Los Sentimientos de Jake

Jake se va ni bien terminamos de comer, se lo pedí casi se lo supliqué,  Judy vendrá mañana y no quiero que este acá además mi culpabilidad está haciendo que está situación se haga insostenible.

Me quedo toda la noche despierta, no quiero tener esa maldita pesadilla, prefiero guardar lo que me falta y escapar de esta ciudad como cuando escape de Búffalo unos años atrás, tal vez nunca debería haber salido pero mi miedo me hizo escapar y ahora volveré porque aquí perdí lo que había logrado recuperar.

****

Por fin logré levantar todo lo que tenía que guardar, me faltan los muebles, escucho el timbre sonar, ni me di cuenta que eran más de las 10 de la mañana, abro la puerta, Judy está parada con cara de tristeza.

- Hola, Darla - saluda y lo primero que hace es abrazarme.

- Hola Jud, ¿cómo estás? - pregunto todavía abrazada a ella.

- Bien, - se suelta y entra al departamento- vine a ayudar, aunque veo que ya tienes casi todo guardado - me observa con detenimiento - parece que no dormiste anoche.

- Si no dormí,  todos estos días me dediqué a guardar las cosas, aunque me queda cosas en el ropero, la mayoría de la ropa de Ricardo, que no me animo a tocar, no quiero sacarla; algunos días duermo con sus polera.

- Hay Darla, - vuelve a abrazarme- es el duelo, amiga...

- Si, lo sé - exclamó agotada - ¿Cuéntame que paso con Jake?

- No nada, Darla, no somos compatibles o no sé, estamos muy distanciados desde la muerte de Ricardo, no queremos hacer daño a Arthur, lo intentamos pero creo que no funcionará.

- Tal vez necesitan este tiempo.

- No sé, por mi parte yo ya estoy haciendo mi vida, estos saliendo con alguien - comenta mientras levanta una caja.

- ¿Así? - pregunto intentando distraer mi mente.

- Sí, es uno de los detectives novatos, es buena persona y muy divertido.

- Y Jake ¿lo sabe?

- Ni idea - alza los hombros- que el haga su vida, no tengo problema.

Al escuchar a Judy me quedo más tranquila del lado de ella, pero eso no quiere decir que la culpabilidad que siento se haga más pequeña, es un sentimiento que no puedo todavía asimilar.

Judy me ayuda con la ropa que tengo en el armario, el lado de Ricardo es lo más difícil de todo esto, no puedo aguantar mis lágrimas con los recuerdos y ese vacío que siento en el corazón sigue estando enorme.

- ¿Cuándo te vas? - pregunta doblando la ropa y colocándola en mi maleta.

- Dentro de tres días Jud...- comento ayudándola.

- ¿Pienso que sería mejor si te quedas con nosotros?

- No Judy, por muchas razones necesito y  quiero distancia, esta ciudad y todo lo demás me traen recuerdos que en estos momentos quiero olvidar, o por lo menos aplacar - exclamó entre sollozos.

- Tienes que ser feliz, Darla, Ricardo quería que no lo veas como un ideal, sabía que moriría...y muchas veces te lo dijo.

- Es verdad pero no quería dejar de luchar quise luchar hasta el último momento pese a que sabía que esto sería en vano, sé que me equivoqué, lo convertí en el ideal que él no quería que lo convirtiera.

- Hay amiga, tranquila, si piensas que esto es lo mejor para ti, pues vete y busca otros aires, tal vez sea lo mejor.

- Si, allá en mi ciudad intentaré mejorar esta situación, supongo que allá encontraré un poco de sosiego.

- Tranquila, con el tiempo, todo pasa  ¿iras a la tumba de Ricardo antes de irte?

- Si, iré, debo ir a despedirme de él.

- Bueno, ¿supongo que Jake te acompañará ?

- No creo, iré sola...- respondo rápidamente.

- Jake es muy insistente, prepárate a que este como mosca en la oreja, además Ricardo lo dejó bien instruido, esos dos tenían sus cosas, siempre quise saber pero nunca me contaron.

- Si, ¿qué será? - preguntó inocentemente, no contaré las locuras que hizo Ricardo antes de morir, dejarme a cargo de Jake para que me olvidará de mi sufrimiento,  hay ojos miel porque siempre tan autoritario, querías que las cosas se hagan a tu gusto.

- Bueno terminemos de arreglar...- Judy saca de la cocina una caja con una olla para hacer fondiu que estaba dentro de unos cajones que ni vi. - Oh, esto me trae recuerdos - comenta mirando la olla con una sonrisa en el rostro.

- ¿Así?, yo no sabía que Ricardo tenía eso - comento mirándola con más detenimiento.

- Si, la trajimos una vez con Jake, hacíamos reuniones entre los tres, son recuerdos muy divertidos y traviesos...- comenta guiñandome un ojo.

- ¿Traviesos...?

- Si, bueno tu sabes que Ricardo y yo tuvimos hace años atrás "algo".

- De algo me enteré, él me lo contó.

- Bueno cuando comencé a salir con Jake, tuve a Arthur nos hicimos muy buenos amigos, tal vez los mejores.

- ¿Y qué tiene que ver con la olla fondiu? - pregunto sin comprender.

- Bueno nos reuníamos, siempre hacíamos fondiu, y lo comíamos, "jugando" - alza una ceja y me mira sonriendo seductora.

- ¿Jugando? - pregunto levantando una ceja pero es de intriga  - ¿O sea...?

- ...Si, Darla. Ricardo, Jake y yo jugábamos, tipo swinger, hacíamos trío y bueno algunas veces Jake me daba a Ricardo y así...- explica alzando los hombros con naturalidad. - la miró sorprendida aunque no tanto,  Ricardo era muy apasionado y le gustaba el sexo así que,  tampoco me sorprende mucho - Cuando llegaste tú, ya no lo hicimos más, porque Ricardo se enamoró, ya no era un juego, tal vez  lo hubiéramos intentado pero sus celos y su posesión ocuparon toda su mente y preferimos dejar la práctica.

- ¿Y lo hacían con otros fuera de ustedes?- pregunto más intrigada todavía.

- No, solo los tres, era un juego entre nosotros, sé que te sorprende, pero hay muchas cosas que Ricardo hacía antes de ti sé que lo conociste pero - pone su dedo anular en la boca - hay secretos que no se dicen - guiña un ojo y prosigue cerrando cajas.

Eso me deja más intrigada, pues hay secretos que nunca sabré de Ricardo, definitivamente, aunque haya muerto me sigue sorprendiendo.

Judy se va a eso de las siete debe recoger a Arthur, me ayudó a cocinar algo, es muy complejo hasta cocinar en la cocina que tantos recuerdos me trae, aunque intenté sobrellevarlo, no puedo y lloro cuando mi mente se atraganta de esos recuerdos.

A eso de las 7:30 después de haber intentado comer algo escucho el timbre, abro la puerta extrañada, es muy tarde para que alguien venga.

- Hola, muñeca...- Jake aparece parado en la puerta con sus ojos enormes mirándome expectante.

- Jake, ¿pero pensé...? - pregunto sin comprender que hace aquí.

- Judy recogió a Arthur de mi casa y vine a verte, ¿cómo estas? - pregunta entrando al departamento.

- Un poco sorprendida con tu visita y con algunas revelaciones que Judy me contó.

- ¿Cómo qué? - me agarra de la mano y me sienta en un sillón.

- Bueno, que terminaron...

- ...Si, ya te lo dije...

-.... Lo que me sorprendió es cuando vi esto - le muestro la olla de fondiu que está en la mesa del living todavía no deben que caja guardarla.

- Oh...- sonríe con picardía-  ¿te contó de nuestras reuniones?

- Si y lo que hacían en ellas...

-Pues sí,  - sonríe un poco sonrojado- jugamos entre los tres por mucho tiempo - Me quedo mirándolo intentando que mi mirada le diga que prosiga que necesito más información - Trío Darla, jugábamos entre los tres o algunas veces yo le prestaba a mi mujer y así, nunca metimos un cuarto, cuando llegaste, tal vez hubo charlas de meterte en nuestros juegos pero nunca llegó la ocasión porque se volvió celoso y posesivo contigo y así no podíamos seguir jugando, una de nuestras leyes para estos juegos era nunca meter celos.

- Ahora comprendo muchas cosas, aunque es un poco sorprendente es comprensible.

- Cambiando de tema, ¿dormiste?

- Ni una pestañada desde anoche, estoy arreglando las cajas, deseo irme lo más pronto posible - Jake me mira con un poco de tristeza pero intenta cambiar su rostro.

- ¿Comiste algo?

- Estaba por servir lo que preparamos con Judy.

- Pues a comer - exclamó poniéndome de pie, para servir los platos.

Voy a la cocina, mientras sirvo no puedo evitar imaginarme esos momentos apasionados que vivieron los tres.

- Te quedaste muy pensativa - escucho la voz de Jake que esta recostado en el umbral de la puerta de la cocina.

- Es que son muchas cosas que Ricardo nunca contó.

- Y ni sabes la mitad... - sonríe pícaramente - Si quieres,  te cuento.

-¿Todo? Judy no me quiso contar todo.

- Quizás no todo, hay cosas que debo guardarme por respeto a su memoria pero te contaré lo que pueda y  después a dormir, tienes que descansar.

- Está bien - doy un suspiro de frustración colocando los ojos en blanco - sinceramente no tengo ganas de dormir, esa pesadilla me persigue.

- Vas a dormir, de eso me encargo yo.

Nos sentamos en la mesa, mientras empezamos a comer Jake empieza con su relato.

- Ricardo y yo nos conocimos en la Academia,  como sabes, nos hicimos muy buenos amigos, tan amigos que no hubo chica de la Academia que no haya pasado por nuestras manos

- ¡Nuestras manos? - pregunto sorprendida alzando una ceja.

- Sí, muñeca, en la noche nos escabullíamos a los cuartos de las chicas y bueno - alza los hombros -  tu comprenderás, un día era  un cuarto, otro en otro y así, éramos unos demonios, las chicas nos dejaban la puerta abierta, Judy entro en el chiste cuando me di cuenta que Ricardo y ella se acostaban más seguido, Ricardo me dijo que una noche sea yo el que entre a su cuarto en vez de él, porque el quería estar con otra, lo hice y bueno tuve relaciones con ella y la embarace.

- ¿Esa vez?

- Si, esa vez...

- Eran unos demonios- comento burlona mientras él se carcajea.

- Sí, creo que me enamoré de Judy y decidí seguir con ella, fue difícil un embarazo cuando estábamos en la academia...

- ¡Dímelo a mí! - exclamo sin pensar recordando esos momentos, hasta que me doy cuenta de mi metida de pata al ver a Jake muy sorprendido - prosigue, no es nada me acordé de una amiga - explico intentando mejorar mi error.

Jake vuelve a su explicación sin dar importancia al comentario.

- Me volví sobreprotector con ella, tal vez demasiado así que Ricardo respetó nuestra relación y nunca más se volvió a meter con ella,  hasta que una noche estabamos acá exactamente ahí - exclama mostrándome el sofá- y  empezamos a jugar inocentemente con la olla de fondiu, una cosa llevó a la otra y terminamos haciendo un Ménage à trois  Después se nos hizo costumbre, una vez o dos al mes, nos encontrábamos y jugábamos - alza de hombros, mientras lo escucho sin poder articular palabra - no te sorprendas tanto muñeca, si no te metimos, aunque lo charlamos,  fue porque Ricardo empezó a ser muy posesivo y celoso, decidió salirse y una de nuestras reglas era  que si uno quería salirse respetaríamos su decisión además vuelvo a repetirte, otra de nuestras reglas era cero celos y bueno, Ricardo se enfermó de celos - sigo en silencio, es mucho que asimilar - dime algo, odio ese silencio acusador.

- Es que es mucho que asimilar, no creía que ustedes harían eso.

- ¿Eso? Lo dices como algo malo...

- No, no es malo, para nada, es solo que me sorprende que hayan tenido una relación de ese tipo ¿y Melody?

- Jamás la metimos, como te dije solo éramos nosotros tres, esas noches que eran para nosotros, Ricardo no se veía con ella o eran sus noches en que ella tenía turno, pero, todos tenemos un pasado, muñeca y Ricardo tuvo mucho pasado, eso es vivir la vida con un contador de cuenta regresiva en la espalda, llegaste tú y decidió cambiar, como tú nunca te negaste a nada, el era feliz y no necesitaba buscar a otra.

- Pero eso lo llevo a esos Celos enfermizos.

- Los celos vienen por que se sentía inseguro, sé que él nunca tuvo una relación seria, todas eran un juego para él,   fuiste la única y bueno lo inmaduro y cabezón salió - mira la hora levantando los platos y apilandolo - es hora de dormir, necesitas descansar.

- No quiero dormir, Jake.

- Tienes que...- me jala del asiento y me alza.

- ¿Qué haces? – chillo cuando estoy  en sus brazos.

- Te llevo a la cama para que duermas, creo que ahora lograrás darte cuenta porque el motivo de sus locuras al pedirme que te cuide y te haga mía...

- Eso es ridículo,; es como si Ricardo se hubiera olvidado que soy yo quien decide - exclamó mientras me coloca en el piso.

- Seguía hablando su posesión, muñeca.

- Yo diría su tosudes - respondo entrando al baño para cambiarme después salgo, Jake está mirando la tele, después me mira.

- A la cama - me abre las sábanas para que entre y me acomoda- duerme - me da un beso en la frente- estoy acá y no te dejaré así que duerme tranquila.

Cierro los  ojos unos diez minutos después por fin logró  dormir  pero no duró mucho, otra vez las escenas de la pesadilla empiezan a aparecer y sé que pronto despertaré, asustada.

- ¡¡¡Ricardo!!!- grito, asustada, me tocó el rostro y tengo lágrimas en ella, me las limpio con la mano

- ¿Otra vez?, creo que sería mejor que vayas donde un psicólogo, te ayudará  a relajarte y ha aceptar el duelo.

- No, estoy bien - exclamó mientras me abraza y me acurruca en su pecho- intenta dormir, otra vez.

- No quiero dormir, es horrible -me tapó la cara con mis manos, Jake me saca las manos y hace que lo mire

- Duerme- acomoda sus labios en los míos y me da un tímido beso- duerme, muñeca - mi bebé hace una revolución ahí dentro, hasta lastima.

- Eso dolió, lo está haciendo muy fuerte.

- Ves, hasta el bebé está molesto con todo lo que haces, a dormir tienes que descansar, todo lo que haces le afecta, ¿preguntaste si puedes tomar pastillas para dormir?

- Sé que no, no puedo tomar nada de medicamentos.

- Pero tienes que descansar, mañana te llevo donde el médico, que lo más seguro, no fuiste ni para el control.

- Mañana tengo que ir al cementerio, quiero despedirme de Ricardo antes de irme.

- Vas al cementerio y después te llevo al médico, ahora duerme- pone su mano en mi vientre y lo acaricia como tratando de tranquilizar al pequeñín que me está dando mucha guerra unos minutos después como arte de magia, para su arremetida -Ok, ahora puedes dormir, el bebé ya se durmió.

Cierro mis ojos, siento como  acaricia mi cabello pero ni bien entró en estupor la pesadilla vuelve a aparecer, esta vez mucho con ella, debo hacerlo para seguir adelante.

- ¡Muñeca, despierta! - Jake me grita para que abra los ojos, cuando por fin lo hago, el me mira preocupado- esto debe detenerse por tu bien.

Jake me abraza para tranquilizarme, lo miro  asustada, esto es desesperante, nunca podré salir a flote su sigo así.

- No llores más - se acerca y me besa con pasión después me suelta - tienes que dejar de llorar, tu bebé Darla, piensa en él, -me atrae hacia él, me da miedo dormir así que nos quedamos en silencio viendo el vacío, el horrible vacío.

Sigo despierta, no logro dormir, Jake acaba rindiéndose, duerme plácidamente, decido pararme me voy al living a mirar por la ventana, la noche en Denver está muy tranquila, intento no hacer ruido, siento nostalgia, no puedo evitarlo, ahora comprendo a Patricio con "terminarás lastimada y no porque te hará daño sino porque no lo aguantarás"

Me siento en el sofá y me quedo mirando el vacío, no tengo noción del tiempo, quisiera que todo esto acabe, quisiera que esto fuera una pesadilla y Ricardo estuviera en la cama durmiendo, pero no es así.

- ¿Qué haces acá? –Jake está parado en la puerta del cuarto – ¿no puedes dormir?

- No, y no quiero hacerlo, quiero estar sola Jake, si quieres puedes irte.

- No me voy a ir, sigues metida en tu dolor, he hecho hasta lo imposible para que te relajes y dejes de sufrir, pero no lo logro, ¿no entiendes que le haces daño a tu hijo?

- Vete, Jake - chillo frustrada.

- No, lo haré, puedes botarme, pero igual me quedaré, prometí cuidarte y lo estoy haciendo.

- ¡Vete y déjame sola! - chillo empujándolo.

Jake me levanta y me atrae a él, lloro y lloro él se queda abrazándome mientras  saco toda mi frustración, cuando mis lágrimas dejan de correr, me besa, me alza y me lleva al cuarto,  me echa en la cama y se echa a mi lado y me abraza.

- No quieres dormir, entonces nos quedamos mirando el vacío,  pero no voy a dejar que te quedes sola en medio de esa tempestad que te estas creando tu sola, estas de duelo pero tienes que entender que la vida sigue y que Ricardo quería que lo llores tres días y al cuarto estés compuesta, siempre te vimos fuerte, valiente, aguerrida y ahora te estas destruyendo, te estas deshaciendo y no lo voy a permitir, por Ricardo, por ti y por mí, lo prometí y lo voy a cumplir.

- ¿Por qué Jake? ¿Por qué estas acá?

- Por qué no pienso dejarte sola, además lo prometí.

- Pero ¿porque? No me digas que por la promesa , sé que fue tu amigo y dices cosas muy lindas y que son verdad pero...

- ¡Te amo! – ¿Que dijo qué? Lo miro tan sorprendida que mi mandíbula cae hasta el piso - Ya lo dije, Ricardo sabía que sentía algo por ti, por eso sus celos y su molestia a que trabajemos juntos,  jamás te dije nada porque respetaba mucho su relación, esto se quedaría en mi corazón y ya, terminé con Judy porque ella supo de mis sentimientos, volvimos a intentarlo cuando tuviste problemas, no podía, ni debía aprovecharme de la situación así que volví a intentarlo, todo estaba medio bien hasta que Ricardo murió, y ya no pude más, Judy busco a otro y bueno - da un largo suspiro-  solo quiero que estés bien, no te quiero convencer de nada, ni obligarte a que te quedes conmigo, por eso te dije la otra noche que te dejes llevar y cuando te marches, te dejare ir,  por lo menos orgulloso de haberlo intentado y de haber cumplido con la promesa a Ricardo...-  Jake mi querido amigo, esto está mal, no puedo lastimarlo, le estoy haciendo daño.- ¿Qué piensas?

- No puedo hacerte daño, nunca podré corresponder a tu amor.

- Tampoco te estoy pidiendo que lo hagas, solo déjame estos días, quiero ser tu carta blanca, cuando yo mismo te deje en Búffalo todo habra terminado, no me lastimaras, ya estoy preparado para que eso suceda.

- ¿A qué te refieres ser tu carta blanca?

- A esto – me besa mientras me saca el salto de cama -  soy tu carta blanca, sé que ayer no fui yo quien te hizo el amor fue el, ahora vuelve a pensar eso.

Me saca la ropa,  ya tengo una pancita muy abultada, me echa de lado y me baja las bragas, me penetra haciéndome cucharita yo vuelvo a cerrar los ojos y pensar que es  Ricardo el que me está haciendo el amor, no logro sentir mucho, quizás nada aunque Jake lo intente con toda su fuerza, un rato después se acerca a mí y me abraza, vuelvo a abrir los ojos, sigo pensando que solo es Frustración y dolor y eso me da pena, por Jake.

- Nunca más diré lo que siento por ti, Darla, no quiero que te sientas mal, dame estos días solo eso te pido.

- Me voy en dos días, Jake...

- ...Suficientes, muñeca

Me quedo un poco desconcertada no sé qué pensar, mi cabeza está hecha una telaraña, este día me cayeron muchas bombas pero lo que reveló Jake propaza todas las anteriores.

 

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