CAPÍTULO 01

Suena el despertador a todo lo que da por la habitación, me muevo entre las sabanas como todo un gusano para alcanzarlo cuando lo e logrado lo tiro de un fuerte golpe a un lado de la habitación y el infernal sonido desaparece.

— Uff... Al fin podré dormir, —me cubrí hasta la cabeza y me largué a soñar.

— ¡Brad Summers, ya es hora de levantarse! — grita mi madre apenas entra.

— Cinco minutos más mamá —musito.

¿A quién no le molesta que lo despierten a las seis de la mañana para ir al instituto luego de quedarse hasta las dos de la mañana viendo películas de terror? El que me diga 'Yo' o 'A mí no me molesta' definitiva debe ir a un psicólogo o biólogo para saber si es humano.

Me acomodo un poco más entre las sabanas cuando siento aquel Tsunami caer sobre mí — ¡Joder! — esta vez es mi hermana Zoe a la que observo con una jarra de agua vacía y una sonrisa burlona.

— ¡Te voy a matar enana! — empieza a chillar y correr por la casa llamando a mama.

— Mamá, Brad me quiere matar, — le comenta zoe al entrar a la cocina, aprieto los labios reteniendo una risita, ya que a pesar de tener 17 y comenzar hoy el segundo curso junto a mí se sigue comportando como toda una niña.

— ¡Brad ve a vestirte de una vez! Y llévate mi auto para que no lleguen tarde.— Asiento y salgo corriendo a mi habitación para alistarme.

Mi madre me dio la elección de cambiar mi nombre y sexo en una nueva planilla de nacimiento con la cual me inscribió en un instituto nuevo.

Mi madre fue muy flexible conmigo al igual que Zoe, y cuando se enteraron de lo ocurrido ellas mismas se encargaron de empacar todo y decidir a qué ciudad nos marcharíamos.

— Hora de irnos enana — comento al tener las llaves en mis manos y bajar por las escaleras jugando con estas.

— ¡Adiós Mama¡ — gritamos al unísono al estar en la puerta.

— ¡Adiós Amores pórtense bien! ¡Brad cuida de tu hermana! — asiento, riéndome por lo tonto que soy ya que ella no me puede ver y entro al coche.

Apenas lo enciendo Zoe hace de las suyas colocando una canción de Katy Perry Parf of Me la cual inunda el carro.

— Zo, bájale me vas a dejar sordo. — Mi voz suena apenas audible y noto que esta me ignora mientras se sigue retorciendo de una manera extraña, Bufo y tomo el mando del sonido bajándole.

— ¿¡Que haces!? Yo estaba escuchando eso — chilla, y juro que si las miradas mataran en este momento ya sería mi entierro.

— La sigues escuchando, solo le baje porque me lastimas los odios de tanto volumen — Bufa y se arregla en el asiento con las manos cruzadas a lo que niego entre risas.

Llegamos al instituto y estaciono, nos vamos caminando a la entrada y noto las miradas de todos sobre nosotros, no sé a qué se debe pero da igual.

— Da una sonrisa ladina — susurra Zoe, frunzo el ceño pero le hago caso dando esa sonrisa tan usada por playboys.

Dos chicas que estaban por los casilleros del lado derecho se muerden el labio inferior viéndome de arriba hasta abajo y es cuando comprendo lo que Zoe quería lograr me echo a reír a carcajadas y mi hermana se une a mí.

~ Ethan ~

— Hermano tienes competencia,—comenta Fredd al llegar a mi lado mientras guardo los libros.

— ¿De qué hablas Fredd? — me hace señas con la cabeza de que mire al pasillo, frunzo el ceño y sigo la dirección que me está dando con la mirada.

Con una sonrisa de Fanfarrón novato y carita aniñada viene entrando un chico junto a una castaña ardiente.

— No es rival Fredd — comento con una sonrisa.

— ¿Tú crees? Porque Sara, tu ex le está coqueteando. —Dice sin más, haciéndome voltear como el exorcista, mi hermano menor no mentía Sara la líder porrista, pechuga grande, pelirroja le estaba coqueteando en las taquillas al nuevo.

— ¿Quién es el tipo que se quiere tirar a tu ex, Ethan? — esta vez fue Ryan mi amigo desde cuarto de primaria.

— Es el nuevo. —Comenta Fredd alegre, —al parecer hay competencia esta año, —cierro la taquilla dando un fuerte golpe.

— No hay ninguna competencia… Ese niño de mamá no es nadie comparado conmigo — ¡Estoy hasta la coronilla, nadie se tira a ninguna de mis ex un día después de que terminamos! ¡NADIE!

Me incorporo poniéndome recto y camino hasta donde se encuentran el nuevo y la castaña guapa hablando, coloco mi mejor sonrisa, y le doy un leve empujón con el hombro al chico para luego mirarlo descaradamente.

La castaña frunce el ceño y le dice unas cuantas cosas que no puedo escuchar, en cambio el chico me mira fijamente y juro que por unos segundos mi escudo cae al suelo, logrando que choque con un casillero ocasionando la sorpresa de mis compañeros y amigos.

Me sobo el pecho donde me he dado el golpe y me giro un vez más deseando que el chico nuevo no lo haya visto, lo que gracias al cielo no sucedió ya que este no se encontraba en el pasillo.

¿Cómo logró marcharse tan rápido?

—Dime que eso fue para llamar la atención de alguien importante.

Fulmine al castaño con la mirada y gruñí dándome cuenta que el golpe me había dolido más de lo que pensé.

—No recuerdo ese casillero aquí.

—Siempre ha estado aquí.

Esteban destruye mi excusa sin más y le doy una indirecta con la mirada algo que el capta y alza los brazos en modo de rendición.

—Nadie debe enterarse de esto ¿Okay?

—Como tú digas, total no nos agradaría decir que andamos con alguien que tiende a llevarse todo por delante.

—No me la he llevado, eso apareció de la nada.

Fredd me mira con cejas alzadas y se retira junto a Esteban para ver si clase, mientras Ryan me hace señas para marcharnos.

Entro haciendo mi mejor entrada, junto a mi amigo y me doy cuenta que la profesora nos llama solo a nosotros.

—Los han cambiado de clase.

—¿Qué? ¿Por qué?

—No lo sé, mencionaron algo de Fredd y unas cosas allí.

Bufé y salí tras Ryan quien ya llevaba la hoja con la dirección.

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