Capítulo 1

Alessio se puso la corbata después de haber dejado unos buenos billetes sobre la mesita de noche del hotel en donde había pasado la noche anterior con alguien que ni siquiera se había molestado en saber su nombre o en recordarlo.

Salió de ese lugar hacia el estacionamiento en donde debía de estar su chofer a su espera para buscarlo y poder resolver algunas cosas antes de irse hacia su destino.

Era dueño de una de las mejores empresas de tecnología que se podía conocer y que le gustaba innovar siempre que podía y si era posible ayudaba muchas personas, tal y como haría ese día en alguna parte del mundo.

Iría a un pueblo pobre con algunas personas que necesitaban ayuda, eso sería algo bueno para su empresa, ya que él quería subir un poco más las acciones y de esa manera darse a conocer como el gigante de las tecnologías avanzadas que se había propuesto a darse a conocer.

Su asistente le dio los documentos que necesitaba firmar ese día y por supuesto un traje para cambiarse en cuanto llegara a la empresa. Ni siquiera se molestó en volver a saber de la persona con la cual pasó la noche, no era de su incumbencia. Los trataba bien, le daba todo lo que ellos pedían siempre y cuando siempre y cuando estos supieran su lugar en el momento de pasar la noche con él.

No era un ser despiadado, sólo un poco con las personas que en verdad se lo merecían. En unas horas debía de tomar un vuelo y no quería perder tiempo innecesario en ese lugar sino podía hacer donaciones, por lo que sólo serian unos pocos días y luego regresaría a su casa país.

Entró en el elevador privado, quitándose el saco en el proceso al igual que la corbata y la camisa. Debía de darse un baño rápido y ya antes de irse.

— ¿A qué hora es que sale mi vuelo hacia china? — Preguntó, entrando a su oficina después de haberse quitado parte de su ropa — Quiero que todo salga perfecto.

— Lo será, señor — dijo, seguro — Ya tiene hospedaje cerca de la costa, tal y como lo pidió.

— Perfecto — tomó su traje de las manos de su asistente — Quiero que todo sea como lo planeé y que mis socios estén satisfechos con todo.

— Ya lo están — le pasó un folder lleno de documentos — Algunos ya dejaron su firma y están esperando no arrepentirse después de su viaje.

— Más dinero para mis bolsillos — exhaló — Me daré un baño, deseo la sala de reuniones lista para cuando salga.

— Está bien, señor — sin más que decir, salió de la oficina.

Las cosas que estaban saliéndole bien en su vida y no podía quejarse en lo absoluto. Pero como todo el mundo se sentía sólo sin su pareja o alma gemela. Quería tener a alguien con la cual podía explorar nuevas cosas y que siempre estuviese en su dándole algo de luz.

Perdió las esperanzas hace mucho tiempo, cuando sus compañeros de la universidad encontraron a sus parejas antes, durante y después de salir de esta.

Siempre había sido un cerebrito en muchas cosas y no se avergonzaba en lo más mínimo de eso, porque gracias a su inteligencia tenia de una de las mejores compañías en todo.

Una vez que estuvo listo, se puso la ropa que su secretario dejó para él, seguido de eso revisó todo lo relacionado con las sucursales cercanas y las que abriría dentro de para seguir avanzando, pero todo parecía tener un buen rumbo por lo que dejó eso y se concentró en otras cosas que su mente tenia y que no podía esperar a resolver.

Parecía todo un jodido adolescente virgen en busca de algo diversión de una sola noche.

Su día pasó de esa manera, nada que no pudiese manejar con ayuda de su asistente que siempre ha estado con él desde que comenzó hace unos años.

— Buenas noches, caballeros — asintió, con la cabeza hacia el grupo de hombres que estaba ahí — Espero que los hayan atendió muy bien.

— Si, Alessio — sonrió, un hombre algo mayor — Sólo faltabas tú por llegar y poder irnos.

— Lamento la tardanza, pero debía de dejar todo en orden por si teníamos que tardar más en ese lugar — estuvo a nada de rodar los ojos — Guizhou nos está esperando.

— Es un pueblo realmente pobre que no tiene muchos ingresos — dijo el otro sujeto, mirando los documentos que le había pasado el asistente de Alessio — ¿Por qué elegiste el sitio más pobre de china para esto?

— Ya tienes tu respuesta en la pregunta que acabas de hacerme — se abrochó el cinturón de seguridad — Es un lugar pobre y obviamente está lejos de ser algún sitio el cual las personas decidan ir a pasar sus vacaciones por la pobreza, delincuencia y siento de cosas más — se encogió de hombros — Está en sus manos el también invertir ahí o bajarse de mi avión antes de que despegue.

— Iré para ver lo que ese sitio puede ofrecerle a mi empresa, de lo contrario mis acciones las venderé — dijo, soez.

— Como si eso fuera a detenerme en lo más mínimo para seguir haciendo dinero como lo he estado haciendo como hasta ahora — rodó los ojos — No obligo a nadie a tener tratos conmigo, tampoco me interesa el tenerte bebiendo de mis vinos, comiendo de mi vida y menos el que estés tan cómodo.

— Nunca te he pedido...

— Dormiré todo el camino, no quiero que me despierten a menos que sea para algo importante — suspiró, cerrando los ojos.

Odiaba a Asher por el simple hecho de que no le gustaba como llevaba la empresa que se había animado a construir todo gracias al dinero que nadie le dio y que tuvo que hacer por sí solo.

Sus padres no le dieron lo que necesitaban por el simple hecho de que querían que un médico o un doctor como sus demás hermanos. Siguió sus sueños y logró cien veces más dinero del que podían ganar sus hermanos a lo largo de un año con sus sueldos juntos.

Su primo Asher era alguien que quería ser él o superarlo para demostrarles a sus padres que podía tener más dinero que su propio primo. Si tan sólo fuera tan fácil el poder llevarle la contraria o superarlo en cualquier ámbito que podía lograr.

Su asistente lo conoció en una cafetería, cuando apenas estaba comenzando con su pequeña empresa de reparaciones de dispositivos. Su asistente quería un trabajo y él quería a alguien que lo ayudara en el lugar. Éste nunca quiso ser su socio, por lo que le pidió que sea su mano derecha en todo lo que hacía, por toda la confianza que se tenían.

¿Se había enamorado antes? Sí, con tanta fuerza que le rompieron el corazón.

En unas horas ya estaban en el aeropuerto internacional de china y in auto los esperaba para tomar unas largas horas de viaje hasta llegar a su destino. Alessio tomó su iPad para seguir trabajando de camino. No podía darse el lujo de faltar un solo día, debía de seguir subiendo sus ingresos desde la distancia.

Llegaron al mejor hotel que podía tener ese lugar y todos fueron hacia las habitaciones asignadas. Su asistente estaba en la habitación cercana, por lo que sólo tenía que llamarlo si necesitaba algo de él.

Arrugó la nariz viendo la jodida habitación que no era du jodido agrado. Todo parecía estar fuera de su lugar y sucio. Caminó hacia la ventana más cercana, deteniéndose un momento para ver todo desde donde estaba, no se veía tan mal después de todo. Era una excelente vista hacia el canal que parecía limpio.

— Un bonito paisaje para un lugar tan asqueroso — dijo, para sí mismo — Lo malo es que no puedo tardar tanto tiempo en éste sitio para explorar todo lo que pueda ofrecerme.

— ¿Hablando solo, señor?

— Puedes hablarme como si fuéramos iguales, Malakil — se quitó la camisa — Somos amigos cuando no hay nadie en la misma habitación.

— Esta mañana no parecías hablarme de manera que no fuera estrictamente de trabajo — negó, con la cabeza — Estoy seguro de que tenías las mismas sospechas que yo.

— Me estaban espiando y sé que fue Asher — rascó su nunca — Ya me tiene las bolas hinchadas con sus cosas hacia mi persona y estoy seguro de que buscará la manera de hacerme firmar esos documentos para que le dé todas mis acciones.

— No le darás nada a ese sujeto, nos hemos matado durante estos diez años como para que venga un niño de papi a tener todo tan fácil — se sentó en la cama — Mañana temprano saldrán a la construcción, si deseas puedes salir a la feria esta noche y socializar un poco con las personas que están ahí.

— ¿Esas personas se bañan?

— ¿Desde cuándo un perro con pulgas anda preguntando si los humanos se bañan? — Se estaba burlando de él — Sal un momento y despeja tu mente un poco y lejos del trabajo. Ya pareces un anciano y apenas tienes la edad suficiente para tener una pareja.

— Tendré mi pareja cuando sea el momento adecuado — fue hacia donde estaba su ropa — Te tomaré la palabra y saldré un momento para ver todo, necesito un poco de paz.

— Te cubriré en dado caso de que lo necesites.

— Eres el mejor.

Media horas después, tenía ropa más casual para salir a ver todo lo que podía ofrecerle ese lugar tan pobre, pero tan lleno de vida por parte de los ciudadanos de ese lugar. Guardó bien su teléfono, al igual que su dinero ya que ese lugar tampoco era tan santo como se podía apreciar.

Metió las manos en sus bolsillos, caminando con un poco más de confianza por el lugar. No entendía mucho de ese pueblo, sólo que estaba rodeado de un bosque bastante grande como para que las personas se puedan perder.

La feria estaba en su mejor apogeo, las personas se movían de un lado a otro con dulces en las manos y comida chatarra, algo que no era de su agrado.

Alguien chocó con él, y su malhumor no se hizo esperar. Algo cayó sobre sus pies, ensuciando parte de su pantalón.

— Puedes fijarte un poco por dónde vas — lo ayudó a recoger lo que se le había caído — ¿No te vas a disculpar? — La otra persona siguió en silencio — Personas sin costumbres hay en éste pueblo de m****a.

La otra persona levantó la mirada, y la respiración de Alessio se detuvo.

¡Era la mujer más hermosa que había visto en toda su vida!

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