CAPÍTULO 3

NOCHE DE ANGELES

El ardor en mi garganta, lo seca que esta hace que abra los ojos despertando de un rico eh exquisito sueño, me incorporo en la cama y tallándome los ojos miro de un lado para otro la habitación, intento decir algo, pero me detengo cuando mi garganta aparece un leve ardor.

Aun con el sueño presente en mi me las ingenio para levantarme, salir de mi cuarto bajar las escaleras y llegar hasta la cocina por un vaso de agua, en el momento en el que el líquido baja por mi garganta este deja de doler haciendo que me relaje por completo.

-Ah... nada mejor que un gran vaso de agua –digo dejando el vaso en la barda.

Estaba por servirme de nuevo que una fuerte brisa choca por mi cuerpo moviendo violentamente mi cabello que es en ese momento en el que noto que esta blanco.

Tomo una cuchara rápido y miro mi reflejo que en efecto estoy en mi imagen real, lo que me tiene calmada es de que Rían está en su cuarto bien dormido, lo que no me tiene calmada es la silueta negra que veo detrás de mi gracias a la luz de la luna que entra por las ventanas de cristal.

Bajo la cuchara eh me doy la vuelta para encarar al ser que ha tomado la loca decisión de entrar a esta casa, en el momento en el que me giro por completo una fuerte mano me toma del cuello alzándome del suelo, se movió tan pero tan rápido que no me dio tiempo de reaccionar.

El agarre en mi garganta aumenta haciendo que jode y desesperada intento que me suelte, una fuerte energía siento en el lugar casi más grande que la mía.

Abro los ojos con mucha dificultas que lo primero que veo son unos ojos azules como el cielo bien brillante si no estuviera en la situación en la que soy ahora me hubiera atontado su mirada.

Intento decir algo, pero no puedo su agarre me lo impide miro de un lado para otro cerciorándome de que no vaya a tirar y romper algo que haga que Rían despierte, al ver que no hay nada en un rápido movimiento lo golpeo con mi ala mandándolo hacia atrás atravesando la pared.

Caigo de rodillas al cuello, llevándome una mano al cuello alzo la mirada eh me paro igual como el que avente traspaso la pared y ya en el patio de enfrente miro de un lado para otro buscándolo.

Pero no veo nada las luces del jardín iluminan un poco, pero si puedo ver con claridad alrededor.

Giro de un lado giro al otro lado y nada, no veo rastros de él, camino por un rato en el jardín hasta que llego al lago la noche está bien silencioso que daría miedo a uno, pero a mí no, es difícil que tenga miedo a algo oh a alguien en todo este tiempo nunca le eh temido a algo.

Miro mi reflejo en el agua viendo mi cabello blanco mis ojos lila brillar por la luz de la luna y mis alas blancas que destellan poco.

Ladeo la cabeza al ver algo en el árbol de atrás y es ahí cuando lo veo rápido hago aparecer unas dagas que las aviento hacia él, el las esquiva eh baja del árbol.

Esta unos diez pasos lejos de mí, pero mantengo la guarda por cualquier movimiento extraño eh sospechoso, mi daga regresa a mí que las tomo con mucha fuerza en mi mano, no sé qué es lo que quiere, pero no dejare que haga algo, Rían se encuentra adentro de la casa y debo cuidarlo pase lo que pase ya que me lo ha pedido Mike.

El latido de mi corazón retumba una otra vez en mis oídos, él se encuentra de espaldas no se ha movido por un rato que eso me pone más alerta, miro una y otra vez de reojo la casa eh miro a él.

Unas alas negras aparecen en su espalda, su cabello se torna de un gris platino se da la vuelta poco a poco que cuando estamos cara a cara bajo mis manos y las dagas desaparecen.

- ¿Qué es lo que haces aquí? –digo toda fría y mi enojo en mi voz se puede notar a kilómetros.

-Eso mismo debería preguntarte, ¿Qué hace un ángel aquí actuando como una humana? Y lo más importante ¿Qué haces cerca de Rían? ¿Dónde está Mike?

Suelto el aire eh me cruzo de brazos mirándolo de abajo hacia arriba y viceversa, pensando por qué tengo que responder a sus preguntas.

-Que te importa –juego con un mechón de mi cabello- Por qué debería responder a las preguntas de un ángel caído como tú.

El brillo en sus ojos aumenta haciéndome ver lo muy enojado que esta.

-Responde oh si no te hare cenizas aquí y ahora.

Suspiro- primero dime... de donde conoces a Mike, ¿Qué eres tu un ángel caído de Mike?

-Porque debería responderte.

Me encojo de hombros- soy su mejor amiga.

Veo como sus músculos se relajan y como la tensión en sus alas también, camina hacia mi acortando la distancia que yo me quedo firme y alerta en mi lugar.

-Ya veo entonces tu eres esa chica de la que tanto habla –me mira de los pies hasta la cabeza como yo lo hice con el- respondiendo a tu pregunta de ¿Qué soy yo con Mike? Deja y te digo que... soy su novio –dice sonriente a lo que yo me le quedo viendo con la boca abierta y buscando un indicio de que me está engañando, pero no veo nada.

-Tu... tu... -entre cierro los ojos me llevo una mano al puente de mi nariz y estallo- ¡¿NOVIO?! ERES EL NOVIO DE MIKE.

-Shu... baja la voz despertaras al mundo y con ellos a Rían.

Me llevo una mano, rápido a la boca con los ojos bien abiertos y aun sin creerlo, ¡Pero que ha estado haciendo todo este tiempo Mike! ¡PERO QUE LE ESTA PASANDO POR SU CABEZA!

-Si me estas mintiendo te enterrare más que mis dagas en tu cuerpo –lo amenazo tomando lo de su playera negra del cuello- me has escuchado, puedo ser un ángel linda eh tierna, pero soy muy conocida en el cielo por mi carácter fuerte y por muy buena que soy luchando.

- ¿Eres un ángel de la guerra? –dice sorprendido, lo suelto eh me alejo de él ignorando su pregunta.

-Más te vale que no me esté engañando –le apunto con un dedo.

-Hermosa y peligrosa si así son los ángeles –hago una mueca- te estoy diciendo la verdad ahora tu responde a mis preguntas.

-Mike regreso al cielo y me pidió que cuidara a Rían.

- ¿Qué? Regreso al cielo –su cara palidece y da un paso atrás.

-Tranquilo va y regresa –me cruzo de brazos, el sigue con la misma expresión en su rostro haciendo que me sienta rara.

No tengo nada en contra ante este tipo de relaciones la verdad lo veo algo muy pero muy normal como la combinación de fresas con crema, solo que si reaccione así porque por lo que veo hay cosas que aún no conozco de Mike y eso fue una gran sorpresa para mí, solo eso, por la cara que tiene y por la pregunta que me hizo sé que Mike se fue sin despedirse y eso le está afectando mucho.

Miro de un lado para otro y luego el cielo, trueno la boca eh me acercó a él colocando una mano en su hombro haciendo que me mire.

-Se fue sin decírtelo –asiente- Tranquilo Daniel... regresara.

-No... -me mira aterrado- le harán algo lo sé y todo por mi culpa –frunció el ceño- por andar con alguien como yo un ángel desterrado sin hogar.

-Puede que tengamos un carácter fuerte que ni los humanos creerían que tenemos los ángeles, pero de algo estoy segura –tomos sus manos entre las mías y lo miro a los ojos- es de que su regreso no se debe a ti y se eh estoy muy segura  de que nada malo le pasara.

-Pero está mal visto la relación de un ángel y un ángel caído.

-Pero que dices –le doy un golpe en la cabeza- sabes que el segundo ángel soberano está en una relación con un demonio.

- ¿Qué? –me mira impresionado.

-Si... después de haber firmado el tratado de paz entre ángeles y demonios a los dos días el segundo ángel anuncio su relación con un demonio, si unos lo tomaron algo mal, pero otros lo tomaron bien ya que ya sea en el mundo de los vivos oh el mundo celestial el cambio existe en ambos y tenemos que aceptarlo si no bueno... a ver como sobrevive uno.

-Ya veo...

-Pero si estas preocupado puedo m****r a alguien que me informe del porque regreso y que está pasando –sonrió- así también podre advertirle de todo lo que les espera cuando regrese –hago puños mis manos pensando en todo lo que hizo sin preguntarme primero- no me quedare con los brazos cruzados por meterles a la cabeza a toda la escuela mi existencia.

Daniel se echa a reír haciendo que mi furia desaparezca y lo mire divertida.

-Me llenaría mucho de tranquilidad si lo haces de preguntar por qué regreso –asiento- por cierto... perdón por lo que te hice en la cocina –dice esto mirando mi cuello a lo que yo rápido me llevo una mano a este- creí que estabas con malas intenciones cerca de Rían.

-Entiendo yo hubiera reaccionado de igual forma si estuviera en tu lugar.

-Alison... verdad –asiento- que bueno que al fin te conozco y que bueno que estés a lado de Rían su vida... ha dado un gran giro desde la muerte de su madre.

-Si lo puedo notar –me siento en el suelo eh abrazo mis rodillas, Daniel me sigue y ambos nos quedamos sentado frete al lago- cuando llegué a la casa me sentí muy triste, las emociones de Rían son muy fuertes.

-Sí que lo son, cuando lo conocimos mucho antes de que su mamá murió él era un chico muy alegre, bien fiestera ya sabes un chico popular –sonrió- lo conocimos en una fiesta era la fiesta de graduación de unos superiores de mi facultad, Mike dijo que sus emociones eran tan fuertes que lo ahogaban, por unos amigos míos empezamos hablar con él y notamos que era un gran chico.

Tomo una piedra y la aviento al estanque.

-Pero cuando murió su madre el cambio –lo miro y veo la tristeza en su mirada- el chico alegre, divertido eh extrovertido de Rían había desaparecido, por completo, dejo de sonreír, dejo de hablar con todos y sus notas en la escuela estaban cayendo, Mike se preocupó mucho por el y se sentía culpable en no poder hacer algo.

-Nada se podía hacer –lo interrumpo- no podemos impedir la muerte de un humano es una de las reglas que tenemos nosotros los ángeles, no podemos cambiar el destino de un humano, no podemos hacer daño a un humano no importa si es bueno oh malo –digo las reglas más importantes para nosotros los ángeles.

-Y no puedes enamorarte de uno –dice este último mirándome.

-Exacto.

-Aun así, Mike se sentía mal así que hicimos de todo para que regresara un poco el Rían de antes, aunque en la escuela se podía ver que lo estaba superando en la casa sabemos que no es así, Mike al mudarse con él lo ayudo un poco ya sabes cómo es el muy loco.

-Si es todo un caso Mike.

-Supe que algo había pasado ayer ya que Rían en la clase lo sentí de una forma muy deferente.

- ¿Cómo? –lo volteo a ver muy atenta.

-Sí cuando llega no saludaba a nadie y se podía notar esa mascara que se pone para que nadie vea lo aun dolido que estaba pero ahora saludo a las y los chicos con quien antes hablaba y sonreía muy natural muy real para ser verdad.

-Vaya, bueno... eso es bueno ¿no? –digo- todo lleva su tiempo la pérdida de un ser querido no se supera de un día para otro, lleva tiempo.

-Sí, pero... no se ahí algo...  –se lleva una mano al mentor.

-Bueno búscalo camino a tu casa –digo parándome eh sacudiéndome el vestido y el cabello aleteo un poco mis alas para quitarle tierra del pasto oh cualquier cosa.

-Si loa humanos vieran tu forma angelical claro sin las alas traerías mucho tras de ti –lo volteo a ver con una mueca en la boca- eres una angelita muy hermosa.

Escondo mi forma angelical siguiéndome Daniel que se levanta y se coloca enfrente de mí, toma un mechón de mi cabello y lo coloca detrás de mi oreja.

-Y en tu forma humana te vez igual de hermosa que tendré que cuidarte de los hombres, viendo como Mike te quiere no le gustara para nada que tengas a un pretendiente cuando regrese.

-Como si quisiera tenerlo.

-Bueno aun así tengo que hacerlo, no quiero que mi novio me dé una paliza por no haberte cuidado cuando regrese –lleva una mano a mi cabeza y me acaricia como si fuera un perro molestándome.

Estaba a punto de decirle que no hiciera eso que al ver alguien detrás de Daniel me detiene y enfoque toda mi atención a esa persona, Daniel lo nota que se gira y ambos vemos Rían ahí para mirándonos de una forma que no sé qué decir.

- ¿Rían? –me acerco a el rápido y lo miro de abajo hacia arriba, lleva un pans y una playera de tirantes muy grande blanca- ¿Qué ases, despierto a esta hora?

Su mirada cae en mí que un escalofrió recorre mi cuerpo haciendo que detenga mi intención de llevar mi mano a su hombro, de mí su mirada pasa a Daniel que él se acerca.

- ¿Qué haces aquí Daniel? –el tono de voz con la que se dirige al novio de mi mejor amigo le sorprende que me mira a mí y luego a él, vi un dije de diversión en su mirada que desapareció tan rápido.

-Vine a preguntarle a Alison sobre Mike –mete sus manos a sus jeans- ya que no me dijo que regresaría a su ciudad natal.

-Has venido a preguntarle sobre eso a las 4 de la mañana –miro a Daniel.

-Ya sabes como soy cuando se trata de Mike –ríe leve- me comporto como un loco, más al no saber que se fue.

-Si bueno... regreso a su ciudad natal así que puedes irte a tu casa.

-A la orden –camina hacia mí- nos vemos en la escuela vale.

-Claro –deja un beso en mi cabeza y camina hacia el portón de la casa.

Me le quedo viendo hasta que desaparece de mi vista, no quiero como vengo diciendo ir a la escuela, pero ahora es definitivo que tengo que ir, lo peor de todo esto es de que por estar platicando con el perdí horas valiosas para dormir que dentro de unas horas estaré cayéndome de sueño en clases y más en los exámenes.

-Ir a la escuela... ¿Por qué tengo que hacerlo? –murmuró dolida por esta vida que me ha hecho Mike.

-Te vas a quedar ahí oh entraras a la casa –la voz de Rían me saca de mis pensamientos, miro a la puerta de la casa y lo veo ahí parado esperando una respuesta de mi parte.

Corro hacia él y él se hace a un lado para que entre, sin esperarlo camino rumbo a mi cuarto, muy relajada pero muy cansada.

-Sabes que Daniel está en una relación con Mike ¿verdad? –dice detrás de mí.

-Si lo sé.

-Y sabes que nunca le gustaran las mujeres.

-Sí lo sé –bostezo.

-Hagas lo que hagas no cambiara sus gustos lo...

Dejo de caminar y me giro para verlo.

-Lo sé muy bien Rían, no se ah que se debe esta inquietud –tomo sus hombros y le doy un leve apretón- él es el novio de Mike que pasa hacer mi hermano mayor.

- Vi como lo mirabas –ladeo la cabeza- tenías esa mirada.

- ¿Así? Bueno, es amor de hermanos además me sentía mal por el – miro a la ventana- no puedo creer que Mike se haya ido sin decírselo –me cruzo de brazos- fue muy malo de su parte, además no es correcto que Daniel se haya enterado de esta forma, de mí.

- ¿Mike no le dijo que se iba? –el igual que yo pone la expresión de no poder creer que no le haya dicho Mike a Daniel que se iba.

-No, Daniel está preocupado –suelto un gran suspiro eh me llevo una mano detrás de mi cuello sobándolo- tengo que contactar a Mike, me iré a mi cuarto descansa Rían duerme lo más que puedas y no me esperes para ir a la escuela me iré por mi parte.

- ¿Por tu parte? –da un paso en frente cuando ya estoy a seis pasos lejos de él lo miro sobre mi hombro.

-Si bueno, el hecho de que estemos viviendo bajo el mismo techo no se significa que tengamos que irnos juntos a la escuela, de seguro quieres tu espacio así que... cada quien por su rumbo –tomo de nuevo camino a mi cuarto- descansa Rían.

Digo esto alzando mi mando despidiéndome, subo las escaleras dejándolo ahí en el pasillo, entro a mi cuarto pongo seguro eh me siento en la cama.

¿Cómo le hare para dar con Mike?

Me la pase pensando en un millón de formas de cómo dar con Mike que ninguna se me hacia una buena opción ya que, esos métodos tardarían en llegar respuestas y necesito con urgencia que Mike me conteste.

Juego con una pluma en mis manos eh melé quedo viendo a un punto x pensando y pensando hasta que la mejor opción llega a mi mente.

Sin perder tiempo abro la ventana del cuarto y doy un paso atrás tomo una de mis plumas de mis alas digo unas palabras de invocación haciendo que la pluma desaparezca.

Espero un rato aquí parada mirando la ventana, pero nada, pasan dos minutos luego cinco y nada, me siento en la cama buscando que hacer, pero no tengo nada hasta que un aleteo regresa mi atención a la ventana.

Una paloma blanca entra a mi cuarto y se para en mi mesa de noche.

-Vaya sí que tardaste un poco. –digo parándome de la cama acercándome a la paloma.

-Perdón por la demora mi señora –la paloma habla oh como yo le llamo Aveli.

Aveli es una paloma blanca del mundo celestial que es mi compañera y ayudante, ellos nos ayudan a guiar las almas cuando cruzan la luz, aparte de ser muy buenos guiando también soy muy buenos entregando mensajes del mundo humano al mundo celestial.

-Aveli, necesito que me hagas un favor –siempre trato a Aveli como alguien parte de mi familia a pesar de ser una paloma.

- ¿En qué puedo ayudarle? –tomo asiento en la silla.

-Mike regreso al cielo y hace unos momentos me entere que tiene a alguien importante aquí que no tenía idea de que él había regresado. Podrías buscarlo y pedirle que se contacte conmigo.

-Claro que si –aletea sus alitas blancas emocionada.

-Y aparte puedes investigar el motivo por el que regreso, por favor.

-A la orden mi señora –empieza a volar- lo haré lo más rápido que puedo no se preocupe.

-Confió en ti Aveli, que nadie te veo.

Sin decir más sale volando fuera de mi habitación, cierro la ventana y me aviento a mi cama boca abajo, no pasa mucho cuando el sueño empieza a aparecer y quede dormida.

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