Placeres Prohibidos
Placeres Prohibidos
Por: Lady Ban
*CAPÍTULO 01*

**Amaral Watson**

Cuando te casas con alguien crees que lo haces para toda la vida, pero con el pasar del tiempo te das cuenta de que no es así, al menos no cuando lo haces con la persona incorrecta. Al conocer a mi esposo Federico creí que él sería el hombre con el cual pasaría el resto de mi vida, pero con el pasar de los años, meses y días me voy convenciendo de que no será así.

La relación que llevamos hoy en día mi esposo y yo es totalmente diferente a la que vivimos en un inicio de nuestro noviazgo, es cierto que en el camino tendríamos dificultades, discusiones, lo que no me esperaba es que fueran tan continuas y desagradables. Federico solía ser un hombre tierno, amable, encantador, con un don increíble de agradarle rápido a las personas, mis padres, amistades y hermana lo adoran, lo aman, sin saber lo que en realidad es ahora.

Provengo de una familia muy adinerada y reconocida en el país por ser los abogados más correctos de la ciudad, mi padre y tíos heredaron el negocio familiar, la firma, un bufe de abogados nombrada y creada por mi abuelo y dos de sus hermanos, Asociados Watson, la compañía no solo cuenta con los abogados de la familia, sino que también cuentan con otros compañeros que son muy buenos en sus trabajos y correctos.

Mi padre siempre nos ha dicho que mi abuelo era un hombre que detestaba la injusticia, que no soportaba ver como personas inocentes eran encerradas por la negligencia y la corrupción de muchos abogados, cuando crearon la compañía lo hicieron con el fin de forma un grupo capaz de luchar contra las injusticias, algo que a mi pensar es muy difícil debido a que la red de corruptos es amplia, una red difícil de parar. Al mi abuelo enfermar le pidió a mi padre y tíos su última voluntad, y era que siguieran su mismo camino, que no hicieran como los hijos de sus hermanos que nunca les intereso ser parte del negocio el cual ellos habían levantado con tanta ilusión.  Y que jamás, pero que jamás en la vida permitieran que entrara algún negligente o traidor a su firma.

Cuando me titule como abogada estuve poniendo en práctica mis aprendizajes de la universidad, forme parte de la firma por unos años hasta que no fui más, con sinceridad estudie la carrera de derechos porque esa era la ilusión de mi padre y madre, pero en realidad lo que yo deseaba estudiar era medicina, siempre fue mi sueño.

Casi siempre mis padres me piden que regrese a la firma, en especial mi padre quien ha soñado con que sea yo quien tome su lugar el día que no pueda más. Me encantaría decirles que no he vuelto porque no quiera, en cierta forma no regreso es porque hay una persona que me detiene cada vez que lo voy hacer. Federico.

Como les dije nuestra relación a cambiado mucho, su trabajo como abogado lo ha vuelto uno de esos que tanto mi abuelo odiaba, un corrupto, un extorsionista de primera. Mi padre le brindó la oportunidad de trabajar en la firma, pero él no quiso porque ya había conseguido trabajo en otra, una en donde le dieron la oportunidad de ser socio. Federico gano muchos casos y eso le ayudó a ir subiendo de puesto, hasta que los socios del bufet le ofrecieron ser parte de ellos. Inconforme como siempre ha deseado más, su visión y misión ahora es ser un juez, algo que pronto logrará con gran facilidad, como lo dije, Federico tiene un don de agradarles a las personas con rapidez, y eso lo está usando para cumplir su sueño. Uno que acabará con la libertad de muchos inocentes.

Lo más triste y decepcionante de todo es que tengo como detenerlo, por desgracia siempre he sido débil y temerosa, y más cuando él ha demostrado un comportamiento agresivo.

Los cambios de Federico comenzaron hace un año desde su asociación en esa firma, ha sido más exigente conmigo, más posesivo y agresivo, no le gusta que salga con las amistades, lo único que me permite es que me vea con mi familia y solo para no crear en mis padres la curiosidad de porque no voy con constancia a visitarlos. Federico pretende tenerme en casa encerrada, desde que un día descubrí que uno de sus casos fue manipulado por el mismo, ocasionó que encerraran al hombre equivocado, eso me decepciono de él, desde ese entonces cambio conmigo y ahora me ve como la persona que podría arruinar su carrera. Antes de esos cambios en él hacía a mi habían comenzado, los detalles desaparecieron, el cariño, la atención, e incluso las noches de pasión, pero jamás había sido tan estricto como lo es ahora después de enterarme lo que hizo.

—¿Por qué me miras de esa forma? — pregunta al darse cuenta de que estoy como mensa mirándolo mientras desayuna.

—Pensaba en cuando nos conocimos — voltea sus ojos con fastidio. Hablar del comienzo de nuestra relación se ha vuelto un tema para él algo insoportable.

—No comiences con esas tonterías de cómo nos conocimos, de que nuestro amor era perfecto, de que yo era diferente al que soy ahora y todo eso Amaral, déjame desayunar — dejo mi cubierto en la mesa, el apetito ya se me ha desaparecido.

—Federico… quiero que lo intentemos, que recuperemos nuestro matrimonio — en el fondo de mi débil corazón tengo las esperanzas de que algún día vuelva ser el hombre de antes.

—¿Qué dijiste? — Limpia con la servilleta sus labios — Nuestro matrimonio marcha de maravilla mi reina. Escucha bien mi amor, en esta vida el plan es evolucionar, ir hacia adelante, hacía un futuro, volver a ser el de antes me atrasara, ¿Cómo crees que he logrado todo lo que tengo hasta ahora esposa mía? Lo he logrado porque he dejado de ser ese idiota de antes, ahora soy otro ser, uno astuto, un hombre que se enfoca en su trabajo, si te dedico tiempo a ti perderé rendimiento en mi carrera, y no puedo hacer eso, no cuando estoy a nada de lograr que me nombren juez, como tu esposo debes comprender y apoyarme mi amor — asiento sin querer discutir sobre ese tema, hacerlo sería ocasionar que se enoje y me empiece a gritar.

—Está bien mi vida, te entiendo muy bien, primero es tu carrera — le respondo de la forma que más le gusta.

—Perfecto mi amor bello, termina tu desayuno — sabe que no tengo apetito — Quiero ver que te comes todo, todo princesa — vuelvo a tomar mi cubierto y empiezo a comer — Te doy permiso hoy de salir al centro comercial, cómprate lo que quieras, llama a alguna de tus amigas y ve, háblales de mis logros, de lo maravilloso que soy como esposo, todo lo hago por nuestro futuro hermosa — bebe de su café.

—Por supuesto que si — sigo comiendo sin ánimos.

—¿Sucede algo? No te noto muy alegre por mis logros — Niego y sonrío.

—Es obvio que me siento orgullosa, soy la esposa del futuro juez, harás un buen trabajo — si mi padre tuviera idea de en qué se ha convertido Federico se muere, halaba mucho su trabajo, a veces siento que yo estoy deshonrando a mi familia al estar casada con un corrupto, alguien quien saca provecho de lo que hace para ganar más dinero lo que gana. En ocasiones sospecho que trabaja para alguien muy malo, y lo digo porque el normalmente cuando trabaja aquí en su despacho me pide que le haga compañía, pero cuando se encierra solo y habla por teléfono es porque algún caso sucio está resolviendo, aparte de que ya en varias ocasiones cuando está a mi lado que lo llaman logro mirar el nombre de quien lo solicitas, y cada vez que lo llama la misma persona él se encierra en su despacho.

—Me gusta que te sientas orgullosa de mis logros, por eso me case contigo, aparte de que eres hija de un grandioso abogado, el mejor de los mejores, debo agradecer que el apellido de tu familia me ha servido de mucho para llegar hasta donde estoy, y el hecho de que sea parte de su familia mucho más — me parece que se ha aprovechado del apellido de mi familia para llega lejos, y eso no es bueno, no cuando ese apellido es intachable. Esto se está saliendo de control, lo cual enfurecerá mucho a mi padre cuando se entere de que Federico como abogado es muy corrupto.

¿Podre tener el valor algún día para decirle a mi padre la gravedad de esta situación? Si permito que sea juez la ley perderá su valor, Federico es muy astuto y no dejara que nadie descubra sus juegos sucios, se ha metido a muchos en el bolsillo, todos tienen fe y lo consideran muy honesto en su trabajo. La cuestión aquí es que no tengo el valor para hablar con mi padre, me da miedo lo que podría pasar entre ellos dos si abro la boca.

Estoy destruyendo los prestigios y el apellido de mi propia familia al no decir nada por cobarde.

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