La propuesta

Pese a lo fuerte que se consideraba ella como mujer, Eren no pudo evitarse echar a llorar, ya que sabía de antemano que ante tan radical escenario no era mucho lo que podía llegar a hacer respecto a lo que era una decisión ya tomada por parte de su padre.

Solo quedaba una salida y esperaba tener el valor suficiente como para poder llevarla a cabo en forma de plan.

En eso Morgana golpea la puerta.

— ¡Largate! —Gritó Eren, sin dejar de llorar.

— ¡Hija ábreme! Necesito explicarte que esto no va a ser tan terrible.

Eren abrió la puerta, casi sin insistir en sus ganas de estar sola. Todo era odio y resignación en ella. Mal que mal sabía que ante la voz de su padre no se podía hacer mucho y ante eso consideraba que su madre era tan víctima como ella de aquella tan terrible tiranía patriarcal. 

— ¿Por qué actúas distinto cuando está papá? Dime —Dijo, sin dejar de llorar en ningún momento— ¿Por qué actuas tan distinto y de esa forma tan digna de ratas?

Eren se sentía cada vez peor y le fallaban las fuerzas para gritar. Morgana comenzó a llorar con ella, tras haber recibido el rechazo de un abrazo que intentó propinarle en señal de contención. 

— Tu sabes pues —Dijo, intentando consolarla de otro modo— Las señoras de nuestra edad no pensamos igual que ustedes.

— ¡Es que no lo puedo creer! ¿Como es que dejas que papá me hable así de ese modo? ¿Acaso ustedes permitían que sus padres abusaran sexualmente de ustedes?

— Por eso mismo quiero que te vayas de aqui, Eren. Tu padre puede venir por tí en cualquier momento. Dice que ya no se aguanta las ganas.

— ¿Las ganas de qué?

— Tú sabes a qué me refiero. Yo ya estoy vieja y…

Acto seguido Eren se echó a llorar con mucha más fuerza. Lo odiaba todo y sentía una horrible impotencia. Lo que menos quería en la vida era que su virginidad cayera en manos ajenas a lo que eran sus deseos.

— ¿Y te vas a quedar muy tranquila viendo como un desconocido me va a llevar lejos?

— No te va a llevar lejos, Eren. Mak es un hombre rico y muy joven por lo demás. Es muy simpático y muy inteligente. El necesita si o si casarse en este pueblo y vivir una pequeña temporada aquí antes de volver a su tierra. 

— ¡No me interesa, mal llamada madre! ¡Tú sabes que mis aspiraciones son otras!

— Si lo sé, hija, si lo sé. El problema es que nosotras…

— ¿Nosotras qué? ¿De qué habla, señora? Estamos en el siglo veintiuno y aunque no lo parezca, vivimos en Europa, en el centro mismo de Europa ¿No te parece que las cosas están evolucionando? ¿No te parece que tú y papá viven en la época de los dinosaurios?

— Eso de querer cambiar las cosas ocurre solo en los países más de occidente, hija mía. Tú sabes que en este fundo las cosas aún son como eran antes, por lo menos entre lo que son nuestros compatriotas. Pese a que compartimos religión, la gente de aquí tiene otras costumbres, muy distintas a las que nosotros tenemos como familia. 

En ese momento Eren se dio cuenta de que no iba poder ser capaz de seguir soportando nada más de aquello.

— ¡Largate, por favor!

— Hija entiende, es que quiero ayudarte.

— ¿En qué me vas a ayudar? ¿Vas a asistir mi suicidio acaso? Porque eso es lo que haré ¡Prefiero suicidarme!

— ¡No, hija! —Gritó Morgana, bastante fuera de sí y a volumen muy alto— ¡Necesito que te calmes!

Acto seguido Morgana volvió a los brazos de su hija. A diferencia de la vez anterior optó por usar algo más de fuerza para contenerla.

Eren fue tranquilizandose lentamente. Sintió que aún tenía tiempo como para pensar en una fuga o algo parecido.

— Necesito entregarte una información, hija.

— ¿Sobre qué?

— Sobre Mak, hija. El joven millonario que tuvimos el honor de conocer ayer en la noche.

— ¿Donde lo conocieron?

— Se contactó con tu padre a través de la oficina. Nos invitó a cenar a su hotel, que está en dirección a la capital. La verdad es que tu padre te puso en venta hace ya muchísimo tiempo y yo lo apoyé. 

— ¿Y por qué lo apoyaste?

— Eso no importa, hija, lo importante es que Mak podría arrancarte a tiempo de las garras de tu padre. Mak dice que si no accedes a una entrevista con el, da por hecho de que tu padre se retira de las negociaciones. 

— ¿Eso significa que mi padre perdería la posibilidad de negociarme?

— Algo así.

— Pues dile que no pierda el tiempo entonces. Yo no estoy dispuesta a casarme con el ni con nadie, mucho menos obligada.

— Hija. ¿Por qué no escuchas lo que te quiere decir? La verdad es que anoche, mientras tú padre iba al baño del hotel donde aloja Mak, tu pretendiente me entregó una encomienda para tí. Me dijo que eso iba a ser solo un asunto entre el y tú y me usó a mí como intermediaria.

— ¿Cómo así?

— Me entregó un paquete sellado. También dijo que si tú padre o yo abríamos el paquete antes de entregartelo, también iba a cerrar toda clase de negociaciones con nosotros. Eso demuestra que Mak si o sí vela por tus intereses. 

— ¿Y tú crees que papá haya aceptado de forma seria todas esas condiciones? La verdad es que algo no me cuadra, madre. 

— Supongo que no le queda de otra, pues hija. Nos ofreció un pequeño porcentaje por el hecho de que tú accedas a una pequeña entrevista personal con él. Si aceptas casarte con él, nos abonará de inmediato la mitad del dinero y una vez que se casen nos dará el resto. Todo indica que este matrimonio le urge demasiado. Mak con nosotros solo habló de dinero. Dijo que lo demás estaba en tus manos.

— ¿Y eso es todo lo que te importa a tí? ¿El dinero?

— Por supuesto que no, hija. Yo quiero hacer esto para que tu papá no abuse de tí. ¿Acaso no ves como te miraba?

De pronto Eren concluyó que para en parte librarse de aquello necesitaba seguir aquel juego. Tal vez aquel Mak tenía algo realmente importante que decirle y por eso se comunicaba tan así, con el fin de ocultar muy bien algo a sus padres.

Tal vez era un bandido o un mafioso y aquello le otorgaba mucha más confianza que la que le proporcionaba la gente de su religión. 

De todos modos no entendía mucho de aquello.

— Acá te dejo la encomienda —Dijo Morgana tras incorporarse— Yo ahora te dejo porque con tu padre tenemos que asistir a la reunión virtual de nuestro distrito ¡Que te diviertas mucho en la fiesta!

Casi le dieron ganas de arrojar la encomienda por la ventana, o en un caso más impulsivo hacerlo directamente a la cabeza de su padre. Sin embargo al comprobar que por la forma de esta se trataba de un libro o algo parecido decidió darse un tiempo de al menos revisarlo antes de deshacerse de él.

Tras romper el sello descubrió que había otro envoltorio de un correo extranjero, cuya papelería era distinta y decía El secreto del millonario, con grandes letras doradas puestas en un papel negro envuelto en una cinta. Había un número telefónico también y otro paquete que tenían todo el aspecto de ser fotografías, cuyo sobre decía Las fotos secretas del millonario.

A Eren le dio muchísima risa leer aquellos títulos. Le parecían nombres ridículos de alguna mala película romántica y no pudo evitar olvidar por momentos la mala situación en la que se hallaba tras volver a reirse como hace mucho tiempo no lo hacía.

Tras decidir que iba a ser divertido averiguar de qué se trataba todo aquello antes de rechazar aquella millonaria oferta por su existencia, Eren optó por abrir el paquetito de las fotos, rompiéndolo con mucho cuidado. En eso la llama por teléfono Charlotte, quien era lejos su mejor amiga. 

— Eren. Amiga. ¿Cómo estás? ¿A qué hora paso a buscarte?

Tras sacar desprevenidamente del sobre una primera foto a un hombre que a simple vista le pareció muy atractivo, Eren respondió, optando por no comentar nada de aquello de forma muy explícita. 

— No lo sé, amiga. Ahora estoy muy ocupada.

A medida que iba avanzando en las fotos, Eren no dejaba de sorprenderse, puesto que las fotografías se iban volviendo cada vez más y más sexys. Le gustó mucho la forma en que Mak se estaba presentando a ella, sin llamadas ni mensajes de texto tan desagradables. 

— ¿Ocupada con quién? ¿No me digas que ese idiota de Shaquim te sigue insistiendo? Ese perro bastardo lo único que desea es tu virginidad.

A Eren cada vez le iba gustando más lo que iba mirando y entremedio de aquello halló una especie de nota escrita a mano. Volvió a intentar ponerse seria, puesto que no podía permitirse ninguna otra clase de sentimientos, pese a que le había invadido una inexplicable sensación de hormigueo por todo el cuerpo.

— Nada de eso, amiga. ¿Que pasaría si te cuento que un millonario quiere casarse conmigo?

Eren oyó las risas de su amiga. Ella también optó por reírse y tras estar consciente de la verdadera realidad dejó inmediatamente de reírse, puesto que era de la idea de que aquella situación iba a tener que tomársela muy en serio. 

— ¿Y cómo es ese millonario?

— Aquí lo estoy mirando ahora, porque decidió presentarse de una forma muy original. Es hermoso, y las fotografías que me ha enviado son maravillosas, hasta me dieron ganas de perder mi virginidad con él. ¿Por qué no todos los hombres son como él? Shaquim es muy guapo. Te juro que si alguna vez se hubiese animado a enviarme esta clase de fotografías, te juro que no me hubiese molestado para nada entregarle mi virginidad.

Eren siguió oyendo risas. Mejor así, pensó.

— ¿Y qué más sabes del millonario imaginario que pidió tu mano?

— Me dejó una nota también, escrita a mano ¿Quieres que la lea en voz alta?

— Prefiero que no, Eren. ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

— Sí, Charlotte. Estoy muy bien. ¿Y tú?

— Por supuesto que estoy bien. Papá dice que te decidas pronto para ir por tí a casa. No quiere que andemos solas en una noche como esta y me gustaría pasar a buscarte rápido. Por las estupideces que hablas me da la impresión de que el encierro te está haciendo demasiado mal.

— Así lo haré, pero primero necesito arreglarme —Mintió— ¿Puedo llamarte dentro de una hora?

— ¿Por qué en una hora?

— Te tengo que colgar, amiga.

— ¿Por qué me tienes que colgar? ¡Explicame ahora!

Eren colgó, pensando realmente que Los secretos del millonario era un asunto de vida o muerte y decidió leer la nota escrita a mano en el acto.

Querida Eren:

Mi nombre es Mak, como a estas alturas ya debes saber y soy el joven que pidió tu mano. Tal vez no me creas, pero tenemos muchas cosas en común, puesto que yo también estoy buscando un matrimonio por conveniencia y pese a que aquel sagrado contrato tampoco sea algo de mi agrado, estoy obligado a hacerlo. ¿Cómo, te preguntarás, si soy millonario? Una muy larga historia que no cabe en una nota escrita a mano.

En esa especie de libro que te envió explicó algunas de aquellas cosas y preferiría que te enterase primero como es que llegué a ser millonario antes de aceptar mi solicitud. Tengo muchísimo dinero y es algo nuevo para mí ¿Por qué lo estoy haciendo así? Ocurre que no me gustaría hacer que te cases contra tu voluntad sin que antes sepas algo de mi historia.

Estoy alojando en Roskovec, muy cerca del mar en una especie de hotel ecológico.

Adjunto un número de teléfono para que te comuniques conmigo inmediatamente una vez que tengas alguna duda o consulta que hacerme después de que leas mi historia, puesto que me interesa concretar este asunto lo antes posible.

Por supuesto que para tí también tengo una oferta aparte. Sin querer me enteré de tus aspiraciones con las letras, por lo tanto podríamos llegar a un lindo acuerdo. Por otro lado también se que eres virgen y la verdad, es que bajo esa perspectiva, no tengo ninguna intención de presionarte, puesto que bajo esa óptica tal vez no te van a dar ganas de llegar al final de mi historia y si llega a ser así se va a comprender. así se comprende.

Me despido. Espero ansioso tu llamado, en el peor de los casos incluso con un no como respuesta.

Con cariño, Mak

Eren leyó la nota tres veces. Tenía muchísimo miedo y al mismo tiempo curiosidad, pese a que no entendía nada de aquello. Solo sabía que las fotos habían sido bastante amigables y eso la hacía sonreír, dentro de lo terrible que hallaba aquella misteriosa situación.

También esperaba que Los secretos del millonario fuesen algo amigable dentro de lo terrible que hallaba aquella misteriosa situación.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados