Secuestrada Por Un Mafioso
Secuestrada Por Un Mafioso
Por: Ximena
Capitulo 1

●Ximena:

Ayer fue mi cumple, cumplí mis 18 añitos. Fue una gran fiesta, así que hoy tocaba limpiar. Después de terminar mi mamá me pidió que sacará las bolsas de b****a, y así lo hice. Ellos se encontraban cada uno en sus cuartos. Yo salí con las bolsas de b****a cuando sentí la sensación de que alguien me observaba. No le tome importancia y volví a entrar por las últimas bolsas de b****a, pero esta vez senti que alguien se acercaba.

—Hola preciosa. —dijo un hombre mayor, de unos 35 años, tenía una barba negra y en las puntas de ella se tornaban blanca.

—¿Quién eres tú? —pregunte muy nerviosa, sentí como mis piernas temblaban pues otro hombre se acercaba. Nadie estaba pasando por ahí, mi familia no me escucharía gritar, así que eso era inútil.

—Eso no te importa niñita. —Yo seguía pensando que haría, pero mis pensamientos fueron interrumpidos cuando sentí un pañuelo en mi nariz, uno de los hombres me ponía el pañuelo mientras que el otro me sostenía con un fuerte agarre para que yo no me fuera. Poco a poco fui cayendo, me sentía débil, pero no me había desmayado por completo, no todavía.

Con la poca fuerza que me quedaba, pude alzar mi cabeza para ver como un camioneta negra se acercaba a nosotros. Uno de los hombres me cargo y me metió en ella. Al entrar caí rendida en el asiento, solo pude escuchar como uno de los hombres hablaba por teléfono.

Llamada

—Si Jefe, ya la tengo.—

—Si señor, nadie se dio cuenta.—

—Ya nos estamos dirigiendo hacia allá.—

—Si Jefe, allá nos vemos.—

Fin de llamada.

No pude más, solo sentí como poco a poco mis ojos se cerraban, como mi cuerpo caía por completo en el asiento. No sabía a donde me dirigía, ni sabia el porqué yo, no sabia que me harian. Solo sabia algo...tenía que ser fuerte.

Desperté pero me hice la dormida, sentí como la camioneta se detuvo, los hombres salieron de ella y uno de ellos me cargo, no sabia a donde me llevaba, solo me hice la que estaba en un sueño profundo.

Estos idiotas deberían de revisar mejor que la persona de verdad este dormida. Sentí como me acostaron en una cama. Escuche la puerta cerrarse, y solo para asegurarme, seguí haciéndome la dormida por unos minutos. 

Una vez que me asegure de que estaba sola, abrí lentamente los ojos. Estaba en una cuarto pequeño; no entendía que estaba haciendo ahí o quienes eran esos hombres. 

Fue cuestión de varios minutos cuando una señora entro, parecía una sirvienta.

—Hola señorita, que bueno que ya despertó. —me dijo de una manera muy amable, me puse nerviosa, ¿quien era ella y que estaba haciendo ahí? Yo solo seguían sentada en la cama con muchas preguntas en mi cabeza.

—¿Quién es usted? —pregunte nerviosa, pero necesitaba respuestas.

—Discúlpa mis modales, soy tu nueva sirvienta y yo me encargaré de ti. —cuando dijo eso me paralice, ¿sirvienta? ¿Cómo que una sirvienta? ¿Por qué?

—¿Mi sirvienta? —pregunte confundida, y se que mi cara lo demostraba. Ella solo me miró y me sonrió.

—Ven vamos..tengo que prepararte. —la forma en la que me hablaba me traía paz, me sentía tranquila.

—¿Prepararme? ¿Prepararme para que? —le pregunte confundida.

Ella no respondió, solo entro al baño y me preparo la tina, cuando entre y mi piel toco el agua, se sintió muy bien; el agua estaba caliente, pero no hirviendo. Al salir me envolví en una bata; ella ya me había preparado mi ropa, me pidió que me vistiera, yo solo obedecí. 

Era un lindo vestido, con los hombros descubiertos, la falda iniciaba desde mi cintura, era algo apretado lo que hacía que me resaltarán mis curvas. La falda llegaba hasta un poco arriba de mis rodillas; no suelo usar muchos vestidos pero apesar de eso, me gustó como me quedo este. 

Solo había un pequeño problema...¿Por qué me estaba alistando?

Empezó a peinarme, un peinado sencillo, unas hermosas trenzas a los lados sin agarrar todo mi cabello, dejando que la mayoría de mi cabello estuviera suelto. Hizo unas pequeñas ondas y después empezó a maquillarme, me hizo un maquillaje natural, y eso me encantaba pues casi no me gusta el maquillaje. 

—Bien, ya estás lista. —me dijo con una sonrisa en su cara.

—¿Ya me va a decir el porque me estaba alistando? —pregunte, no se me ocurría el porqué ella me alistaba.

—Lo siento, no puedo decirte pero pronto lo sabrás, solo tienes que esperar a que las demás terminen de alistarse. Mientras te llevare a otra habitación. —dijo con una tranquilidad impresionante, como que las demás, otra habitación?

—¿Las demás? —pregunte con curiosidad.

—Si, después las conocerás, mientras te llevare a la habitación. —me dijo, yo solo obedecí, por primera vez salí de esa habitación.

La casa era muy hermosa y se veía muy lujosa, con cada paso que dabas veías algo increible; es muy grande y estoy completamente segura de que si yo camino sola por toda la casa me perdería. ¿Pero que estaba haciendo yo ahí?

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