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NICHOLAS

Empiezo a sentir como le tiemblan las piernas y antes que pueda darme cuenta la tengo gritando mi nombre. Dos estocadas más y yo también me corro. Salgo de arriba de ella tan rápido como puedo, acostándome a su lado y tirando el condón en un tacho de b****a que hay cerca.

Comienzo a vestirme rápidamente y Alessandra me mira con ojos soñadores, a lo que yo le frunzo el ceño.

—¿A dónde vas, mi amor? —pregunta con esa voz que tanto detesto, haciendo un patético morrito. 

No entiendo porque sigo acostándome con ella si las cosas siempre terminan así, con ella no entendiendo nuestro acuerdo.

—¿Mi amor? —Le pregunto rodando los ojos—. Nicholas, Alessandra. Soy Nicholas.

—Si, Nicholas, sos mi amor.

—Alessandra, vos sabes perfectamente nuestro acuerdo. Solo tenemos sexo. Nunca te di a entender otra cosa, nunca te ilusione. Te lo aclare desde el primer momento y espero que lo entiendas. Sabes como son las cosas, siempre las supiste y vos aceptaste este acuerdo.

—Solo sexo que se puede convertir en algo más. Yo puedo enamorarte, vos no me das la oportunidad.

—No es que no te dé la oportunidad, es que el día que llegue mi alma gemela me voy a ir con ella y eso es algo que tenes que entender. Como yo entenderé, cuando llegue tu alma gemela, que este acuerdo se terminó —digo mientras termino de vestirme y camino hacia la puerta.

—¿Y si rechazamos a nuestras almas gemelas y estamos juntos? —Ni siquiera le respondo, simplemente cierro la puerta saliendo de su casa. Es inútil, se lo explico en todos los idiomas y no lo entiende.

Camino por varias calles donde todos me hacen una reverencia. Hace siglos que el linaje de mi familia conforma los Alfas de esta manda y ahora me toca a mí.

Voy pensando en lo que hable con Alessandra... ¿Rechazar a mi alma gemela?

Mi alma gemela, mi pareja eterna, mi compañera. 

<<Mi mate>>. 

Está designada por la Diosa Luna, ella lo elige mucho antes que siquiera existas. Jamás rechazaría semejante bendición.

¡Que ni se te ocurra! Menos por ella. —Me habla mi lobo, Luk, por nuestra conexión mental.

—Sabes que jamás lo haría, menos por alguien como ella. Aunque ya me estoy impacientando un poco. ¿Por qué no llega?

Esperaremos lo que haya que esperar. ¿Podemos ir a correr al bosque?

¿Qué te pasa últimamente que estás tan ansioso? Ahora tengo que ir a trabajar, después salimos con los chicos.

Entro en la mansión y el silencio me asusta. Entre mis tres hermanos, los cuatro monos y las tres empleadas que trabajan acá, siempre hay tanto ajetreo que agota. Que esté todo tan silencioso me da mal augurio.

Y tenía razón. En el momento en el que entro a mi despacho tengo a los cuatro monos mirándome como si quisieran matarme. Sin prestarles atención me siento en la silla tras mi escritorio y como si no los viera me concentro en unos papeles que llegaron de una manada vecina.

—¿Cuándo va a ser el jodido día que dejes de follarte a Alessandra? —pregunta Killian, el jefe de La Orden de Protección de la Manada, mientras se sienta en una silla frente al escritorio.

—Apoyo la moción —dice Noah, mi Beta, sentándose en la otra silla al lado de Killian—, todos apoyamos la moción. —Señala con la cabeza a Harry y Scott quienes están parados detrás de ellos.

Harry es el vicejefe de La Orden de Protección y Scott es el director. Cada uno tiene distintas tareas dentro de esta; entrenan guerreros, analizan estrategias, regulan los tratados de paz con otras manadas o con otras especies, entre otras cosas. No todas las manadas se organizan de esta manera, todas tienen guerreros pero no todas tienen una Orden de Protección. Esto fue idea de Killian cuando mi padre aún era Alfa y él decidido implementarlo. Es una forma distinta de proteger la manada.

—Más respeto por su Alfa.

—Cuando te follas a Alessandra no sos nuestro Alfa, querido Nick. Este cuerpo hermoso necesita un buen líder, y estar con ella hace que dudemos de tus capacidades —comenta Harry y todos se ríen.

—¿Por qué me odian?

—No querido, odiamos a Alessandra. Que mujer desagradable, por la Diosa Luna —contesta Scott tapándose la cara.

—Apoyo la moción.

—¿No sabes decir otra cosa, Noah?

—Veamos si esto que te voy a decir te gusta, hermano. —Apoya ambas manos en el escritorio inclinándose hacia delante para hablar más cerca de mí y me dice—: Resulta que Alessandra ayer anduvo por la manda contando como vas a marcarla y hacerla nuestra Luna. 

Siento que se me corta la respiración y levanto la vista de los papeles para mirar muy fijo a los monos.

¿Marcar a Alessandra? La marca es algo sagrado para los licántropos. Cuando encontras a tu pareja eterna se les hace una pequeña mordida en el cuello y eso hace que la conexión de mates crezca. También hace que tu olor se impregne en tu pareja y cuando otros lobos se acercan ya saben que tiene mate. Jamás marcaria a Alessandra, la marca es demasiado importante para mí y jamás la convertiría en mi Luna, la mujer que lidera la manada junto al Alfa.

—Nuestra Luna, hermano. La mujer le acaba de decir a toda la manda que la vas a convertir en nuestra líder. Se me eriza la piel de solo imaginarlo. —Me pongo pálido apenas dice eso y siento como se me revuelve el estómago.

—¿Te sentís como la m****a, amiguito? Noah dice la puta verdad, yo también escuché a la loca decir eso. —Agrega Killian sonriendo con superioridad.

—¿Pero qué le pasa? Sabe perfectamente que lo nuestro es solo sexo, por favor.

—Muy en claro no debe tener toda esta m****a. Entonces, repito la pregunta, ¿cuándo pensas dejarla?

—Urgentemente. —Los miro y me devuelven la mirada incrédulos—. Sé que siempre lo digo pero es una buena forma de llenar el vacío por no encontrar a mi mate.

—¡Basta con esa excusa! —grita Harry, él realmente no la soporta ni un poco—. Alessandra es para problemas. Te vas a terminar arrepintiendo de haberte acostado con ella, al igual que te vas a arrepentir de haberte acostado con todas las demás. Solo les importa el poder y el día que llegue tu alma gemela van a enloquecer.

—¡Ustedes no entienden! —golepo la mesa con un puño—. Yo necesito tener un heredero en algún momento, no puedo esperar toda la vida. ¿Y si no la encuentro? ¿Y si me tengo que condenar a vivir con ella? —El simple pensamiento hace que me erize la piel.

—¡Por la Diosa! —exclama Scott—. Tranquilízate, Nick. Ya va a llegar, no te vas a condenar a estar con nadie que no quieras. La Diosa Luna no te haría eso, no sos tan importante como para que te quiera arruinar la vida. —Todos se ríen y eso me saca una sonrisa.

—¿Y si no la reconozco?

—Mi papá me dijo que cuando encontró a mi mamá no hubo ninguna duda. Parece que se siente un olor exquisito que nadie más tiene y que desde la primera vez que la ves queres protegerla de todo como si la conocieras de toda la vida. No me da miedo no reconocerla, más miedo me da que me rechace —dice Noah.

Esa es otra opción de m****a. Si no le gustamos a nuestra mate puede simplemente rechazarnos. Dicen que duele de maneras inimaginables y que nadie vuelve a ser el mismo después de un rechazo.

—Todos entendemos la m****a esta. Ninguno de nosotros la encontró y es una putada, pero no nos la pasamos teniendo sexo con gente jodidamente desagradable como Alessandra. No te decimos que no folles, te decimos que no folles con la loca esa. —Se encoge de hombros Killian.

Algo de razón tienen, Alessandra es bastante egocéntrica e insoportable... Pero tampoco es como que tengamos una relación o algo así. Viene, follamos, se levanta y se va.

—Siempre tan boca sucia, Killian. —Él vuelve a encogerse de hombros y yo me remuevo en mi silla, ansioso.

—No te quedaste quieto desde que entramos acá. ¿Se puede saber porque parece que tenes hormigas en el culo? —Miro mal a Harry pero sé que tiene razón.

—No sé qué le pasa a Luk, está descontrolado y ansioso. Quiere salir, correr, cazar. No me deja en paz. ¿Se estará vengando por haberme acostado con Alessandra? 

<<¿Tanto detesta Luk a Alessandra que me hace sentir así?>>.

—¡Vayamos a correr al bosque, hermano! Eso necesitas, no estas charlas motivacionales que te terminan deprimiendo más de lo que te motivan —dice Noah y se levanta de un salto. Los otros tres monos lo siguen sin cuestionar y yo cierro mi computadora para hacer lo mismo.

Nos convertimos en nuestros lobos y corremos lo más rápido que podemos. El viento acaricia mi pelaje y cuánta razón tenía Noah, necesitaba esto. Frenamos cuando llegamos a nuestra laguna, un caudal de agua cristalina, rodeado de piedras blancas y enormes. Queda en un lugar del bosque bastante escondido, nunca vimos a nadie más por acá, y por eso decimos que este lugar es nuestro.

Pasamos toda la tarde como cuando éramos cachorros. Crecí con ellos cuatro y los quiero con locura. Son mis hermanos, mi familia. Somos tan distintos que de alguna manera nos complementamos a la perfección, formando esta gran familia.

Corremos, cazamos, nos metemos en la laguna... Pasamos una buena tarde de lobos pero aun así, Luk se siente incómodo y ansioso.

Esto no es venganza, a él le pasa algo más.

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