Prisionera De Un Magnate
Prisionera De Un Magnate
Por: Edith HG
Capitulo 1

─Es inaceptable su comportamiento señorita Guerrero, todos los maestros tienen quejas de usted, sus compañeras siempre terminan en la enfermería porque usted les hace algo...

─Ellas se lo buscan ─la interrumpo para aclarar mi punto de vista, me enoja que mi superior sólo apoye a esas niñas de papi.

─Pero no es motivo para iniciar una pelea, no es la única vez que ha hecho esto, son 7 personas que se han ido de esta escuela porque usted, no se sabe comportar. No podemos seguir con esta situación, ya ha perdido todas sus oportunidades, entiendo que este harta de nuestro orfanato, pero nosotros ya no nos podemos hacer cargo de usted.

─Me van a quitar el apoyo que me ofrecieron ─digo resignada y molesta ya que no aguantan nada, solo fue una inofensiva broma, pelea o lo que sea.

─Lo siento mucho Tamara, pero ya no podemos hacer nada, buscamos soluciones, pero no encontramos ─ni ella se lo cree, si hubiera buscado soluciones, justo ahora estaría en un orfanato de Dubái o casada con Timothée Chalamet.

─Yo tengo una, porque no simplemente me dan la herencia de mis padres, ya soy mayor de edad y ellos ya no están desde hace años.

─Sabes muy bien que esa herencia se te entregara hasta que cumplas 22 años, tus padres así lo quisieron y así se hará.

─¿Y dónde estaré ahora? ─le pregunto, aunque me correrá de este orfanato, conozco a mi superior y sé que no es capaz de dejarme en la calle.

─Una familia cuidará de ti ─se coloca unos lentes de maldita bruja y toma unos papeles los cuales revisa uno por uno.

─Yo no quiero estar con ninguna familia, las familias sólo tienes reglas tontas y si no cumplo las reglas aquí, mucho menos en una casa en la cual no quiero estar ─subo las piernas al escritorio de la superior y ella me da una mirada de advertencia.

─No tienes otra opción, es quedarte con esa familia hasta los 22 o te casas y que tu esposo se encargue de ti ─bajo los pies de la mesa y me levanto en un movimiento rápido.

─¡Que buena idea! No lo había pensado antes. Bueno iré en busca de un esposo, cuídate y gracias por la idea ─la cara de mi superior es épica, merecedora de una foto, pero mi Nokia no me sirve para esta situación.

Le mando un beso al aire para después salir corriendo hacia la salida de la escuela. Para ser sincera estaba esperando el día en que terminará la preparatoria para irme, pero ya que me expulsaron no tengo nada que hacer aquí.

Voy a la casa de mi mejor amiga Ariana ya que no se a donde más ir, aparte quedamos en ir a festejar que es mayor de edad, claro que sus padres le dieron permiso y yo tenía pensado en escaparme, pero ya que no tengo casa pues no es necesario escapar de la calle. 

Una vez afuera de su casa toco una campana que tienen en su casa, escucho que Ariadna me grita que ya casi sale, pero cuando me ve se encuentra con la sorpresa de que aún no me he cambiado.

─¿Por qué aún no estás lista? Pensé que iríamos a comer para después ir por Alejandra y Tadeo.

─Lo sé, pero tuve un problema con la superior y ahora no tengo donde vivir.

─¡¿Qué?! ¿Y ahora qué hiciste Tamara?

─Pues realmente nada ─le digo restándole importancia, pero al ver su mirada decido contarle ─. Ocasione una pelea entre profesores y alumnos para así yo poder pelearme con la maldita presumida de Mariana. Y cuando me atraparon, me dijeron que ya no se podían hacer cargo de mí y que me iría con una familia hasta los 22 años a lo que yo me rehusó hacer así que ahora me tengo que conseguir un esposo para que así el cuide de mí.

─Estás bien estúpida mujer, te puedes quedar aquí mientras resuelves ese problema ─me dice negando con la cabeza y evitando soltar una risa.

─Gracias, pero te aseguro que hoy lo resuelvo todo.

─Como sea, ahora pasa y ve a arreglarte ─le sonrió y paso a su casa, por lo general, su casa está sola a estas horas por lo que no me da tanta pena pasar.

Mientras me arreglo, Ariana me cuenta como le va su relación con Tadeo, ellos se conocieron desde la secundaria y fueron novios, pero después terminaron y no se volvieron a ver hasta hace unos meses. 

Una vez ya lista me veo en el espejo y estoy perfecta, me puse un vestido blanco liso y unos tacones rojos, de accesorios sólo me puse unos aretes y una cartera de color rojo, el pelo lo dejé suelto con ondulaciones y por últimos el maquillaje lo dejé algo natural a excepción de mis labios que los pinté con un rojo para que así el color verde de mis ojos resalte.

Cuando estamos listas las dos nos vamos en el auto de Ariana a una plaza donde quedamos de encontrarnos con Alejandra y Tadeo. El camino es un poco largo pues donde vive ella está retirado de la ciudad, pero con la plática no se nos hizo tan largo. 

Mientras Ariana se estaciona yo veo mi maquillaje y está bien, no se arruinó con el calor. Nos bajamos y empezamos a caminar por la plaza en busca de nuestros amigos.

─Es una lástima que ya estés viejita como yo, pero es bueno saber que ya no tendremos que sobornar al guardia.

─Oye, por cierto, ¿Qué tal estuvo esa noche con él?  ─me pregunta algo intrigada la atrevida de mi mejor amiga.

─Me sorprendió, puede que el este grande pero tu amigo no lo está ─le cuento el dato revelador que descubrí esa noche.

─Que bueno que lo dices ─dice y me huele a que pensó en acostarse con él.

─Te recuerdo que tú tienes novio ─le doy un zape para que ni se le ocurra.

─Que tal que terminamos hoy ─se soba la cabeza del golpe que le di.

─No lo creo, se aman mucho ─ya no opinamos nada porque vemos que Tadeo viene hacia nosotras.

─Chicas por fin llegan, llevamos aquí una hora, nosotros ya comimos sólo faltan ustedes.

─Me declaro culpable ─le digo levantando las manos. Nos sentamos y saludamos a Alejandra, mientras que llega nuestra comida que nos pidieron ellos.

─¿Por qué se tardaron tanto? ─nos pregunta Alejandra mientras se retoca su maquillaje.

─Tuve una plática muy larga con la superior, el chiste es que me expulsaron y ya no me tengo que preocupar por comportarme en esa escuela, buscaré otra y terminaré mis estudios ahí para después irme lejos a una universidad.

Después de tantas bromas y pláticas decidimos que era hora de irnos, ya eran las 8 pm, una buena hora para llegar y apartar buena mesa. Ariana se va en el auto de Tadeo y yo me llevo el de ella y me voy junto a Alejandra.

En el camino compramos cerveza para ir empezando la fiesta, si lo sé, no es muy responsable de mi parte, pero aun así lo haré.

El resto del camino cantamos como locas y bailamos como pudimos en el auto, está canción valía la pena, aunque tal vez me aparecería un moretón en el brazo ya que me emocioné mucho y me di un pellizco con el vidrio, no sé como pero dolió mucho.

─Por fin llegamos, ya necesitaba bailar y tomar mucho ─dice Alejandra emocionada de que por fin, después de mucho tiempo, podremos disfrutar.

─Y no se te olvide el chico que quiere sexo, hace mucho que no tengo eso, yo creo que ya hasta parezco virgen.

─No me digas que desde la última vez que vinimos no te has acostado con alguien.

─Tampoco no exageres, pero hace algunos mese que no sucede nada ya que la superior me separo de todos los hombres que van a la escuela.

─Aún no superó que te vio con ese chico en el baño ─se empieza a reír como loca al recordar la vez que le platique lo que paso.

─Estoy segura que la palo con nalgas plásticas me acusó ─es que de solo recordar a esa maldita perra falsa me da coraje.

─Sin duda alguna, que bueno que se largó a Arabia Saudita donde la tratarán como puta por esas nalgas asquerosas y falsas.

─Lástima que no podremos ver esas escenas.

─Te imaginas que ella este corriendo y que se caiga de nalgas y en eso que se le truenen.

─O que un perro llegue y la muerda en sus plásticos.

Mientras nos seguimos imaginando escenas de la palo con nalgas plásticas nos encaminamos a la entrada y le damos nuestras identificaciones al guardia para así poder entrar y escuchar música a todo volumen, esto será genial, ya me vi toda la noche.

Buscamos una mesa y esperamos a que lleguen los tórtolos, a pesar de que nosotras nos paramos un buen rato ellos aún no llegaban. 

Le pedimos al camarero una botella de tequila porque si nos vamos a emborrachar hay que empezar un poco fuerte. 

Pasa un buen rato cuando por fin llegan estos dos, inmediatamente Alejandra y yo nos empezamos a secretear cosas sobre qué es lo que estarían haciendo, no es normal que se tardarán tanto.

─Oye Ariana, de casualidad no te atoraste en el camino, digo supongo que había mucho tráfico ─le dijo Alejandra y ella al darse cuenta de lo que se refería prefirió voltear a otro lado─. Te dije que Tadeo tenía buen miembro.

Nosotros seguimos platicando de tonterías, pero de repente sentí que alguien me miraba, aunque no vi a nadie, de seguro estoy mal y ya estoy loca, lo cual es una decepción ya que, por lo general, ocupo más de dos botellas de tequila para realmente perder el control de mí.

Como ya habíamos tomado dentro lo que cabe mucho, mejor fuimos a bailar ya nos estábamos aburriendo y eso no es digno de una noche de fiesta. 

Y así es como la fiesta duró para nosotros o por lo menos para ellos porque después de un rato decidieron irse ya que tenían una fiesta mañana con la familia, bueno según ellos y yo por lo visto yo también estaba invitada, pero decidí quedarme un poco, aún no conseguía con quien pasar la noche y no sería justo ya que los tórtolos ya lo tuvieron y Alejandra desapareció hace una hora.

─Por favor ya no tomes tanto y llega temprano a casa, yo me llevaré tus cosas por si acaso ─me dice Ariana dándome una plática como si fuera mi mamá sobre no tomar demasiado, llegar a casa y muchas cosas más.

─Está bien, sólo tengo que conseguirme a un Sugar Daddy para ser feliz y después me voy a casa por mis cosas.

─¿Sigues con la loca idea de conseguirte un esposo?

─Si, pero ahora lo quiero viejito para en unos años ser una viuda millonaria.

─Y así nos podremos ir a Corea y Rusia por nuestros novios.

─Claro que si ─nos despedimos y ahora que estoy sola no veo la necesidad de quedarme en la mesa así que me dirijo a la barra para continuar con mi desgracia de vida, bueno no, sólo esperaré con quien pasar un rato y después me iré a casa de Ariana a lamentar mi vida.

No creo que consiga un esposo en un antro, si tan solo supiera de una persona que lo logro no perdería la esperanza, pero la triste realidad es esta y la vida no es tan fácil como lo hacen ver en las películas.

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo