Capitulo 2


●Eric:

Hoy, después de muchos días de preparación, por fin llegaría la primera de las chicas; todas llegarán hoy, pero la que primera que llegaría era la más importante...Ximena, creo...no puse mucha atención a los nombres. Ahora se estarán preguntando porque es la más importante...bueno, ella será la novia de mi hijo mayor, el que es el siguiente en mi trabajo, quien se convertirá en mi mano derecha.

Después de una extensa búsqueda quedo que ella era la indicada para él, algo así de que era muy inteligente y dedicada, no tengo idea pero tampoco es que me importe mucho...solo quiero que ellas no arruinen mi trabajo. 

Llegó...y sí..si se llamaba Ximena. Venía dormida, así que se la llevaron a una habitación donde, después de que se despertará, la arreglarían para hablar conmigo. Sí...la habitación en donde se encontraba iba a ser su habitación, pero antes de todo eso la moverán a otra habitación donde se encontrará con las otras 9 chicas. Me asegure de que todas fueran lindas, todas tenían rasgos que las hacían ver perfectas, solo espero que eso no me cause problemas.

—Y...¿está lista? —pregunte a la sirvienta que le asigne a Ximena.

—Si, ya esta lista...y también ya esta en la habitación de abajo. —me contesto, eso me traía tranquilidad, todo estaba saliendo bien

—Perfecto, ya puede retirarse. —le digo mientras regresaba a ver sobre un trabajo en mi computadora.

—Con permiso. —respondió amablemente.

Todo que esta saliendo perfecto, primero las chicas se conocerán, entre ellas se llenarán de miedo y después hablaré con Ximena. A ella le diría lo que haríamos con ellas y lo que ellas tendrían que hacer. Ella se convertirá en la líder de las chicas; tendrán que memorizar todos los códigos que tenemos aquí, aprenderá a manejar ciertas armas y será la mejor en defensa personal. 

Todas aprenderán de defensa personal y primeros auxilios...¿por qué? Eso les servirá para cuidarse en caso de algún accidente. Es importante que sepan eso, pues en cualquier momento pueden atacarnos.

●Ximena:

Llevo aquí un buen rato, cuando derrepente llegaron 2 chicas. Me veian muy triste.

—¡Y no llores! ¡Tienen que estar arreglada para ahorita! —dijo uno de los hombres a una de la chicas.

Solo vi como ambas intentaban aguantarse las lágrimas; una era castaña y la otra pelirroja y por como estaban decidí acercarme a ellas.

—Oigan...tranquilas, todo va a estar bien...vamos a salir de donde quiera que estemos. —les dije. No sabía si había alguna posibilidad de salir pero tenía que darles esperanzas.

Nosotras solo nos abrazamos y nos presentamos. Poco a poco iban llegando las demás...en total eramos diez. ¿Por qué quieren a diez niñas inocentes? Poco a poco todas estaban más tranquilas, solo esperábamos el momento de salir para saber donde estábamos y el porqué. 

Derrepente llegaron dos hombres. Altos, morenos, vestidos de negro y si les soy sincera, me dan miedo. Pensé que por fin nos sacarían a todas, pero sus palabras me asustaron, sentí escalofríos cuando pronunció esas palabras...

—¿¡Quién es Ximena!? —me estaban buscando, me querían a mí, ¿cómo sabían mi nombre? Lo único que hice fue ponerme de pie, sentía como mis piernas me temblaban. Ellos se dirigieron hacía mí, uno de los hombres puso su mano en mis espalda y pronunció unas palabras.

—Vamos señorita, la esperan. —Fue lo único que dijo. Lo único que quería saber es quien me esperaba pero no tenia suficiente valor para preguntar haci que solo obedecí.

Otra vez salí de esa habitación, pero esta vez me dirigía a otro lado. 


Escuche una voz, era una voz ronca y se escuchaba de un hombre mayor...a estas alturas no sabia que podía pasarme. Cuando entre acerté, era un hombre mayor y a los lados habían dos hombres con pistolas...sí...estaba muerta. Esos pensamientos eran abrumadores, pero ese pensamiento irónico hizo que me pusiera feliz unos micro segundos. Tenía que verle el lado positivo, apesar de el momento en el que me encontraba.

—Ven sientate. —Dijo el señor, yo solo obedecí.— ¿Sabes que estás haciendo aquí o dónde estas?

—No. —Fue lo único que dije, sabía que tal vez me lo diría.

—Bien, mi nombre es Eric y soy encargado de una de las mafias más importante y peligrosas del mundo. —Y sí, lo dijo con una tranquilidad impresionante, encargado de una de las mafias.

—Si..Mmm..lo dice como si eso respondiera el porque estoy aquí. —Dije con una valentía que nosé de donde diablos la saque.

—Mmm con que muy valiente. —rió— Bien, quieres saber que haces aquí...te lo diré. —me dijo con una sonrisa por como le respondí y yo le correspondí con una. Por fin obtendría respuestas.— Bien por donde puedo empiezar...

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