CAPÍTULO 3

Narra Eros

Había pasado un día de aquella caótica noche, no pude dormir, la culpa me comía viva, al día siguiente todos los reportajes y chismes se trataban  sobre lo mismo. Ya estaba harta. 

Eran las 12:50 iba directo a la casa de la abuela, la extrañaba, tenía tiempo que no la veía, el único problema era que no veníamos solos. Mis padres se habían adelantado para pasar a comprar no se que cosas a la farmacia, mi madre tenía días sintiéndose enferma, por otro lado me mandaron con mi tío Edher, Erika  veníamos hablando de múltiples cosas, desde la universidad hasta los temas más tontos, ella era como la mejor amiga que nunca quise tener.

Por otro lado venía Edher contando anécdotas de su oscuro pasado, cada que las contaba me dejaba una gran lección de vida y sobre todo me daba la fuerza suficiente para seguir adelante.

Gary venía acompañado por su mejor Amigo Oscar, un pecoso pelirrojo, y no puede faltar Efra, si su novia, quería presentarla formalmente como su actual pareja. Cosa que al decirme dolió como si me hubieran enterrado una daga en el corazón, el no era de cosas serias, y me dolía que esta vez todo fuera diferente.

—Eri, estas apagada — la voz de mi tía había logrado captar mi atención, hace ya unos minutos que solo me dedique a mirar por la ventana viendo pasar las casas, los edificios y la gente — ¿Que te pasa? — sonreí —

—Ayer conocí a un chico — la mire con tristeza — y ahora temo no volverlo a ver, se llevo una parte importante para mi — y era cierto, a pesar de mis problemas amorosos dentro de la camioneta, estaba el joven de ojos grises con destellos azules, o como me gusta abreviar lo, ojos de gato.

—¡Vaya!, creo que es la primera vez que te has enamorado — Edher sonrió por el espejo retrovisor —

Si tan solo supieras que me enamore de tu hijo y ni caso me hace el puto.

— Te equivocas solo me e enamorado una sola vez en mi vida — todos en la camioneta me miraron con asombro, tenía 13 años, y ellos sabían que el amor no era algo de importancia para mi, siempre lo repetía, y cuando comencé a tener claros mis sentimientos por Gary juró que me  volví lo contrario a mi nombre —

—Por que nunca nos contaste — respondió Erika.

—Por que esa persona ya no está cerca, y la que me gusta actualmente está con  alguien más, en su momento le mande una y mil señales, pero me canse enserio me cansé de perder mi tiempo, mi esfuerzo y mis pocas ganas para amar — todos me veían con la boca abierta, no solía expresar tanto mis emociones, no sabía cómo desenvolverse mucho menos como pintarlas —

—Es un idiota sobrina— Edher me miró orgulloso —

—Lo es— bufé y me quede sin emitir por el resto del viaje palabra alguna, con muchas miradas puestas en mi —

Me coloque mis audífonos y prendí mi teléfono, coloque a Andy Black dejándome llevar por sus canciones, cerré los ojos hasta caer en un sueño profundo.

Un escenario, bastantes personas por no decir que era una multitud, luces y a mi lado un chico, todo estaba increíble, mi vestimenta era lo que siempre solía llevar solo que mas elaborada y 1000 veces mejor.

“Damas y caballeros con vosotros The Been's ” un abrazo me rodeo la espalda, sentía la paz y la adrenalina del momento, unos labios bastantes conocidos tocaron los míos, era el chico de los ojos de gato. Iba vestido de negro, con su cabello alborotado, unas botas negras y un collar de cadena colgando de su cuello.

—Es hora de salir a brillar amor, buscame en el concierto — Jay había salido por la puerta dejando su aroma a chocolate en el aire.

Y como me lo pidió lo hice, sin embargo el no estaba, todo era negro, la gente se había esfumado, las luces y los gritos también. Había despertado.

Me levanté justo a tiempo cuando llegamos a  la casa de la abuela, sentí mi cara húmeda y mis ojos arder, había llorado, ¡vaya!, ojos de gato vino a humanizar mi vida , ¿existe esa palabra?, una vez más la ruda y poco sentimental Eros había logrado sorprender a su familia y a dos extras.

La abuela los esperaba afuera de la gran casa con una sonrisa de oreja a oreja, saludó primero a Edher y Erika quienes la recibían gustosa y con mucho amor, después a Gary y a Oscar, para posteriormente saludar a la nueva integrante de mi familia. Cada uno entró a la casa después de ser saludado por aquella canosa y arrugada mujer que tanto amaba.

—¡Eros!, mi niña hermosa, mirate estas increíble, tus caderas son de impacto, y tu rostro mojado...¿está todo bien mi niña? — negué —

—Edher y Erika, llevare a Eros a dar  una vuelta a la plaza del pueblo para comprar unos condimentos para la cena — mis tíos asintieron y nos fuimos caminando, no estaba lejos, tal vez a unos 5 minutos caminando — Ahora sí, ¿que tienes?.

La ternura en su voz, su forma en que me miraba solo ablandó aún más mi corazón, fue casi imposible no contarle.

—Me enamore de Gary — solté de golpe, mi abuela me miró sonriendo—

—¡Lo sabía! Se te nota a kilómetros, pero esta bien, el no es tal cual tu primo, sin embargo el no corresponde tus sentimientos, Efra ahora lo complementa, ambos se aman, se nota en la forma en que sonríen, en la forma en la que hablan, se nota en la pasión de hablar de cada uno de ellos, y no lo digo para hacerte sentir mal hija, claro que no, Efra encontró al amor de su vida, ahora falta que llegue el tuyo, o bien que llegue una princesa que evolucione tu existencia — leí por eso último, la abuela siempre apoyo a la comunidad LGBT decía que en su adolescencia tenia una amiga que amaba a otra pero jamas pudieron estar juntas.

—Es que ese chico puede que ya exista, o puede que no— respondí soltando un suspiro pesado —

—¿A que te refieres?— preguntó la adorable pasita —

—Ayer en la noche antes del tiroteo conocí a un chico su nombre es Jay, encontraron su identificación  en el lugar, aún no se sabe si fue uno de los que murieron, él me besó, cambio tanto mi mundo por una noche que me hizo sentir amada, querida incluso se llevó aquella melancolía que suele meterse en el fondo de mi corazón y que nadie a podido sacar —

—Te contaré una historia, cuando tenía 14 años un chico de unos 17 años estaba en la casa de al lado, sonreía como un casanova, era guapo, cada día lo veía en aquel lugar, siempre dudaba si decirle hola, o si debía preguntarle si todo bien, un día decidí acercarme, pasamos todo el día juntos sentados en la puerta, el me conoce mejor que cualquiera en años y yo aprendí a comprenderlo, pasamos de todo estando juntos, infidelidades, amores, aventuras, después lo solicitaron para unirse a la policía, el estaba encantado, al fin iba a darle un alto a sus problemas, un año después nos casamos y nació tu papá, ambos estábamos felices, pasaron los años y todo iba de maravilla, hasta que tu padre cumplió los 14 años y tu abuelo murió, una bala impactó en su pecho durante una batalla contra unos Diler's, cuando me enteré sufrí mucho, sentía que me arrancaron un pedazo de mi. Y aun así los recuerdos han servido para no caer en depresión, si es amor verdadero se siente, si es amor puro es palpable, si es amor correspondido se ve en los actos, mi nena, nunca dejes que nadie te diga que dejes de amar, sólo por que ellos no encontraron al indicado, y cada que les digas te amo esfuérzate para que sea especial.

—Gracias abuela — ella me abrazó y yo la abracé a ella —

—Ahora vamos a comprar el mandado para la cena —

La tan aclamada y gloriosa noche había llegado, el día transcurrió entre risas, películas en Netflix, comidas, pláticas, caminatas y juegos de mesa. Todos estaban encantados por la simpatía y belleza de Efra la cual sólo me ponía algo triste, la atención que le daban era mucha, a mi sólo me dejaban de lado, como solían hacerlo  mayormente. Nunca notaban mi existencia, cuando se trataba de alguien mas hermosa que yo o mas linda y alegre que yo.

Mis padres tenían tiempo de haber llegado, de les veía felices y muy contentos, en parte me intrigaba. Pero por otra me preocupaba.

Justo en ese momento la cena ya estaba lista, consistía en lasaña, dos increíbles pizzas y una charola de alitas con salsas dulces y picantes. Y otros condimentos ricos y sanos.

Comenzamos a comer, Oscar me hablaba sobre lo increíble que era una nueva saga de libros de fantasía, me encantaba todo esto así que le ponía atención, de vez en cuando las miradas curiosas de mi primo me escaneaban con curiosidad, y Efra me miraba con atención. Había decidido darle una oportunidad a esa chica pelinegra, con curvas de impacto.

—Familia tengo un avisó que darles, saben que hace años nuestra vida cambió drásticamente, y sinceramente estoy feliz de tener a mi madre conmigo. A mi hermano — mi padre señala a Edher — a mi cuñada y a mi sobrino — Erika la veía con alegría, ellos eran mejores amigos y le sorprendió su repentina acción — a estos dos nuevos integrantes —Señala a Efra y a Oscar — pero no puede faltar al amor de mi vida, lo que me hace seguir con vida — toma las alitas puestas en la mesa — ¡LAS ALITAS! — todos comenzamos a reírnos, mi mamá por su parte se puso sería y le dio un golpe en su hombro — bueno, bueno, y la señora que me dio a la luz de mis ojos, la que me despierta cada mañana y me hace de desayunar, y la madre de mi pequeño demonio ¡Amaranta! —Todos comenzamos a aplaudir y a reír — pero mi padre se puso serio, dejando de lado todo esto y aquello, estoy feliz, Amanta a sido la mujer que me segó, la mujer que me dio amor y muchas veces peleamos pero sabemos arreglarlo, me aterra un día despertar y saber que no esta a mi lado, me aterra pensar que todo lo que e logrado en verdad no exista y sea solo un sueño, familia si alguien de ustedes falta no creo poder superarlo nunca, pero ese no es el motivo de esta cena — mi padre le otorgó la mano a mi madre, ayudando a ponerla de pié, mi madre le sonrió y le dio un beso en la mejilla, ambos comenzaron a murmurar cosas que sólo ellos sabían cosas que les hacía sonreír más que nunca — cariños dales la noticia.

—¡Estoy embarazada!— los gritos de felicidad no tardaron en hacerse presentes, por mi parte mis alitas se cayeron de mi boca ensuciando mis costados y mi pantalón que afortunadamente era negro.

Estaba feliz, bastante feliz iba a tener un nuevo hermano. Por mucho tiempo había querido tener uno, pero nunca imaginé que ese sueño se volvería real.

Después de terminar la cena y felicitar a mis padres, tocaron la puerta, se trataba de Héctor  y Jazmín los hermanos menores de Gary quienes estaban de fin de semana con sus abuelos paternos, corrieron abrazarme y darme un fuerte abrazo yo hice lo mismo, eran mis niños queridos.

Y detrás de ellos venía Bruno, el hijo adoptado de mis tíos, el cual no había vuelto a ver en un par de años. El era Castaño, había cambiado mucho, tenía 21 años, se veía que hacia ejercicio y le favorecía increíblemente el color azul claro. Todos lo saludaron, y había llegado mi turno, le di un beso en la mejilla y su fina y seductora voz derrumbo mi frágil barrera anti chicos.

—Eros, un gusto volver a verte guapa.

—Bruno, un placer verte de nuevo cacas — ambos reímos y salimos por la puerta trasera al jardín — ¿Cuál es el motivo de tu regreso primó? — al llegar al jardín nos sentamos en el pasto verde, ambos con la cabeza en dirección al infinito espacio —

—Vine a recuperarte — su voz y su mirada me recordaron al ojos de gato, tomo mi mentón y lo acercó a sus labios, una vez más había besado a un chico sexy y guapo, sin embargo no había sentido la magia que sentí con Jay.

¡Mierda Jay, ahora tengo que vivir pensandote!.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo