Capítulo 03: Secretos nocturnos.

La verdad es una virtud que a la mayoría no les gusta escuchar, en cambio la mentira es un pecado que todos les encanta practicar.

Capítulo 03: Secretos nocturnos.

Martes 3 de octubre de 2017, 01:02 am de madrugada.

El hombre de traje salió al fin del edificio, este se quito su casco y lo sostuvo con la mano derecha, este se inclino y empezó a respirar con tranquilidad y con son de descansar.

—¿Qué es lo que me pasa? ¿Cómo se me ocurre? —Se reprocho a sí mismo un poco sofocado, este empezó a mirar hacia todas partes y solo vio la gran calle de grava donde está parado, las ceras arruinadas, los espantosos edificios descompuestos, llenos de grafitis y con tablas cubriendo las ventanas, este empezó a caminar más hacia la mitad de la calle y vio al final de esta un montón de escombros que cubrían la salida, del otro lado un cruce largo hacia otra cuadra igual de desolada.

        —Así te quería agarrar Red cat, de espaldas para meterte lo que sea —dijo Johnny con voz placentera, el hombre de traje llamado Red cat volteo alarmado y vio a Johnny más loco que nunca, con el rostro lleno de cocaína, un lanza cohetes en lo que queda de su mano derecha, y una moto sierra de color anaranjado en la otra.

        —Es cierto que un hombre drogado no es un hombre cualquiera —dijo Red cat mientras daba un leve paso hacia atrás y se ponía el casco aprovechando que Johnny no noto su identidad a causa de su terrible dosis de drogas.

Repentinamente Johnny dio un paso adelante.

—Han pasado tres días desde tu última visita ¿Porque me has venido a visitar tanto? ¿Acaso mi reino es tan hermoso? —Pregunto Johnny mientras miraba a su alrededor con contemplación.

Red cat luego de haberse puesto el casco metió lentamente su mano derecha dentro de su traje.

—Simplemente dime ¿Quién mato a Antonio Adams? Fue la madrugada del viernes, el asesino tenía su cara cubierta por vendas purpuras —describió Red cat mientras que agarraba un cuchillo de los interiores de su saco—su pelo era largo y azul.

—No he conocido a alguien así, quizás sea la momia —respondió Johnny en forma de burla.

        —No seas ridículo Johnny solo podría ser uno de los tuyos, basándome en su extravagante vestimenta.

        —Todavía faltan unas cuantas semanas para Halloween Red cat.

—Escúchame Johnny, solamente dime quien fue, y dejare todo entre nosotros en paz, no quiero tener que partirte los brazos.

        Johnny empezó a reír burlándose del comentario mientras que murmura a penas medias:

—¿Paz? ¡Vamos Red cat! ¿Paz? —Respondió Johnny en forma de burla—¡Me lanzaste una puta granada! ¡Mataste a mis muchachos! ¿¡Y me hablas de paz!?

Red cat mantuvo la compostura, el sabia que cualquier movimiento en falso y Johnny le dispararía con la bazuca.

De momento Ryan salió volando de una ventana del edificio Punk y cayo dando vueltas en la mitad de la calle mientras que Johnny se le quedaba viendo distraído, Red cat le lanzo un bisturí en la pierna izquierda rápidamente a Johnny, y empezó a ocultarse discretamente.

Ryan se levanto y se quedo viendo fijamente a Johnny a los ojos, Johnny empezó a dar unos pasos tambaleantes como si nada con el cuchillo clavado en la pierna.

—Me hiciste perder tiempo que no tengo, te arrepentirás —murmuro Ryan mientras que se acercaba de forma amenazante.

 Johnny se recupero de la puñalada (la droga le restringía cualquier dolor) y puso una sonrisa ruin en su rostro, soltó su moto sierra, y le apunto a Ryan con su lanza cohetes:

—Siempre quise hacer esto —dijo Johnny mientras trataba de apuntar la pesada arma.

Cuando Johnny se dispuso a disparar Ryan le arrojo su hacha en la punta del cañón del lanza cohetes tirando el arma al suelo, cuando Johnny trato de recogerla, Ryan salió corriendo hacia él y lo embistió arrojándosele encima derribándolo con su peso, Ryan encima de Johnny se dispuso a golpearlo, pero Johnny le dio un disparo a Ryan en el estómago con su potente revolver, Ryan adolorido se hizo a un lado dándole oportunidad a Johnny de levantarse, Ryan trato de levantarse y extendió su mano derecha algo desorientado, Johnny sin alguna importancia al dolor se arranco el bisturí de la pierna y se lo clavo en la mano derecha a Ryan atravesándosela.

        —¡Toma eso hijo de puta! —Grito Johnny presumiendo.

Ryan se levanto en un impulso y le dio un manotazo a Johnny en la boca haciéndolo retroceder y cerrar la boca, Johnny empezó a escupir sangre y enloquecido comenzó a dispararle, (los balazos resonaban por todas partes) Ryan recibió dos disparos en el pecho, pero dio un salto y le clavo un puñetazo en las costillas del lado izquierdo del abdomen partiéndoselas por completo.

 Johnny ni sintió dolor y siguió dándole al gatillo de la pistola pero esta ya se había quedado sin balas, Ryan tomo a Johnny por el cuello con la mano izquierda y lo levanto.

—¿Ahora se te acabo la puta diversión? ¿Cierto? —Pregunto Ryan con rabia mientras mantenía a Johnny levantado, Johnny asfixiándose empezó a moverse, Ryan apretaba cada vez más su cuello.

De momento Ryan vio la situación (todo lo que estaba pasando) como un evento del pasado, recordó cuando Xarbus lo tomo del cuello y lo lanzo por la ventana, en esos pequeños segundos Ryan recibió un disparo en el ojo izquierdo, Ryan se hizo a un lado gritando de dolor mientras la sangre salía de la cuenca de su ojo izquierdo, Johnny había sacado otra Magnum de su bolsillo, y empezó a dispararle a Ryan sin parar, todos los disparos atravesaban el abdomen de Ryan disparo tras disparo, Ryan cada vez se encontraba más débil y lleno de huecos sangrantes, Johnny se quedo de nuevo sin balas y salió corriendo hacia donde estaba tirada su motosierra la tomo rápidamente y se dirigió a rematar a Ryan.

Johnny la encendió, el sonido del motor  se escucho por todo el lugar.

—¡Esto me recuerda a una película! —Grito Johnny eufórico mientras se acercaba con la motosierra encendida al moribundo y tambaleante Ryan.

De momento dos bisturíes salieron volando de la nada y se clavaron en el estómago de Johnny.

 Johnny impresionado observo los cuchillos clavados en su estómago, Ryan en un ataque de adrenalina se levanto de nuevo y con su hacha en la mano izquierda le lanzo un hachazo al distraído Johnny en las muñecas amputándole las dos manos en un instante, la motosierra se cayó encima de los pies de Johnny amputándoselos, y antes de que Johnny cayera al suelo Ryan le dio una potente patada con la pierna derecha en el pecho haciéndolo que se estrelle contra una de las paredes exteriores de su horrible edificio.

Johnny quedo tirado en el suelo contra la pared, con su cara llena de cocaína y sangre juntas, además de todas sus mortales heridas, Ryan aun débil tiro su hacha al suelo y tomo el lanza cohetes.

—Tú no puedes matarme —murmuraba el extasiado y moribundo Johnny mientras veía a Ryan—esto es un puto sueño, ¿O una pesadilla? ¿No te das cuenta?

—¿Esto es un sueño para ti? —Pregunto Ryan listo para disparar.

—¿Y qué? —Pregunto Johnny sonriendo y pasando su lengua por sus labios, mientras su sangre se encharcaba y bajaba—¿¡!?¿Dirás una estúpida frase antes de matarme?

—¡Vete a la m****a! —Grito Ryan con simpleza apuntándole a Johnny con el lanzacohetes, Johnny empezó a reír sin parar incrédulo por la situación.

—¡Esta droga esta buena hombre! ¿O esta pesadilla es genial?

Ryan le disparo a Johnny con el lanzacohetes volándolo en pedacitos junto con el edificio, que comenzó a derrumbarse, a causa de que las vigas y bases de la estructura que estaban podridas y deterioradas, Ryan alarmado soltó el lanzacohetes, tomo su hacha y empezó a correr mientras que todo se derrumba junto con los soportes del edificio, Ryan continuo corriendo lejos del edificio, mientras empezó a caer pedazo por pedazo hasta que simplemente el edificio quedo hecho una montaña de escombros.

        Mientras tanto en la azotea del edificio de al lado se encontraba Red cat agachado y observando todo.

—Así que son reales, pensé que solo eran solo alucinaciones psicóticas de mi padre —comento Red cat en su mente mientras que miraba los escombros dispersando polvo—pensándolo mejor, no debería afirmar por completo que no estoy loco, cualquier loco dice que no lo está,  me siento como un estúpido, fui muy impulsivo esta vez, si le quería sacar información a Johnny no tuve por qué haberle lanzado una granada que lo podía volar en pedazos.

Red cat dio un paso atrás junto con un suspiro de aceptación:

 —Ya no hay opción, está muerto, pero por lo que veo lo que me dijo era cierto: “Nadie muere realmente”

Red cat se volteo  dándole la espalda a la punta del edificio, con la intención de irse del lugar.

—Conseguiré a ese sujeto de vendas purpuras y me encargare de el —comento Red cat con convicción mientras se preparaba para saltar a través de las azoteas de los edificios.

 Mientras tanto abajo, se encontraba Ryan muy débil, caminando y tambaleándose de un lado a otro con el orificio de puñalada en su mano derecha.

—Esto no me puede estar pasando ¿Porque Dios? No entiendo, que hice para merecer este Infierno —hablaba Ryan solo mientras que caminaba y veía cadáveres destrozados y polvorientos de Punks dispersados, con sus partes desmembradas por toda la calle.

—Tengo que recuperarme —Ryan vio un torso polvoriento en el suelo sin el brazo izquierdo, la cabeza machacada por una pared, y se le quedo viendo con intención de tomarlo.

Horas después Ryan paso caminando por un lugar público donde habían varios puestos y carros de comida muchas luces, automóviles y personas en todas partes comiendo y expresando alegría, todos veían indisimuladamente a Ryan y murmuraban con incomodidad sobre él y su aspecto, Ryan trato de ignorarlos pero a medida que caminaba y pasaba entre todas estas personas escucho un pequeño y afilado comentario saliendo de boca de una mujer mayor:

—Hasta camina como retrasado.

        Al escuchar esto Ryan no podía evitar sentir unas desesperadas ganas por asesinar a esa señora y a todas las personas del lugar, el comprendió que todos se burlarían de él al igual que en la funeraria, todo parecía ser igual, sin importar su aspecto, él se preguntaba si siempre sería lo mismo, pero en vez de dejarse llevar por sus impulsos continuo caminando ignorando cada comentario que escuchaba.

Luego de un rato de caminar entre calles de comida y callejones cubiertos de b****a e indigencia, Ryan llego a una parte de la ciudad llena de departamentos y edificios pequeños, se podría decir que era un área más decente y transitable que por el barrio donde estaba, pero al igual que todo el recorrido que había dado esa noche, no se veían muchas personas ni autos, Ryan continuo caminando hasta que al fin llego a un gran terreno lleno de escombros y cenizas, este terreno era su casa, la funeraria, el lugar estaba hecho cenizas y lleno de escombros, estaba rodeado por una cinta amarilla policiaca.

 Ryan al acercarse rompió la cinta, entro al lugar y empezó a contemplar el lugar con nostalgia, Ryan dio unos cuantos pasos y miro hacia abajo y a los lados esperando conseguir algo, luego de treinta minutos de deambular por los escombros del lugar, con su mente en blanco y sin saber que hacer o pensar, Ryan se sentó encima de una pared caída y se puso a pensar.

 En su mente solo veía la cara de Xarbus sonriendo, tenía recuerdos borrosos de cuando lo paseaban en una camilla por los blancos y fríos pasillos del Infierno, recuerdos de gente murmurando cuando lo veían caminar en el transcurso de toda su vida, y de entre todos esos recuerdos simultáneos Ryan miro hacia abajo por una acción no premeditada y vio de entre varias rocas y piedritas un libro algo chamuscado.

 —¿Qué es esto? –—Ryan se levanto y luego se agacho, quito las piedritas y unas cuantas rocas de encima del libro, lo tomo y lo mira detenidamente—esto… es el diario de mama.

Ryan nostálgico se sentó de nuevo y entre todos los vientos fríos de la noche y la soledad que sobraba en el lugar, Ryan abrió la mitad del diario y en una página empezó a leer cada palabra con la voz de su madre en mente:

—Soy Fernanda Comming es el domingo 4 de enero de 2004,  se fue el 2003 y vaya, que rápido pasa el tiempo, el pasado es rápido y el presente lento. Hoy puedo decir que me encuentro muy alegre ya que mi hijo Ryan conoció hoy a una muchacha muy buena algo joven para él, pero buena, a demás es cristiana, bonita y amable, es el tipo de mujer devota que siempre quise para mi hijo, su nombre es Mercy Mcalinter es hija de la familia de los Mcalinter, siempre vienen a la iglesia, jamás faltan. Ella de seguro podría enderezara a Ryan y le quitaría esos demonios que le generan estados violentos, groseros, lo dejare en las manos de Dios.

La otra parte del párrafo estaba quemada, Ryan estaba atónito.

        —No entiendo nada, yo jamás fui un maltratador, no entiendo —comento con frustración mientras retrocedía unas cuantas hojas.

 Y en una de estas consiguió algo.

—Es el martes 7 de marzo de 1989 y tengo que escribir en este diario que al fin luego de tanto tiempo, puedo presumir que soy feliz íntimamente pero a la vez me siento mal, hace unos años yo y mi marido contratamos a Rita como niñera de nuestro hijo Ryan, ella es inmigrante de un país de Latinoamérica llamado Venezuela, le tomamos mucho cariño, mantiene a Ryan distraído para que no fastidie tanto, últimamente además de tener problemas con la escuela de Ryan, también tengo problemas con mi esposo Thomas, no me molesta que me sea infiel, solo me molesta que descuide el negocio por sus aventuras, pero Rita, desde que me deje llevar y tuve sexo con ella me sentí como si estuviera de nuevo en la Mansión Negra, estar con esa mujer me trajo tantos recuerdos, con ella obtuve un orgasmo por primera vez, fue grandioso, algo raro y nuevo, pero grandioso. Pero no sé, tengo que corregirme, lo que hago a pesar de que me da placer al mismo tiempo me llena de culpa, siento que está mal, Dios hizo al hombre para la mujer y viceversa, no puedo escupir sobre la palabra de Dios tan solo porque mis tentaciones me obliguen, creo me he dejado tocar por el Diablo, debo ir a la iglesia y hablar con el pastor Roderick, confesarle mis pecados y él me ayudara a acabar con estas tentaciones demoniacas, jamás hay que sucumbir a la tentación.

Ryan anonadado cerro el diario y empezó a hacer sonidos bocales de asqueo.

        —¿Mi madre era infiel? ¿Y además lesbiana? ¿Con Rita? No… no, no que asco ¡Que maldito asco! ¡Maldita sea esto no! —grito Ryan alterado y resignándose.

 Ryan desesperado y tratando de olvidar lo que leyó adelanto hasta la última hoja que se encontraba en buen estado.

—Hoy es sábado 16 de septiembre del año 2006 y escribo sentada en el sillón de un cuarto de hospital al lado de mi hijo Ryan, es un día terrible para mí. Mi esposo Thomas tuvo un accidente automovilístico junto con Ryan y lamentablemente mi querido esposo Thomas falleció, tantos años a su lado, teníamos problemas pero aun así me duele profundamente, pienso que esta es una lección que me da Dios por todo lo que he hecho, pero esto cambiara mi vida y la de mi hijo, por la abundante gracia de Dios mi Ryan sobrevivió, el doctor dijo que cuando Ryan despierte tendrá ciertos problemas para recuperar la memoria, no será el mismo—todo lo demás estaba chamuscado.

Ryan lentamente se levanto y alterado guardo el diario en su túnica y empezó a caminar hacia la calle lentamente sin decir ni una palabra.

 —No tiene sentido, mi madre me dijo que papa murió de un paro cardiaco… cuando desperté en el hospital me dijo que yo me caí de las escaleras, no lo sé tal vez a causa de este supuesto accidente de auto yo perdí la memoria u algo así, papa murió y mama no me explico todo con la verdad, si en realidad yo era violento a lo mejor, me dijo toda esa mentira para ella reformarme ¡Eso no puede ser posible! ¿Pero alguien nunca le mentiría a su propio diario? ¿Sabes qué?... no quiero pensar más. Yo no quiero…

Ryan salió del lugar aún alterado y mirando al cielo aun negro. Algo que leyó en el diario le genero una gran incertidumbre, esto era “La Mansión Negra”. La curiosidad hizo que Ryan sacara el libro de su túnica y lo leyera una última vez para averiguar que era ese sitio.

Horas después, ya eran como las tres de la madrugada y Ryan caminaba alterado entre un extenso terreno de grama verde rodeado por árboles, parecía una propiedad privada, a la distancia había una enorme mansión negra estilo gótico, esta se veía abandonada y deteriorada.

La brisa fría agitaba los árboles y generaban un sonido fuerte, luego de caminar un rato Ryan llego hasta la entrada de esta enorme mansión negra, la puerta era de madera y color rojo, estaba cubierta por telarañas y polvo, Ryan intento abrirla pero estaba trancada, como segundo intento le dio una patada a la puerta pero esta era muy dura y no  se abría, como tercer intento saco de su túnica el hacha y empezó a despedazar la puerta golpe tras golpe sin cesar, la madera crujía al despedazarse y las astillas se volatizaban hasta que luego de tanto golpear la puerta sucumbió.

 Ryan al entrar al lugar noto la enorme cantidad de polvo que se volatizaba a su alrededor, toda la mansión estaba a oscuras, las paredes, piso y techo eran de color rojo, Ryan dio un par de pasos hacia adelante observando el lugar y dándose cuenta de que todo estaba por completo abandonado, paredes agrietadas, arañas colgando por todas partes, no había nada más que eso.

Ryan vio la enorme escalera en el centro de la casa que daba paso a los otros pisos y unos extraños cuadros con mujeres desnudas siendo sodomizadas por lo que parecía ser el Diablo, al estar en ese lugar Ryan empezó a pensar en la verdadera razón por la que estaba allí, el lugar donde estaba solía llamarse “La Mansión Negra” la mano de Ryan que sostenía el hacha empezó a temblar y Ryan notablemente afectado comenzó a recordar lo que leyó en unas páginas que tenían el diario de su madre.

 Estas páginas contaban en sus escritos lo siguiente:

 —Elizabeth, ese era mi verdadero nombre, nací en la Mansión Negra en el año 1957, este era un sitio diseñado para saciar las necesidades y fantasías más extremas de los visitantes, nunca conocí a mis padres ya que estos me dejaron en la mansión cuando era una bebe, pero de todas formas no me hubiese gustado conocer a esos seres tan abominables que eran capaces de dejar a una niña en un prostíbulo… desde que tengo memoria viví en esa mansión, hay nos adoctrinaban sobre que el único propósito de nuestra existencia era satisfacer a nuestro visitantes, tuve que aprender a dar placer a un hombre desde los 8 años, pero en mi vida eso era tan normal como jugar con muñecas, muchos de los visitantes eran hombres ricos, líderes religiosos, políticos, gente que podía pagar una membrecía, yo fui cuidadosa, muchas de mis compañeras no se adaptaban a los fetiches de los visitantes y no eran bien tratadas, a esas las enterraban vivas por una hora como castigo en el ático, muchas no sobrevivieron por eso yo siempre cumplí con las necesidades por más retorcidas que fueran, como fingir ser la hija de un hombre que fantaseaba tener relaciones con su propia hija, disfrazarme como hombre y penetrar a un anciano con juguetes sexuales, que me pusieran correas en el cuello para pasear fingiendo que yo era una mascota, esos eran los más sanos que venían aquí, así viví la mayoría de mi vida. Cuando tenía 30 años un hombre empezó a visitar el lugar, las chicas del lugar temblaban de miedo al saber que ese hombre vendría, lo apodaban el hombre de negro, porque siempre llegaba al lugar con un sombrero de copa negro y ropa oscura, se decía que disfrutaba meter bastones y objetos por los anos y vaginas y de las mujeres, un día hasta vi como desechaban los cadáveres de 2 chicas en el sótano después de acostarse con el hombre de negro, asesinar a alguien del prostíbulo era costoso para los clientes, debían pagar altas remuneraciones, así fue como supe que él era mi salida de este sitio, yo no tenía la fuerza para suicidarme, el si podía matarme, un día por alguna extraña razón quiso estar conmigo, el me había escogido, estaba lista para morir de la forma más horrenda posible, pero no me importaba porque que yo quería era morir, pero él no quería tener sexo, tampoco quería torturarme él quería hablar, me hablo sobre que era un hombre adinerado, muy conocido en la ciudad, el heredero de un imperio familiar, pero que estaba buscando una mujer fuerte que lo acompañara de por vida, para así sentirse completo de una vez. En el transcurso de los días siguió viniendo para hablar conmigo, empezamos a crear lazos. Una chica de 13 años que vivía en la mansión junto conmigo había quedado embarazada hace unos meses del hombre de negro, había ocurrido un error en el sistema, la barriga de la chica ya estaba grande, el jefe decía que el niño al nacer viviría en el lugar y al tener como 7 u 8 años sería un esclavo sexual más del lugar. El hombre de negro siguió viniendo al lugar a hablar conmigo, pero un día el hombre quiso probarme a ver si era la mujer que tanto buscaba, así que lo deje que me amputara la pierna izquierda mientras teníamos sexo, me la corto con un hacha que según él había pasado de generación en generación, casi morí desangrada pero lo soporte hasta el final, luego de eso cosieron la herida y me dieron una prótesis… en ese punto de la relación el hombre de negro y yo estábamos enamorados y decidí contarle de que un hijo suyo estaba por nacer, mío no era porque soy estéril, era de la jovencita de 13 años su nombre era Sonia, el hombre de negro tomo la noticia como positiva por lo cual al nacer él bebe lo tomo y me saco a mí de la mansión, claro pagando una alta suma por nosotros, hizo que me cambiara el nombre a Fernanda, ese era el nombre de su que había muerto unos años atrás, la razón por la que me corto la pierna era porque a su esposa le faltaba la pierna izquierda por un defecto de nacimiento y ya que según el yo le recordaba a ella el decidió acomodar el último detalle. Desde entonces soy Fernanda Comming la esposa de Thomas Comming, y ahora tengo que criar a un niño que no es mío, y por el que no siento nada.

A medida que Ryan recordaba temblaba de la impotencia.

—Por esa razón siempre lo ignore —explico Fernanda en sus escritos— es terrible mentir todos los días y fingir que amas a alguien cuando en realidad no, dejare que el tiempo haga algo con mis sentimientos y me permita querer al pequeño Ryan… ahora que lo pienso somos el reemplazo de su familia original ya que Thomas solía tener también un hijo con el mismo nombre.

Ryan estaba destruido ya que había descubierto, que la que creía que era su madre no lo era, y que sus padres eran unos depravados sexuales que ocultaban oscuros secretos.

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