Capitulo 6|Regresando a lo mismo

NATALIE

°° ♡ °°

—Hola, papá —fue lo único que dije cuando me adentre en el lugar, pero no me acerque hasta él.  

—Has vuelto —dijo en un tono bajo, sacudió la cabeza —¿Pero por qué no haz avisado? 

—Necesitaba verte y saber cómo estabas. Tanto insistías que volviera y, ¿ahora te molesta que visita? 

Él vuelve a sacudir la cabeza pero en negación. Se pone de pie y llega hasta a mi lado, y sin esperarlo me abrazó. Me quedé inmóvil, no esperaba este recibimiento de su parte, pero aún así respondí a su abrazo. Se que me había extrañado, pero se también que estaba algo molesto, por no haberle avisado.  

—Jamás me molestaría con tu regreso. Al contrario, esto me sube el ánimo —dice, antes de apartarse de mí.  

—¿Cómo estás? Escuche por tía Eliza.. 

Me corta antes de que siga. 

—Yo estoy perfecto —por u momento no le creo lo que dice, ya que aparto su mirada de la mía —Me parece que tú también lo estás. Has crecido demasiado este tiempo.  

Lo conocía muy bien, y sabía que no se iba abrir conmigo, mucho menos para decirme si estaba enfermo o no. 

—Solo pasaron cinco años, papá.  

—Cinco que aparentaron diez años. Pero aún así sigues pareciendo una niña. 

Fruncí mi nariz y negué con una leve sonrisa. 

—Ya no soy una niña, papá. Cómo tú lo has dicho, he crecido y ahora soy una mujer, fuerte e independiente, que se sabe valer por si misma. La chiquilla que intentabas malcriar cuando me dabas todo a manos llenas, ya no está.  

—Para mí siempre serás esa chiquilla. Y me alegra que hayas vuelto a tu hogar. A tus responsabilidades, este mundo que te estuvo esperando.  

Esa era una de las primeras cosas que quería evitar, no quería que papá pensara que me quedaría y mucho menos que comenzara a creer que venía para hacerme cargo de la compañía familiar. No quería vivir lo que sucedió hace años atrás, todas las veces que intentó detenerme de muchas maneras para que no me fuera. 

Solo esperaba que en esta ocasión no hiciera algo así, debía dejarle las cosas claras. 

—En realidad no estoy aquí para quedarme. Solo estaré un par de semanas y buscaré otro lugar para quedarme, mientras me abra paso en esta ciudad con mi carrera.  

Él vuelve a negar y se dirige a su anterior lugar para tomar asiento.  

—No tienes necesidad de eso, esta es tu casa, y sobre el trabajo.. eres la hija de uno de los empresarios más grande en el mercado textil, en todo el estado —hace un gesto de intolerancia con mis ideas —Si eligieras tomar mi lugar, todo sería diferente para ti. 

—No, Papá. Quiero sobre salir por mi misma, por lo que se hacer y lo que he aprendido. No con la ayuda de los demás. No por ser la hija de uno de los empresarios de textil más reconocidos en todo el estado o en el país entero. 

—Thali, por favor.. necesito que aceptes tomar mi lugar. Es lo mejor para ti  —negué con rapidez.  

—Tú quieres que haga esto por ti, en ningún momento has pensando en mí. En que es lo que quiero y lo que me hace feliz —elevo un poco el tono de mi voz —Tú solo piensas en tus interés. Es por eso que termine por marcharme, tú mismo me alejaste.  

—No, tú sola lo hiciste, yo siempre he querido lo mejor para ti, y esto lo es, es tu futuro. De diseñadora no se estudia y ya, debes subir con ayuda de alguien, en el mundo de la moda nada es fácil. Aún sigues siendo tan ingenua en ese asunto. —dice con un tono cansado y repetitivo —Mil veces te lo dije, nadie te contratara por tu talento, por solo haber terminado tu carrera. Ellos quieren gente con experiencia, que tiene años en esto, y que son reconocidos en el medio artístico. Y tú ya sabes cómo es la única forma de escapar en ese medio. 

Bueno.. en cierta parte tenía razón, pero no iba admitirlo frente a él. Este mundo de la moda así era, muy parecido al artístico. Es por ello que nunca pude triunfar en Milán. Pero no iba a dejar que mi padre ganará, que sus palabras me siguieran afectando. Tenía que luchar y seguir hasta encontrar esa oportunidad, se que en algún lugar me la darían, era optimista y estaba muy segura de mi trabajo, de lo que podía ofrecer. 

—No quiero seguir discutiendo por lo mismo —suspiro derrotada —He viajando varias horas y estoy cansada, ni ánimos tengo de escuchar asuntos sobre la empresa.  

Una sombra de tristeza y pesadez se reflejó en su rostro, parecía que algo le preocupaba, como si mis palabras le hubieran recordado alguno de sus problemas.  

Quería preguntarle, pero no tenía ganas de seguir discutiendo y menos con asuntos de trabajo. Ese tema los hice a un lado, más tarde se lo preguntaría ya cuando estuviera de mejor ánimo.  

Ahora solo quería irme a mi alcoba tomar un ducha y descansar unos par de horas, necesitaba recargar un poco las pilas para mañana ir en busca de un empleo y otro lugar en donde quedarme. 

—Iré arriba.. —señale el techo para indicarle que iría a mi habitación.  

Asiente, pero vuelve hablar antes de que salga de su despacho.  

—¿Cuánto tiempo te quedarás? —pregunta con rapidez para detenerme. 

—Aún no lo sé —encogí mis hombros —Quizás dos semanas o menos. 

Se quedó pensando por unos segundos, no sé si eso era lo único que iba a decir. Cuando estoy por volver a salir él agrega. 

—Entonces hay tiempo para ir a visitar a unos viejos amigos —fruncí el ceño, ¿de qué amigos estaba hablando? Pero el continuó —Estate lista para mañana en la tarde. Eva se pondrá muy contenta cuando te vea. 

¿Quién era esa Eva? ¿Y por qué le daría gusto verme?  

Una sonrisa y un pequeño brillo como esperanza, se reflejó en sus ojos. Esto lo animaba y le daba esperanzas a no se que cosa que pasaba por su mente. 

¿Puede ser que esa mujer sea su novia? Era absurdo pensar eso, él siempre se negó y se cerró a una nueva relación. Por mi parte nunca  hubo ningún problema.  

Salí  de la habitación para dirigirme a la planta alta. No sabía que pensamiento se le cruzó por la mente a mi padre cuando me informo de lo ultimo, un escalofrío extraño me recorrió e intente olvidar ese asunto para poderme relajar y así  poder descansar un momento. 

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