo, un heredero legítimo para su trono, sin embargo también escucho la noticia de que nuestro líder tuvo una hija, Apartir de esa noticia dió la orden de asesinar a aquella niña y matar a todo el clan, los que sobrevivieron se ocultaron, la pequeña hija del líder fue criada como un niño para que no se la llevarán, en cuanto a mi hermano y a mi nos entrenaron para protegerla, pero teníamos una deuda pendiente con el Rey y era cobrar venganza por nuestra familia, así que uno de los viejos líderes del clan y algunos miembros se infiltraron como nuevos empleados del palacio, a nosotros también nos llevaron; nos asignaron como guardaespaldas del príncipe, por lo que teníamos que estar más alertas de que no nos descubrieran.

Recuerdo.... Que corría por el prado junto a mi hermano y hermana, los tres estábamos jugando; Mientras mi madre estaba lavando la ropa en el río, aún puedo sentir esa fresca brisa en mi rostro, los rayos cálidos del sol iluminando el prado y las nubes blancas que parecían de Algodón decorando el cielo azul. Si me hubieran dicho que esa sería la última vez que estaría junto a mi familia, había echo lo imposible por salvarlos, pero las cosas no suelen pasar así, mi hermano y yo fuimos los únicos sobrevivientes de nuestra familia. Las cosas pasaron tan rápido, que ahora mi mente las recuerda con lentitud, y el escozor en mi garganta me tortura cada día al saber que pude hacer algo por ellos.

—byung yoen

Pude sentir como una mano calida movía mi hombro, por lo que sólo salió un "mm" de mi garganta

—vamos, se está haciendo tarde, y hoy te toca estar de guardia con el príncipe —dijo el a lo que yo abrí lentamente mis ojos viendo como los rayos de luz entraban por la ventana de la cabaña —vamos hermanito date prisa

No dije nada sólo me senté en el catre mirando la manta blanca sobre mi, sentí una caricia que despeinaba mi cabello largo y ondulado. Obviamente era mi hermano, el cual sonreía como cuando éramos niños; una sonrisa leve salió de mis labios a lo que mi consanguíneo se retiró de la cabaña dejándome sólo. Me acosté nuevamente dando un suspiro profundo mientras colocaba mis manos en mi rostro, tenía que despejar mi mente o podría cometer un error con el príncipe y no quería echar a perder el plan

(....)

Estaba caminando por los pasillos del palacio hasta que me encontré con uno de los dependientes del príncipe, me detuve quedando frente a frente con el. Ambos hicimos una leve reverencia en forma de saludo, mientras esperabamos al príncipe, unos minutos después salió a lo que nuevamente volví a hacer la reverencia.

—buenos días byung yoen—dijo el con una sonrisa en su rostro, a lo que yo le respondí igual con un "buenos días"

Ambos caminamos por los pasillos, mientras varios de sus fámulos hablaban con el sobre cosas importantes del reino, en cuanto a mi. Bueno yo sólo me mantenía a un lado de el, a una distancia prudente ; miraba al frente con seriedad aún teniendo mi sable en su funda la cual era sujetada con fuerza por mi mano izquierda

—¿Tú qué opinas byung yoen?, ¿Te agrada mi idea? —pregunto

Me miraba con una sonrisa esperando mi respuesta, más bien, mientras todos esperaban mi respuesta. El problema era que yo no sabía de qué estaban hablando, yo lo divisaba un tanto nervioso y confundido, pude haber dicho "perdón, pero no estaba prestando atención" pero lo único que paso fue que yo asentí con mi cabeza un tanto vigoroso por la pregunta; el me sonrió y colocó su mano en mi hombro volteando a ver a sus dependientes diciendo "¿Lo ven?, byung yoen está de acuerdo conmigo, por lo que quiero que hagan eso". ¿Hacer que?, ¿De que estaba hablando?, Bueno no tenía ni idea por estar perdido en mi mundo.

Hermano, ven ayudar a tu pobre camarada, que ahora no sabe que estupidez hizo

(.....)

—¿Entonces le dijiste que si, a algo que no sabes de qué estaba hablando? —dijo mi hermano, ambos mirábamos como el príncipe estaba hablando con unas mucamas

—si, bueno, yo..... Estaba en mi mundo, ¡De acuerdo!

Ahora estaba nervioso, y sin darme cuenta había elevado la voz llamando la atención de todos los que estában presentes en el lugar, en cuanto a mi hermano bueno él se estaba burlando de mi, mientras yo intentaba ocultar mi sonrojó por los nervios el se estaba riendo.

—ya basta! —dije propinándole un codazo en su brazo

—Jaja, cielos hermano, jaja te las pasas perdido en esa dimensión las veinticuatro horas de todos los días, Durante todo los años ¿No crees? —me miro con una sonrisa en su rostro

Yo no dije nada, sólo me volte a ver otra cosa, en lo que el seguía riendo, poco tiempo después se callo saludando al príncipe que se había acercado a hablar con nosotros.

—Vaya tanta diversión, ¿Y sin mí? —dijo el

—lo siento su majestad, lo que pasa es que le recordaba a mi hermano, aquella vez que tuvo su primera cita y fue un caos—dijo mi hermano mientras colocaba su palma en mi cabeza

—Oh.... ¿Y te fue bien?—pregunto él a lo que yo lo mire confundido, no sabía si esa pregunta era burla o lo decía porque realmente estaba interesado

—Ah... Yo, esque

Empecé a titubear por los nervios, no sabía que decir y ambos estaban esperando a que respondiera; Sin embargo una alarma de alerta comenzó a sonar por lo que varios soldados salieron armados buscando y caminando por todas partes del patio, mi hermano y yo nos miramos unos segundos y colocamos al principe atrás de nosotros mientras desenfundabamos nuestros sables.

—byung Yeon, ¿Tu ves algo?—dijo mi hermano quién tenía la vista al frente con el seño fruncido

—No —dije pero a los segundos aparecieron otros sujetos que al parecer se habían escondido entre los árboles

—¡Demonios! —maldijo mi hermano, para después agarrarme del hombro— bhuny Yeon, tenemos que llevar al príncipe a un lugar seguro

Lo pensé por un momento, y luego observé la cabaña que estaba atrás de nosotros a unos 15 metros de donde estabamos, la cabaña tenía un cuarto secreto en el que podíamos ocultar al príncipe. Le hice una seña a mi hermano, provocando que el volteara a ver a sus espaldas, regreso su mirada a mí y asintió con la cabeza, tomo el brazo del heredero y comenzaron a correr hacia la cabaña mientras yo iba atrás de ellos; sin embargo nos detuvimos, en el cielo se podía ver claramente como varias flechas caían directamente hacia el patio, di un paso atrás y una marometa para después gatear y cubrirme bajo un pequeño techo que proporcionaba una de las lámparas de piedra que estaban ahí, en cuanto a mi hermano y el príncipe ambos estaban bajo una mesa de madera. Las flechas seguían cayendo, sin mencionar que los guardias del palacio corrían a cubrirse pero no todos tenían éxito en su intento por salvar su vida.

Cerré mis ojos y tape mis oídos mientras seguía ahí agachado cubriendome de las flechas enemigas. Recuerdo el frío suelo tocando mi cuerpo, estaba tirado de pecho bajo uno de los muebles que estaban en la habitación de mis padres, mi hermano estaba cerca de la cama, por lo que se acerco un poco más hacia mi evitando hacer algún ruido, a mi izquierda estaba mi hermanita, ella estaba pegada a la pared si algo llegaba a pasar, mi hermano sería el primero en dar su vida por nosotros. Por lo que yo tendría que cuidar y proteger a mi hermana, el fuerte ruido de un cuerpo cayendo frente a nosotros provocó que abriera los ojos de golpe encontrándome a mi hermano cubriéndose con una enorme tabla de madera. No era tan alta pero era lo suficientemente ancha para cubrir a dos personas

—Vamonos! —extendio su mano hacia mí para después agarrarme del cuello de la camisa jalandome bruscamente provocando que me levantará y comenzará a correr junto a él

(....)

Estaba sentado en el suelo mirando hacia la puerta, en la cual mi hermano estaba recargado por si intentaban abrirla, el príncipe estaba observando por la pequeña ventana para ver que todo estuviera bien, pues llevábamos 3 horas ahí encerrados, pero hace 20 minutos que se dejaron de escuchar gritos, los ruidos de pasos corriendo de un lado a otro y el de los sables chocando entre sí. Mire a mi hermano el cual me miró por un momento, al parecer había pensado lo mismo que yo; me levanté y di un brinco sujetandome de uno de los pilares de madera que había entre el techo y los enormes pilares de madera que sostenían la cabaña, una vez que me incorpore caminé entre esa viga pasando sobre la pared que ocultaba aquel cuarto, me quede un momento quieto para mirar a mi hermano y al príncipe que al parecer se había quedado viendo cuando me subí a la viga, me agache un poco y tome el sable que me dio mi hermano.

—Ten mucho cuidado —me susurró a lo que yo asentí con la cabeza para después seguir caminando entre las vigas

La cabaña estaba en un silencio bastante aterrador, sin mencionar que la puerta principal estaba destrozada, varias de las cosas estaban tiradas, como si hubiera buscado algo; me detuve examinando todo lo que estaba tirado la mayoría de los estantes ya no tenían las cosas las cuales estaban tiradas en el suelo, mire hacia el estante que ocultaba la puerta donde estaban mi hermano y el heredero. Di un suspiro y agradecí a que no hayan tirado las cosas que tenía el estante y mucho menos que lo tirarán como otros que había ahí, seguí caminando entre la viga llegando a una de las esquinas del techo, levanté con cuidado 2 de las pequeñas lozas que servían como techo para las cabañas, todo afuera era silencioso, sin mencionar que no podía ver a la perfección pero lo que había alcanzado a ver era un escenario espantoso, había varíos cuerpos tirados en el patio, tanto enemigos como guardias del palacio, también logré ver que el patio estaba lleno de flechas; me separé un poco para mirar mi mano la cuál sujetaba el sable, mi dedo índice tocaba una y otra vez el mango del mandoble, estaba pensando en que era lo que podía hacer en caso de que fuera una trampa, hice una mueca y volví a colocar las lozas, regrese con cuidado y rapidez a la habitación oculta. Una vez que llegue baje de un brinco tomando por sorpresa a mi hermano y al príncipe.

—Por un demonio Yeon, que quieres darnos un infarto! —dijo mi hermano molesto mientras susurraba

—lo siento —dije yo

—bueno no importa, ¿Que viste?—se acerco a mi, mientras seguía susurrando

—No hay peligro —dije a lo que mi hermano y el príncipe dieron un suspiro de alivio— Pero... —Ambos me miraron de inmediato, mientras yo los veía fijamente.

Me asomé por la entrada donde solía estar la puerta principal, todo estaba silencioso y la vista era realmente horrible, mire a mi hermano el cual asintió, el salió primero y luego nos miro haciendo una señal con su cabeza, el príncipe salió colocándose atrás de mi hermano mientras yo me quedaba en la parte de atrás, dábamos pasos silenciosos sin mencionar que mirábamos a todas partes; Apenas llegamos a una de las entradas principales del palacio, las puertas se abrieron dejando ver al rey y a varios guardias junto con algunos dependientes del rey. Mi hermano y yo nos incamos en señal de respeto, mientras que el príncipe sólo nos veía para después ver a su padre, el cual lo abrazó con una sonrisa en su rostro.

Ahora mismo estábamos nuevamente en el lugar donde nos atacaron, mi hermano y yo mirábamos por encima de la barda de piedra, los guardias se estaban llevando los cuerpos y los dependientes estaban quitando las flechas que había en el patio.

—¿Crees que se estában ocultando ahí abajo? —Pregunto mi hermano

—probablemente —dije mirando los arbustos que había en la parte exterior, entre ellos había algo que me había llamado la atención

—Como sea, creo que tenemos nuevos enemigos herma.... ¿Hermanito? —me preguntó mientras yo seguía mirando ahí abajo, mi camarada volteó su mirada y miro el lugar donde yo estaba mirando— ¿Que crees que sea?

—no lo sé, pero quiero ver que es esa cosa —dije para después subirme a la barda de piedra y brincar hacia una de las ramas de uno de los árboles que estaban ahí

—No!, byung yoen espera! —dijo el llamando la atención de todos

Pero yo lo ignoré por lo que seguí bajando poco a poco del árbol hasta quedar frente a esa cosa, una vez que me agache lo tome con cuidado, era un emblema de una flor de cerezo, era Rosa Pastel con detalles blancos y azul turquesa; me sorprendió al ver los detalles tan definidos de la flor y el contraste de los colores

—Byung yoen! —Susurro mi hermano por lo que yo volte a verlo, sólo para ver que señalaban a uno de los lugares que estaban cerca de mi

Me levanté con cuidado mientras lo seguía viendo, gire un poco mi cabeza. Pude notar como los arbustos se movían, de ellos salieron cuatro hombres de atuendo negro, me quedé quieto mientras guardaba el emblema en el bolsillo de mi traje; no saque el sable sólo lo tenía ahí guardado, pero si lo sujetaba con fuerza. Uno de ellos se abalanzó hacia mi con la espada en mano, yo me hice aún lado esquivandolo.

—Byung yoen , ¡cuidado!—Grito mi hermano con desesperación, por lo que el rey, príncipe, guardias y algunos dependientes se acercaron a ver por la barda

Estaba bloqueando los ataques de sus espadas con la funda de la mía, no veía el motivo para sacarla, sólo seguia esquivando y bloqueando. Uno de ellos me tomo del brazo por lo que nos miramos unos momentos y luego a dónde me había sujetado, sólo para vernos nuevamente, le di un golpe en la cara con la funda de mi sable, pude ver cómo retrocedía por el golpe; sólo para después ver como uno de sus pies era atrapado por una trampa de oso y se doblaba por completo provocando que se le saliera el hueso, cerré mis ojos por un momento pero la mano en mi hombro provocó que volteara con rapidez para seguir esquivando los golpes.

—Maldicion! —Dijo mi hermano, se subió con rapidez a la barda y dió un brinco sujetándose de una de las ramas del árbol, miró un momento hacia abajo y se dejó caer.

Yo miraba lo que hacía mientras esquivaba los golpes pero no me había dado cuenta que el hombre se había detenido sólo para darme un puñetazo en mi rostro provocando que cayera al suelo, mi hermano había caído encima de uno de ellos dejándolo inconsciente. Yo estaba sentado en el suelo, con la cabeza hacia atrás mi mano estaba en mi nariz evitando que la sangre saliera, mire al tipo y este me iba a dar otro golpe de no ser porque uno de los guardias del palacio lo detuvieron, se llevaron a los sujetos a la prisión real mientras yo seguía ahí sentado evitando que la sangre saliera. Mi hermano se acercó a mí examinando el golpe y diciéndome "ya ves, por andar de curioso, ya te partieron la cara" aveces me trata como un niño

(....)

Estaba echado en mi catre mirando el emblema de la flor, no importa las veces que lo viera seguía impresionado por la cantidad de detalles que tenía, pero la guarde de inmediato al escuchar la puerta de la entrada. Mi hermano se acercaba a mí con una bandeja llena de bocadillos y tazas de té

—¿Que te parece? —me dijo mientras señalaba los bocadillos con orgullo

—Obviamente no los hiciste tu —mencione a lo que el quitó su sonrisa y me miró— déjame adivinar.....¿Lin? —Quite mi mano de mi barbilla, pude ver cómo mi hermano se sonrojaba, por lo que yo me empecé a reír

—Ya basta! —dijo el un poco molesto, pero no era suficiente para que dejará de reír, al contrario sólo intensificó mi risa.

Me aventó una almohada a mi rostro provocando que dejará de reír, ambos nos mirábamos fijamente, para después empezar a reírnos como en los viejos tiempos

—nunca había visto un emblema asi —Dijo mi hermano mirando la flor y tomándola con cuidado

—¿Porque no vamos al pueblo a preguntar?, Alguien debe de saber

—es verdad, pero es muy peligroso ahora, además necesitamos estar enfocados en nuestra misión —dijo mientras me veía

Era verdad, no podíamos distraernos ahora, teníamos una misión y se tenía que cumplir, sin embargo mi mente me decía que tenía que averiguar más sobre esta flor, algo decía que si no lo hacía podía pasar algo. Al parecer mi hermano se dio cuenta, no dijo nada pero sabía que iría por mí cuenta investigando de un lado a otro

—Vamos, tengo hambre —me dijo el a lo que asentí para después comenzar a comer junto con el

Después de comer, fuí a la biblioteca real a escondidas, estaba buscando información sobre algún pueblo o clan que tuviera como emblema la flor pero no había nada, más que unos mapas de algún camino que llevaba a una de las cuevas del bosque. Lo examiné por un momento y los guarde tal vez me sea útil luego, mi mirada se posó en un libro de color Rosa pastel, en uno de los bordes pude notar que tenía detalles blancos y azul turquesa

Igual que la flor

Pensé. Mi dedo tocó la pasta del libro, pero tan rápido como lo toque lo quité ya que el Rey y uno de sus dependientes habían entrado, por lo que me escondi detrás de uno de los enormes soportes de color rojo que sostenían el techo, veía como caminaban hacia la mesa que está en el fondo por lo que camine con rapidez escondiendome entre los estantes para que no me vieran; sin embargo me detuve antes de llegar a la puerta, ya que está se abrió sólo me quedé ahí quieto la puerta me ocultaba pero ahora no podía moverme del lugar donde estaba.

—Oh jefe kim, dígame, ¿A qué debo su visita?

¿jefe Kim?, Genial estoy muerto

Me quedé quieto rogando porque nadie me viera, el jefe kim entro junto con otro ayudante de la guardia real, ambos caminaron hacia el rey. Di un suspiro leve y relaje mis hombros ya que estaban tensos, tenía suerte de que no me haya visto; me asomé un poco sólo para ver que los cuatro estaban muy concentrados viendo algo en la mesa, estaban conversando sobre el festival de los faroles, me acerque a la puerta y la abrí con cuidado mientras salía lentamente. Antes de cerrarla alcance a escuchar que el rey decía algo, "Esa es la idea que tuvo mi hijo hoy en la mañana antes de que atacarán el patio de entrenamiento", ahora entendía a lo que se refería el príncipe con "lo ven el está de acuerdo conmigo", negué con mi cabeza y cerré la puerta. Para mí suerte no había nadie alrededor, así que camine lo más rápido posible hacia uno de los pabellones que estaba en el jardín, me senté en el frío suelo de madera para mirar mejor el mapa que había tomado de la biblioteca, era un camino de tres días por lo que me levanté y guarde el mapa. Nuevamente comenzé a caminar llegando hacia la cabaña donde mi hermano y yo nos quedamos, entre por una de las puertas traseras; caminaba con sigilo y miraba a todas partes no quería que me viera o no me dejaría ir, una vez que revise toda la cabaña agarré una pequeña bolsa donde guarde el mapa, el emblema y algunas dagas y estrellas pequeñas, también unas pequeñas bolas de polvo cegador. Era bueno llevar unas cuantas, nunca sabes cuándo las necesitaras, me levanté con rapidez y cerré el baúl donde había tomado las cosas, camine hacia la entrada principal pero me detuve al escuchar la voz de mi hermano y el príncipe, por lo que me dirigí con rapidez a la puerta trasera, había escuchado como ambos ya habían entrado así que cerré la puerta con cuidado.

Caminaba por las partes traseras de las cabañas hasta que llegue a la de la cocina, me asomé para ver que estuviera vacía; una vez que entré empecé a guardar varias proviciones para el viaje, pues sería casi una semana en la que estaría inspeccionando. Guarde la última manzana para salir rápidamente de ahí, caminaba hacia la parte trasera del palacio, había una entrada secreta que sólo mi hermano y yo sabíamos, una vez que salí por la puerta de madera me dirigí al pueblo, necesitaba algo para pasar desapercibido. No quería llamar la atención, compré un sombrero negro echo de mimbre; me lo coloque y seguí caminando hacía la salida del pueblo, me sentía nervioso al saber que saldría por primera vez, sólo, di un suspiro profundo para seguir caminando agarraba con fuerza el mango de mi sable que estaba guardado en su funda mientras que en mi hombro derecho tenía mi bolso donde tenía mis proviciones y armas, este sería un largo viaje.

(....)

Llevaba más de 3 horas caminando, por el cendero que había en el bosque, me preguntaba una y otra vez si fue buena idea venir sólo, a lo que inconscientemente me respondía ¡No!, ¡¿Cómo se te ocurre venir, tú sólo?!. Un suspiro profundo bastó para que me sentará en una piedra y sacará una manzana de mi bolso para comenzar a comerla, miraba a mi alrededor recordando varías cosas de mi niñez; sacudí levemente mi cabeza y me levanté para seguir mi camino mientras seguía comiendo mi manzana, saqué el mapa y lo revise una vez más. ¡Había otro camino!, Más bien una especie de atajó llegaría a la cueva mañana en la mañana, lo pensé por un momento y asentí mientras guardaba el mapa y caminaba hacia ese atajó mientras me terminaba mi manzana.

Ya estaba anocheciendo y estaba a mitad del camino para llegar a la cueva, así que me detuve para comenzar a reunir varias ramas y hojas que me servirían para una fogata, saqué de mi bolso algunas frutas y algunas bolas de polvo cegador. Hice un hoyo en la tierra y ahí escondí mi bolso, ¿La razón?, Fácil si llegaban atacarme en la noche mis cosas estarían seguras, una vez que tape el hoyo con la tierra me senté ahí mismo mientras me calentaba con el calor del fuego.

Miraba la luna llena que ilumina el bosque con su bella luz blanca, el sonido de los grillos cantando me arrullaron por lo que me quedé completamente dormido, la luz del sol me despertó; por lo que talle mis ojos con delicadeza mientras daba un bostezo. Una vez que me levanté, me estire tronando mi cuello; mis ojos se enfocaron donde estaba sentado para agacharme y comenzar a sacar mis cosas, ¿Sería fácil decir que sólo las tomé y seguí mi camino no?, Pero no siempre es así. Apenas tomé mis cosas unas manos aparecieron tapandome la boca, ¡Oh sí!, Excelente lo único que faltaba en está historia eran los bandidos, apenas golpe a uno de ellos cuando me aventaron algo a la cabeza dejándome inconciente, para cuando desperté me senté examinando todo a mi alrededor, saqué el mapa y las pequeñas bolas de humo que había escondido pero algo me faltaba, mi sable no estaba. Me levanté con rapidez mirando a todas partes, pero sería una esperanza falsa al pensar que estaría en el suelo, unas cuantas manzanas y mi bolsa completamente vacía; la tomé y la abrí para soltar un suspiro de frustración, tome las cuatro manzanas que había para guardarlas, también el broche había desaparecido me lo habían robado junto con lo demás, seguí mi camino con la esperanza de encontrarme con ellos para darles una lección, pero no había señal de nadie. Poco tiempo después llegué a la cueva, mire a mi alrededor para ver si había alguien pero al no encontrar señal de vida entré en la cueva, la verdad es que no estaba oscuro al final había una luz que la iluminaba por lo que podía ver a la perfección atraves de ella; una vez que llegué al final coloque mi mano cubriendome de la intensa luz que iluminaba la cueva, una vez que salí de ella baje mi mano lentamente haciendo que mis ojos se acostumbran al lugar, realmente estaba sorprendido, ¿Un pueblo secreto?, Miré a mi alrededor viendo como la gente caminaba de un lado a otro con sus pertenencias y otros más vendiendo comida o ropa, observé si había algún letrero con el nombre del pueblo pero no había nada, así que seguí caminando entre la multitud la cuál no me tomaba en cuenta era como si fuera parte del lugar, uno que otro vendedor me ofrecía su mercancía por lo que tenía que negarme a comprar cosas innecesarias, al menos por ahora.

Mi vista fue atraída por un tipo con un pañuelo de color rojo en la cabeza, una sonrisa de satisfacción salió de mi rostro, había encontrado a los tipos que habían tomado mis cosas, me acerque con firmeza hacia donde estaban, sólo para ver que uno de ellos tenía mi sombrero y mi sable, al parecer estaban apostando mis cosas.

—Apuesto, 10 won por el sable

—oh vamos, esto vale más que eso

—bien, que sean 100

Apreté mis puños y lo tome de la mano al ver que iba a agarrar el sable que me regaló mi hermano mayor, el tipo se sobresaltó e intento golpearme. Pero yo lo golpe primero mandándolo al suelo, el chico que tenía mi sable se levantó mientras tomaba mi espada con fuerza, pero el tonto no le había quitado la funda por lo que yo tomé la punta del mandoble ; lo jale hacia mi provocando que su rostro se pegará con mi puño que había levantado al jalarlo. Este cayó al suelo inconsciente por lo que tomé mis cosas, todo lo que habían tomado estaba ahí, exepto la flor.

Comencé a buscarla pero me di cuenta que el primer sujeto al que había golpeado ahora estaba corriendo, decidí seguirlo; trataba de esquivar a las personas y las cosas que habían en el camino. Estire mi mano y lo detuve de golpe al sujetarlo de su prenda

—¿Donde está la Flor? —le grité mientras lo tenía bien sujetado

—N-no se de que hablas —me dijo el, a lo que yo lo aventé contra una de las paredes que había en el lugar, y antes de que se incorporará le coloque el filo de mi sable en su cuello

—lo diré una vez más, ¿Donde está la Flor?

—se lo llevo a ella —me dijo asustado

—¿A quien?

—a la chica del templo... —me miro un segundo y luego miro atrás de mi— Sun-hee

—¿Sun-hee?—pregunte dudoso, pues creí aver escuchado mal, pero en el momento en el que él me repitió el nombre y asintió me di cuenta de que no me había equivocado —¿Donde está el templo?

Su mano derecha estaba levantada, está empujaba levemente mi sable para que su cuello no se cortará con el filo, su dedo me señaló la dirección. Gire mi cabeza para ver atrás de mi, era un templo enorme, pude notar que había un puente para llegar a él por lo que supuse que había un río o un lago de ese lado, mire al sujeto el cual me miraba asustado.

—gracias, es usted muy amable —dije con una sonrisa, retiré mi espada y la guarde en su funda para caminar hacia el templo

Miraba mi reflejo en el lago, pude notar que el cielo estaba nublado por lo que no tardaría en llover, me incorpore y caminé hacia la entrada del templo. Una vez que abrí las puertas entré con cuidado; el lugar estaba vacío y oscuro, lo único que era alumbrado por la luz exterior era el camino que tenía enfrente, podía ver a la perfección el camino con la alfombra roja, sin embargo todo se volvió oscuro ya que la puerta se cerró. Sujetaba con fuerza el mango del mandoble mientras miraba a todos lados, apenas me había acostumbrado a la oscuridad cuando abrieron las ventanas dejando entrar la luz del día, claro que esto provocó que cerrará mis ojos de golpe por la inmensa cantidad de luz.

—Que gustó verte de nuevo byung yoen

Abrí mis ojos para darme cuenta de que la persona que me había hablado estaba enfrente de mi, era una chica, no era tan alta así que tenía que tener mi cabeza un poco agachada para verla, su cabello era negro y lo tenía corto casi a la altura de su cuello este era completamente lacio, sus ojos color miel me miraban fijamente mientras una sonrisa estaba plantada en su rostro, la mire de arriba a abajo y note que tenía puesto nuestro uniforme del clan, claro que también noté que esté resaltaba su bonita figura sin mencionar que el negro le quedaba bastante bien.

—¿Byung yoen?—me preguntó ella, mientras me miraba curiosa

—ah.... Yo ahm —no sabía que decirle, estaba nervioso y tenía trece años que mi hermano y yo no sabíamos nada de ella

Yo seguía ahí parado sin articular una palabra, ella soltó una risa mientras me miraba, su mano sujeto con fuerza mi brazo izquierdo y tiro de el levemente

—byung yoen —dijo ella con un tono cantarino —reacciona, ¿después de tanto tiempo no saludas a una vieja amiga?

—yo ahm, lo siento —dije nervioso a lo que ella nuevamente sonrió

—no pasa nada, pero dime, ¿Qué haces aquí?

Volví a recordar el motivo del porque había entrado al templo, así que solté un suspiro y le pregunté sobre la flor, a lo que ella dijo que la tenía, me guío por los pasillos del templo hasta llegar a una de las habitaciones.

—aquí es—dijo ella mientras abría la puerta, ella entró primero y luego yo, me quite el sombrero que había comprado, observaba el lugar mientras ella hablaba con Alguien— byung yoen —la volte a ver para después darme cuenta que había otra chica, esta estaba sentada en el suelo, tenía su cabello largo y ondulado esté era castaño claro. Me acerque un poco más sólo para darme cuenta que tenía los ojos vendados, la venda cubría la mitad de su cara en forma de V, dejando libre su nariz y boca. —ella es Kirin, es mi amiga

La mire nuevamente y ella hizo una reverencia a lo que yo hice lo mismo, aún la seguía observando. No sabía si realmente se daba cuenta de las cosas, por lo que mire a Sun-hee ;me acerque lentamente a ella y le susurré.

—¿Ella se da cuenta de las cosas o... —no terminé de hacer mi pregunta porque fui interrumpido por ella

—claro que me doy cuenta de las cosas, tú eres el chico que le partió la cara a omween en la aldea

Ahora estaba sorprendido, llegué a pensar que sólo estaba útilizando esa venda sólo por una religión o una tradición que tenía que cumplir.

—¿Hay algún problema?—me dijo ella con tranquilidad

—no, es sólo que....—me quede callado por un momento, ella estaba ahí tranquila, pero sus labios decían que mostraban curiosidad e impaciencia por saber lo que iba a decir —el emblema, ¿Usted l....— no terminé la frase porque me interrumpió nuevamente

—oh si, la flor, yo la tengo—dijo mientras se levantaba y se dirigía a un baúl, lo abrió y se dió la vuelta enseñándome el emblema —debo darte las gracias— mencionó mientras mostraba una sonrisa

—¿Gracias?— dije dudoso

—el emblema era de mi madre, me lo robaron después de que quemaron mi aldea— dijo ella —Sientate, te contaré todo, se que eres curioso

Estaba sin palabras, sólo estaba ahí parado mirándola fijamente, ¿Curioso?, ¿Encerio era tan obvio?. Sentía curiosidad por quitarle la venda del rostro sólo para ver sus ojos, algo me decía que ella podía ser la causante del ataque en el palacio, pero no dije nada sólo me limité a sentarme y a escuchar con atención su historia.

(.....)

Miraba con atención como las gotas de agua caían por todo el jardín, el frío viento entró por la ventana abierta, provocando que frotara mis manos en mis brazos, dándome algo de calor.

—lamento la demora —dijo Sun-hee entrando a la habitación y dejando la bandeja en la pequeña mesa que estaba frente a mi —Toma, esto te hará entrar en calor —me ofreció ella, dándome una taza de té

—Gracias....

Me quede callado, pues no sabía si seguirla llamando por ese nombre falso o el verdadero, ella me miró entendiendo la situacion. Por lo que sólo carraspeo su garganta y me observó con una sonrisa en su rostro

—Puedes llamarme Sun-hee, byung yoen ya no hay necesidad de seguir con ese nombre falso

—claro —opte por tomar de la taza y quedarme callado, usualmente lo que digo no termina en nada bueno

—y dime byung yoen, ¿Shane cómo está?

—el está bien, a intentado conquistar a una chica que se encarga de la comida de la princesa

—bien, me alegro por el

Falso!, Si bien recuerdo mi hermano rechazo sus sentimientos cuando éramos niños, pensando que ella realmente era un barón. Pero todo cambió cuando nuestro padre nos contó el secreto de Sun-hee, sin embargo mi consanguíneo sólo la trataba como una amiga más, si es verdad que Shane y Sun-hee pusieron su distancia dos meses antes del ataque.

—¿Y que hay de ti Sun?

—¿De mi?— me dijo confundida

—asi es, ¿ya encontraste a alguien?

—la verdad es que no eh tenido tiempo para esas situaciones.....—dijo ella volteando a ver a otro lado, la había incómodado, iba a disculparme pero me interrumpió cambiándome de tema—byung yoen, ¿Cuanto tiempo piensas quedarte?

—en realidad sólo venía a saber que significaba esa flor, pero ya que Kirin me explico todo, creo que mi aventura termino— comenté mientras la miraba, ella parecía estar decepcionada, Pero no entendía el porque.

—ya veo, entonces, puedo pedirte un favor ¿antes de que te vayas?

—claro

—veras en el pueblo vecino, hay una familia que necesita llegar aquí, y necesito a alguien que los escolte. Ya sabes protegerlos y traerlos aquí a salvo—dijo con tranquilidad, yo sabía que iba a tomar más tiempo de lo que esperaba, no era buena idea.—sera un viaje de tres días, ¿Podrías ayudarme byung yoen?

Oh no!, Ella me miraba con amabilidad esperando mi respuesta, ¿Que se puede hacer en estos casos?, Hermano! Creo que no fue buena idea venir aquí, Claro que no lo fue.

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