Capítulo 2

Axel

Es meramente una coincidencia verla nuevamente en el mismo lugar, y al parecer esperando un taxi. ¿Es en serio? quizá esta vez acepte a que la lleve, me acerco con pasos rápidos hacia ella y sin saber porque, colocó mis manos en su rostro. La chica luce nerviosa, quizá la estoy asustando por mi atrevimiento.

—Espero no niegues a que te lleve a tu casa, Luciérnaga.—Suelto mirando fijamente esos ojos que me cautivaron la primera vez que la vi.

—Eh, bueno esta bien, esta vez aceptaré, hace mucho frío —Titubeo nerviosa. Tome su mano y la lleve al estacionamiento.

Sonreí pensando la segunda vez que la vi. Fue buena idea pasar por esa Iglesia aquella noche lluviosa, desde ese entonces volví a sentirme vivo, ella me enamoro de una manera sobre natural, su sonrisa carismática, su forma de andar y pensar me han embrujado, la amo tanto que a la vez temo perderla, no deseo falsedades, Alessandra es lo que yo buscaba para mi. Se que es precipitado a verle pedido matrimonio, pero joder la amo tanto y lo que deseo es tenerla a mi lado, a veces pienso que ella solo es un sueño, pero al despertar veo sus mensajes de los buenos días y sonrió con una felicidad abrumadora, después de tanto tiempo mi corazón a vuelto a sentir ese deseo de ser feliz, se que la actitud de su madre hacia mi no es la mas buena, piensa que es muy rápido lo mío con su hija y se que es poco tiempo a vernos conocido, sin embargo amo a Alessandra y lucharé para demostrarle a mi suegra que su hija es lo que deseó en mi vida.

—Crees que tus padres asistirán a la cena con mi familia?— Le pregunté sin dejar de observarla.

—Si, bueno mama estaba dudosa, ella dice que es muy pronto lo nuestro, sin embargo le deje claro que ya no soy una niña, mis decisiones las tomo yo.— Asentí tomando su mano y dejando un suave beso en el dorso.

—Te amo tanto y se lo dejaré saber a tu madre todo el tiempo que sea necesario—Mi novia sonríe de lado.Me gustaría que nuestra boda se lleve acabo lo antes posible quizá dentro de un mes, ¿que opinas?

—Es mas que suficiente para preparar todo, Axel te amo y lo que mas deseo es estar a tu lado.

Ambos sonreímos de felicidad, sin duda es la mujer que esperaba.

Conduzco en dirección a la casa de los padres de mi novia, mantengo la vista en la carretera, Alessandra canta una música Cristiana, bueno una alabanza a como ella le dice, su voz es encantadora y tranquilizadora. Desde que la conocí he tratado de dejar varias cosas, de las cuales algunas son difíciles pero como lo dice ella. Pero no imposibles. Mi madre esta mas que contenta con mi relación, ella sabe como me encontraba por años sumergido en vicios que no llegan a nada bueno, quizás a verle entregado tanto amor a una falsa provocó tanta desilusión, pero al verme cambiado y alegre ha echo de todo para agradecer a mi novia, claro que Alessandra no sabe mi oscuro pasado y tampoco deseo que lo sepa, eso sería apartarme de nuevo, no deseo que nadie me tenga lastima, he aprendido a ver la vida de otra manera y más ahora al conocerla a ella.

—Axel, puedo hacerte una pregunta—Dejo mis pensamientos de lado, para atender a mi Novia, asiento a lo que pide.—¿Quien es Lorena, porque tienes su nombre tatuado en tu espalda?— Pregunto nerviosa. Detuve el auto de una manera brusca. Porque demonios pregunta eso, enojado salí del auto y ella hizo lo mismo. Odio escuchar ese nombre.

—¿A que viene esa estúpida pregunta?—Vocifere enojado, puedo observar un poco de miedo en sus ojos, quizá no fue buena idea actuar de esa manera, pero al mencionar a esa maldita, mi cuerpo reaccionó de esta forma, la odio tanto. Suavice mi actitud al notar a mi novia diferente.

—Discúlpame Alessandra, no fue la mejor manera de haber respondido. —me disculpe colocando mis manos frías en su rostro y la bese con ternura.—Te amo mi Luciérnaga, eres mi luz y la única de la que deseo hablar en mi presenté —Dije mirándola fijamente.

—No entiendo—Musito bajando la cabeza.

—No hay nada que entender, esa persona es pasado—Alessandra asiente con lágrimas en sus ojos, limpio sus lágrimas y luego dejó un beso en su frente. Entrelaza su pequeña mano con la mía, y nos dirigimos a mi auto. Le abro la puerta pero ella no entra. Parece tensa y nerviosa.

—Lo siento mi Luciérnaga, ella solo fue una novia de mi juventud y no quiero hablar del pasado, ahora entra o te resfriaras.

Esta vez entro sin decir nada.

Me despedí de mi novia con un beso muy apasionado, no quise soltarme de ella, sentía tanta excitación quería tomarla ahí mismo, pero aún no lo haría, ya que ella lo será cuando nos casemos, Alessandra pertenece a la Iglesia y no quisiera hacerla caer en pecado, por esa razón me estoy aguantando las ganas, incluso su madre me lo dejo muy claro. Por esa razón deje a mi novia en la puerta de su casa, no quise entrar a esta hora ya que Luz Clariza se molestaría mucho, me imagino las riñas que le debe de estar dando a Alessandra, estoy empezando a creer que a esa señora no le agradó para nada, sin embargo me importa poco lo que ella piensa, total estoy enamorada de su hija, no de ella.

***

Al llegar a casa de mis padres saludo a los guardias de seguridad y notificó que me quedaré esta noche.

Entro a la habitación de mis padres pero antes tocó la puerta, a los segundos mama abre, sus ojos lucen cansados quizás sigue trabajando a esta hora. A pesar que mi padre tiene empresas y no es necesario que Cariza trabajé ella lo hace, claro que pasa mas tiempo en casa junto con mis hermanas. Ella es psicóloga tiene su oficina a unas cuadras de la casa o bien hace consultas aquí mismo.

—Hijo mío, que bueno que has venido, aunque no son horas de visitar a tu madre—Replico negando, sonrió al oír a mi madre reñirme como a un niño chiquito.

—Estuve con mi novia— le respondo riendo — madre has leído libro que habla sobre Scholar Who walk at nigth—mama arquea una ceja y luego sonríe.

—Hablas del erudito de la noche, es un libro coreano muy interesante, entonces ese eres tu el que protege a su amante— Asentí bromista, mama sonrie dejando un suave beso en mi mejilla.

—¿Como la pasaste con tus suegros hijo?— Pregunta papa mientras lee.

—Bien—Mentí ya que mi suegra ni me saluda.

—¿A ellos les caes bien o no?—Nuevamente pregunta sin dejar de ver su libro— Ya sabes donde no encaja mi hijo no encaja sus padres, sin embargo debes luchar por lo que quieres— mi padre dejo de leer el libro para observarme detalladamente, seguramente esta esperando mi respuesta a su pregunta.

—Por supuesto que encajo, de eso no hay duda padre—

—Bien me alegra saber eso, espero verlos pronto en la cena—Asentí saliendo de la habitación.

Entre a la habitación de mi pequeña Ángel mi hermanita menor, ella apenas tiene 10 años es algo especial nació discapacitada, la quiero tanto claro que también a las gemelas ellas son las que me hacen reír y sentirme amado, sin embargo Cristal necesita ser mas que mi atención para hacerla sentir bien. Me acuesto a un lado de Cristal y la veo y pienso como sería sentirse sin poder ver la claridad del mundo, yo puedo ver todo perfectamente sin embargo me sentí sumergido en una oscuridad con miles de demonios rodeándome, a veces quisiera ser yo el ciego y no ella, mi Ángel. Mis padres han hecho de todo para que ella recupere la vista sin embargo no lo a logrado del todo ella solo distingue los objetos, ve la claridad de la luz y incluso capta sombras, mi niña camina en todo la casa y  el jardín ayuda de nadie.

—Quisiera ser tu luz en la oscuridad pequeña, pero a veces siento que tu y las gemelas son mi luz entre las tinieblas.—Susurre negando.

—Hermanito yo también quisiera poder ser tu luz que alumbre tu vida—Susurra mi pequeña dándose vuelta y posando sus manitos en mi rostro.—Te quiero mucho—dijo despacito.

—Yo te quiero un montón mi niña.

Las manitos de Cristal son muy frías, al igual que las mías. Me pregunto porque tan pequeña y ya sufre, la pasa mas tiempo triste, callada, quisiera sacarle muchas sonrisas y risas sin embargo es difícil. Suspirando cerré mis ojos y quede dormido.

Al día siguiente me encuentro de shopping con mis hermanas, suena cursi pero con ellas no importaría entrar una tienda de lencería.

—Deberían apresurarse a mama no le gusta que les hagamos esperar para el almuerzo— Repliqué desesperado.

-Se quieren llevar toda la tienda—Espetó cristal toda asqueada y rodando los ojos

—¿Y tu pequeña vas a querer comprarte algo?—Le pregunté tomándola en mis brazos.

-Bueno yo tengo muchas ropa interior que ni idea de que color son, pero si mi hermano mayor quiere regalarme más entonces yo también me apunto—Dijo mostrando sus dientecitos.

—Bueno entonces vamos a que las gemelas te escojan muchas de esas y lo que tu quieras, que aquí tu hermano mayor no le importaría gastar.

Y así finalizó mi día, junto a mis tres Ángeles  laque mas amo, claro aparte de mis padres y mi novia.

Ya ha pasado varios días, esta noche mis padres se conocerán con los padres de Alessandra, espero que todos no salga bien, quiero formalizar cuanto antes, hoy mismo le pediré a mis suegros la mano de Alessandra formalmente, muero por casarme lo antes posible con mi amada Luciérnaga.

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