Capítulo 2

Cuando pude reaccionar quise bajar a felicitar a mi hermana, vi el reloj que tenía en la mesa  eran las siete de la noche así que aún estaba despierta… baje a la sala  no encontré a nadie, busque en la cocina y también estaba sola así que me dispuse a subir a la habitación pero escuche voces en el despacho de mi padre  no me intereso hasta que escuche que alguien menciono mi nombre así que me acerque de forma silenciosa y pude observar que en la sala estaban aún los miembros del consejo  mis padres incluso mi hermana.

-Alfa los miembros del consejo estamos de acuerdo que Amanda tome el lugar como alfa…  pero Ana tiene que abandonar la manada  al menos por un tiempo, para evitar rumores que nos pongan en riesgo- ¿Qué? Mi padre no puede estar de acuerdo con esto, no me pueden expulsar, esta es mi manada y mi familia.

-Estoy de acuerdo, Ana es débil y no queremos que la manada se vea débil… en cambio Amanda demostrara su fuerza ya que su loba apareció a sus 14 años- no puedo creer lo que acabo de escuchar, siento un nudo en mi garganta quiero llorar y gritarle que no soy débil pero no puedo emitir ni una sola palabra… ¿Cómo puede hacerme esto?... mi madre no permitirá que me expulsen así de la manada solo por ser humana…

-Luna ¿usted está de acuerdo con la decisión?- mama di que no ¡por favor!...

-¿Es necesario que se valla? aquí estará bien con su familia- si mama convéncelos…

-Ella es humana y es débil… será mejor que este lejos de la manada, ella estará a salvo y nosotros no nos veremos como una manada débil…- ¿acaso eso es lo único que le importa? me pregunte a mí misma al escuchar a mi padre-… ¿cómo crees que nos veremos ante las demás manadas Gabriela?, cuando se enteren que la futura alfa de la manada  aparte de ser mujer resulto ser humana…-

No lo puedo creer mi madre no dijo nada solo bajo la cabeza… sentía mis lágrimas correr por mis mejías y mi cuerpo temblar, mi familia, mi madre me rechazaba por ser humana, me enviarían lejos, se desharían de mi como un objeto que no sirve… subí lo más rápido que pude a mi habitación sin poder detener mis lágrimas. Entre deprisa cerré la puerta y llore hasta quedarme profundamente dormida.

Cuando desperté aún era de noche, me dolía el cuerpo por quedarme dormida recostada en la puerta y fue ahí cuando recordé todo, me dolía el pecho, sentía dolor y tristeza al saber que mi familia me rechazo y que seguramente en la mañana me dirían que se desharían de mi… pero no les daría el gusto y la satisfacción de correrme. Me puse de pie  tome una maleta y puse en ella lo más importante entre ellas una caja que me heredaron mis abuelos la cual aún no habría, esperaba el momento adecuado y ese lo era… abrí la pequeña caja de madera y encontré un sobre con mi nombre, cuando lo abrí encontré una nota  y una hoja de cuenta del banco una gran cantidad a mi nombre… no entendí nada así que leí la nota…

-Mi pequeña, esto es un pequeño obsequio de parte de tu abuelo y mío, amor nunca dejes que nadie te diga que eres menos, porque tu vales oro y eres más fuerte que todos, solo confía en ti misma porque escondes un poder maravilloso, y cuando todos te den la espalda tu lucha por demostrar que eres fuerte y valiente.

Te amamos y siempre estaremos contigo…

No pude evitar llorar es como si ellos supieran que este momento llegaría pero aria lo que ellos me piden lucharía y me aria muy fuerte… cuando tuve todo listo escribí una nota para mi madre donde le digo “no esperare a que me corran así que yo me voy y espero que sean felices con su hija perfecta”  la deje sobre la cama tome mis cosas y baje era de madrugada así que todos duermen, baje y salí de la casa en silencio, subí mi maleta al auto y solo admire mi hogar por última vez.

-Adiós… algún día les are tragar sus palabras y les demostrare que soy muy fuerte- encendí el auto y salí de ahí… tres horas después estaba en el aeropuerto. Deje el auto en el estacionamiento seguro mi padre o como decidí llamarlo Andrés lo encontraría. Fui a comprar un boleto aun no sabía a donde iría, así que compre un boleto del avión que estuviese más próximo a salir y así quince minutos después estaba en un avión rumbo a España. Me permití llorar todo lo que pude porque me prometí a mí misma que esa sería la última vez que lloraría…

…………

No sé cuánto tiempo paso, pero la azafata indico que a habíamos aterrizado… baje del avión y recogí mi equipaje que solo constaba de una maleta donde traía mis documentos y cosas más importantes, tenía que buscar un departamento y ropa… llame un taxi y le pedí que me llevara a un lugar donde pudiera rentar un apartamento… una hora después llegamos a un lugar bastante tranquilo me atendió una señora muy amable me mostro el lugar el cual me gusto, arreglamos los papeles y me instale de inmediato, por suerte estaba amueblado  “la suerte me sonríe al fin” dije para mí misma.

-Así que este departamento seria mi nueva casa- dije en voz alta, dándole un vistazo al lugar- Ana este será tu nuevo comienzo- dije para convencerme a mí misma.

El resto del día lo utilice para comprar algunas cosas que necesitaría, por suerte el dinero que me dejaron mis abuelos era el suficiente para vivir bien un buen tiempo. Pasaron los días y me dedique a buscar una universidad para reiniciar mis estudios, ya que traje mis papeles, lo que le puedo agradecer a mi madre es el haberme enseñado a mantener mis documentos en orden.

Así pasaron los días y llevaba una vida tranquila, desde que salí de la casa de mis padres no encendí mi celular… después de meditarlo decidí encenderlo y me sorprendí de no encontrar nada, ni llamadas, ni mensajes de mi familia solo unos cuantos de mis amigo…

-valla así que no les importo… pues ellos a mí tampoco- lo dije más que todo para convencerme a mí misma. Revise mis redes sociales y todo estaba normal, así que me dispuse a dormir un rato cuando de repente empezó a sonar mi celular.

-Hola-

-Hola, ¿Ana?-

-Si ¿quién habla?-

- Soy Nélida, Dios niña ¿dónde estás?- ella era amiga de mi abuela, me sorprende que me llame. Espero que no sea por órdenes de Gabriela o Andrés

-Nélida, estoy bien ¿Por qué me llamas? ¿Qué quieren ustedes? ¿Es que no les basta con destruirme y sacarme de la manada?- sentí ese rencor de nuevo y entendí que jamás me dejaría vivir en paz.

-Mi niña escúchame bien… nadie sabe que te llame o que hable contigo yo solo quiero ayudarte me entere de lo que te hicieron y no me parece bien, en honor a la memoria de tus abuelos a los cuales les prometí que te cuidaría siempre y eso quiero hacer, ayudarte- no lo puedo creer… dude por un momento, pero si mis abuelos confiaban en ella yo también lo are qué más puedo hacer.

-Nélida estoy en… España- dije aun dudando

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