4_primer trabajo

Derrepente el auto frena en la entrada de una casa muy elegante y moderna. Apaga el motor y nos dispusimos a bajar,abrió un portón color blanco de madera que daba camino a un hermoso pasillo ,su centro era de piedras blancas y mucho verde y plantas al rededor,caminamos por esa  entrada que daba a una casita pequeña ,entramos y la cruzamos esa era apenas una parte de la casa,nos acercamos al final de esa hacia  una puerta que al abrirla da a otra casa enorme.

Bueno mi primer día de trabajo empieza,a los once años una no sabe hacer muchas cosas del hogar pero a mí maestra parecía no importarle mucho eso,ni siquiera le importó mi edad.

Me lleva al fondo del patio donde había un garagem que lo usaba de lavadero,era muy grande parecía un departamento más. Allí se encontraba una silla de plástico,de esas como las que hay enlos bares,en ella varias prendas de ropa para planchar,había una tabla de planchar ropa y todo lo que se usa para planchar y perfumar la ropa. Esa se gira a mi con una sonrisa de oreja a oreja y dice...:

-¿ Y bien?¿cuánto crees que me cobras por planchar y limpiarme la casa?

Yo suspiré y me lo pensé,no era mucha ropa así que estaría biem lo que tenía en mente la miro y contesto:

-  Diez pesos. 

Esta me mira con más sonrisa que antes y me repite.:

- Muy bien,solo recuerda que es lo que te voy a dar cada vez que vengas,sin importar cantidad de horas u ropa.¿Estamos de acuerdo?

Yo asentí,me parecía un buen precio más allá de que fuera más o menos que hacer.

Al cabo de una hora planche y guarde toda la ropa,transpire como esclava hacia mucho calor y no había ventilación en mi zona de trabajo. En esa habían dos puertas que daban a dos habitaciones más;esas eran de sus hijos. Leonardo de 13 años y Vinicius.

Leonardo era alto y delgado,sus ojos verdes oscuros,hermosos ojos,su cabellera rubia,lacia y largo hasta los hombros y Vinicius tenia  veintidós muy buen cuerpo,musculoso manos grandes,pelo largo castaño claro ondulado casi rulos pasando los hombros,sus ojos eran color café,ambos eran muy bellos.

Leonardo era  muy amable y sociable ya Vinicius era callado,me miraba muy, muy fijo y serio diría yo que casi mal,o tan solo me miraba fijo a los ojos que me intimidada; nunca me saludaba con palabras solo alsaba su mano.

Termino todo,aviso a mi maestra,esa chequea que todo estaba bien y me paga lo acordado. Yo muy feliz me despido,esa me acompaña a la salida y me despide.

-Adiós  Azul.

-Adiós Mirella.

Así se llama mí maestra porque no le gusta que le traten de maestra o usted y mucho menos señora cuando está afuera de la escuela.

-Hasta mañana,no olvides que mañana no puedo traerte así que te esperaré acá.

Me contesta ella y yo asiento con mí cabeza y sigo mí camino hacia la escuela.El camino de su casa a la escuela eran de 12 kilómetros,eran las tres de la tarde y el sol estába muy fuerte,no cocía muchos las calles pero presté mucha atención cuando veníamos en auto y el camino era todo derecho por esas largas, larguísimas cuadras.

Camine a paso tan lento y escondiendome del sol radiante; cuando llego a la escuela ya eran pasada las ocho de la noche,estaba exausta y no podía entrar a la escuela a esa hora y mucho menos por la puerta principal. Suspiré pesadamente y empecé mí recorrido por las oscuras manzanas hasta llegar por un pasillo que se adentraba en un campito y salía justo la paredón  de la parte de atrás de la escuela. Ese tenía faltante de ladrillos así que era muy fácil trepar esos increíbles cuatro metros de altura. Baje de la misma manera a la cual subí. Me senté en el suelo apoyando mis pies en la pared de la escuela y mí espalda y cabeza acontra el paredón,respire tranquila y me quedé dormida,o desmayada aún no lo sé,pero si se que estaba agotada.

Me despertó el casero de la escuela con cara de preocupación y apuntandome con su linterna,ya que ese caminaba por los pasillos y patios cada cuatro horas para revisar que todo estaba en orden.

-¿Que haces aquí niña?(_Me pregunta frunciendo el seño. -Pensé que ya estabas en tu escondite!

-No,hoy fui a trabajar en casa maestra Mirella y el camino de regreso era muy lejos a pie,creo que me cansé tanto que desmaye aquí mismo.

Le sonrió y ese me estira una mano ayudándome a pararme.

-Ven, te traeré un vaso de leche y una manzana. De seguro no has comido hoy ya que no te vi en el comedor.

Le sonrió alegre ya que no comí nada hoy,ni siquiera pude almorzar ya que mí maestra me esperaba en la salida, aún que ya estoy acostumbrada a comer muy poco hay veces que no me hace falta en verdad no me da hambre seguido.

Me despierto temprano como todas las mañanas ,veo los 10 pesos en mí cuaderno y lo decido guardar en la plantilla de mis zapatillas,me dirijo a mí escondite de todos los días a esperar los timbres para ingresar a desayunar. El día pasa volando,termina el horario escolar ,paso por el comedor y manoteo  dos panes y una banana para el largo camino al trabajo. Camino pesada pero a la vez apurada,el sol está muy arriba y fácil deben de hacer 38 grados. 

No tarde tanto en una hora y media ya estaba golpeando la puerta de entrada a la casa de Mirella.

Esa me abre con una sonrisa y me acompaña a mí lugar al fondo.

- Hoy no limpiaras,preciso que planches ya que lo has echo muy bien. Esa se da la vuelta y se va.

Al girarme mí cara fue de asombro, pánico mi corazón papitaba tan acelerado y tan fuerte,que pensé que se salía por mi pecho. Tenía ropa para planchar al igual que el día anterior,pero eran cuatro silla. Cuatro malditas sillas,que se desbordaban de ropa de toda clase,y encima por el mismo precio. Recordé la aclaración que me hizo ayer y me dieron terribles ganas de llorar.

Respire muy ondo y me recordé mentalmente que yo ya no lloraba  y no mostraba debilidad hacia a los demás. Me acerqué y me puse a trabajar. Pasaban las horas,los minutos y los segundos y parecía que jamás hiba a terminar,Mirella nunca se asomó a saber si precisaba algo,su hijo menor a cada trenta minutos me traía un vaso con agua fresca que se lo agradecía con una enorme sonrisa. Las horas pasaban y cuando termine esas quince pilas de roba,no podía estirar mis brazo,ya que esos me dolían de estar horas en la misma posición. Respire hondo y pesado, cuando salgo afuera ya era de noche,el pánico se apoderó de mí,tenía que regresar caminando de noche y todas esas cuadras.

Trato de relajarme y camino hasta casa mi maestra para informarle que ya termine, golpeó y escucho un : 

-Pase.

-Mirella,termine mi labor de hoy.

Esa agarra su monedero,me paga y me acompaña a la puerta.

-Mañana tengo reunión de maestros,así que no te precisó, te aviso cuando.

-Bueno.  

Fue lo único que me salió por el agotamiento,camine unas seis cuadras y me senté agotada .

"Vaya trabajo esclavo" me lo pensé. Estuve tantas horas parada el día de hoy que dolía hasta respirar.descanse unos diez minutos y arranque mi camino rumbo a la escuela. Dios estaba molida.

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