Capitulo 5: "Comentarios Absurdos".

Travis POV.

No Le iba a seguir insistiendo en que yo la llevaría a casa, si ella se quiere ir sola; está bien.

Presiono el acelerador pero entonces siento la delgada mano de ella tomando mi brazo.

Sonrío de lado al ver que la convencí.

—Mierda está bien, llévame a casa—suelta con desgano.

Enseguida se sube y acelero, puedo sentir como lucha con el viento para no caerse al suelo, rápidamente añado en un exclamo:

—¡No me molesta que me tomen de la cintura!.

—¡No lo haré!—exclama.

Esta chica es demasiado testaruda.

—¡Hazlo!.

Contabilizo unos veinte minutos y siento sus delgados brazos rodearme la cintura, sus pechos se sienten en mi  dura espalda y su caliente cuerpo se aferra al mío.

Sonrío de lado y acelero aún más.

—¿¡En dónde es que vives!?.

—¡Voltea a mano izquierda!.

Acuesto la motocicleta al ver la curva y ella se aferra más fuerte a mí.

—¡Cuidado y me asfixias niña!—exclamo burlón.

Al terminar de dar aquella vuelta vuelvo a la posición normal y conduzco menos rápido.

—¿¡Qué!?.

—Nada—suelto—¿Y ahora por dónde?.

—Sigue derecho—asiento.

Sigo conduciendo un par de cuadras más y ella me aprieta un poco más la cintura y bufo.

—Aqui es, para, para—dice apresurada mente.

—Te dejaré un poco más adelante ¿No quieres que tu hermano te vea conmigo, no?—alzo ambas cejas y ella asiente.

Decido dejarla un poco más adelante de su casa pero después me arrepiento y añado:

—¿Sabes? Me importa una m****a, te dejaré frente de tu casa—retrocedo rápidamente y freno en seco al estar frente a aquella casa—Listo.

Ella se baja rápido y golpea mi brazo—Idiota—se da media vuelta dispuesta a andar.

—¡De nada!

Ella saca su dedo corazón y me lo enseña.

Suelto una carcajada, toca el timbre de aquella casa y su hermano sale sin camisa y con su cabello vuelto m****a.

Vaya, alguien se estaba divirtiendo.

Él la analiza de arriba a bajo y su mirada se incrusta fugazmente en aquel casco que tiene debajo de su brazo, enseguida éste deja caer su mirada molesta en mí. No puede reconocerme porque llevo casco, de lo contrario se vendría directo a golpearme y les aseguro que esta vez él será el más afectado.

Puedo escuchar que le dice: —¿Esa es tu cita Abby?.

Ella se da la vuelta y aprieta sus labios—N... Sí.

—¿Cuántas veces te hemos dicho que no debes de subirte a esas cosas?—le dice en reclamo

Ella suspira y entra golpeando su brazo.

¿Por qué es tan cínico? Cuando ella misma lo vió correr en su motocicleta.

Alguien tiene una identidad secreta, al parecer.

—¿¡Y tú qué!? ¿¡Te paso agua o qué m****a!?—exclama molesto al ver que todavía estoy aquí.

Suelto una carcajada y niego, acelero mi motocicleta y me alejo de aquel lugar.

(...)

Un calor impresionante siento en una parte de mi rostro, así que decido abrir mis ojos y los horribles y molestos rayos del sol pegan brutalmente en estos.

—¡Mierda!

El calor es impresionante, detesto tanto que las cortinas de mi habitación sean corridas sin mi consentimiento.

Enseguida escucho los tacones de mamá sonar por el suelo de madera y ésta abre la puerta feroz.

—¡Travis, joder despierta!.

Me siento en la cama dejando caer mis manos en el colchón.

—¿Qué no me ves despierto?—cuestiono irónico y ella aprieta sus labios.

—Que grosero—suelta—Ya me voy, tú padre no llegó ayer en la noche; hoy viajaré. Trata de comportarte, adiós.

Cierra la puerta y me digno a levantar mi cuerpo de la cómoda cama.

Entro a la ducha no sin antes leer los mensajes que los idiotas de mis amigos me dejaron.

Ahora que recuerdo no llegaron anoche con el dinero de la carrera, pobre de ellos si se lo gastaron. Aunque pensándolo bien; eso no me importa porque dinero es lo que me sobra.

Bloqueo de nuevo el teléfono y me adentro a la ducha abriendo la llave para dejar caer después el agua caliente en mi cuerpo.

Termino de ducharme y me coloco la muda de ropa que dejé lista unos minutos antes. Tomo la mochila que dejé tirada ayer después de clases en un rincón, examino los cuadernos y al final termino sólo llevando uno porque el resto está en mi casillero , salgo de la habitación para después bajar hasta el comedor, las sirvientas están revoloteando por doquier y esto de alguna manera me causa gracia.

Carraspeo para tratar de llamar la atención y estás voltean mientras que dan una sonrisa, instantáneamente añaden:

—Buenos días jóven ¿Va a tomar el desayuno?.

Aprieto mis labios y decido no tomarlo, salgo de casa para después entrar al aparcamiento, le echo un ojo a cada auto que hay y decido tomar por fin uno. Las motocicletas están en otra parte; algunas son compradas por mí y otras simplemente porque han apostado y claramente he ganado, nada fuera de lo común.

Entro al auto y adentro la llave enseguida para después arrancar, la puerta del aparcamiento se cierra en cuanto salgo. Coloco música y paso por la casa de Liam para ver si todavía está allí.

Hago sonar el claxon y él sale rápidamente.

Su rubio cabello alumbra aún más cuando los molestos rayos del sol le pegan y grita:

—¿¡Qué hay hermano!?.

Se apresura a entrar y golpea mi hombro al estar ya dentro, me sonríe ampliamente y alza sus cejas.

Lo analizo un par de minutos más y arqueo una ceja mientras añado:

—¿Qué hicieron con el dinero?.

Éste se sorprende y suelta una risa nerviosa—¿No lo tomaste ayer?—su sonrisa aún sigue pero con nerviosismo—Vaya hermano esa chica si que te tiene mal.

¿Me está tratando de cambiar el tema o qué m****a?.

—No digas estupideces Liam, les mande un audio por el maldito grupo.—Suelto un poco molesto—Y ahora bien ¿Qué hicieron con el dinero?.

Él aprieta sus labios y se acomoda un poco en la silla del auto, yo decido arrancar esperando respuesta de éste.

—Lo gastamos—lo veo de reojo y asiento—Travis, hermano no te vayas a enojar, es que te vimos tan feliz y entretenido con aquella chica que no nos atrevimos a interrumpir.

¿Feliz y entretenido? ¿Qué acaso ella es algún juguete para estar entretenido? Solo me la pasaba bien con ella, nada más.

Que estupideces dice Liam.

Niego y golpeo su hombro—Eso no me importa, el dinero no me importa Liam. Y por favor no digas idioteces, sólo corrí con la chica.

Él suelta una risa y coloca su mano en mi hombro—Ay Travis, soy tu mejor amigo; conozco cuando alguien te llama la atención para más que sexo—eleva ambas cejas y yo frunzo mi ceño.

—¿De qué m****a hablas ahora?—me carcajeo—Sabes que no soy de esos

Él ríe y niega—No puedes negar que esa chica te llama mucho la atención ¿Sabes por qué lo digo?—hago un asentamiento con mi boca y éste lo suelta rápidamente—Porque no dejas que casi ninguna chica se suba a tú motocicleta, eres de correr solo. Y después de la carrera, te fuiste para un lado junto con ella ¡Jamás haces eso con las que por suerte llegan a correr a tu lado!.

—Basta...

Él niega y sigue como cotorra—¿Y sabes? ¡Jamás en la vida dejas que te tomen de la cintura, tampoco jamás las llevas a casa después de las carreras!.

Freno en seco y éste se golpea con la guantera.

—¿¡Estás siguiéndome!?—aprieto mis puños mientras tomo el volante.

—Travis, cálmate hermano, no es para tanto—suelta nervioso—Sólo estoy diciendo lo que dicen los demás—alza sus hombros.

Lo veo con mis ojos entre cerrados—¿Los demás?—él asiente mientras teclea algo en su teléfono—¿Qué más están diciendo?.

Éste bloquea el teléfono y entre cierra sus ojos, después chasquea sus dedos y asiente—Tambien dicen que cuando Damien trato de pelear contigo; vieron a aquella chica sospechosa; tomarte el puño fuerte que tenías, y que de inmediato te calmaste y no peleaste.

Suspiro y niego—No lo golpee porque era su hermano, eso sería muy cínico de mi parte; golpearlo por segunda vez enfrente de ella ¿Te acuerdas de ese par?

—¡Oh claro! ¡Abby!—asiento—¿Pero desde cuándo eres tan sumiso?—me codea y le doy una mirada de fastidio.

—Basta de comentarios absurdos, hemos llegado grandísimo idiota—aparco el auto y enseguida nos bajamos, de inmediato lo cierro y guardo las llaves en mi pantalón.

Enseguida un par de chicas se nos acercan y descargan besos en nuestras mejillas.

Frunzo mi ceño y carraspeó—¿Y esto a qué se debe?—cuestiono algo aturdido.

Ellas ríen y sueltan—¡Por ser los mejores!—nos guiñan y se alejan caminando rápidamente.

Enseguida abren las puertas del instituto y todos comienzan a entrar, Liam y yo buscamos a Jack pero éste no se ve.

Después de unos minutos nos damos por vencidos y entramos, el timbre aún no ha sonado así que me quedo recostado en la pared junto con Liam.

Enseguida entra Jack algo agitado y se cruza de brazos, ah m****a; ya va a comenzar con sus dramas.

—¿¡Por qué m****a no pasaron por mi!?—Liam suelta una carcajada.

Yo me cruzo de brazos mientras arqueo una ceja, en un par de segundos alcanzo a ver por detrás de Jack que Abby entra por el portón junto con su hermano, enseguida mis ojos caen sobre ella y sonrío de medio lado.

—¿¡Travis!?—exclaman ambos y yo les golpeo la cabeza.

—¿¡Qué!?.

La sigo con la mirada y ésta logra por fin darse cuenta, me sonríe de lado y luego me saca la lengua, suelto una pequeña risa y niego. Después vuelvo a ver a mis amigos quienes se encuentran en silencio.

—¿Por qué se quedaron callados?—cuestiono.

Ellos me ven divertidos y niegan—No queríamos interrumpir—frunzo mi ceño.

Jack añade: —¿Con qué Abby, eh?—me ve pícaro y yo niego.

—Te hizo daño la corrida ¿No Jack?—Liam estalla en risa, me doy la vuelta para buscar mi casillero. Al encontrarlo lo abro para sacar los libros que me hacen falta y vuelvo a cerrarlo.

—Te pasas Maddxon.

—Mis huevos Jack—respondo burlón.

Estos ríen mientras caminamos por los pasillos del instituto, enseguida veo a Damien y lo golpeo mientras paso.

Exclamó con diversión:

—¡La m****a se tiene que quitar!

Éste suspira y deja caer un fuerte puño sobre su casillero.

Enseguida suelto una enorme carcajada y éste se acerca a mí.

—¡Hey!—me doy media vuelta—¿¡Con qué eres tú, eh!?.

Arqueo una ceja—¿Qué?.

Todos se encuentran viéndonos y solo sonrió.

—¡Fuiste tú!—se acerca un poco más pero lo detengo con mi mano.

—¿Puedes hablar más claro?.

—¡Esa maldita risa!—veo sus puños y enseguida los esquivo—¡Eres tú quien estaba con mi hermana ayer, maldita sea!.

Tomo su cuello y lo recuesto rápidamente hacía la pared.

—No se de qué m****a hablas, pero niño si estás ardido porque te gané: con gusto te vuelvo a recibir en mi reino—le sonrío—Pero te pido que las cosas que no son del instituto las dejes afuera, no quiero tener más problemas, con verte ya me es suficiente—logro soltarlo y éste se acomoda.

—¡Sólo no te metas con Abby!—exclama.

Saco mi dedo pulgar mientras añado:

—Descuida; no me habló con ella, deberías mejor preguntarle con quién m****a salió porque al parecer la dejó sola después de...—veo a mis amigos y aprieto mis labios—Ya sabes—sigo caminando mientras lo dejo allí con sus palabras en el aire.

La campana suena y enseguida entramos al aula de la primer asignatura que nos toca, enseguida veo el cabello ondulado y castaño de aquella chica y suelto:

—Ay no, m****a.

Mis amigos me ven confundidos y yo la señalo.

—Hoy va hacer un día pesado—suelto mientras descargo el bolso en el asiento del lado de ella.

—Ya está ocupado—suelta fría.

—Hay más puestos—respondo de igual modo.

—Por eso, vete a otro lado.

—Bien, como quieras—suelto tirando de la silla lejos.

Me voy hacía la parte de atrás y subo los pies sobre la mesa, después de unos segundos entra la profesora y me llama la atención, después de darme su estúpido regaño; comienza con la clase.

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