La saga de chicos desesperados
La saga de chicos desesperados
Por: The great Cornholio
1.

Parte 1

48

Horas antes

Simón me miraba molesto y Alonzo me aventó encima la carpeta con el itinerario. Estaba un poco harta y no solo era eso lo que más me enfadaba, sino que ellos no me daban ningún tipo de descanso. Habíamos recién regresado de Lima del tour que la disquera llamó: Esperanza, porque fuimos justo después del terremoto que había devastado una gran parte de ese país latinoamericano el cuál no diré nombre y por esto, finalizamos los conciertos en el epicentro y lo hicimos de forma gratuita, no cobramos absolutamente nada, ni las bebidas, ni las entradas e incluso regalamos camisetas. Pero este no era el problema, sino que el tour había sido de trece conciertos en todo Suramérica y sin contar los eventos privados. Estaba agotada, quería descansar al menos un mes de tener que estar de avión a autobús y de tarima a club privado, pero Iván, nuestro manager y guitarrista principal, firmó un contrato millonario con el consentimiento de mis compañeros y no el mío, lo cual me tenía tan molesta que lo pateé en el estacionamiento y no veía la hora de patearlo hasta que se le fuera la vida.

Nosotros tenemos una banda de rock, la cual está conformada por Simón (Baterista), Alonzo(Guitarrista secundario), Iván (Guitarrista principal y mánager) y, por último, yo, Valeria o Ari que es mi nombre artístico, no sé de dónde salió el que me llamaran así, pero todos lo hacen. Soy la vocalista y también toco el bajo. Iván antes solo era nuestro manager y el guitarrista solía ser nuestro ex amigo Mario. La banda funcionó en sus inicios con él, cuando nadie nos conocía, pero de inmediato, él se convirtió en todo un problema. Era bastante peleonero, siempre se metía en líos y era impuntual, tanto que Iván le gritaba, pero él no aprendía.

Hubo una noche, cuando estábamos afuera de un club en que habíamos tocado. En esa época debíamos estar en la universidad, teníamos alrededor de 17-18 años, pero no lo estábamos, vivíamos tocando de lugar en lugar y nos pagaban una miserableza, pero con eso al menos nos servía para comer al menos unos dos o tres días. Todos habíamos abandonado nuestros hogares por irnos a tocar por el país y vivíamos bastante mal. Nos alimentábamos con comida instantánea a diario y nos movíamos en el coche de Iván, quién siempre creyó en nosotros y se encargaba de conseguirnos lugares donde tocar, que a veces nos botaban u otras pocas, nos aclamaban. En fin, volviendo al contexto de esa noche, estábamos sentados en la acera del club de poesía, Alonzo contaba el poco dinero que nos habían pagado y con eso, habíamos planeado comprar comida para toda la semana, entonces regresamos al apartaestudio donde nos estábamos quedando. Recuerdo que Mario sacó una botella de licor, le dijimos que la bebiéramos después, que solo teníamos esa, pero él se enfadó tanto que nos gritó cosas hirientes y todo terminó bastante mal, todos peleamos con él, pero al final decidimos dejarlo así e ir a dormir, estábamos agotados francamente. Entonces al despertar a la mañana siguiente me llevé la grata sorpresa. Mario no estaba, tampoco la botella de licor, ni el dinero que Iván había guardado en su cartera. Lo peor es que cuando quise salir a buscarlo, noté que el malnacido se llevó la puerta de la entrada, ¡nos robó la puta puerta! ¿qué carajos? Entonces así fue como nos vimos obligados a que Iván tocara en su lugar y un par de años después, una disquera nos llamó por un video que vieron de nosotros en internet que grabó un espectador y hoy en día, somos bastante reconocidos a nivel mundial y nuestro estilo de vida mejoró bastante.

Se podía decir que teníamos un estilo de vida de lujo, aunque algo inmaduro, sobre todo por parte de mis compañeros, que también eran mis mejores amigos de la escuela. Todos vivíamos juntos porque ninguno tenía ningún compromiso importante aún, es decir, ninguno tenía hijos y/o matrimonio. Francamente no creo que ellos algún día lleguen a tener algo serio, llevan centenares de mujeres a la casa por mes y ya evito incluso hablarles a ellas, porque algunas me han llegado a agradar bastante, pero sé que luego no las volveré a ver porque las botan. Vivíamos en una gran casa en Riomar, Barranquilla, de siete habitaciones, seis baños, tres niveles y varias áreas comunes, incluso había una gran piscina que mis amigos vaya que le han dado uso. Yo duermo en el tercer piso, dónde solo está el área común donde solemos ver películas, ellos instalaron un gran mini teatro y es bastante agradable, hay una habitación en el fondo que es la más grande y esa es la que escogí. No precisamente por el tamaño, sino por estar alejada de ellos, no quería escucharlos tener sexo como me ha tocado todos estos años. Incluso antes que compartíamos habitación los escuchaba y eso era toda una molestia. En Bogotá tenemos una casa similar para cuándo nos toca ir y los chicos quieren comprar otra en Medellín, pero no sé si lo hagan pronto.

Me presento: me llamo Valeria Coronado, pero todos me llaman Ari, tengo veinticinco años y nací en Barranquilla, Colombia. Físicamente soy bastante normal o eso creo, soy blanca, mido alrededor de 165cm y mi cabello es largo, castaño y lacio. Iván se ríe de mí porque dice que mis cejas me hacen ver como si estuviera molesta, pero qué puedo hacer. Tengo muchas cosas buenas, pero también muchas cosas malas y estoy consciente de eso. Por un lado, soy bastante fiel a las personas que quiero, responsable y soy bastante alegre y optimista, aunque no lo parezca y creo que por eso suelo agradar a primera vista. Por otro lado, así como soy de alegre, puedo enojarme fácilmente, creo que el convivir con tres chicos jóvenes me ha hecho perder un poco la paciencia.

Algo que no había notado que era malo en mí y que mis amigos me lo hicieron notar, es que no sonrío. No sé ni por qué no lo hago, me cuesta, no me nace y no es porque sea amargada porque eso muy alejado de mi realidad. No lo soy, simplemente no soy expresiva a la vista, o tampoco suelo ser de muchas palabras, es algo a lo que las personas se terminan acostumbrando y algo irónico, es que también… puedo llegar a ser muy sentimental, noté esto desde muy niña cuando empecé a sentirme atraída hacia los chicos y estos vilmente me rechazaban. Siempre he sido de cuestionarme en exceso las cosas, y pensaba: ¿qué ganaría si cedo ante estos deseos y salgo con alguien que no me rechace? Alguna vez consideré besar a un niño, estaba en sexto de bachillerato y Daniel de la cruz y yo estábamos en el baño. Él me pidió besarme y en menos de cinco segundos pensé muchas cosas que habían bombardeado mi cabeza por años. Recordé cómo lloró mi tía Dayana cuando se divorció de tío Hernán, luego recuerdo como lloró mi tío Hernán cuando su novia de dos años (la que tuvo después de mi tía), lo dejó por su colega, recuerdo como mi abuela materna lloró cuando mi abuelo falleció de un cáncer de hígado y dijo que el gran amor de su vida se había marchado. Esa frase estuvo en mi cabeza por muchos años. ¿Vale la pena enamorarse tanto cuando al final esa persona te dejará o morirá? Después de obsesionarme con esto en mis cortos años, concluí que el amor es totalmente innecesario. Si es para reproducirse, ahí vale tener sexo, pero no enamorarse si terminarás destrozado. Por esto corrí cuando Daniel agarró mi cintura, por esto no fui a mi fiesta de los quince años porque iría Isaac Carrillo, el chico que me hacía sentir extraño y no soportaba sentirme tan vulnerable, por eso hui todas y cada una de las veces en que alguien me hacía “sentirme extraño”, era preferible sentirse así, extraño y cortar el problema de raíz.

Entonces no, nunca me he enamorado. Nunca he besado, ni permitido que me besen.

Me cerré a todo y a todos, no he salido nunca con nadie y no planeo hacerlo, tampoco tener sentimientos hacia alguien. No vale la pena, no sabiendo que no tendrá un final feliz. ¿Para qué arriesgarse y comprometer tu mente y tu integridad por un sentimiento absurdo que es totalmente innecesario? Ya no veo el enamorarse como algo indispensable, no necesito eso y no lo necesitaré.

Otro de mis defectos es en los estudios. No terminé la universidad, solo llegué hasta segundo semestre y de manera virtual porque tantos viajes nos dejaron sin presupuesto para los estudios, era una cosa o la otra y ahora que nos iba muy bien, no lo sé, simplemente no hay tanto tiempo, a veces viajamos varios meses y creo que podríamos hacerlo a distancia, pero no le hemos dado tanta importancia. Planeo hacerlo, quisiera estudiar arte, pero no sé cuándo lo haga.

Por otro lado, mis amigos no tienen estudios universitarios tampoco. Solo Iván los tiene porque el terminó su carrera antes de empezar a viajar con nosotros. Simón y Alonzo son primos, ellos estaban en mí misma clase de la escuela. Simón tiene veintiséis y Alonzo tiene veinticuatro. Simón es el sarcástico del grupo y tiene un retorcido sentido del humor, puede a llegar a ser tan inmaduro que a veces resulta increíble, pero es bastante agradable. Es alto, blanco y su cabello es verdaderamente genial, me gusta. Tiene el cabello largo con rizos que lo hacen ver muy llamativo, tanto que saca provecho de eso a menudo y no solo con las chicas, incluso a veces saca provecho de eso con mujeres mayores, lo cual es bastante extraño, tiene un gran fetiche hacia las mujeres parecidas a su madre. Alonzo por otro lado, es más cariñoso y sentimental, al menos conmigo lo es, así como con sus amigos cercanos o familiares, pero con las mujeres es asunto distinto. No puedo decir que está al mismo nivel de Simón, es promiscuo, pero no llega a los niveles sidosos de Simón.

Alonzo es un poco menos alto que Simón, es delgado, trigueño y lo llamativo de él son sus ojos. Son verdes y resaltan más por su tono trigueño de piel, creo que por eso les gusta tanto a las chicas. Él tiene un talento oculto que solo nosotros sabemos, Alonzo es un hacker de primera categoría y de esto, hemos sacado provecho en contadas ocasiones. Así sabemos de antemano si nos van contratar, si ya tienen el documento listo o hasta para cosas oscuras como venganzas personales o cosas que queremos saber de alguien.

El último sería Iván, nuestro manager, guitarrista y líder, en todos los sentidos de la palabra. Iván tiene veintinueve años, es de la estatura de Simón y entre los tres creo que es el de mejor físico porque sale a correr todas las mañanas y se ejercita en el balcón, pero si fuese una competencia meramente del rostro, el ganador sin dudas sería Simón y lo peor es que sabe que es atractivo, lo cual a veces resulta irritante. En fin, a Iván lo conocimos en un juego en línea cuando él siempre nos masacraba a tiros, entonces le mandé un mensaje y una noche vino a jugar con nosotros. Desde ahí nos hicimos amigos, tanto que de inmediato al vernos tocar, nos sugirió tocar para el bar de una de sus amigas y luego, se encargó de conseguirnos siempre lugares. Es que a él le quedaba fácil, Iván es hijo de un político importante del departamento y por esto, tiene conexiones y contactos, eso nos sirvió bastante, pero como en toda familia de ricos hay un hijo que no está conforme, este era precisamente él. No le gustaba su estilo de vida ni mucho menos los negocios de su padre, quien asegura que no son lícitos y por eso, apenas terminó la universidad, se fugó con nosotros, solo llevando su ropa consigo, su guitarra y su auto. Iván tiene un carácter fuerte, constantemente nos está regañando y solemos hacerle caso, no sé si influya que él sea el mayor de nosotros, pero siempre tomas las decisiones acertadas. Si él dice que no hagamos X cosa es mejor no hacerlo, tiene un olfato excelente para todo, es como si pudiera predecir los acontecimientos e incluso, es así con la gente, sabe quién no es de fiar, sabe quién nos puede estafar. También Iván es brillante, demasiado, sabe de todos los temas y habla de una manera bastante refinada, sé que en esto no influye el tipo de familia en que viene porque he conocido a más de una persona adinerada siendo una persona completamente incoherente o estúpida, pero él no lo es. Es brillante y saca provecho de ello en todo. También es buen negociador y no cede, por eso él es nuestro mánager, sabe hablar, sabe qué contratos debemos tomar y cuáles no, el conoce todos los posibles riesgos, no se equivoca. Físicamente como mencioné anteriormente, él tiene un buen físico e incluso músculos, es atractivo a la vista, aunque no muy de mi tipo. Es blanco, tiene barba y tatuajes. Él no es mujeriego como mis otros dos amigos, es muy selectivo, casi rozando lo hermético.

Lo que tienen en común los tres es que me adoran y estoy consciente de eso. Siempre he sido su prioridad, ante todo, nunca me han quedado mal en nada y me han defendido en tantas ocasiones que les debo más de una. Entre ellos pelean bastante, sobre todo en los videojuegos o en los ensayos, pero conmigo no. No me alzan la voz, me respetan y nunca se han sobrepasado conmigo.

Entonces esto era mi vida hasta el momento.

Caminaba hacia mi habitación después de patear por tercera vez a Iván por el contrato que firmó sin mi autorización. Llevaba el itinerario en mis manos. El lunes San Antonio, Texas, luego Houston, para terminar después de unas semanas en Vermont. Es el segundo tour por estados unidos, el primero no es que haya sido malo, fue bastante divertido, pero terminé agotada y bajé cuatro kilos por no dormir. Allá es imposible salir a la calle, nos reconocen, las mujeres se arrojan tanto encima de los chicos como también encima de mí, toca salir con gafas o tapabocas para poder lograr siquiera caminar una cuadra entera. Acá es más fácil, en Colombia no escuchan mucho nuestro tipo de música y sí nos reconocen en la calle, pero es más fácil salir sin ser acosado.

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