Hoy es uno de los mejores días de mi vida, es el día en el que voy a trabajar por primera vez en la empresa de mi padre, uno de sus negocios, pero como lo inculcó su padre me lo va a hacer a mi así que no voy a comenzar como algo importante sino cómo los demás con un puesto más o menos bajo para seguir escalando en lo que todavía se encarga de la empresa.

-¿lista capullito?- dice mi papá a lo que asiento para comenzar a entrar a la empresa, las miradas se centran en mí pero no le tomo atención ya que si no me pondría nerviosa, mi padre me guía hasta el piso donde trabajare, ya que él personalmente me explicara qué hacer.

-listo capullito hemos llegado aquí será tu área de trabajo, se que en enorgullecerás como siempre lo has hecho, recuerda si alguien osa tratar de intimidarte me lo debes de decir inmediatamente, además que me acompañaras a las juntas que tenga para que vayas aprendiendo de tu padre, ¿está bien?- asiento convencida ya que se que daré lo mejor de mi para ver orgulloso a mi padre.

-hasta luego capullito- me besa la frente a lo que pongo roja de la vergüenza, todos nos están viendo.

-papà me avergüenzas todos nos ven- el voltea a ver a los que nos miraban a lo que rápidamente quitan la mirada y vuelven a su trabajo.

-listo capullito, recuerda que te quiero- asiento.

-hasta luego papá- él se va mirando a uno que otro mal.

Comencemos, comienzo a trabajar en lo que me explico papà sin prestar atención a nadie, pero algo se me dificulta así que le pido a un compañero que se ve muy amable que si me puede enseñar.

-este disculpa- él me mira asombrado- ¿me puedes ayudar en algo, es que no entiendo- el rápido se pone de pie y me acompaña me explica como se hace, a lo que aprendo rápido.

-eso es todo señorita- me dice el joven.

-no me digas señorita, dime Raisa, total somos compañeras además no nos debemos de llevar muchos años- él asiente sonriente.

-si le digo Raisa usted dígame, Christian- me sonrojo recordando lo que dijo Jane de buscarme un dominante.

-un gusto- estrecho su mano disimulando el sonrojo.

luego de eso me dedique a trabajar, a la hora de comer fui con mi papà ya que me presentó a unos socios, cuando fue la hora de salida mi papá se ofreció a llevarme pero me negué ya que quiero ir a la casa de Jane para así contarnos nuestro primer día, llame a Jane.

-Jane te veo en tu casa- le digo.

-Hola para ti también- se queja.

-perdón es que estoy emocionada.

-yo igual ya quiero que llegues para contarte todo lo que paso- se emociona.

-en quince minutos te veo- cuelgo para montarme en mi auto e ir a casa, ya estoy impaciente por oír sus relatos. En menos de veinte minutos llegué y fui directo a su cuarto ya que mis tíos fueron a una cena romántica o algo por que mi tía se va de viaje de negocios, cuando paso por el pasillo lo veo tan elegante con su fino traje.

-hola- lo salude a lo que él se me queda mirando de arriba a abajo con esos ojos para luego asentir en un saludo y desaparecer como fantasma, ignorando las palpitaciones de mi corazón me dirigí al cuarto de Jane, cuando lo abrí Jane saltó sobre mi.

-me encanto mi primer día- habla feliz.

-¿Por qué?- pregunté.

-me vas a tener envidia, en mi empresa todos son unos bombones desde los guardias de seguridad hasta los de finanzas- ruedo los ojos- tengo unos compañeros que me daban ganas de desvestirlos, pero uno me llamó la atención, un pelirrojo con un cu..-la interrumpí.

-entendí, además yo creo que ese pelirrojo te interesó-la miré burlonamente.

-para qué negarlo si, si me intereso, pero no para lo que tu crees, pero lo que no te negaré es que si me hubiese enterado antes de que todos estaban así de buenos hubiera trabajado en la empresa desde mucho antes, además me emociona tanto dedicarme a esto y sé que en un futuro seré mejor- me mira alzando las cejas.

-ahora cuéntame cómo fue tu día- se acomodo mejor en la cama.

-pues bien, digo en la empresa de mi padre solo uno que otro es guapo, pero apartando que al principio me miraban raro toda bien, además conocí a un chico que..- me interrumpió.

-que conociste un chico y te gustó cuéntame cómo es- parece emocionada y yo creo que hasta los vecinos escucharon.

-no grites, nunca dije que me gustara- le dije.

-lo se, pero ¿te intereso?- yo pensé.

-bueno era muy guapo y fue atento en ayudarme con unas cosas que no entendía pero..- no termine la oración porque la puerta se abrió.

-dejen de hacer ruido, me aturden con sus gritos y sus historias ridículas- entró un Damián muy enojado, mirándome como si yo tuviese la culpa.

-esta bien Damiancito- lo miró con burla Jane él la miró mal, y luego este salió tal y como entró.

-lo hiciste enojar- digo a lo que ella niega.

-no Raisa tu lo hiciste enojar.

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