-Este vestido te quedará muy hermoso mi niña. -la Sra. Parker tenía en sus manos un hermoso vestido color rojo pasión -
-¿No está muy escotado? - Liviana dudaba en si ponérselo o no-
Esa noche los Duques de Agnes darían el baile de la temporada, el evento más esperado por la alta sociedad londinense. Liviana se sentía nerviosa y a la vez triste, porque sabía que vería a Marcus pero con la Srta. Ashton. Solo le quedaba resignarse a ver al amor de su vida ser feliz con otra mujer, eso le bastaba a ella para también serlo, de eso se trata el amor ¿no? De ver feliz a quien amas, y Liviana no tenía dudas de que ella amaba a Marcus.
-Claro que no mi niña, te verás hermosa, hazme caso. - su nana insistía -
-Está bien. - al final cedió y su nana sonrió victoriosa -
Cuando ya estuvo vestida y peinada se miró en el espejo y sonrió por el resultado, su nana siempre tenía razón, ese vestido le quedaba más que hermoso, y tenía que admitir que el rojo le favorecía en su clara piel morena.
-¡Liviana! - la burbuja donde estaba se rompió al escuchar el grito de su padre, se despidió de su nana y bajo corriendo las escaleras-
-Siento haberle hecho esperar. - se disculpó-
-Que no vuelva a suceder. -Lord Henry la miro severamente para luego salir de la casa -
Liviana respiró aliviada de verse librada de un buen regaño por parte de su padre. El trayecto hacia la residencia Agnes fue silencioso como siempre.
-¿No has encontrado algún pretendiente? -preguntó su padre rompiendo el silencio -
-No. - responde Liviana -
-Lo imaginaba, será difícil que alguien se quiera casar contigo, solo mírate. - escupió su padre con rencor-
-No puedo atraer a nadie en solo una noche. - respondió Liviana con un nudo en la garganta-
-Cuando me interese tu opinión la pediré. - Liviana bajo la cabeza con los ojos cristalizados sintiéndose tonta-
¿Por qué su padre la odiaba tanto?
Al llegar al ducado, Liviana ya estaba más relajada aunque tenías sus mejillas rojas. Su padre no le dio importancia y la dejo sola apenas puso un pie en el salón de baile. Nuevamente Liviana estaba sola, sin compañía y rodeada de personas que no conocía. Buscaba con la mirada a Marcus pero no lo encontró y su corazón latió pero de tristeza al imaginarse a Marcus con Lady Emma.
-Liviana querida, que alegría verte. - sonrió al ver a Lady Lilian, la única que la trataba bien a parte de su nana -estas hermosa.
-Gracias Milady - respondió educadamente y regalándole una de sus sonrisas.
-¿Has visto a mi hijo Marcus? - preguntó la duquesa -
-No. - para Lady Lilian la tristeza en el rostro de Liviana no paso desaparecida, cosa que basto para que su plan diera inicio-
Arrastro a Liviana a un rincón más apartado, lo que iban a hablar nadie lo podía saber.
-¿Qué pasa Milady? - preguntó Liviana sin entender, pero la duquesa le dio una sonrisa tranquilizadora-
-Sé que estás enamorada de mi hijo. -
Liviana abrió los ojos para luego apartar la mirada con las mejillas sonrojadas--Yo no...
-Sé que tu amor hacia Marcus es sincero, y nada me haría más feliz que verte casada con mi hijo y que formaras parte de esta familia, a ciegas sé que serias una buena esposa y madre.
-Pero él no se fija en mí. -se sinceró, no tenía caso negar la verdad -
-Pero eso puede cambiar, se la forma perfecta para que seas la esposa de Marcus.
Liviana miro a Lady Lilian con el ceño fruncido. ¿Cómo haría para que Marcus se enamore de ella, cuando él ya tenía reservado su corazón para Lady Emma?
-Pero él ama a Lady Emma.
-Eso no es amor Liviana, ellos solo se sienten atraídos, pero el amor surge cuando las personas se conocen verdaderamente, cuando miras a los ojos y ves como brillan por esa persona, y créeme cuando digo que mi hijo solo siente atracción por esa joven. Amor es lo que sientes tú por él.
-¿Y cómo hará para que Marcus se enamore de mi entonces? -preguntó Liviana -
En el fondo se sentía feliz de que la duquesa apoyara su amor por su hijo y estuviera decidida a ayudarla.-Eso déjamelo a mí, solo tienes que ir al jardín, ahí estará Marcus, entabla cualquier conversación con él y luego tienes que besarlo.
-¡¿Qué?! No puedo besarlo Milady. - se negó a la petición de la duquesa, no podía obligar a Marcus que la besara a la fuerza, no quería que su primer beso fuera así-
-¿Quieres casarte con Marcus sí o no?
- Sí pero...
-Pero nada, para conseguir las cosas que quieres Liviana, muchas veces tienes que ser egoísta y pensar en ti misma. Así que lucha por lo quieres antes de terminar una batalla sin haberla empezado.
Liviana lo pensó mejor y vio que Lady Lilian tenía razón, si podía luchar por Marcus, eso haría, porque si perdía no sería por falta de intentos.
-Lo haré. - Lady Lilian sonrió al escuchar la respuesta de Liviana, le dio las instrucciones para encontrase con Marcus en el jardín como algo casual-
Salió al jardín caminando normal, como si no supiera que se encontraría con Marcus en unos segundos. Caminó hasta la hermosa fuente que tenían los duques, pensó que cuando se casara tendría una igual en su residencia.
-¿Emma? - escuchó la voz de Marcus y no pudo evitar ponerse nerviosa, pero a la vez incomoda por el nombre que él llamaba - Ah, eres tú. - la indiferencia con la que la señaló le dolió - No pensé que me harías salir hasta aquí haciéndote pasar por Lady Ashton.
Liviana frunció el ceño al escuchar tal acusación. Ella nunca lo mando a llamar y menos en nombre de Lady Emma.
-Yo no lo he mandado a buscar, y no tengo porque hacerme pasar por otra persona. Solo salí a tomar un poco de aire fresco.
-¿Y por qué no le creo Lady Johnson? - acusó nuevamente-
-Ya le dije a que no soy la responsable de que este aquí. -respondió Liviana-
-En ese caso me iré entonces. - hizo el ademan de retirarse pero liviana lo detiene tomando su brazo -
-¡Espere! - Marcus la miro alzando una ceja- ¿Por qué me odia?
Últimamente se estaba preguntando lo mismo.
-No la odio. - respondió Marcus-
-¿Entonces por qué evita hablar conmigo? -volvió a preguntar-
-Para no darle falsas esperanzas, usted es una joven buena que merece a alguien que la quiera realmente.
No entendía porque Marcus le decía eso ¿Acaso él sabía que ella...? !Nah! no puede ser. Marcus no puede saber que ella lo ama.
-¿Qué? -
-Lo que escucho Lady Johnson, si me disculpa, tengo que atender algun... - Liviana no dejo que el continuara hablando porque lo callo con sus labios-
No sabía qué hacer, solo tenía sus bocas presionadas y ambas manos en su rostro ejerciendo presión. Marcus estaba en shock, aun no tenía el control de su cuerpo para separase de la insolente joven. Solo pensó que si alguien los veía en esa situación podían confundir los hechos y crear rumores falsos, pero ya era demasiado tarde, la condesa de Agnes había cumplido su cometido, su plan había salido exitosamente.
-¡Marcus! - escuchó la voz de su padre y fue cuando la joven lo soltó, miro a su alrededor y supo que su vida se había arruinado por culpa de una tonta niña que solo estaba obsesionada con él, casi todos los invitados estaban afuera presenciando el show que estaban dando, aunque quisiera no podía negar lo que ellos vieron, sabía cómo funcionaba la sociedad - ¡¿Me puedes explicar que estás haciendo con Lady Johnson?!
-Eso está más que claro. - intervino su madre - ellos se estaban besando, señal de que ya se han estado viendo clandestinamente.
Y fue cuando entendió todo, su madre había planeado todo junto a esa tonta de la Liviana. Podía asegurar que su madre era la promotora de ese plan, ya que días antes había hablado con ellos dos para decirle que pensaba pedir la mano en matrimonio de Emma, cosa que a su madre no le agrado. Pero no estaba seguro de su teoría, no podía acusar a su madre frente a todos. Miró a la mujer a su lado que estaba roja de la vergüenza o porque aguantaba la risa de victoria. A su mente llego la imagen de su amada Emma y busco con la mirada para encontrarla con los ojos llorosos, eso le partió el corazón.
-Ya que no tienes respuesta, espero que sea un caballero y pida la mano de mi hija, como sabe esto no puede quedarse así, mi hija tiene honor y usted acaba de arruinarla ante los ojos de la sociedad. - dijo el Conde de Hamilton, padre de la mujer que acaba de arruinarle la vida en tan solo unos segundos-
-No se preocupe Johnson, mi hijo responderá por esto que acaba de suceder. Más tardar para la próxima semana su hija y mi hijo serán marido y mujer. - declaró su padre delante de todos los presentes, incluida Lady Emma. Quiso ir tras ella pero su padre no lo permitió - Asume tu responsabilidad como futuro Duque, Marcus.
Solo le quedo ver como el amor de su vida se le escapaba, de repente el enojo llego a él, miro a la Liviana, pero con puro odio. ¿Ella quería un matrimonio?, eso tendría, pero juró hacerla infeliz, ese matrimonio no sería feliz, el ya no lo era, ella tampoco lo será. Su venganza será hacer de ese matrimonio el más miserable de todos.
Así no se imaginaba las cosas, cuando la duquesa le dijo que tenía que besar a su hijo nunca paso por su cabeza lo que vendría después. Ahora se sentía culpable y tonta por caer en la trampa de la Duquesa, no quería que Marcus la odiara más por haberlo llevado a un matrimonio que no deseaba. Faltaban solo horas para ser oficialmente la esposa de Marcus, pero no se sentía feliz, porque sabía que Marcus no lo era, y porque en el fondo sabía que él no la amaba a ella.—Al fin hiciste algo bueno, pero no pensé que sería con Marcus, sí que eres ambiciosa, escoger un duque como esposo, pero debo de felicitarte. — dijo su padre riendo ——No puedo casarme con Marcus. — soltó de repente haciendo que la risa de su padre cesara. ——¿Qué dijiste? — el tono de voz del Conde cambio radicalmente——Que no puedo…—Sí te vas a casar, no soporto tenerte más aquí, y más ahora que sé que para esta noche dejaras de dormir en mi casa. —lágrimas salían de los ojos
Nerviosismo y miedo eran las palabras perfectas que describían el estado en que se encontraba Liviana. La noche más importante de su vida había llegado, no sabía cómo actuar cuando Marcus entrara a la habitación para consumar el matrimonio.¿Feliz?Claro que lo estaba, amaba a Marcus y por ende estaba feliz de que su primera vez fuera con él. Su nana le había explicado más o menos como sería el acto.Miró su ajuar y sonrió, la duquesa, su ahora suegra se había esmerado con todos los preparativos de su boda, incluido su vestido el cual era de un blanco con bordados y encajes. Y ni hablar del ajuar, era el color de la pasión, rojo como la sangre. Estaba ensimismada mirándose en el espejo, tenía que admitir que estaba preciosa, no podía quejarse tanto de su cuerpo después de todo, si, era voluminosa pero tenía curvas que podrían ser la perdición de cualquier hombre, esperaba que su esposo fuese uno de ellos.Espe
Liviana miraba su nuevo hogar, no estaba mal para ellos, era una casa enorme y con un jardín precioso, como le gusta a ella, solo faltaba su deseada fuente en medio de este. El personal que trabajaría allí la esperaba para presentarse, estaba nerviosa, no sabía cómo la recibirían, y lo más importante, no sabía cómo llevar una casa, sin duda alguna necesitaba a su nana ahí con ella.¿Dónde estaba Marcus?Se preguntó Liviana, el debería de estar ahí con ella para recibir a los empleados y entrar juntos a su nueva casa, donde vivirían juntos. Un carruaje entro a la propiedad y su corazón salto al imaginarse que ese sería Marcus. Grande fue su decepción cuando de este desciende un hombre, el cual había visto varias veces en los bailes y en su boda hablando con Marcus.—Buenos días Milady. —saluda el caballero apenas llega a Liviana tomando su mano para besarla, sí, todo un caballero, Liviana lo mira y puede notar sus ojos color miel, su cabello era castaño y al parecer
Dos meses habían pasado desde que Liviana y Marcus habían contraído matrimonio. Pero todo estaba como al principio, nada entre ellos había cambiado, por parte de Marcus, el seguía sin dirigirle la palabra a su esposa, se negaba rotundamente hasta compartir la mesa con ella, eso hacía que Liviana se consumiera por dentro, no era justo para ella todo lo que estaba pasando.—Milady. — llamó su doncella Lizzy, la cual en esos dos meses había sido su única compañía, se habían vuelto muy cercanas — Es hora, el carruaje la espera abajo.Esa noche era el baile de los vizcondes de Bolingbroke, y era por así decirlo, al primer baile que asistía desde que se había casado y no por falta de invitaciones, sino porque sabía que los aristócratas solo querían ver a la joven dama que usó el truco barato de pescar a un duque. Pero por tanta insistencia de Lady Lilian, la cual le había obsequiado un hermoso vestido azul cielo para esa noche, decidió as
Semanas después el rumor de que Lady Emma y el futuro duque de Agnes tenían encuentros clandestinos se esparció por todo Londres, pero Liviana se encontraba ajena a esos comentarios, ella vivía encerrada en su residencia, solo recibía la visita de Lady Lilian, a veces de algunos de los amigos de Marcus como Anthony y el mayor de los hermanos Williams, Lord Logan y por supuesto las de su nana, quien siempre iba a visitarla cada vez que podía, nunca dejaba de preguntar por su padre, ya que desde que se casó no lo ha vuelto a ver, y gracias a su nana supo que estaba de viaje por América, una parte de ella lo extrañaba, a pesar de todo era su padre.—¿Qué pasa Lizzy? Desde hace unos días te noto algo distraída. — preguntó Liviana mirando a su doncella preocupadamente——No es nada Milady. — respondió ella cepillando el cabello oscuro de Liviana, pero ella se giró tomado el cepillo ——No, sé que te pasa algo, tú siempre hablas cuando me estás cepillando el cabello o cuan
Tres años habían pasado desde que su esposa se había ido al campo, habían sido los mejores tres años de su vida, viviendo como quería y con quien quería. Miraba por la gran venta de su habitación, mientras que en su cama dormía una Emma desnuda después de haber pasado una noche muy movida. Durante todo este tiempo había vivido en su casa de soltero con Emma, y claro, a escondidas, aunque todos sabían de la relación que mantenían ellos dos, ya no era un secreto para nadie. Solo esperaba que su esposa atendiera a su llamado para poder anular su matrimonio.Esperó que el sol diera su primera vista y que la mañana se aclarara más para acudir a la residencia de sus padres, tenía preparada una reunión con su padre, justamente para atender los papeles que le cederían el título que le correspondía por derecho. Estaba más que feliz, sabía que obteniendo el título de Duque de Agnes, tendría derechos y libertades a unas ciertas cosas más, como por ejemplo la anulación de su matrimonio co
Liviana reía alegremente mientras hablaba con su amiga Jayne, la había conocido meses después de llegar a la residencia en el campo, Jayne William, hermana menor de los mellizos William, amigos de su esposo, se había enterado después de varios días al preguntarle por su familia, al igual que le había preguntado por qué vive en la residencia de campo de sus padres y no en la ciudad disfrutando de la temporada, y su respuesta fue: «Para no avergonzar a mis padres más de lo que ya he hecho» . Digamos que Lady Jayne había perdido su oportunidad de casarse, ya era considerada una solterona para los aristócratas.—No creo que volver a vestir con esos pesados y apretados vestidos me haga bien, ya estoy tan acostumbrada a usar estos vestidos más sencillos que la sola idea hace que el aire me falte. – dijo su amiga mirando su vestido color pastel, y sí que tenía razón, en todo el tiempo que ha estado en la residencia de campo sus vestidos han cambiados por otros más sencillos y h
Ahí estaba la respuesta que esperaba, Liviana había vuelto, y era de esperar, ella babeaba por él, y más ahora que el motivo de su regreso fue el de supuestamente darle un heredero.—Hijo, que bueno que llegaste, pensé que estarías aquí para recibir a tu esposa. — Lady Lilian actuó e hizo como si no supiese nada de la llegada de Liviana ——Es que no sabía que regresaba hoy. — respondió Marcus sin dejar mirar a su esposa, quien sonreía inocentemente –—Siento no haberte avisado antes, creí que seguramente estabas haciendo algo más importante que mi simple llegada a Londres. — respondió Liviana, Marcus levantó una de sus cejas al escuchar lo acusadoras que sonaban sus palabras ——Lo importante es que ya estás aquí. — dijo Marcus. — ¿Madre, quiere que la escolte hasta su carruaje, es que tengo algunos asuntos que hablar con mi… esposa?—¡Claro! — respondió Lady Lilian — Que