Capítulo 2.

Mi recuperación tardo mucho tiempo, estuve en el hospital aproximadamente 2 meses, es difícil recordar el tiempo exacto cuando estar sedado la mayor parte del tiempo. Tenía muchas heridas y huesos rotos que sanar, solo me despertaba para comer y con altas dosis de anestésicos para poder soportar el dolor.

Una vez que me había recuperado tenía cicatrices en todo mi cuerpo, y no solo eso… Los desechos tóxicos habían convertido lo que alguna vez fue una piel morena, en una piel pálida como, tan pálida que podía ver mis venas a través de mi brazo, mi cabello, alguno vez castaño, ahora era de un tono blando de la raíz a la punta. Quizá no morí ese día, pero prácticamente quedé como un fantasma. Curiosamente en mi cara no quedaron cicatrices, supongo que se esforzaron para que viviera una vida medianamente “Tranquila”, lo cual es ridículo, quizá no tenga la cara deformada, pero la gente se me queda mirando en la calle, en fin, lo único que tenía era una pequeña mancha en la mejilla izquierda. Tuve que ir a vivir con mi abuela hasta que cumpliese la mayoría de edad, mi vida después de eso fue realmente… Una completa agonía.

9 años después…

A pesar de todas las adversidades que tuve que pasar en mi vida, logré seguir adelante, termine la escuela, conseguí un empleo, y puedo pagar yo mismo la universidad en la que estudió, mi abuelo murió hace poco, y ahora vivo solo en su casa, ya que el la dejo a mi nombre, junto con una cantidad de dinero considerable, me alcanzará por un tiempo para mantenerme, pero no sé hasta cuándo, odiaría tener que dejar de estudiar… Pero es muy pronto para pensar en esas cosas, por ahora vivía bien, o al menos lo mejor que podía.

-Oh vamos, apresúrate Adrian, no quieres llegar tarde a tu clase.- Me dije a mi mismo mientras me ponía los zapatos, Tomé mis cosas rápidamente y salí corriendo hacia la parada de autobuses más cercana, estaba completamente vacía, cómo siempre lo estaba.

Al cabo de unos 5 minutos, comencé a preocuparme bastante, ya que el autobús no llegaba y yo ya estaba saliendo más tarde de lo más normal, y sin que me diera cuenta, un chico se paró a mi lado, era primera vez que veía a alguien esperar el autobús en esta parada. Por un momento perdí el hilo de mis pensamientos y solo me quedé observándolo bastante extrañado, el claramente se percató de ello y me devolvió la mirada.

-¿Es un problema que esté aquí?- Preguntó él, pero no lo hizo de manera retadora, más bien intento que pareciera un chiste, y esbozo una sonrisa de medio lado.

-No, no, para nada. Es solo que, es primera vez que veo a alguien más en esta parada, suele estar muy vacía ¿Sabes?- Respondí cortésmente a su pregunta, y luego le sonreí de vuelta.

-Bueno, los días en los que tengas que esperar al autobús solo van acabarse, porque soy nuevo en el pueblo y mi casa queda cerca de aquí, así que creo que nos veremos todas las mañanas.- Dijo el con una gran sonrisa. Su aura era muy… Radiante, me transmitía alegría.

-Yo… No tengo ningún problema con eso. Me alegro tener un poco de compañía.- Nuevamente me quedé embelesado mirándolo, pero esta vez, fue porque estaba detallándolo, era un chico, aproximadamente debía tener mi edad o quizá era mayor, era de piel blanca, con cabello color negro, corto a los lados y un poco más largo arribo, tenía ojos color café, era más alto que yo y tenía una muy buena condición física, o al menos eso parecía por sobre su franela color gris unicolor, le quedaba algo apretada. Jeans color negro ajustados y botas también negras. Lo que más resaltaba de él era su sonrisa, tan brillante, tan acogedora, sus colmillos eran ligeramente más grandes que los de una persona normal, lo cual hacia que resaltará más su boca, pero es un buen sentido. El me extendió la mano, sacándome de mis pensamientos.

-Me llamo Justin, un gusto conocerte.- Dijo el mientras yo apretaba su mano.

-Yo soy Adrian, el gusto es mío.

-Adrian, te tengo buenas noticias.- Fue un poco extraño escuchar esas palabras viniendo de un desconozco ¿Cómo podía tener buenas noticias si nos acabamos de conocer? El debió darse cuenta de mi cara de confusión, porque enseguida me lo aclaró. -Allí viene el autobús.- Dijo mientras señalaba a la izquierda.

Me había perdido tanto en mis pensamientos que había olvidado que estaba llegando tarde a clase y que estaba esperando a que el autobús llegará, le di gracias al cielo porque hubiese llegado al fin. Nos montamos y yo me senté en el primer asiento que vi que estaba libre, curiosamente el se sentó a mi lado, creo que al ser alguien nuevo, es mejor quedarse cerca de alguien que conoce mejor la zona que tú. A todas estas, me di cuenta de que no tenía idea de dónde se dirigía el, aunque eso no era de mi incumbencia, pero me daba bastante curiosidad… ¡Mierda! Debo dejar de darle tantas vueltas a las cosas.

-¿A dónde vas?- Palabras que saliendo de mi boca sin mi permiso.

-Voy a una universidad llamada Fairbanks North Star Borough University ¿La conoces?- Preguntó él, se veía esperanzado, lo más probable es que no tuviera ni idea de cómo llegar a ella.

-Si, de hecho, es justamente a dónde me dirijo. Allí estudio.- Respondí, a lo que el pareció emocionarse, no pude evitar soltar una pequeña risa ante su reacción.

-¿Cómo es la universidad? ¿Es buena? ¿Me enseñaría el campus? ¿Cuánto tiempo tienes estudiando allá? ¿Hay buen ambiente?- Comenzó a hacer muchas preguntas de manera muy rápida.

-Wow, detente un segundo, necesito tiempo para procesarlo todo. ¡Vaya que tienes energía!- Respondí mientras reía.

-Lo siento…- Dijo el mientras ponía su brazo detrás de su cabeza. -Es solo que realmente me emociona estudiar allí, y me serviría mucho que alguien que estudia allí, me guíe.

-Entiendo lo que quieres decir, pero creo que todas las preguntas podrás respondértelas a ti mismo una vez que estemos allí, así que no te preocupes Justin. Lo que si te puedo decir, es que es una buena universidad.- Respondí haciendo que el se tranquilizara un poco.

-Gracias Adrian, me caes bien.

-También me agradas, lo cual es bueno considerando que nos vamos a ver todos los días.- Dije dedicándole una sonrisa. -Ya casi vamos a llegar ¿Listo para ver el campus?

Lo único que hizo fue asentir de manera entusiasta y esbozar una gran sonrisa. Era terriblemente tierno para ser alguien tan alto. Nos bajamos del autobús y le dije que en ese momento no podía darle un Tour completo, porque estaba llegando tarde a mi clase, pero que al menos podía ayudarlo a encontrar el decanato para que le dieran una bienvenida adecuada a la universidad. Una vez que lo deje allí, y me despedí de el, salí prácticamente corriendo a mi salón, creo que ya iba 10 minutos tarde ¡Carajo! El profesor iba a matarme.

Entre al aula abriendo la puerta lo más delicadamente que pude, pero como era de esperarse, tanto el profesor, cómo todos mis compañeros de clases fijaron su mirada en mi, no me quedó más remedio que hacer mi humillación pública oficial.

-Buenos días, disculpe mi retraso profesor, es que el autobús tardo en llegar a la parada.- Dijo bastante apenado mientras sentía como todos me miraban y un silencio se apoderaba del aula de clases.

-Esta bien joven, solo intenté que no se vuelva a repetir. Puede tomar asiento, dígale a alguno de sus compañeros que le pase los apuntes de lo que hemos hablado hasta ahora.- Contesto mi profesor de manera amable, jamás pensé que se lo fuera a tomar tan bien, pero me alegraba de que hubiese sido así.

Al voltear, lo primero que vi, fue a mi mejor amiga Ivanne dedicándome una mirada desaprobatoria. Si, ya sabía que había llegado tarde ¿Me iba a seguir torturando por eso? Pues, claro que sí amigos, así era ella. Pero, a pesar de todo, me había guardado un asiento, así que me acerque a ella, la saludé en voz baja, y me senté a su lado.

-¡Primer día de clases Adrian! ¿¡Y ya llegas tarde!? Eres increíble.- Siempre me sorprendió su habilidad para gritar entre susurros, nadie parecía haberla escuchado, pero yo me sentía como un niño pequeño cuando ella hacia ese tipo de cosas. Asustado y sin tener idea de que responder.

-También es un gusto verte de nuevo Ivanne.- Respondí mientras tomaba los apuntes que ella me estaba entregando.

-No me vengas con eso, nos vemos prácticamente todos los días. Has silencio y presta atención a la clase.- Sentenció ella.

-Pero yo…- Quería decirle que ella era la que estaba hablando, pero enseguida me interrumpió y me mandó a callar nuevamente, era difícil argumentar contra ella.

El resto de la clase fue bastante normal, nada que resaltar, una de las mejores cosas de la universidad, era que la mayoría de las personas que están ahí, están allí porque tienen el deseo de aprender, así que desde que llegaba el profesor, hasta que acababa la clase, era un profundo silencio mientras el profesor explicaba, era bastante agradable para mí. Una vez que terminamos la clase, teníamos unas dos horas libres antes de que nuestra clase empezará, mucha gente se iba a su casa en ese tiempo, pero yo vivía algo lejos, y tenía que tomar el autobús, así que prefería quedarme en la universidad, Ivanne se quedaba conmigo a pesar de tener un carro propio con el cual podría irse a su casa y regresar, era una muy buena amiga la verdad.

-Hay un chico nuevo que se llama Justin, al parecer vive cerca de mi casa y toma el mismo autobús que yo para llegar a la uni. Es bastante agradable.- Le conté a mi amiga sobre el chico al que había conocido de camino hacia la universidad.

-¿Y que tal? ¿Es lindo? ¿Crees que se interese en mi?- Dijo ella con una sonrisa pícara en la cara.

-Tu siempre pensando en quien llevarte a la cama. Aunque debo admitir que es muy bonito, hay algo en el que… Simplemente es muy agradable.- Comencé a jugar un poco con mis manos mientras me quedaba observando el horizonte.

-Oh, ya veo. Dame un segundo querido, voy a ir al baño, regreso enseguida, no te muevas.- Dije Ivanne mientras se levantaba y comenzaba a caminar.

Me quedé solo por un momento, pero la soledad es algo a lo que estaba muy acostumbrado, la verdad es que no tenía muchos amigos. Después del accidente, me cerré incluso más que antes a la gente, gracias al cielo que Ivanne llegó a mi vida, me ayudó durante mi proceso de sanación y durante mis terapias, estuvo ahí para mí siempre que lo necesité, incluso cuando le decía que no la quería cerca, es terca como solo ella puede serlo, pero es un rasgo que agradezco mucho de su persona.

El ambiente a mi alrededor cambió de repente, pude sentir como un escalofrío se originaba desde la parte baja de mi espalda, hasta la cima de mi cabeza, temblé del frío, el aire se sentía pesado, me costaba respirar por un segundo, fue un cambio muy brusco y no tenía idea de a qué se debía. Mire a mi alrededor y no pude ver nada, toda parecía igual que siempre, a nadie más parecía estarle afectando, comencé a entrar en pánico, una gota de sudor frío bajo comenzó a descender de mi frente.

Respiré más lento para controlar mi respiración, sentía que estaba a punto de tener un ataque de pánico cuando sentí una mano sobre mi hombro, casi pego un brinco del susto, pero al darme cuenta de quién era me calme un poco.

-Oye ¿Sucede algo?- Preguntó Justin mientras se sentaba a mi lado.

-No…- Podía sentir como el ambiente tenso se había ido, todo estaba como antes. -No, lo siento, solo estaba perdido en mi mundo.- Respondí intentando no darle importancia al asunto.

-¿Estás seguro? Te ves un poco agitado, y estás sudando.- Justin parecía genuinamente preocupado por mi ¿Cómo te puede preocupar tanto alguien que acabas de conocer?

-Si, seguro. Aprecio tu preocupación ¿Hay algo que quisieras saber?- Dije intentando cambiar de tema.

-Bueno, no realmente. Solo estaba buscándote ya que eres la única persona que conozco en la universidad.

-Claro, tiene sentido. Estoy esperando que llegue mi mejor amiga, si quieres te la presento y así puedes conocer a alguien más, no seas tímido, créeme que ella no lo será.- Respondí mientras reía de forma ligera para amainar el ambiente.

-Por supuesto.- El río conmigo.

Ivanne no tardó mucho en llegar, y yo presente a ambos, parecieron hacer clic inmediatamente porque hablaron hasta por los codos. Me alegro que se llevarán bien, ambos eran muy radiantes así que tenía sentido que así fuera. Aunque todo estaba bien, no podía dejar de pensar en ese escalofrío que había recorrido mi cuerpo y esa sensación de pesadez que me había invadido tan de repente ¿De qué pudo haberse tratado?

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