Capítulo 3

Larisa

¡No puede ser!

Será posible que Dmitriy piense que mi amigo gay sea algo más que una simple amistad. Aunque es demasiado entendible porque mi amigo Mark no lo aparenta en físico, pero deja que hable más de un minuto y notarás la diferencia.

Mark se detiene cuando se percata de la presencia de Dmitriy. Pobre, su cara es todo un poema.

—Es mi amigo —habló entre dientes.

—¿Quién eres tú? —Mark pregunta sin ningún tapujo.

—Su novio —declara—¿Y tú?

Cierro mis ojos de golpe y lo único que pido es que la lengua de Mark sea una tumba.

«Sabes como es de boca floja». ¡Cállate conciencia!

—No es cierto —niega—, porque mi linda Larisa tiene a su hombre ideal, y puedo jurar que no eres tú —dice con tono burlón.

¡Por Dios! Cállate Mark.

—Así… ¿Puedo saber el nombre de mi contrincante?

¡Estoy perdida!  Abro mis ojos y le hago mil emojis a Mark, no quiero que abra su gran bocotá.

—Dmitriy… —dice con devoción—Ese es el papichulo de mi amiga.

Hoy te mato tripa seca… Te juro que te mataré.

—Calla —chillo. Lo fulmino con la mirada y el pobre todavía no comprende.

¡Creo que tiene dormida esa neurona!

—Así que mi contrincante es …

—Ya lo sabes, ahora puedes irte —me dirijo hacia Dmitriy. 

Me siento muy apenada, mi cara se ha tornado roja y lo sé porque la siento arder. Lástima que no soy una bruja; que no soy un Dios o no puedo ser un avestruz.

—Quiero escuchar más —susurra Dmitriy con diversión.

—Por favor —suplico. Me separo de él y penetro la mirada matadora.

—Tú ganas —gruñe.

—Adiós —me despido con un beso en la mejilla.

—Adiós, mi lucero —se despide y da media vuelta e ignora la presencia de mi amigo.

Me quedo quieta como una estatua hasta ver la silueta de Dmitriy alejarse. Sus hombres lo acompañan hasta el auto.

Mi pregunta es, desde cuando se convirtió en un hombre importante.

Dmitriy es único, sé que no es empático, pero eso no quiere decir que lo sea conmigo.

—Nena, cuenta el chisme completo —Mark susurra—, ¿Quién es el Ruso? —pregunta—quiero saber por qué incumpliste tu promesa de amar a un solo hombre.

—Eres un caso perdido —resoplo, y me doy una cachetada mental—. Él es más ni menos que Dmitriy Vólkov.

Doy media vuelta, dejándolo con la mirada perdida y con el cerebro atontado.

—¡¡¡Espera!!! —gritó— ¡DETENTE LARISA BOGDÁNOV! —le ha entrado la paranoia.

Mark corre hacia mí, me tomó del brazo y me obliga a verle. Gruñó y luego me resigno al drama que mi amigo dará.

—Primero entremos al apartamento y luego hablamos —le ordeno.

—¿Qué te pasó Larisa? —pregunta asustado.

No sé si contarle lo que me ha pasado, pero una parte de mí me dice que debo hacerlo porque es mi amigo y confidente.

—No sé de qué me estás hablando.

—Tienes la cara lastimada —toca su sien—¿Qué m****a te paso? ¿Qué te hicieron mi niña?

Ooohhh… Ahora más que nunca le tengo que decir por qué es evidente que los golpes y morados que se reflejan en mi cara. Solo de recordar me trenzó, los malparidos me lastimaron, me golpearon, y si no fuera por Dmitriy, creo que en este momento estuviera muerta o estaría suicidándome.

—No es lo que te imaginas —le señalo—, pero si quieres que te cuente, entonces deja de insinuar cosas y espera que entre al apartamento y luego a mi habitación.

Mark asiente y ambos caminamos sin decir ni una sola palabra, le agradezco por no insistir, ya que no quiero hablar y menos recordar la desgracia de ayer. Sé lo diré, pero a su tiempo.

Por hoy no quiero subir las escaleras, así que haré una excepción y me iré por el ascensor.  Hoy ha sido un día de locos y espero que el tiempo se congele y me deje  descansar de todas las adversidades que se presentan en mi camino, y dejar que disfrute de mi enorme felicidad, la felicidad de encontrar al amor de mi vida.

***

Unos minutos después llegamos al tercer piso.

Mi apartamento está diseñado con un complejo moderno; consta de dos dormitorios, tres baños, una cocina amplia, y una mini sala de estar. Es un apartamento acogedor y muy decente, no me importa si un día tuve todo tipo de lujos y de la noche a la mañana lo perdí todo.

Doy dos toques a la puerta, ya que he perdido mis cosas importantes. Espero unos minutos y luego abren la puerta, se asoma una madre preocupada, una madre que llora desconsoladamente. Me abalanzo a sus brazos, trató de tranquilizarla, pero es imposible, mi corazón se estruja al verla de esta manera. Mi madre no para de llorar, y no me dice ni una sola palabra.

—¿Qué pasa mamá? —se me entrecorta la voz—¿Qué tienes? No me hagas esto, dime que tienes por favor.

—Tú y tu padre —sisea, y mii corazón se detiene. ¡Mi padre!

Oh, Dios mío lindo, ¿qué tiene mi padre?

—Mamita linda, dime que tiene mi padre —se suelta a llorar inconsolablemente.

—Larisa, entra y averigua que pasa —Mark se acerca y me susurra.

Dejó a mi madre en brazos de Mark y me adentro al apartamento, me detengo en seco.

—Padre… —corro hacia él.

Está postrado en el sillón, está todo herido, su cara está toda desfigurada, peor que la mía.

¿Qué le pasó? Ahogó un sollozo y corro a buscar el botiquín.

—No lo toques —gritó mi madre—, yo lo curaré mi amor, tú deberías descansar.

—Madre… —hable con tono débil.

—Tuvo un asalto —¿asalto?—, hay que llamar a la policía.

—Nooo… —grita mi padre—, ya pasó.

—Vamos nena —Mark me quita el botiquín de las manos y se los entrega a mi madre.

Mi mundo se derrumba al ver a mi padre así, pero al ver que tienen la mirada perdida, y de preocupación al notar mi cara de desastre. Gracias a Dios ninguno de los dos me han preguntado qué es lo que me pasó o porque vengo a estas horas.

¿Por qué no quieren llamar a la policía?

Dejo a mis padres y me voy a la habitación. Hay días que no los entiendo, como pueden pasar por alto algo así, como pueden olvidar un suceso como este.

—Dime que te sucedió a ti —escuchó la voz de Mark detrás de mis pasos.

Entro a la habitación y lo primero que hago es acostarme y pedirle a los ángeles que me digan que es lo que sucede con mis padres, ¿qué es lo que me ocultan? ¿Por qué soy la única con paranoia?

—Ayer quisieron abusar de mí —suelto de golpe—, los malditos me golpearon, me humillaron, y casi abusaban de mí.

—¿Qué…? —brama—, ¿ya no eres...?—pregunta, señalando mi tesoro virginal-

—Todavía tengo mi tesorito intacto—lo tranquilizó—. Dmitriy me salvo —suspiro—, no te imaginas lo agradecida que me siento.

—El ruso es tu amor platónico, es… ¡Tu crush! —salta de la emoción—. ¡Pero es un mafioso!—se queda quieto y comienza a dar círculos y círculos—… Oh, santa m****a, me va a matar, Larisa, ¡me va a matar!

Mark sabe la vida de Dmitriy, y eso no me impide que sienta algo por él. Es todo lo contrario, desde que lo conocí sabía que algo ocultaba detrás de esa coraza. Y cuando una persona te atrae y te identifica a él o a ella, es imposible que te alejes o te olvides.

—Te matará si no le bajas dos rayitas a tu paranoia.

—¡CLARO QUE ME MATARA! —grita histéricamente—… Me matará por tu imprudencia maldita hija de tu madre —me señala.

—Mark, mírame —me levanto de la cama, y antes que mi amigo se desmaye lo abrazo, frotó su espalda circularmente, tratando de tranquilizarlo.

—Tú sabes como amo mi vida —hace puchero—, no quiero perderla siendo virgen—musita.

—Ja, ja, ja… Pubichito —lo apapacho en mis brazos—, somos los virginales—ambos nos soltamos a carcajadas.

—Eres una estúpida —me da una palmada en el brazo—, tú pronto dejarás de serlo.

—Aaaay… Eres una perra sin remedio —me sobo el brazo. Sí que pica, el muy puto dejo caer su mano pesada en mi bracito dolorido.

—Perdón… —lleva ambas manos en la cara al percatarse que me ha pegado en mi brazo lastimado, para luego sobar y llenarlo de besitos.

—No quiero que tengas celos —susurro—, verás que te ayudaré a buscar al papucho ideal.

—Tu crush no tendrá un hermano  —dice con emoción— o me conformo con un guardaespalda.

—Eres una perra en celos Mark —lo reprendo—, yo quiero que el estilista sea tu novio oficial.

—¿Qué? —lleva su mano hacia su pecho—mi estilo es único, y mi tesorito más.

Ja, ja, ja… Mark y yo somos como el Yin y el Yang.

Mark es un chico de veinticinco años, con un porte sexi, delegado, con una estatura media; es pelirrojo, tiene la piel clara, los ojos azules como el mar. Es un chico carismático, inteligente, servicial, empático, creativo y muy amoroso. ¡Lástima que sea gay!

—Lo único que quiero para ti es tu felicidad —tomó su mano y lo jalo hacia la cama.

Nos dejamos caer en la suavidad de la cama. Pasar el tiempo con Mark, es más ni menos alejarme de mi realidad y disfrutar de las emociones explosivas.

Por un momento tengo que alejar la preocupación de mi padre, pero más allá de mi intuición me dice que no es un simple asalto. 

—Promete que esta vez te darás la oportunidad de ser feliz —dice con súplica—, tus padres ya están lo suficiente mayorcitos para seguir su vida sin ti.

—No hables así —susurro—. Ellos dependen de mi trabajo.

—¿Dónde quedas tú? —pregunta.

¿Dónde me quedo yo? Buena pregunta, ni yo misma sé la respuesta.

—¿Tú sabes qué es la Mafia Roja? —pregunto, cambiando de tema, y lo cambien por la curiosidad que llena mi ser.

—Si… —asiente. Se levanta de golpe y penetra su mirada a la mía—Es una gama de crimen organizado, no es una simple Mafia. 

—¿Qué tan peligrosa es? —pregunto inocentemente.

—¡SI! Cada grupo criminalista tiene su funcionamiento en la organización —se exalta—. Como el grupo de extorsión, tráfico de armas, fraude, delitos informáticos, tráfico de personas, prostitución, tráfico de drogas y mucho más.

¡Demasiada información! En qué grupo estará Dmitriy.

—Son personas malas —indago para tener un poco de conocimiento.

—Esa es una pregunta estúpida Larisa —espeta—, son personas sin corazón; son personas que viven del pacer y de la muerte de otros, son el diablo en persona—agranda sus ojos, y puedo percibir el miedo en su voz.

—No… —gritó—, él no es así.

—¿Él quien? —enarca una ceja—Oh… ¡No puede ser! Tu crush es... —cae al suelo—, es un sádico de sangre fría, es un animal sin corazón, es un caníbal. ¡Mierda!

—Mark… Tranquilízate —me levanté de la cama y llevé ambas manos sosteniendo su cabeza.

Se me acelera el corazón al enterarme de muchas cosas sin sentido. Tengo entendido que existe el bien y el mal, pero el mal siempre ha estado al margen de mi presencia y conocimiento.

—Dime que esto es un sueño o es una mala broma tuya —sisea. ¡Está llorando!

—Nene… Puedo meter las manos al fuego por Dmitriy —susurro—, él es mi ángel y el amor de mi vida. No critiques el libro por su portada, sin saber su contenido—limpio las lágrimas derramadas.

—¿Por qué él? —se incorpora— si quieres me transformaré en un hetero, y puedo ser el amor de tu vida —delira.

—Eres muy lindo, pero yo te amo tal y como eres —le regaló una sonrisa—, pero también amo mucho a Dmitriy—recalcó.

—¿Cómo sabes que él siente lo mismo por ti? —oh, no te vayas por ahí, no quiero que metas cizañas donde no lo hay.

—Porque tengo una historia con él —suspiro.

Dmitriy.

 He dejado a mi lucero en su apartamento, mi corazón se llena de felicidad, y ahora que la encontré, no la dejaré ir. Desde hoy en adelante la cuidaré, la vigilaré y le daré todo lo que por años le ha faltado.

Siento mucho coraje por lo que el maldito del padre hizo, el maldito la puso a trabajar  teniendo todo el dinero para vivir una vida de rico. El malparido trabaja para mi padre y gana bien, hasta para tirar o regalar el dinero. Lo que me pone de un bate es lo que le hizo a su única hija, solo por separarme de ella, que ni crea que se la dejaré así de fácil, porque no estoy dispuesto a perdonar algo que no puedo olvidar. Hoy le di una probadita de su propia medicina, pero eso no quiere decir que no le daré el gran manjar que tengo preparado para él. Que ni crea que alejara a Larisa de mi lado.

Esa niña mujer me conquistó, con su seguridad, con su amor sincero, con su simpatía, con su coraje, y muchas cosas que la describen como una mujer honesta y sincera.

—Eduard, quiero vigilancia veinticuatro siete para Larisa y el padre —ordeno.

—Si señor…

(...)

Tres semanas después sin poder ver a mi lucero, ese lucero que ilumina la oscuridad de mi corazón con solo verla y tenerla cerca de mí…

Voy camino hacia la ciudad y lo único que quiero es encontrarme con mi lucero. Lastimosamente tuve que salir del país por tres semanas, ya que tenía ciertas reuniones con el círculo de la organización. Las reuniones son cada cierto tiempo, y más cuando parte de nuestra organización ha sido capturada, pero si una parte cae, es cuando el doble crece sin control y sin medida alguna. Si el mundo entero piensa que puede exterminarnos o casarnos, entonces es ahí cuando entro yo, porque están completamente equivocados, ya que nuestra organización crece y se expande cada día.

Todas las personas que nos señalan, nos discriminan, nos repudian, nos odian. Esas mismas personas son las que menos deberían señalar y criticar, porque son las peores que existen en este mundo; son hipócritas, te señalan, te envidian, son capaz de matar y apuñalar al de tu misma familia solo por obtener lo que ellos quieren. La hipocresía, la mentira, los celos, la envidia y la discriminación, son demasiadas cosas que detesto de todo este maldito mundo. ¿Por qué criticar al prójimo? Deberían de verse así mismo o ayudar al que necesita.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo