*CAPÍTULO 07*

**Bruno Bergmann**

En el último lugar donde esperaba encontrarme nuevamente a esta preciosa mujer era aquí, la imaginaba en una fiesta, en las calles de la ciudad, hasta en un parque de diversión, pero ¿Aquí? ¿En mi oficina? Jamás.

Ella está tan sorprendida como yo, a diferencia que no lo hago notar, en cambio mi hermosa dama solitaria no disimula para nada. Su acompañante la observa con curiosidad, puedo decir que se pregunta cómo es que nos conocemos, me supongo que no tiene idea de que su hermana y yo nos conocimos la noche anterior. Hoy en la mañana cuando llegue lo primero que hice al encender mi laptop fui directo al buscador de g****e para tener más información de ella, debía conocer su nombre, era algo que necesitaba saber. Confieso que ella me dejó con tantas intrigas, hasta diría que con mucho apetito. Lástima que es una mujer casada.

—¿Conoces al presumido? — elevo mi ceja por como la joven me ha llamado, no se porque razón me ha de decir presumido.

—Amanda, calla un momento — miro bien el rostro de la chiquilla y recuerdo, es su hermana, ella me apareció bastante en las fotos que revise de Amaral, parecen tener una muy buena relación.

—Quiero saber — insiste.

—Luego te diré, ahora ya has silencio — ambas discuten.

—Vale, está bien — carraspeo.

—¿A qué se debe la visita? Pueden tomar asiento, ¿Desean algo de beber? — Amaral detiene del brazo a su hermana.

—Sera mejor irnos, no creo que debamos estar aquí — su hermana Amanda es ahora quién la frena.

—No, vinimos hasta aquí y ahora no puedes abandonar, Amaral se trata de tu libertad, así que habla — entre cierro mis ojos con intriga de porque dijo eso.

—Calla — le pide.

—¿Sucede algo? — Interrumpo.

—No.

—Si — Amanda es que habla al final, pero un idiota interrumpe todo como de costumbre. La próxima pongo el seguro.

—¡Llegó lo más precioso del planeta tierra! — Entra mi amigo Lucas — Vaya, vaya, por lo que mis bellos ojos ven no soy lo más hermoso del planeta — coquetea con Amanda.

—¿Y este qué? Como que el ego te desborda mucho ¿No te has visto en un espejo? — wow, eso fue… duro, cruel y destructivo para mi amigo.

—Perdón, al menos dime tú nombre para pronunciarlo por las noches pequeña —le guiña un ojo y vuelvo a carraspear antes de que sea peor. Más tarde hablare con él por ser tan falta de respeto.

—Amigo, estoy un poco ocupado— alza su mano.

—Cierto, ten, aquí está toda la información — la cojo en mis manos — Adiós florecita de amargura, fue un gusto conocer tu humor — no se cual rostro es más macabro, si el de la joven Amanda o el de su hermana Amaral.

—Bien, ¿Qué joder haremos? — su hermana mayor cubre su rostro.

—Amanda, déjame a solas con él — la chiquilla protesta.

—No lo haré, se que no dirás la verdad, así que toma asiento ya mismo Amaral, vamos a hablar hoy de una vez por todas— aquí la del carácter como que es la hermana menor — Me das un trago de whisky por favor, es para relajarme— observo sorprendido a la chica.

—Dale agua — Amaral toma asiento.

—Bien, cuéntenme que desean — Dudo que sea un caso de infidelidad, ella es muy consiente lo que sucede, lo vio con sus propios ojos anoche, esto tiene que ser algo más fuerte, más profundo.

—¿Hablas tú o hablo yo? — Su hermana me agrada — Bien, lo que queremos es que investigues bajo sumo cuidado a su esposo, es un asesino — me quedo paralizado, ¿Un asesino? ¿Cómo es eso posible cuando anoche celebraban su nombramiento como juez?

—¿Eso es cierto? — le pregunto directamente a Amaral.

—¿Me estás llamando mentirosa? — niego. La chiquilla me agrada, es muy directa.

—Disculpa si te hice creer eso, es que se me hace difícil creer ya que fue nombrado juez hace poquito tiempo— la joven rueda la mirada.

—No es un asesino — Aclara Amaral y su hermana bufa en desacuerdo.

—Le pega — ok, esto es algo ya más intenso de lo que esperaba. Cada que abren la boca me sorprenden más. Miren al juez, sabía que detrás de esa cara de tonto había un ser oscuro.

—¡Amanda! — Amaral parece no estar muy decidida a hablar, si es cierto que le pega puede que tenga miedo a que su amado esposo se entere y la lastime.

—¡¿Amanda que?! ¿Cuánto más debemos callar? Ese cabron hijo de su puta madre te trata como un trapo, es hora de ponerlo en su sitio, el pendejo ese siembra pruebas falsas en los inocentes, ya es momento de que el mundo vea la clase de gusano que es y que se hace llamar ahora juez. Este mundo, país y estado necesita un hombre correcto que ayude a hacer justicia, no que la incite, mi abuelo se debe estar revolcando en tumba por ver como su nieta ha permitido que esto pase, y mi padre, ja, cuando se entere capaz y te desherede por no haberle dicho, tu esposo es todo lo que mi familia odia, y lo peor de todo es que mis padres lo aman y lo halaban como si fuese un grandioso dios — mi vista no se aparta de Amaral quien apenada mira a su hermana. La pequeña se ha descargado todo lo que tenía muy dentro. Tengo entendido que esta familia está rodeada de abogados, y que son los mejores en su trabajo, mi pregunta es ¿Por qué ella siendo abogada penalista ha permitido tanto? ¿Miedo? ¿Amenazas? ¿Amor? Dudo que sea amor, me inclino más por mis dos primeras preguntas.

—Amaral — la llamo — Si acudiste a mi es porque quieres que investigue sobre sus juegos sucios, Voy a tomar el caso, investigaré a fondo sus malas jugadas, pero antes debes decirme si estás de acuerdo, se que estás aquí para eso, y algo en ti te hace dudar ¿Tienes miedo de él, verdad? — ella toma aire.

—Déjanos solos Amanda — su hermana sin desearlo se levanta y sale de la oficina.

—¿Le temes? — asiente. Toma aire, dejo que se tome su tiempo para hablar.

—Si, ni siquiera se como es que estoy aquí, amanecí con valor, pero ese valor se va esfumando en cuanto lo recuerdo — es un desgraciado — Quiero detenerlo, y se que lo haré, es solo que no puedo evitar sentir un poco de miedo, desde que tengo conocimiento de lo que hace no he parado de pensar en cómo enfrentarlo, me siento como una inútil porque tengo todos los medios a mi disposición para lograrlo, tengo la preparación y no lo hago — la comprendo.

—¿Cuándo fue la última vez que… que te golpeó? — mira sus dedos. ¿Por qué será que no es nada más golpes?

—Hace un par de días atrás, lo hace en zonas donde mi ropa cubre, muy pocas veces ha tocado mi rostro, y cuando lo hace me encierra en una habitación por días hasta que el moretón desaparece — empuño mis manos ¿Cómo un hombre puede hacer eso? Ese tipo de personas merecen una vida de m****a en la cárcel.

—¿Por qué no lo detuviste antes de que fuera juez? Ahora tiene más influencias que nunca — entre abre sus labios, es difícil concentrarme cuando la tengo frente a mí una vez más. Tengo que dejar a un lado la atracción y centrarme en mi labor.

—No lo sé, quizás por amor, pero ahora sí quiero detenerlo, quiero hundirlo en una cárcel de por vida — intento mantener mi vista en sus ojos, pero esa abertura que posee la blusa dejando sus senos a la vista me desconcentra. Me siento un pervertido — Me parece que algo lo está entreteniendo, detective — carraspeo y aflojo mi corbata. Estoy avergonzado por mi comportamiento.

—Lo siento, doy fe de que no volverá a ocurrir — no emite ningún gesto.

—Señor Bergman, lo necesito concentrado, no vine aquí para ser la distracción suya a o algo similar, vine porque quiero que trabaje para mí el tiempo que sea necesario — asiento.

—No volverá a pasar, espero me disculpe — ¿De verdad Bruno? No puedes mezclar el trabajo. Trabajaras con ella y no puedes mezclarte con el cliente.

—No se preocupe, lo que me interesa por el momento es quitar del camino a mi esposo, en verdad hay que detenerlo, ha encerrado a mucha gente inocente, y lo seguirá haciendo cada que pueda, no tiene límites, ni fronteras, él va por el medio llevando todo a su paso — tiene razón, debo hacer un lado la atracción y céntrame en mi nuevo objetivo que con gusto acabare por lo que ha hecho.

—Bien, eso me tomara un tiempo, de seguro cubre muy bien sus pasos, tengo amigos de confianza que me pueden ayudar con este tema, debes continuar tu vida como siempre, y si te llega tocarte sal de ahí y déjalo, igual la investigación seguirá hasta conseguir pruebas que lo culpen— parpadea seguido.

—Necesito evidencias donde que me es infiel, eso lo usare para los tramites del divorcio, al demostrar que es me infiel procederá más rápido — Me parece bien que quiera estar preparada.

—Debes tener mucho cuidado, evita darle motivos que te puedan ocasionar problemas — me comprende.

—Descuide, procurare ser cautelosa — me parece tan hermosa, sigo sin comprender como se casó con ese idiota.

—Es un hombre con poder ahorita y con mucha gente, no sé porque pienso esto pero temo a que podría vigilar en cualquier instante, él hará lo que sea para proteger su carrera, y sabe que está en riesgo al tu seguir viva — piensa mi teoría.

—Así es como me ve, como una amenaza que podría arruinar su carrera, por eso controla mi vida, estoy aquí porque dije que iría al centro comercial, de lo contrario no hubiera venido, para salir tengo que sacar permiso— ¿Qué? ¿Debe pedirle permiso a ese animal? Que desgracia.

—Acabaremos con eso, tranquila — se levanta.

—Esta bien, quiero todo, todo lo que sea para destruirlo, no descansaré hasta detenerlo— me levanto también de mi asiento para llegar hasta ella.

—Lo tendrás, me encargaré de que así sea — estamos de frente.

—Hablemos del pago — este también es un trabajo costoso, pero algo me hace pensar en que no debo cobrarle, no se porque —Leí que tú trabajo vale mucho, veamos cuanto — mi lema siempre funciona. ¿Cuánto podría cobrarle?

—Una investigación como esa lleva mucho tiempo, $1500 USD es el costo por semana, pero por ser usted no cobraré esa cantidad — llevo mis manos detrás de mí.

—No quiero nada de a gratis, es tu trabajo y debes cobrar — juego con mi barbilla.

 —Tómalo como un aliado para detener al cobarde que te lastimó, estoy en contra de las agresiones, y eso es algo que debe pagar, ayudare a que lo hundas — Niega.

—Dame un monto — respiro hondo.

—$1000 USD— Asiente.

—De acuerdo, cada semana tendrá su paga segura, espero yo tener mis pruebas del mismo modo — La siento más armada de valor que cuando llegó.

—Mañana debes venir a firmar el contrato donde el trabajo será por tiempo indefinido, no sabemos cuánto tiempo tarde la investigación, todo dependerá de que tan cuidadoso sea él — Ella entiende como es todo el procedimiento.

—Terminará cometiendo un error — todos los cometen, la cuestión en cuando.

—Así será, tenemos un acuerdo entonces hermosa dama — le tiendo mi mano, ella sostiene la mía.

—Por supuesto que si — la acompaño hasta la puerta — Una duda que tengo señor Bergmann — quedo atento — ¿Por qué en su tarjeta tiene solo el número y no su nombre? — le sonrío en cuanto le abro la puerta.

—Porque soy un hombre misterioso, y quien quiera conocer más tendrá que acudir a mí para descubrirlo. Siempre suelo causar curiosidad en las personas señorita Watson ¿O me equivoco? — ella sale.

—No, no se equivoca, pero no vine aquí para descubrirlo, vine aquí a contratarlo para un trabajo, señor Bergmann — eso me dolió. Me gusta cuanto se da a respetar. Preciosa.

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