Liviana estaba lista para asistir al baile que darían los marqueses de Williston. Solo esperaba a su padre, siempre trataba de terminar temprano porque no quería que él la odiara más por retrasarse.
—Vamos —dijo su padre pasando por su lado—. No quiero escándalos por tu parte, así que compórtate como la dama que debes ser —recalcó una vez dentro del carruaje que los llevaría a la residencia Williston.
—Claro —fue lo único que respondió Liviana.
Al llegar a la residencia Williston, Liviana se sentía completamente nerviosa, solo se movía por donde su padre lo hacía, siguiéndolo como un corderito, a su alrededor solo habían damas de la más alta sociedad, bellas y esbeltas, todo lo contrario a ella, se sentía fuera de lugar, todo aquel que la miraba no le prestaba el más mínimo interés, como si no les importara su presencia. Lo último que le quedó por hacer fue sentarse en un rincón como florero a mirar a las bellas damas, jóvenes y adultas, ser invitadas a bailar por hermosos caballeros. No era esa la idea que tenía de una presentación en sociedad, en su primera temporada. Según le había dicho su nana, las jóvenes que debutaban tenían un baile en su nombre, así todos la conocerían y respetarían según el rango social y a la familia que perteneciera.
Buscaba a alguien conocido pero nada, y recordó que las únicas personas que conocía de la sociedad, eran a los duques de Agnes, que por cierto, aun no los había visto.
— ¿Liviana querida, que haces aquí en este rincón? — dio un respingo al escuchar la voz de lady Lilian, ¿cuándo habían llegado?
—No tenía nada más interesante que hacer. —Respondió Liviana aun sabiendo que sus palabras no eran ciertas.
—Bueno, ven conmigo, así te presento a algunas amigas mías. — La duquesa no dejó que Liviana hablara y la tomó de la mano jalándola hacia los pequeños círculos de mujeres, presentándolas con todas, algunas la trataron con simpatía y otras solo por mero respeto hacia la duquesa de Agnes.
— ¿Es cierto que su hijo se comprometerá con lady Ashton? , lady Lilian — preguntó una de las mujeres que integraban el círculo de conversación.
Ese comentario no le gustó a lady Lilian, todo lo contrario, no quería que su hijo se casara con esa joven, no veía nada bueno en lady Emma.
—Por supuesto que no, mi hijo no se comprometerá con lady Ashton, solo son buenos amigos. — respondió.
Liviana sintió como su corazón se calmaba al escuchar las palabras de la duquesa. Pensar que podía perder a Marcus sin siquiera intentar luchar por él le daba un sabor amargo. Buscó con la mirada al hombre de ojos azules que le robaba el sueño pero no lo encontró por el salón, y estaba segura de que Marcus había asistido porque ya lo había visto conversando con uno de sus amigos en el rato que había pasado escuchando a las mujeres que estaban a su lado.
Dejó a las damas hablando de cosas que a ella en ese momento no le interesaban para dirigirse al jardín de la residencia Williston. Quería tomar un poco de aire y a la vez librarse de esas señoras que solo hablaban de chismes. Pero no contó con ser testigo de lo que sus ojos veían, no podía ser cierto.
Cerca de la fuente ubicada en medio del jardín de la residencia se encontraba Marcus, pero lo peor fue verlo besando a lady Emma con tanta pasión que hizo que dos gruesas lágrimas rodaran por sus regordetas mejillas. Quiso evitarlo pero no pudo, ver al hombre que amaba besando a otra mujer dolía. Sin querer seguir observando más dio la espalda para entrar nuevamente al salón, en ese momento deseó nunca haber asistido a ese baile. Buscó a su padre con la mirada para suplicarle irse de ahí.
— ¿Te has dado cuenta? — Se giró para enfrentar a lady Aline, la hermana de Marcus—. ¿Viste con tus propios ojos que mi hermano nunca se fijaría en ti ?
—No entiendo de que habla —respondió Liviana.
—Claro que lo sabes, estas enamorada de mi hermano desde que lo conociste, eres muy torpe para esconder tus tontos sentimientos no correspondidos. Marcus ama a mi amiga, lady Ashton. Y es con ella con quien se casará.
Liviana estaba roja, no podía aguantar el llanto pero no quería llorar frente a la cruel hermana de Marcus, por lo que lo único que hizo fue darle la espalda e irse a buscar a su padre.
Marcus no podía estar más feliz, la mujer que ama aceptó casarse con él, no podía esperar para hacerla su esposa, Emma era perfecta ante sus ojos. Cosa en la que su madre lo contradecía constantemente, sabía que tendría que tener paciencia con su madre, porque en el fondo quería que su futura esposa y su madre se llevaran bien.
— ¿Crees que a tu madre le agrade la noticia? — preguntó lady Emma.
—Sabes que no, pero la convenceré de pedir tu mano después del baile que dará la próxima semana —respondió Marcus acariciando la mejilla de Emma —. No veo la hora de hacerte mi esposa.
—También estoy ansiosa por ser tu esposa Marcus, te amo. —con esa declaración Marcus la besó con más pasión sin saber el dolor que le provocó a la pobre de Liviana.
Lady Lilian se miraba en el espejo de su habitación pensando en lo que había escuchado de algunas mujeres en el baile de los marqueses, y no le había agradado eso, no podía permitir que su hijo pidiera la mano de esa mujer.
— ¿En qué piensas querida? —preguntó su esposo entrando a la habitación que ambos compartían.
—Durante el baile de hoy, escuche el rumor de que Marcus quiere pedir la mano de lady Ashton— respondió ella.
— ¿Y eso te tiene así? Deberías estar feliz de que nuestro hijo quiera formar una familia desde temprano, así podre cederle el título y descansar un poco.
Lady Lilian miró a su esposo sin poder creer lo que decía, Alexander no veía el error que cometería su hijo si se casaba con lady Ashton.
—Alexander, él no puede contraer matrimonio con ella, conozco a las jóvenes de su clase, no es buena para ser la futura duquesa de Agnes.
— ¿Y por qué lo dices? —Lilian se quedó callada ante la pregunta de su esposo. No podía responder a eso.
—Mejor olvidemos ese tema, solo es un rumor— respondió Lilian—. ¿Viste a lady Johnson? Estaba verdaderamente hermosa, ella si es una verdadera dama que merece encontrar un buen esposo. — Lilian sonrió al imaginarse la unión de su hijo con la hija de su mejor amiga ya fallecida.
—Pero la pobre no tendrá tanta suerte, hoy conversando con Henry me comentó que tenía que encontrar un hombre interesado en Liviana para casarla pronto porque sabía que ella no encontraría nada por sus medios.
— ¡¿Qué?! ¿Henry está loco? No puede condenar a su hija de esa forma, bastante tiene ella con recibir el odio de su propio padre, cosa que es injusto, Liviana no tiene la culpa de que Mary haya muerto.
—Se lo he dicho varia veces, pero parece no escucharme, sigue aferrado al recuerdo de Mary, según él no soporta ver a su hija, le traía demasiados recuerdos de Mary y para ser sinceros querida, Liviana es el vivo retrato de su madre cuando tenía esa edad.
—Dímelo a mí, recuerdo cuando Mary y yo nos conocimos, su tía la envió con mi padre para que pudiera encontrar esposo aquí en Londres, ella era muy tímida y casi no hablaba, tenía sus inseguridades sobre su aspecto, pero era tan buena, delicada y hermosa principalmente. Estaba enamorada de Henry pero no se atrevía a decirlo por miedo. — Lilian sonrió recordando los tiempos de su juventud con su amiga.
—Henry en cuanto la vio se enamoró, pero no lo quería admitir, era muy orgulloso para admitir que había caído ante el amor de Mary. —Su esposo reía junto a ella —. Y tú querida no te quedabas atrás, recuerdo que tuve que hacer de todo para que te fijaras en mí.
—Te hice sufrir un poquito, pero en el fondo me gustabas, solo quería que lucharas para ganarte mi amor.
—Y lo hice. Le agradezco a Dios por permitirme ser feliz al lado de la mujer que amo. — le dio un apasionado beso que Lilian respondió con igual pasión.
***
Liviana no paraba de llorar en los brazos de su nana, el recuerdo de Marcus besando a lady Ashton la atormentaba todavía. Y aún más las palabras de su hermana:
«Ellos se casaran»
—Hay mi niña, que daría yo por verte feliz y no llorando así como lo haces — dijo la señora Parker.
—Pero duele — sollozó sin poder contenerse —. Y yo lo amo con todo mi corazón nana.
-Este vestido te quedará muy hermoso mi niña. -la Sra. Parker tenía en sus manos un hermoso vestido color rojo pasión --¿No está muy escotado? - Liviana dudaba en si ponérselo o no-Esa noche los Duques de Agnes darían el baile de la temporada, el evento más esperado por la alta sociedad londinense. Liviana se sentía nerviosa y a la vez triste, porque sabía que vería a Marcus pero con la Srta. Ashton. Solo le quedaba resignarse a ver al amor de su vida ser feliz con otra mujer, eso le bastaba a ella para también serlo, de eso se trata el amor ¿no? De ver feliz a quien amas, y Liviana no tenía dudas de que ella amaba a Marcus.-Claro que no mi niña, te verás hermosa, hazme caso. - su nana insistía --Está bien. - al final cedió y su nana sonrió victoriosa -Cuando ya estuvo vestida y peinada se mir&oacut
Así no se imaginaba las cosas, cuando la duquesa le dijo que tenía que besar a su hijo nunca paso por su cabeza lo que vendría después. Ahora se sentía culpable y tonta por caer en la trampa de la Duquesa, no quería que Marcus la odiara más por haberlo llevado a un matrimonio que no deseaba. Faltaban solo horas para ser oficialmente la esposa de Marcus, pero no se sentía feliz, porque sabía que Marcus no lo era, y porque en el fondo sabía que él no la amaba a ella.—Al fin hiciste algo bueno, pero no pensé que sería con Marcus, sí que eres ambiciosa, escoger un duque como esposo, pero debo de felicitarte. — dijo su padre riendo ——No puedo casarme con Marcus. — soltó de repente haciendo que la risa de su padre cesara. ——¿Qué dijiste? — el tono de voz del Conde cambio radicalmente——Que no puedo…—Sí te vas a casar, no soporto tenerte más aquí, y más ahora que sé que para esta noche dejaras de dormir en mi casa. —lágrimas salían de los ojos
Nerviosismo y miedo eran las palabras perfectas que describían el estado en que se encontraba Liviana. La noche más importante de su vida había llegado, no sabía cómo actuar cuando Marcus entrara a la habitación para consumar el matrimonio.¿Feliz?Claro que lo estaba, amaba a Marcus y por ende estaba feliz de que su primera vez fuera con él. Su nana le había explicado más o menos como sería el acto.Miró su ajuar y sonrió, la duquesa, su ahora suegra se había esmerado con todos los preparativos de su boda, incluido su vestido el cual era de un blanco con bordados y encajes. Y ni hablar del ajuar, era el color de la pasión, rojo como la sangre. Estaba ensimismada mirándose en el espejo, tenía que admitir que estaba preciosa, no podía quejarse tanto de su cuerpo después de todo, si, era voluminosa pero tenía curvas que podrían ser la perdición de cualquier hombre, esperaba que su esposo fuese uno de ellos.Espe
Liviana miraba su nuevo hogar, no estaba mal para ellos, era una casa enorme y con un jardín precioso, como le gusta a ella, solo faltaba su deseada fuente en medio de este. El personal que trabajaría allí la esperaba para presentarse, estaba nerviosa, no sabía cómo la recibirían, y lo más importante, no sabía cómo llevar una casa, sin duda alguna necesitaba a su nana ahí con ella.¿Dónde estaba Marcus?Se preguntó Liviana, el debería de estar ahí con ella para recibir a los empleados y entrar juntos a su nueva casa, donde vivirían juntos. Un carruaje entro a la propiedad y su corazón salto al imaginarse que ese sería Marcus. Grande fue su decepción cuando de este desciende un hombre, el cual había visto varias veces en los bailes y en su boda hablando con Marcus.—Buenos días Milady. —saluda el caballero apenas llega a Liviana tomando su mano para besarla, sí, todo un caballero, Liviana lo mira y puede notar sus ojos color miel, su cabello era castaño y al parecer
Dos meses habían pasado desde que Liviana y Marcus habían contraído matrimonio. Pero todo estaba como al principio, nada entre ellos había cambiado, por parte de Marcus, el seguía sin dirigirle la palabra a su esposa, se negaba rotundamente hasta compartir la mesa con ella, eso hacía que Liviana se consumiera por dentro, no era justo para ella todo lo que estaba pasando.—Milady. — llamó su doncella Lizzy, la cual en esos dos meses había sido su única compañía, se habían vuelto muy cercanas — Es hora, el carruaje la espera abajo.Esa noche era el baile de los vizcondes de Bolingbroke, y era por así decirlo, al primer baile que asistía desde que se había casado y no por falta de invitaciones, sino porque sabía que los aristócratas solo querían ver a la joven dama que usó el truco barato de pescar a un duque. Pero por tanta insistencia de Lady Lilian, la cual le había obsequiado un hermoso vestido azul cielo para esa noche, decidió as
Semanas después el rumor de que Lady Emma y el futuro duque de Agnes tenían encuentros clandestinos se esparció por todo Londres, pero Liviana se encontraba ajena a esos comentarios, ella vivía encerrada en su residencia, solo recibía la visita de Lady Lilian, a veces de algunos de los amigos de Marcus como Anthony y el mayor de los hermanos Williams, Lord Logan y por supuesto las de su nana, quien siempre iba a visitarla cada vez que podía, nunca dejaba de preguntar por su padre, ya que desde que se casó no lo ha vuelto a ver, y gracias a su nana supo que estaba de viaje por América, una parte de ella lo extrañaba, a pesar de todo era su padre.—¿Qué pasa Lizzy? Desde hace unos días te noto algo distraída. — preguntó Liviana mirando a su doncella preocupadamente——No es nada Milady. — respondió ella cepillando el cabello oscuro de Liviana, pero ella se giró tomado el cepillo ——No, sé que te pasa algo, tú siempre hablas cuando me estás cepillando el cabello o cuan
Tres años habían pasado desde que su esposa se había ido al campo, habían sido los mejores tres años de su vida, viviendo como quería y con quien quería. Miraba por la gran venta de su habitación, mientras que en su cama dormía una Emma desnuda después de haber pasado una noche muy movida. Durante todo este tiempo había vivido en su casa de soltero con Emma, y claro, a escondidas, aunque todos sabían de la relación que mantenían ellos dos, ya no era un secreto para nadie. Solo esperaba que su esposa atendiera a su llamado para poder anular su matrimonio.Esperó que el sol diera su primera vista y que la mañana se aclarara más para acudir a la residencia de sus padres, tenía preparada una reunión con su padre, justamente para atender los papeles que le cederían el título que le correspondía por derecho. Estaba más que feliz, sabía que obteniendo el título de Duque de Agnes, tendría derechos y libertades a unas ciertas cosas más, como por ejemplo la anulación de su matrimonio co
Liviana reía alegremente mientras hablaba con su amiga Jayne, la había conocido meses después de llegar a la residencia en el campo, Jayne William, hermana menor de los mellizos William, amigos de su esposo, se había enterado después de varios días al preguntarle por su familia, al igual que le había preguntado por qué vive en la residencia de campo de sus padres y no en la ciudad disfrutando de la temporada, y su respuesta fue: «Para no avergonzar a mis padres más de lo que ya he hecho» . Digamos que Lady Jayne había perdido su oportunidad de casarse, ya era considerada una solterona para los aristócratas.—No creo que volver a vestir con esos pesados y apretados vestidos me haga bien, ya estoy tan acostumbrada a usar estos vestidos más sencillos que la sola idea hace que el aire me falte. – dijo su amiga mirando su vestido color pastel, y sí que tenía razón, en todo el tiempo que ha estado en la residencia de campo sus vestidos han cambiados por otros más sencillos y h