Capítulo 1. Un funeral

Macey olió la americana de su padre de nuevo, estaba en aquel escondite que solía ocultarse cuando jugaba con sus dos hermanas, sus dedos apretaron con fuerza la tela. Recordó la tarde de ayer, lo notó algo más pálido de lo normal, Eloy había insistido que estaba cansado y que solo quería dormir por el resto del día, Macey cerró sus ojos con fuerzas, las lágrimas salieron y volvió a llorar su muerte debajo de aquellos trajes elegantes colgando, escuchó la puerta abrirse, luego su nombre susurrar. Se limpió rápidamente las mejillas, no le gustaba que la vieran llorar, prefería hacerlo a solas.

― ¿Macey? ―escuchó de nuevo su nombre, la ropa se movió y vio a su hermana, Mina, ella presionó sus labios al ver que su hermana intentaba ocultar su dolor, esta se quitó las zapatillas de aguja, y gateó un poco para entrar en el espacio y sentarse a lado de su hermana, buscó su mano y Macey no dudó en dejarla que la tomase, las dos se hicieron compañía unos minutos en silencio, Mina olió la americana, el perfume de su padre, el que solía usar, así que tiró un poco para también tocarlo con sus dedos, aferrándose a la tela así como su hermana. La puerta se volvió a escuchar, los tacones golpearon la duela del lugar, Megan entró al gran armario de su padre, vio las zapatillas negras de su hermana, hizo lo mismo, retiró su calzado y de rodillas entró al mismo espacio que sus hermanas. Las tres ahí estaban, una a lado de otra, en total silencio, Megan era la más sensible de las tres, así que no paraba de limpiar sus lágrimas y aumentó al ver la americana, las otras le dieron otro pedazo para que tocara la tela.

―Fue el mejor padre que pudimos tener. ―dijo Megan con su voz quebrada.

―Fue el mejor de todos. ―repitió Mina con sentimiento.

―A pesar de su carácter, ―Macey sintió su labio temblar. ―…fue el mejor.

― ¿Te acuerdas cuando Mina chocó su Bentley favorito? ―las tres rieron por lo bajo con lágrimas en los ojos.

―Recuerdo haber corrido a tu habitación a cambiarme de ropa para que no supiese quien fue…―dijo Mina riendo bajo.

―Y te habías puesto el conjunto de verano que le había prestado a Megan, y ahí según él dijo que era yo…―dijo Macey negando divertida al recordar el regaño.

―Lo voy a extrañar gritando por toda la empresa…―el labio inferior de Mina tembló. ―Me obligó a aprenderme como le gustaba tomar el café…―hizo una pausa para poder hablar ya que el nudo en su garganta evitaba que lo hiciera. ―… ¿Y ahora a quién le voy a preparar ese café? ―finalmente Mina se quebró, su padre había sido parejo con las tres, pero había algo en Mina que descubrió: Era un líder. No solamente por ser la primera en nacer, lo traía en la sangre y lo había heredado de su madre. Megan era la segunda pieza importante para Eloy, era intuitiva, honesta y directa, y se había convertido en una de las mejores abogadas del país y formaba parte de MC Cosmetic, como la abogada del gran imperio, y su tercera pieza más importante, era su dulce Macey, era noble y hogareña, siempre estaba ayudando en asociaciones ligadas a MC Cosmetic, ayudaba en comedores sociales y centros de ayuda, pero sobre todo, era la mediadora de las tres, era quién ponía todo en calma y veía todos los lados de las situaciones en busca de soluciones.

―Las cosas se pondrán algo tenso en la empresa…―dijo Megan acariciando la tela de la americana.

―Supongo que te refieres a la junta directiva…―dijo Mina.

―Así es, van a evitar que tomemos las riendas de la empresa. ―Megan miró a sus hermanas. ―Tenemos que estar unidas. ―asintieron las dos.

― ¿Y seguiremos como estamos hasta hoy? ―Megan asintió.

―Tú en el puesto de directora, Macey en lo administrativo y yo en lo legal.

―Así nos puso, nuestro padre. ―asintieron las tres.

―Pero si no quieres el asiento de él…―comenzó a decir Megan, Mina la miró con sorpresa.

― ¿Lo quieres tú? ―Megan negó rápidamente.

―No, no, ―miraron ambas a Macey. ― ¿Tú quieres el puesto de director? ―Macey negó.

―Estamos cada quien en el puesto que nuestro padre sintió que correspondíamos, sabe que yo tengo carrera en administración y negocios, tú eres la abogada principal de la empresa así como todo lo legal que tiene que ver con MC, y Mina, ―Macey miró a su hermana a lado de ella. ―Tú eras la mano derecha de nuestro padre, si estabas ahí, era por qué era así, era tu lugar.

Mina asintió lentamente, ella quería tomar el lugar de su padre, no solo por el poder que eso implicaba, amaba lo que hacía, lo que aprendió y él le enseñó, hermanas las tres, pero cada quién había tomado caminos distintos, que llevaban a un mismo lugar, el imperio que su madre y su padre crearon para ellas y ahora que su padre no estaba, las tres tenían que estar más unidas para hacer frente a lo que se veía venir…

Una guerra de poder.

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