Capítulo 6 Brote

En Francia el maestro miraba a la televisión y veía

algo que sus ojos no creían, el símbolo de las cruzadas estaba

allí, mostrando que algo de mucho misterio se revelaría, pero

lo más instigador era la frase, que acompañaba el símbolo.

El señor Byron llamó inmediatamente a su hijo, que

no atendió al ciego, Eliot había salido sin el aparato, pues fue

todo muy rápido. El maestro miró una vez más al símbolo

tomando uno de sus libros.

- El mundo necesita saber de ese secreto y no será

una alerta de los que me sacará del foco principal. - - pensaba

Eliot al correr hacia el lugar, siendo guiado de cerca por

Alfred, Eliot miró fijamente al amigo y cambiaron de

trayecto, las calles de la capital de la fe estaban tomadas por

vehículos de TV y radios de todo el mundo.

Y en ese momento Eliot fue a la dirección de la

piedra y del símbolo, Fénix gritaba en su mente para dejarlo

quieto, pero Eliot no quería correr riesgos y fue él mismo ver

de cerca lo que significaba.

Cuando Eliot llegó cerca del lugar, una escalera

había sido instalada y el joven descendió, sus pies tocaron el

lugar y su mente se aclaró. La energía que emanaba allí era

mayor que la cerca del árbol de árboles, que esta vez logró

ver claramente el Fénix y algunos otros guardianes.

- El mayor secreto de la humanidad tiene secretos, que

dejamos en misterio, para proteger a ustedes, a los humanos

débiles. - decía Fénix.

- Fénix, vamos a acabar con eso, con la fuerza de la Orden yo

consigo explicarlo tranquilamente, sin exponer el verdadero

motivo, sabemos que la iglesia no va a contestar. Entonces

déjame hacer eso.

-Dice Eliot arreglando su ropa.

En el cuarto del hotel el teléfono de Eliot tocaba

ferozmente sin indicio de alguien atender, su padre del otro

lado estaba preocupado cuando vio al hijo en la televisión, su

semblante era de alivio, pero algo estaba dejando al señor

Byron desolado, si Eliot estaba allí, eso quería decir que el

símbolo era verdad y el mundo entraría en esa cruzada.

Eliot se presentó al mundo como un estudioso de

esos símbolos y comenzó a explicar lo que sería y que la

frase era de un libro antiguo, escrito por alguien que quería

causar un gran episodio, cuando tocó la roca expliciendo

sintió la fuerza que aquel objeto tenía. El mundo observaba

atentos todos los movimientos del joven chico.

Dentro de la residencia el señor Byron veía al hijo

convencer a todos de lo contrario, que aquella roca había sido

pintada por algún gracioso que quería llamar la atención,

entonces las lentes de la cámara revelaron un bulto detrás de

Eliot, y eso podría contestar todo el habla del, pero el bulto

salió y entonces Al-fred apareció, el inglés explicó que esos

fenómenos sólo aparecen cuando Dios quiere hablar y en ese

caso, toca tocaba en la roca y en los escritos y con una

sustancia química oculta limpia limpia los escritos .

El mundo observa aquello con curiosidad, pero

luego las sospechas desaparecer y los equipos de televisión y

radio del mundo dejan dejar el lugar con sólo una buena

historia de travesura hecha por alguien.

La verdad detrás de los hechos era otra, en realidad

ese símbolo podría traer el caos y hacer que las iglesias

fueran allí y así descubrir lo que la Orden Nemo Vitae estaba

haciendo, y si el secreto fuera descubierto por alguien que no

si estaba preparado él se perdería.

Cuando entró al cuarto nuevamente percibió el

celular, y en él varias lecciones del padre, entonces él llamó a

Francia, por los números de llamadas el padre de ver ver

haber visto la noticia.

- ¡Buen día maestro!

- Hijo, qué bueno que hizo aquello, hablar a todos fue un

golpe de géminio, yo acompañé todo por aquí, ¿pero dígame

cómo están los procedimientos por ahí? - preguntó el señor

Byron caminando de un lado a otro, de su casa.

- Hemos tenido algunos problemas en la primera noche que

ya se han solucionado y creo que pronto descubriremos el

secreto, lo que me preocupó fue a la aparición de ese

símbolo, padre, dime:

¿Qué realmente significa eso?

¿Contra lo que estamos luchando?

-Dice Eliot mirando fijamente a Alfred que se mantenía

tranquilo.

- Hijo el símbolo de la cruzada marca el inicio de una nueva

era, no te hay una explicación sólo, pero yo te vuelvo a decir,

¡Ten cuidado!

Este símbolo realmente saldrá de la piedra cuando el

secreto sea revelado. Y la nueva era comenzar, pero él

también muestra la muerte, entonces tome mucho cuidado.

- Puede dejar padre, volveremos pronto, el Alfred está

mandando un abrazo para usted.

- Manda otro para él.

- Claro.

-¿Quiere hablar con usted, puede ser?

- Claro Eliot pase el teléfono. Besos hijo, hasta más.

- Beso mi padre.

- Eliot pasa el teléfono a Alfred que le pide a Eliot salir un

poco de la habitación, pues la conversación era sobre algo

más sigiloso.

Entonces Alfred comienza la conversación con el

líder de la Orden contando sobre el comportamiento de Eliot

y sus visiones.

- Él vio un ser todo de negro en el vestíbulo del hotel en el

momento que salimos para ver el símbolo.

Y eso me dejó preocupado, creo que él está siendo

vigilado por el otro lado, ya es la segunda vez que él dice

haber visto a su guardián nítidamente. Estoy aquí para cuidar

de él y sé que usted confía en mí.

- Alfred decía eso en el teléfono con el tono de voz bajo sin

dejar el sonido vaciar.

- Entiendo realmente eso es preocupante, pero creo que luego

pasa, Eliot está con su guardián, otro ser no intentará robar el

lugar de ese guardián,

¿No es así?

- Hablaba con claridad al maestro para Alfred.

- Sí, pero pensé que debería saber. Hasta más mi maestro,

pronto volveremos a regalarle con el mayor secreto de la

historia.

- Decía Alfred mirando hacia la puerta y notando una

pequeña grieta.

- ¡Hasta! Cuida de él por mí.

-Hablaba el señor Byron mirando el cuadro de Eliot.

- ¡Siempre!

- Alfred apaga el teléfono y entrega al maestro que estaba del

lado de fuera espiando.

- ¿Los niños curiosos espían a los mayores, no es Eliot?

- Sí, yo confieso, pero sólo oí el final de la conversación.

Ahora que todo ha sido resuelto vamos a trabajar en lo que

realmente nos ha traído aquí. El décimo segundo apóstol.

- Vamos, los otros tres están caminando por la ciudad, eso

nos da tiempo para estudiar el ritual perfectamente y rescatar

a Judas sea allí donde esté.

- hablaba Alfred frotando las manos.

- diga al Fénix para coordinar nuestras acciones, tenemos

poco tiempo.

-Claro cuando esté listo.

La noche en Tierra Santa comenzaba a invadir el

cuarto, cuando una brisa helada entró por la ventana, Eliot

miró hacia afuera y el azul es-curo empieza ya a tornarse

sector negro, y las primeras estrellas a juntar la gran luna que

compone el paisaje, los campos verdes de Jerusalén casi no

se veían vistos a lo lejos, solamente el beige de los muros y

los colores de la nueva ciudad eran vistos a lo lejos por el

Monte de los Olivos.

Y luego se marcharon a la segunda noche, los cinco se

encontraron delante del hotel, los coches los dejaron en una

calle de gran pasaje de automóviles, llamada Sultan Suleiman

al lado de los muros de la ciudad vieja y por las sombras

andaban lentamente adentrando en un, de las puertas de la

antigua ciudad, con la respiración tranquila y los pasos firmes

luego los cinco encontraron la vía del dolor y repitieron el

camino hecho la noche anterior.

En el momento en que el árbol de árboles de nuevo

los cinco se colocaron sus pertenencias colocaron sus

vestiduras negras con pequeños detalles en dorado, hicieron

el círculo para la invocación, todo estaba seguro esta vez,

dentro de la mente de Eliot, Fénix decía que esta vez todo

estaba bien , entonces una llama azul surgió, rodeando los

cinco y esa misma llama fue entrando al círculo, poco antes

de completar la nariz de Alfred comenzaba a sangrar, junto a

los demás y entonces en un instante el círculo junto a las

llamas desapareció, llevando por la segunda el éxito de la

misión.

Eliot después de socorrer a Alfred desmoronó en

sus brazos, esta vez los cinco fueron a los carros y de allí

partieron hacia atrás.

Ninguna palabra fue dicha y cuando llegaron al

hotel nuevamente se derrumbaron en sus camas.

Sólo que ellos no sabían que estaban cerca del

secreto, y con ese primer ritual ellos consiguieron despertar

el espíritu de Judas que dormía in-quieto en el infierno, una

vez que nuestro tiempo es diferente del tiempo espiritual.

La luz de la mañana de la Tierra santa sólo hizo que

los cinco quedaran aún más animados, el único que no tuvo

la nariz herida fue Eliot, que tenía un guardián que lo

protegía de esos daños espirituales, pero aun así él estaba

exhausto cuando llegó.

Después del sueño su energía volvió y él junto a los

demás, estaban conscientes de que para que el ritual iba bien

ellos necesitaban estar desamparados y con sus energías al

máximo.

Todos tomaron sus cafés y se recogieron en sus

habitaciones nuevamente, pues faltaba apenas dos días y tres

noches para conseguir el mayor secreto del mundo.

Cuando Eliot descendió de nuevo al almuerzo, vio

al señor de pre-to, que de nuevo le dio un acento. Alfred notó

que Eliot nuevamente acentúa al vacío.

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