Nayla Gómez, una joven de 28 años soltera y sin hijos, decidió convertirse en mago como un reto personal, todos le dijeron que no podría pasar las pruebas, pues eran extenuantes y que solo los hombres podrían hacerlo, así que dejo su trabajo como mesera para buscar un nuevo futuro y demostrar que sería capaz de lograrlo.

Dalton Espinel de 31 años, casado hace 6 años, tiene una hija pequeña, ha trabajado en la construcción como obrero desde muy joven, siempre creyó que no podría hacer algo diferente a eso, trato de ingresar a la universidad en tres ocasiones diferentes y fue rechazado en cada una, abandonando sus aspiraciones de convertirse en un importante empresario algún día, convertirse en mago se volvió la oportunidad de conocer algo más fuera de lo que ha sido su vida hasta ahora.

Lucas Terán de 24 años, recién egresado de la