CAPÍTULO 03

"Ayuda, salven al rubio"

— Bien, ya hice lo que querías Zo y estoy en el equipo, ahora vamos a casa que apesto — comente al apenas ver a mi hermana quien brincaba de alegría por formar parte de las porristas.

— No seas aburrido, —hizo puchero— vamos a disfrutar que esto no es todos los días. — Rodé los ojos y me encamine a la salida mientras ella se despedía.

Note que ese chico Fredd trataba de encender su moto, lo deje pasar hasta que escuche el pitido de un carro que por lo visto el chico no escucho por los audífonos.

Grite que se quitara del medio pero ni si quiera me miraba, así que sin más corrí hasta él.

Todo paso como en cámara lenta, salte sobre el chico, dimos vueltas en el suelo y vi como el auto se llevó la motocicleta por delante sin pararse.

— ¿¡Pero qué coño, es que no vez!? — el chico me miraba sorprendido, y asustado, era algo normal luego del susto que pasamos.

— Lo... siento — apenas pudo comentar ya que tartamudeaba y empezaba a temblar.

Hice un esfuerzo sobre humano de mis pensamientos jalándolo y dándole un abrazo a el cual este se quedó de piedra para luego levantarse y darme las gracias más de mil veces.

— No hay de que, enserio. — Comente sin ganas ya que me estaba cansando su estupidez.

— Te lo voy a pagar lo prometo. — Dijo, y salió corriendo a recoger lo poco que quedo de su moto para sacarle del camino y llamar a no sé quién por el teléfono.

Me levante y limpie, dirigiéndome al auto donde ya se encontraba dentro Zoe con su música a todo volumen.

— ¿Dónde estabas? — bajo un poco el volumen y me miro atenta.

— Casi atropellan a un chico y digamos que yo lo salve al arrojarme sobre este y quitarlo, — abrió la boca en una perfecta 'O ' y arranque el auto, lo último que quería era seguir en este instituto con mi exquisito aroma de animal muerto.

— Cariño, eres todo un héroe. — Comento mi madre a punto de dejarme sin respirar por su abrazo.

— Ya veo que Zoe no se guarda nada, — bufo.

Me sirve un plato de papitas llenas de queso y un envase con nutella, lo que me deja sorprendido

— ¿Y esto? — me mira sonriendo.

— Es mientras esta lista la comida, todo héroe necesita una recompensa, — y se marchó a la cocina dejándome con mi recompensa y la televisión solo para mí.

Nota mental: Debo volverme Batman y seguir salvando personas a cambio de Nutella y papas con queso, quizás no me vea nada mal si salgo por allí con una sábana negra y ponga mi mp3 como música de fondo.

—Hoy le partí la nariz a alguien, —asiento, y luego escupo lo que me encontraba comiendo.

—¿Que tú qué? —Mi hermana poso una enorme sonrisa y siguió comiendo su zanahoria.

—Le partí la nariz a una chica, que me estaba diciendo gorda hipopótamo, —alzo una ceja y la miro de arriba hasta abajo ¿Gorda? Si hasta ahora que lo noto ella tiene un cuerpo bien formado es más diría que esta envidiable.

—¿Y por eso le diste en la nariz?

—Pues, sí. Quería darle en la boca o el ojo pero mi puntería no fue muy buena y termine dándole allí. —La observo hablar de lo más tranquila mientras yo lo veo como algo del otro mundo.

—¿De qué curso es?

—Creo que... El mismo que el tuyo, —toso al beber de golpe agua y recibir la noticia, me levanto y voy a la cocina donde me encuentro con mi madre. Quien prepara algo en el horno o al menos eso parece ya que ella lee una revista mientras la cocina está llena de humo.

—Mamá ¿Te has dado cuenta del humo?

—Claro que si cariño, es la moda en las uñas de ahora. —Frunzo el ceño al darme cuenta que ni si quiera me ha prestado atención y apago la cocina para comenzar a hacer algo que se pueda comer.

*—*—*—*

—Ethan ¿Comerás pizza o sushi? —noto a mi madre pintar sus uñas mientras ve la televisión y marca el numero en su teléfono.

—Umm, pizza está bien. —Sigo en lo mío, lo cual es estar acostado en el sofá mientras reviso las redes sociales.

—¿Y la chica esa que trajiste la última vez? —agradezco a Dios que no recuerda ni su nombre, pero no puedo evitar sentir que me hierve la sangre.

—Terminé con ella hace unos días mamá.

—Uff, ¿Al fin me harás caso? —la mire fijo mientras soplaba las uñas de sus manos. —Ya sabes, disfrutar de las mujeres mientras estas joven luego podrás pensar en ponerte serio en una relación.

Lo normal es que las madres digan cosas como "no trates mal a las mujeres, se un hombre fiel y esas cosas" pero mi mamá no es de esas, a los quince años ya había tenido más de diez novios y a los veinte se casó con mi padre mientras tenía una aventura con el de Fredd. Claro está, él también tenía lo suyo con otras chicas entre las que estaba madre de Ryan, quien al enterarse de eso golpeo a mi padre en las pelotas y se fue del restaurante donde se encontraban.

—Oh, ¡Tengo un nuevo amigo en línea! —Dio saltos en su lugar y no pude evitar rodar los ojos. —Hey, es de tu instituto creo, un tal ¿Brad Summers? —el escuchar ese nombre me hizo levantar como si estuviera embrujado y arrancarle el teléfono de las manos para mirar su muro.

—Está lindo ¿Me lo presentas? —comenta mientras soba mi espalda a lo que yo niego y me da una nalgada que me hace verla sorprendido, —hay vamos lo quieres todo para ti amor. —Hace un puchero, —dame aunque sea uno ¿Sí? No a todos te los puedes follar.

Mi boca se abre de par en par tras lo dicho por mi propia madre, —¿De qué hablas? Se supone que debes decirme que sea todo un macho ¡Soy tu hijo Mujer! —lanzo el teléfono molesto y ella se muerde el labio.

—Pero es que te vez tan feliz cuando estas mirando sus fotos nene. —La ignoro por completo y subo las escaleras para irme a dormir a mi habitación.

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