CAPÍTULO 1

EL ASALTANTE FUE ASALTADO

Miraba de un lado para otro observando con mucha atención cada detalle de los edificios de esta ciudad, las calles se encontraban transitadas por muchos carros y personas que unas iban al trabajo otros a la escuela y unos solo salían para distraerse, balanceando mi pie hacia adelante y atrás miraba a las personas recargando mi cabeza de lado en mi rodilla anhelando que hoy fuera un día tranquilo sin preocupaciones, sin mucho que hacer.

Hace mucho que no tengo un descanso en vez en cuando me gustaría tener uno o dos días de vacaciones por lo mucho, acaso los ángeles no tenemos ese derecho –suspiro- luego se me pasa por la cabeza que nos explotan mucho el cielo.

-Conque aquí estas –miro de reojo a mi derecha como aparece Mike con una sonrisa en el rostro y los brazos cruzados- ¿aquí es donde te escondes? en el techo de este gran edificio.

-Tiene una hermosa vista –me encojo de hombros.

-En eso tienes razón –dice llegando a mi lado mirando la vista que nos regala la altura de este gran edificio de la ciudad- de noche de seguro sea de ver genial.

-Si...

Un largo y un pongo tenso silencio inunda el habiente, veo de reojo como juega Mike con sus manos en la espalda, está nervioso oh más bien ansioso y eso pasa solo cuando Mike quiere pedirme algo que de seguro no me gustara, lo conozco muy bien en mis 200 años como ángel como no podría conocer a mi amigo a la perfección.

Bueno Mike aun no me conoce del todo bien y eso se debe a que se guardar mis emociones muy bien, no me gustaría que los demás vean lo que me afecta y lo que no, no me gusta ser un libro abierto.

- ¿Qué paso Mike? ¿Por qué me estabas buscando? –lo volteo a ver y noto como se muerde los labios y como intenta tranquilizarse.

La verdad hoy es uno de esos días en los que me encuentro bien tranquila, bien sumisa que si me piden algún favor sin duda alguna digo que sí, cualquier favor acepto.

-Veras no es algo malo, no te disgustara para nada, es un pequeño favor que te pido hasta que regrese. –función el ceño a lo último que dijo haciendo que me siente debidamente y lo mire con más atención.

-Hasta que ¿regreses? ¿Dónde te vas?

-Me mandaron a llamar no es nada serio solo que si estaré lejos de aquí por un tiempo.

-Estas seguro que no es nada malo –lo miro a los ojos.

-Estoy seguro –me mira igual a los ojos para que vea que no está mintiendo.

-Bueno, que es lo que quieres.

-Quiero que te quedes en mi casa –hago una mueca- por favor, es la petición de un alma.

-Mike que te eh dicho sobre aceptar favores de los muertos, para nada acaban bien.

-Lo sé, lo sé, pero este si acabara bien.

- ¿Qué es lo que te pidió?

-Ella murió por una enfermedad y dejo una deuda grande de su casa –suelto el aire- no quiere que su único hijo se quede sin un techo que por eso me pidió que le ayudara.

-Esa ayuda es pagar su deuda –me cruzo de brazos- Mike en que estabas pensando.

-No podía dejar que sufriera más su hijo, él está solo en este mundo.

- ¿Solo?

-Sí, no tiene familia solo eran ellos dos.

-Mike... -toma mis manos rápido y se inca enfrente de mi sorprendiéndome.

-Por favor, por favor hasta que regrese no es para siempre.

-Hasta que regreses –asiente rápido- solo hasta que regreses y ya- vuelve a asentir.

Miro de un lado para otro y luego al cielo, ok, dije que me encontraba de buenas para aceptar cualquier favor y este favor no es para siempre cuando regrese él se hará cargo y ya, no veo el as de perder así que...

-Ok, está bien te ayudare.

- ¡Gracias! Eres la mejor enserio por eso todos te adoran.

-Si claro.

El día se está pasando rápido y Mike ya tenía que irse, me dijo dónde está la casa y también que el dueño ya sabe de mi llegada algo que me sorprendió ya que, si le hubiera dicho que no, no sé qué estaría haciendo Mike ahora mismo.

Me despido de mi amigo que le repito una y otra vez si algo pasa que no dude en m****r a alguien por mí, no sé a qué se debe su regreso al cielo que, aunque tenga una expresión tranquila no me quita los nervios y la alerta de que podría ser algo serio.

-Cuídate...

-Tú también y tranquila –deja un beso cálido en mi cabeza y da cuatro pasos lejos de mí- cuento contigo en no romper ese favor que me han pedido.

-Ya que –ríe divertido haciendo que yo también lo haga.

Sin más, Mike desaparece enfrente de mí, me siento en el borde del techo del edificio eh miro al vacío, no debo de que preocuparme, Mike sabe cuidarse y eso es lo que importa.

Miro el cielo que esta ahora de color salmón por el atardecer, la noche estaba a punto de llegar y yo ya tengo que irme de seguro el dueño estará consternado que aún no ha llegado la persona que menciono Mike y creerá que fueron mentiras sus palabras.

Estiro mis brazos desentumiéndome y hago aparecer mis alas blancas hace mucho viento hoy que solo planeare hasta la casa.

Con un impulso de mis alas me elevo del suelo y empiezo a volar entre las nubes, en vez en cuando miro a la ciudad que desde aquí las personas se ven como hormiguitas algo gracioso, el ruido de los carros es remplazado con la del viento y el movimiento de mis alas y mi ropa.

Cierro los ojos disfrutando las caricias del viendo en mi rostro y la tranquilidad que me rodea, amo mucho volar hace que me sienta más libre de lo que estoy y me hace sentir viva.

Es una sensación indescriptible poder volar y ver el mundo de otro ángulo.

Pasa un rato cuando creo que ya estoy cerca de donde ahora viviré, paro en el cielo y veo las calles buscando el camino que tomar o buscando la casa si es que esta por aquí, pero al no dar con el vuelo un poco más y nada, al parecer ando perdida.

Hago aparecer una pluma en mis manos la acerco a mis labios y le pido que me lleve a la casa, la pluma brilla más de lo que ya brillaba y empieza a moverse.

Miro detrás de mí al sentir una extraña sensación que veo a los lejos un punto negro de seguro es un avión que siempre me los tomo cada que vuelo.

Sigo a la pluma eh desciendo del cielo, estoy a una altura que los humanos podrían verme, pero no, cuando saco mis alas soy invisible ante los humanos, solo me pueden verme cuando no tengo mis alas y también si quiero ser vista por ellos.

El área es un lugar donde ahí puras casas y locales, lejos de la cuidad, muchas familias se encuentran afuera paseando, platicando y unas solo salen a comprar cosas a las tiendas, la pluma se aleja e me impulso para alcanzarla, empieza a bajar dándome a tender que estamos cerca, cuando para enfrente de una casa blanca hago mis alas para atrás y planeando bajo, en el momento en el que mi pie, rodilla y mano tocan el suelo amortiguando mi aterrizaje mis alas desaparecen, me incorporo, sacudo la tierra de mis manos y ropa eh me acerca al portón blanco, la pluma desaparece al instante.

Desde arriba pude notar que la casa es de dos pisos y que tiene un gran jardín verde y tres árboles que dan de seguro mucha sombra, me encanta, da con mis gustos es como si Mike lo hubiera planeado desde un principio que espero no haya sido así.

Toco el portón, pero este se abre un poco -que raro- entro eh miro alrededor, lo primero que me recibe es el gran patio muchas hermosas flores unas vivas y otras muertas que cuando paso reviven, sigo el camino de rocas que da a la casa, la puerta se encontraba cerrada, pero al girar la manecilla se abre dejándome entrar.

El dueño de la casa tiene un gran problema, acaso no sabe para qué son las llaves.

Por dentro una gran sala con hermosos sillones color chocolate y una gran televisión me recibe, la mesa de centro tiene sobre ella una maseta con flores moradas y un pequeño retrato a su lado, llego hasta el comedor que tiene una gran mesa para que se sienten cinco personas, la cocina es amplia y acogedora que dan ganas de cocinar día y noche, ya me vi haciendo mis galletas oh los panqueques de chocolate, manzana y nuez.

Camino por el pasillo que las paredes son de cristal dejando ver un estanque que pasa debajo de mi, es magnífico como el pasillo es una especia de puente, llego a unas escaleras, pero el camino sigue al parecer la casa se divide en dos por el estanque.

Subo las escaleras y muchas puertas veo y una pequeña sala con televisión, abro puerta tras puerta las primeras tres son de biblioteca, sala de estudio y uno al parecer la mujer le gustaba pintar ya que había muchos cuadros pintados y otros no, muchas brochas y mucha pintura.

Al abrir la cuarta puerta veo sábanas blancas cubriendo la cama y muebles, había mucho polvo en este cuarto que me hace estornudar mucho, aunque suene loco soy alérgica al polvo.

-Este era su cuarto de su madre al parecer –murmuro.

La, cierro y abro la quinta puerta, el aura de Mike me invade al parecer esta será mi habitación por ahora, chasqueo los dedos y empiezan a aparecer una tras otro mis cosas, cierro la puerta de mi cuarto eh miro de reojo la última puerta que de seguro es la del ahora dueño de la casa.

Doy el primer paso hacia ese cuarto cuando escucho pasos en la entrada, pero que mensa soy se me olvido cerrar el portón al entrar espero que no sea un ratero porque mi nivel de lidiar con ese tipo de personas esta por los suelos.

Hace rato te quejabas de que el dueño no le pone llave a la casa y yo dejo el portón abierto que es mucho peor.

Regreso por donde vine, bajo las escaleras eh miro de un lado para otro buscando cualquier sospecha, las luces de la sala se prenden llamando mi completa atención que luego se apagan, se prenden las del comedor y cocina.

Camino por el pasillo sin quitarle la mirada del comedor, un golpe en el cristal hace que pare eh mire a una rana que se encuentra pegado en este.

-Enserio, justo en este momento se te ocurre hacer ruido, vamos pégate en otro lado, shu... -al decir eso la rana salta al agua.

Al mirar enfrente la luz del comedor y cocina se encontraban ahora apagada y un gran silencio se apodera del lugar, sigo mi camino miro de un lado para otro en la sala, pero no veo nada, ¿acaso me lo imagine?

Me llevo una mano al mentor pensativa, no lo creo y no pude haber sido yo... o ¿sí? Luego mi energía no lo llego a controlar cuando mi estado emocional esta como una montaña rusa, pero hoy me encuentro bien.

-Que será.... –murmuro.

Como sentido arácnido, pero en mi caso angelical, siento que alguien detrás de mí se mueve y algo se aproxima a mi cabeza que en un movimiento rápido me hago aun lado, tomo un brazo lo jalo con mucha fuerza y cuando veo la silueta frente a mi le doy un golpe en la espalda haciendo que caiga al suelo.

Un gemido de dolor seguido de una queja rompe el silencio, prendo las luces de toda la casa con un movimiento de mano para poder ver al infiltrado no deseado.

Un chico de creo yo 22 años se encuentra en el suelo con un rodillo de esos que usan para la masa, lleva unos jeans, una playera de mangas y ¿calcetines?

¿Que ratero lleva solo calcetines y no zapatos al cometer un delito?

-El asaltante fue asaltado que por eso no llevas zapatos –digo rodeándolo parándome enfrente de el- vaya el poder del karma diría los humanos.

El chico se para sin aun mirarme, el palo lo soltó porque al parecer le disloque el hombro y eso que no use mi verdadera fuerza de ángel me sorprende mucho.

- ¿Asaltante? ¿yo? Ese no serias tu –suelta quejándose del dolor.

- ¿Yo?, quien asaltaría el lugar donde ahora vivirá –me cruzo de brazos sonriendo divertida- ahora habla, ¿Por qué no te buscas un trabajo para dejar de robar? Sabes eso es muy malo, las personas que hacen ese tipo de cosas no terminan para nada bien, se lo que te digo –busco su mirada, pero el sigue con la mirada al suelo- si te cuesta encontrar trabajo te ayudo, pero deja ese camino malo, ¿tienes familia? ¿mamá, papá? Crees que les gustaría saber que su hijo se la vive robando oh haciendo otras cosas, yo creo que no.

Sigue en la misma posición, el hombro le duele y noto que tiene rasguños en sus brazos y que su playera está llena de tierra es como si le hubiera pasado un camión encima, pobrecito.

-Vamos, ven a sentarnos deja que te ayude con ese hombro.

en el momento en el que me acerco a el alza la mirada y sus ojos cafés claro caen en los míos tomándome por sorpresa, imágenes de él y Mike hablando animadamente llegan a mi mente seguidos de imágenes del el llorando frente a una tumba con un ramo de flores blancas, es mucho lo que veo en su alma que hace que me tambalee de un lado para otro.

No lo vi venir ¡rayos! me tomo por sorpresa, él es el dueño de la casa y por lo que veo alguien cercano a Mike, él ahora es su amigo, el...

Oh por dios... lastime a un inocente esto me costara mucho.

-Perdón, creí que eras un asaltante no se me paso por mi cabeza que fueras el dueño de la casa.

Lo tomo del hombro con cuidado y nos sentamos en unos de los sofás, su hombro que les disloque esta todo rojo y eso hace que la culpa invada en mi cuerpo, siempre actuó sin pensarlo en situaciones como estas, rayos de seguro le duele mucho, pero ¡ni siquiera lo hice fuerte!

-Tu... eres la persona que mando Mike en su lugar –en vez de ser una pregunta fue una afirmación a lo que yo solo asentí mirando su hombro- creí que... me había engañado porque tardaste en llegar.

Lo sabía....

-Ah... tenía mucho que empacar y me perdí de camino aquí. –digo rápido nerviosa y culpable por su tono de voz lo escucho triste.

Se preocupó mucho de cómo le haría para pagar la deuda que su madre dejo, si yo estuviera en su lugar perdería la cabeza, ni me lo quiero imaginar.

-Ya veo, ¡auch!

-Perdón, perdón ando checándolo –respiro hondo y de un movimiento rápido notando que esta relajado le acomodo el hombro haciendo que amortigüe un grito con su mano echa puño- listo, ya te lo acomode, te dejara de doler en un rato solo que no muevas el brazo rápido oh si no el dolor tardara en desaparecer...

- ¿Estudias medicina? –me voltea a ver, su pregunta me saco de onda haciendo que capte algo- ah perdón como Mike estudia medicina di por hecho que tú también ya que supiste como hacerle para arreglar mi hombro.

¡Mike que estudia que! Que tanto mintió este loco.

-Ah... yo...

Mike, ya verás cuando regreses...

-Ah... si estudio medicina –juego con mis manos- en realidad estudiaba, apenas llegue a la ciudad que ahora no creo tomar de nuevo mis estudios.

-Ya veo... que raro... -mira al frente.

- ¿Qué?

-Bueno, es que Mike me comento que eres una chica muy estudiosa que no te despegas de los libros y que en la escuela eres la que tiene las mejores notas.

-Ah... te dijo eso... -lo matare...

-Si...

-Si bueno...

-Hasta te vi con él en ocasiones cuando pasaba enfrente de su facultad, ya recuerdo.

Mike, me las pagaras...

[En algún lugar del mundo celestial donde se encuentra Mike]

- ¡ACHU!... –se talla la nariz.

-Joven Mike acaso se va a enfermar.

-Lo dudo, siento un aura oscura, como si algo malo se aproximara –mira de un lado para otro, alerta.

[******]

- ¡Ah! Que mensa soy –me doy un golpe en la frente- por estar un día lejos de los estudios se me fue el avión y por eso dije eso de que no ando estudiando, pero mira nomas, no hacer lo que ya estoy acostumbrada me pone loca la cabeza.

-Bueno, ¿has traído tus cosas? –mira de un lado para otro buscando.

-Sí, ya están en el cuarto. –me mira extrañado- ah... Mike me comento en unos días de esos en la escuela lo maravillado que estaba de su cuarto me enseño foto que por eso supe que cuarto tomar.

-Ah... ya veo... está bien, bueno te menciono la cantidad de renta que se paga.

-Si el dinero no es problema si lo aumentas no pasa nada y si lo bajas igual, sé que... necesitas el dinero –digo ese último mirando una foto de el con una mujer pegados en la pared- soy puntual al pagar, no me gusta deber oh retrasarme en pagos te lo digo para que no te preocupes.

-Ya veo, gracias entonces, por venir y bueno aceptar ya que la renta es muy alta y costaría mucho encontrar a alguien que page esa cantidad.

-Bueno aquí estoy y no me iré –hasta que llegue Mike claro.

Platicamos un rato, me dijo las reglas de la casa que no son para nada fuera de lo normal solo pide que ayude con la limpieza y que cada quien lava sus trastes, ropa y de más y que el cuarto de su madre que ya había visto que no entrara, anotado y grabado.

-Una cosa más –lo miro sobre mi hombro ya me había levantado para ir por un poco de agua- no entres a mi cuarto, respeto tu privacidad así que respeta la mía por favor.

-No hay problema, por mi está bien. –digo desinteresada y retomo mi camino a la cocina por mi vaso de agua.

De todas las reglas que dijo esta última me encanto, así podre aparecer y desaparecer desde el cuarto sin ningún problema, eso es un gran alivio y aparte no tendré que preocuparme ya que cada que duermo y estoy muy pero muy tranquila mis alas aparecen, aun no controlo ese pequeño detalle, en el cielo los ángeles siempre tenemos nuestras alas afuera, pero aquí lo tenemos que ocultar haciendo que cueste trabajo quitar esa pequeña costumbre que traemos.

Tomo de un estante un vaso y lo lleno de agua.

-Por cierto, no me has dicho tu nombre –me hago aun lado ya que él quiere igual tomar agua.

-Me llamo Alison y ¿tu?

-Rían –me extiende su mano a lo que yo lo tomo- encantado de conocerte.

-Igual.

En lo que queda de la noche, vemos los dos la televisión y me ofrezco para hacer una pequeña cena a lo que el acepto encantado, tenía que hacerlo ya que su pansa no dejaba de rugir y ya no sabía si era el rugido de los carros de la película oh su estómago.

Hice fideos y una ensalada de frutas algo ligero, pero matar el hambre.

-Cocinas muy rico –dice dejando los cubiertos en la mesa- pensaría que en vez de estudiar medicina estudias gastronomía.

-Sí, bueno es uno de mis distracciones.

-Te da tiempo estudiar y cocinar.

Suspiro- Mike, dijo cosas que no son cierta, en realidad no me la paso las 24 horas del día sentada en el escritorio con libros de medicina y esas cosas, que estrés –espeto- en la escuela si me meto en los libros y eso, pero ya fuera de la escuela hum... me relajo.

-Ya veo... Mike como siempre exagera las cosas.

-Si... se le pasa por la cabeza cualquier locura.

-Bueno, gracias por la comida, de nuevo te quedo muy rico –sonrió, me encanta ver a las personas felices, hasta ahora Rían se la pasaba decaído, pero desde que comió la vida es como si le hubiera regresado estoy aliviada por eso- mañana ahí escuela es mejor ir ya a dormir.

Asiento, dejamos los trastes para lavarlos mañana en el lavado, nos aseguramos de que la casa este cerrado para evitar que un verdadero ladrón entre, en el pasillo paro en la puerta de mi cuarto eh me le quedo viendo a Rían que se para igual enfrente de la puerta de su cuarto que me falto abrir.

-Bueno descansa –me mira a lo que yo asiento.

Abre la puerta de su cuarto y entra cerrando la puerta tras él, trueno la boca eh entro a mi cuarto, mañana será un largo día y es porque tendré que ir a la dichosa escuela por culpa del menso que tengo por amigo Mike.

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