ANA ISABEL DE PEÑA

Luego de dejar el peñero suelto de manera que también lo arrastrara la corriente, total se lo habían comprado a su dueño, pagando por el un sobreprecio que llenó a su propietario de mucha emoción, encendieron la Vam y se fueron a la funeraria, antes recogieron a Declan quien en el camino se vistió de cura, al llegar el contacto no estaba  por lo que tuvo que esperar una hora, salió a avisarle a Christine y ella decidió dar una vuelta. Cuando Declan quedó solo, una señora se le acercó diciéndole, Padrecito Ud podría oficiar una misa para mi hija que se fue, Declan se sonrojó y rápidamente le dijo, señora no es necesaria una misa, será suficiente con un Padre Nuestro y un Ave María, gracias padre, Declan la calmó diciendo, es que hay muchos esta noche Doña.

Justo cuando estaban rezando llegó el contacto y al ver Al padre

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