Capítulo III- Idiota

Mabia

Días después de la fiesta me encuentro tranquila en casa, mi hermana mayor Mariana me llama y dice que quiere charlar conmigo.

-¿Qué deseas?- le pregunto, ella siempre desea algún favor.

- Nada es específico, solo quería conversar de lo que sea contigo - me dice, así que trataré de hacerme la difícil.

- Bueno, por ahora no tengo nada que decirte - le digo para ver si me deja tranquila, sin embargo, no me pude contener.

-Dime de una buena vez, te conozco bien- Mariana empieza a sospechar que le oculto algo.

- Ahh, que un idiota me robó un beso en la fiesta y le di una bofetada - no me dejó más opción.

- ¿Cómo se llama? - su pregunta me hace recordar su nombre y el beso.

- Balder, el chico más popular del pueblo - le digo y sonrío, sin importar lo que ella llegue a pensar.

- Sé de quien hablas, no lo juzgues. Eres atractiva y no se pudo contener - pensé que me diría algún reproche, pero no lo hizo.

- No todas somos iguales - trato de hacerme la difícil, no quiero parecer una chica fácil.

- Por ahí se dice que ninguna chica se le resiste, no sé que tan cierto sea eso- Mariana lo dice y sonríe.

- Pues esta vez, no se le va a dar - no quiero que ella se dé cuenta de que por un momento, me gustó el beso.

- ¿Estás segura de eso? - me pregunta, ella es demasiado insistente, aveces me da miedo.

- Muy segura, nunca me metería con alguien como él - yo misma me estoy mintiendo y lo reconozco, pero ella no puede saberlo.

- Eso espero, quizás cumplas tu palabra. Pero no es fácil resistirse a Balder - como siempre Mariana me deja arrinconada, y sus dudas están dichas.

- Ya te dije que no - le digo, y luego me quedo pensando.

Luego terminar la charla con mi hermana, me dirijo al jardín y me pongo a escuchar música, para despejarme un poco. He pensado mucho en el beso de Balder, pero él no me interesa en lo más mínimo.

Anna no para de hablar de él, es como si fuera su ídolo. Tener sexo con él provocó que nunca lo saque de su mente.

Balder

Reunido con los chicos haciendo un poco de ejercicios y conversando acerca de las chicas del pueblo. Nos hace sentir mucho mejor, recuerdo perfectamente la cara de la chica que me propinó una bofetada. Esto no se va a quedar así, he decidido que será una más en mi lista.

No es posible que pueda escapar de mis redes, la voy a acosar si es necesario. No pienso dejarle el camino libre, no se saldrá con la suya, nunca una chica se había resistido a mis besos.

Carla me llama y me dice que quiere venir a mi casa, le digo que esta bien. Al parecer se le antoja un poco se sexo rico, la voy a complacer y así dejo de pensar en Mabia.

Minutos después llega Carla, le pido que suba a mi habitación y de inmediato me devora con uno de sus besos, le respondo el beso con la misma intensidad.

De forma brusca le quito la blusa con todo y sujetador, ella se deja llevar. Besa mi cuello con pasión, me encanta que me besen el cuello. Continuamos con los besos y las caricias, sus gemidos me excitan y la dejo desnuda delante de mí. Sujeta mi miembro y lo introduce en su boca, luego pasa lentamente su lengua por mi glande de una manera suave.

Se me escapa un gemido y no me puedo contener, la tiro en la cama y la beso desde el cuello hasta su vagina y al llegar a esa parte de su cuerpo la beso suavemente y paso mi lengua con mucho vigor.

Se coloca encima de mí y da suaves movimientos hacia arriba y hacia abajo, al poco tiempo la giro y coloco sus piernas sobre mis hombros, le doy suaves estocadas y a medida que pasa el tiempo le doy un poco más de intensidad a mis penetraciones. La coloco de espaldas y al poco tiempo ambos llegamos al clímax. Nos quedamos un rato abrazados y después ella decide marcharse.

Las chicas vienen a mi casa a tener sexo conmigo, para ella soy como un Dios griego, me hace mucho bien tener una lista de cincuenta chicas que han pasado por mi cama.

Mis amigos se sienten orgullosos de mí, pero ésta vez creo que los voy a defraudar. No dejo de pensar en esa chica que se atrevió a darme una bofetada y tengo que verla otra vez.

La próxima vez ella me va a pedir que la bese, no habrá necesidad de robarle un beso.

Mabia

Me encuentro en una charla pacífica con Anna, pero sé que ella quiere hablarme de Balder.

- ¿Por qué lo hiciste? - no tengo la más mínima idea de porqué me lo pregunta.

- No sé a que te refieres - sorprendida con su pregunta, le digo.

- Sabes muy bien, no te hagas la tonta - esto se va a complicar, la noto enojada y no sé cuál es el motivo.

- Ahh, quieres hablar sobre la bofetada que le di a Balder, te entiendo- le digo para saber si eso desea saber en realidad

- Sí, quiero que me digas porqué lo hiciste - me dice Anna y ahora acerté.

- Sé que no soy una santa paloma, pero por esa razón nadie tiene que aprovecharse de mí. Solo reaccione de la mejor manera posible - trato de explicarle porqué le di la bofetada.

- Creo que tenías más opciones - ella sigue insistiendo en que me equivoqué.

- Eso fue lo primero que se me ocurrió - le digo y me cruzo de brazos.

- Bueno, sé que él hizo mal al robarte el beso. Pero todas las chicas desean un beso de Balder y se te da la oportunidad y mira como has reaccionado - Anna me sigue diciendo que me porté como una idiota.

- Lo haría otra vez, no soporto a ese idiota - le miento, de verdad le miento a Anna, porque no sé si le daría otra bofetada.

- Ya no lo juzgues - mi amiga trata de hacerme recapacitar.

- Mejor cambiemos de tema - lo hago para calmar la situación.

- Tengo que irme, hasta luego - quizás se enojó y por eso decidió marcharse.

- Hasta luego amiga mía - me despido de ella.

- Pues ahí te dejo, para que pienses en el chico de tus fantasías - sonríe después de decirme eso en tono de burla.

- No digas estupideces - pero yo también me río.

Al marcharse Anna me dirijo a mi habitación y me quedo recostada en mi cama. Luego me doy una ducha y me quedo tranquila sin hallar qué hacer.

UN BUEN DÍA PARA BALDER.

MABIA NO SOPORTA A BALDER.

¿QUÉ SUCEDERÁ?

GRACIAS A TODOS LOS LECTORES (☆)... CONTINÚEN LEYENDO LA HISTORIA.

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