La romance de Demian y Luciano

                                                         _ 3_

                      

Luciano es así, el recorre su camino adueñándose de cuanto ser se le cruce, como si el mundo le perteneciera

Primero les toco a los licántropos

Ahora es el turno de los humanos

Una vez en la casa, los vampiros que servían al rey también como lacayos, me acompañaron a mí y a los lacayos licántropos la habitación de servicio. Nuestro nuevo hogar era una habitación separada de la mansión donde viviría el rey ubicada en el patio

Allí nos instalamos todos juntos, el lugar era espacioso, incluso para veinte personas, aunque durmamos entre sabanas en el piso, cosa a la que estábamos acostumbrados. A pesar de que éramos licántropos y vampiros, nuestra convivencia en la habitación y en lo que fue el viaje era amena. Muy rápidamente se había acabado el odio que ellos sentían por nosotros, más rápido de lo que termino ese odio entre morois y strigoi, desapareció a partir del nexo que nos unía al rey Luciano

Me acosté entre sabanas gastadas, colocando mi cabeza en posición horizontal al techo, pero los ruidos provenientes de la casa del rey no me dejaban dormir ni a mí, ni al resto de los lacayos. Ellos tres suelen ser muy escandalosos cuando están juntos, pero esta vez el bullicio era más ruidoso de lo habitual, sus gritos y risas en vez de cesar con el correr de las horas iban en aumento.

¿Es que esta gente no duerme? Era lo que seguro pensábamos todos. No podíamos quejarnos ni hablar de lo que hace el rey, el demandaba una sumisión absoluta y cualquier comentario filtrado por más pequeño que sea podría representar la muerte para nosotros unos esclavos. Pasaron tres horas hasta que para mí desgracia, Jordán salió en paños menores a llamarme, viéndome en la obligación de acudir a donde él quería llevarme.

Cuando abrí la puerta de su alcoba me encontré a los otros dos hombres, con el torso descubierto, tapados con unas sábanas blancas con hilos de oro, tan brillantes como el sol, en una lujosa y pomposa cama de cuatro plazas. Jordán se arrojó en la cama ni bien regreso abrazando a Luciano por la espalda, se reían, mientras Demian estaba en su lado de la cama, al lado de Luciano, dándole la espalda a los dos apretando una almohada.

Esto era algo cansador, siempre tenía que presenciar este tipo de escenarios vergonzosos, agotaba mi salud mental y era más tediosa que 72 horas seguidas de trabajos forzados. No había una cosa que desee más que salir de este lugar. Pero no puedo, soy un esclavo.

_ ¿Que se le ofrece señor? – dije después de unos minutos parado en la habitación

Jordán se inclinó sobre la cama, tomo una almohada que estaba entre la cabeza de Luciano y Demian, tirándola al suelo, cerca de la cama. Me di cuenta que se había excitado por el abrazo que le dio a Luciano.

_ Acuéstate aquí salvaje – me respondió

No me quedo más remedio que sentarme sobre la almohada como quería Jordán. Las ordenanzas de las parejas del rey equivalen a las ordenanzas del rey por lo que no puedo negarme. Jordán se había convertido en mi cruz, quien me tortura, llamándome para que vea como se pelea con Demian.

_ A ver en que estábamos… - dijo mientras se colocaba atrás de Luciano abrazándolo. Luciano reía mientras él le acariciaba el pecho con la mano y Demian endurecía la línea del entrecejo cada vez más, apretando cada vez más la boca

_ Cuantas veces te dije que amo tus labios, son tan hermosos, carnosos y rosaditos, como a los de tu hermana- susurraba mientras le acariciaba los labios con la yema de los dedos, besándolos cada tanto.

_ Siempre decís eso

Jordán lo tomo suavemente de la barbilla respondiéndole con un beso romántico y apasionado que duro unos minutos

_ ¿A quién de tu familia salieron con esos labios, tan preciosos que provoca besarlos cada cinco segundos?

_ A mi madre biológica

Jordán lo acerco a su cara, siguió besándolo apasionadamente, creí que ese beso llegaría a mayores, pero Demian no podía soportar los celos e intervino

_ ¿Ya terminaste de enredarlo con tu zalamería, con tus babas? – dándose vuelta trataba de despegar a Luciano de los brazos de Jordán

_ ¿Qué quieres Demian? ¿Qué te pasa? – le dijo Luciano fastidiado, con la saliva de Jordán alrededor de la boca

_ Ya no puedo soportarlo

_ Déjate de tonterías- exclamo Lucio apartándolo de si con el codo

_ Por favor, amor

_ Basta Demian, no puedes ponerte celoso

Jordán otra vez le dio un beso en la boca a Luciano. Durante unos minutos reino el silencio y esos fueron para mí como unos minutos de paz. Pero Jordán que estaba atrás de Luciano, estaba refregando su miembro erecto sobre el trasero de Luciano, otra vez quiso sembrar la discordia, provocando a Demian, quizás era su manera de divertirse, y también una manera de torturarme. Con una sonrisa maliciosa, dijo mientras hacía eso:

_ Eres tan blanquito como el color blanco mismo, y sin una sola manchita, ni imperfección, nada, y tu piel es tan suavecita. Es como la de un bebito recién nacido mi amor

_ Otra vez empezó, pero que baboso- susurro Demian apretando aún más la mandíbula.

_ Shh… cierra la boquita, Margarita

Los dos se miraron a los ojos largando fuego por ellos. Luciano les dijo que paren y los dos volvieron a sus lugares. Jordán se seguía moviendo atrás de Luciano refregando sus partes entre sus nalgas

_ Que bello, que hermoso, cada rasgo de tu cara, tu cuerpo es… no tengo palabras para describirlo, nunca vi un joven tan hermoso. Soy muy afortunado en estar aquí, lo que es ese cabello, esos músculos, esos ojos, esa boca, ay esa boca y tu piel, ay tu piel, tu piel. Ay Lucio, me tiene loco Lucio, loco

Jordán empezó a moverse más fuerte, se notaba que tenía muchas ganas de penetrarlo. Fue cuando estaba a punto de hacerlo, o ya lo había empezado a hacer cuando Demian se paró de la cama e histérico se puso a gritar: 

_ ¿Cómo puede ser que soportes a este sujeto? – Grito señalando a Jordán- no lo aguanto más, ¡me tiene harta¡¡Me hace la vida imposible ¡que este todo el tiempo encima de ti, siempre tocándote, poniéndose de meloso. Todo para provocarme y tu ni siquiera mueves un dedo para defenderme.

_ ¡Deja de hablar así, que pareces una señorita despechada ¡Siempre lloroso e histérico, exigiéndole a Lucio cosas, ¿piensas que puedes hacer que los demás te hagan caso a costa de tus caprichitos? ¿Quién te crees que eres como para andar pidiéndole que te defienda? ¿Acaso no sabes defenderte solo? ¿Piensas que ser su novio hace tantos años, lo convirtiere a Lucio en algo de tu propiedad?

_ ¡Oigan, no voy a permitir que se pongan a gritar en mi casa¡¡ Estoy cansado de sus peleas ¡

_ Pero el empezó, él es el que siempre inicia las peleas, desde que salimos de Bekesaba ha estado comportándose como una niñita caprichosa e histérica. Hasta el rey de los humanos se dio cuenta, casi hace que nos ataquen, y todo por su necesidad de andar exhibiendo el trasero

_ En eso tiene razón Jordán, hubiera sido una gran pérdida de tiempo si nos atacaba, hubiéramos tenido que continuar como peregrinos en el desierto, por tu culpa

Demian miro al piso, y como de mala gana, se volvió a meter en la cama

_ Uff…- resoplo con los brazos cruzados mirando el techo- ojalá te hubieras casado con la princesa, Jordán

_ La princesa me dejo por un hombre de mayor estatus y mucho más atractivo que yo

_No te menosprecies tanto Jordán, ponte en su lugar… ¿quién no dejaría a su pareja por German? - Dijo Luciano con una sonrisa picarona

_ Ay Lu, ¿Cómo nos decís eso a nosotras?

_ Es el hombre más atractivo que vi. Toda mi vida estaré enamorado de él, tiene un no sé qué, algo que me puede- siguió diciendo Luciano-  Capaz es su cabello sedoso y ondulado, que parece blanco bajo la luz del sol, el perfume helado de su piel, esa actitud sosegada. Siempre quise estar con él, lástima que el sentimiento no sea mutuo

_ A mí no me parece la gran cosa- dijo Jordán- Tú eres mucho más atractivo e interesante. Pero si tuviera que elegir entre German y su hermano gemelo, yo lo elegiría a German. Todos piensan que Frederick es el hombre más hermoso del mundo, pero yo no pienso que sea el más hermoso y tampoco lo veo más atractivo que German. Tiene rasgos muy prolijos, como de muñeco.

_ Ahhh- suspiro Luciano mirando al techo- en estos momentos, él debe estar haciéndole el amor a mi hermana, cuanto desearía que me lo estuviera haciendo a mí, como quisiera estar en su lugar

_ Dime la verdad Lucio- intervino Jordán- ¿tú ya sabias que ella iba a dejarme por German? ¿Cómo pudiste saberlo?

 _ Hasta un tonto se hubiera dado cuenta- Respondió con un tono de sabelotodo- Mili siempre estuvo enamorada de German y el la deseo desde que ella se convirtió en mujer. Todos estaban ciegos, ignorantes, no sabían lo que estaba pasando, todos menos yo

_ Pero Lucio, a cualquiera que les gusten las mujeres sentiría deseo por tu hermana, ella es irresistible. ¿Quién podría con semejante mujer?

_ Lo se Jordán, pero German la deseaba de una manera diferente, estaba totalmente obsesionado, vivía pensando en ella, adorándola, buscándola, consintiendo cada uno de sus caprichos. Yo sabía que debía aprovecharme de eso, para alejarlo de Frederick, hacerlo venir al palacio, sacarle algunos datos valiosos acerca de su hermano y la manera en la que ha estado administrando su imperio, crear un ambiente propicio para la fuga y lo más importante. Sin German vigilándolo todo el tiempo, Frederick se distraería de sus obligaciones imperiales, para estar con su noviecita humana.

_ ¿¡Que?¡- exclamo Demian escandalizado- ¡mantiene una relación con una mujer humana ¡¡Lucio eso es algo abominable ¡

_ Si, él y su hermano padecen del mismo mal, tenía mis sospechas, que fueron comprobadas cuando German me confeso, entre copas, que Frederick estaba tomando medidas políticas que favorecían de alguna manera al pueblo humano. Yo pensaba incluso que, si tenía suerte, hasta podían descubrirlo y entonces su imperio hubiera pasado a la historia, lástima que no fue así

_ Entonces… ¿yo solo fui un instrumento?

_ Necesitaba que algún tonto hiciera creer a mi hermana que estaba enamorada, para poder llevar a cabo mi propósito. Suponía entre quienes podrían llegar a caer, y entre esos caíste tu

_ Fui el tonto que cayo

_ Pero era predecible… ella siempre elije al más tonto y raro de todos. Y de todos los hombres que le presentaba tú eras el más tontito, el más ridículo, haciendo esas bromas que no causaban gracia a nadie, a ella sola y con esa cosa rara de tu cara… ¿dónde se vio un negro con ojos celestes? ¿Cómo no te iba a elegir?  

Jordán sonrió mientras tensionaba sus brazos sobre su torso, comprimiéndose en su espalda

_ ¿Cosa rara?, yo pensé que me encontrabas interesante

_ ¿Qué me interesabas? – Pronunciando una risotada exclamo-… ¿crees que yo, yo, Luciano Helio McCruin, podría interesarme en ti, en ti? ¿Nunca te viste en un espejo Jordán?, eres feo, afro europeo, eres una cosa rara, moreno con ojos celestes, así como un monstruo, ni siquiera estas a mi altura, eres noble solo porque yo decidí venderte un título de conde de lastima, para salvarte de mí madrastra. Por otra parte, no tienes nada que pueda llamar mi atención, solo estoy contigo porque eres el sujeto que mi hermana abandono días antes de su boda para estar con otra persona.

Encontré las palabras que Luciano le decía a su novio, injusta. Sentí lastima por él. Jordán es un muchacho atractivo, y tiene unos ojos que llaman la atención de quien lo mire, es inteligente, de buena familia, y ha llegado a obtener lo que tiene a base del esfuerzo.

Sin embargo, Jordán en lugar de molestarse con su novio, se puso a reír y a molestarlo. Supongo que no podía hacer otra cosa, después de todo es el rey y puede decir y hacer lo que quiera. Poco a poco las risas y los gritos se fueron convirtiendo en besos, y poco a poco los besos se iban convirtiendo en caricias, de a poco esos hombres iban pasando a la acción.

Demian se arrodillo en cuatro patas sobre las sabanas, con su cabeza dando a la cabecera de la cama, detrás del Luciano y Jordán se arrodillaron, pegándose de costado y apoyándose sobre el trasero de Demian. Sus cuatro manos estaban sobre la carne del trasero de Demian, apretando con fuerza, mientras lo embestían a toda velocidad, penetrándolo. Excitados, sudorosos y suspirando decían palabras obscenas.

_ Ay, ay, ay… siii… mis amores, que hermosas vergas, aayy que rico, mmmmm… más fuerte, más fuerte-  vociferaba Demian, apretando sus puñillos sobre las sabanas y las almohadas, abriendo la boca, mordiéndose los labios y poniendo los ojos en blanco debes en cuando.

Estaba gozando, tanto como disfrutaban Jordán y Luciano, quienes con cara de malos y a la vez de placer apretaban con bronca el trasero de Demian, mientras le susurraban palabras como: “te gusta putita” “quieres más verga, puta” “trola”  

Se mantuvieron en esa situación en un tiempo promedio de media hora. Hasta que Jordán saco su verga del trasero de Demian, que empezaba a largar semen, para untarlo en su muslo, mientras Luciano seguía cogiéndolo por otro lado. Luego le dio besos, mordiendo su muslo derecho en donde había untado su propio semen. Se arrastró hasta la cabecera de la cama, con las rodillas y sosteniendo su verga aun parada con la mano derecha, una vez cerca de la cabeza de Demian, le puso su verga en la boca y este se puso a chupar con ganas, agarrando la base del pene, era el segundo pene que chupaba y parecía que no se cansaría de hacerlo. Jordán tomo la cabeza de Demian con ambas manos, moviéndose de atrás para adelante, suspirando de puro placer.

Luciano había tomado el lugar de Jordán penetrando a Demian, levanto las piernas de Demian envolviéndolas en su cadera, continuo con las embestidas hasta que acabo exhalando un largo suspiro de placer. Luego saco su pene de ese ano abierto. Casi al mismo tiempo Jordán empezó a suspirar fuerte acabando en la boca de Demian. Él se tragó todo ese líquido, y con una sonrisa, lo miro a Jordán a los ojos murmurando “que rico, mi amor”

Nada de eso los hizo parar, Jordán se paró sobre la cabecera de la cama, detrás del Luciano lo penetraba tomándolo desde las caderas, y Demian se paró encima de la cama y se arrodillo para que su pene llegue a entrar en la boca de Jordán, ya que Jordán era demasiado alto y Demian mas bien de estatura media.

Estuvieron haciéndolo así, como una hora. Pero el problema inicio cuando le toco a Luciano ser el que este entre medio de los dos, penetrado por detrás Jordán. Demian se encabrono, encaprichado trataba de impedir a toda costa que Jordán penetrara a Luciano, pero este lo empujaba y lo sacaba, diciéndole que ya había sido su turno. Demian no cedía en su postura, diciendo que él había llegado primero como excusa de que eso le daba derechos, ya estaba empezando a ponerse muy histérico y Jordán estaba perdiendo la paciencia

_ ¿¡Quién te crees que eres?¡ - chillo Jordán alterado- Si quieres irte, vete, pero yo voy seguir cogiéndome a Luciano.

Él estaba atrás de Luciano en cuatro patas, listo para hacer lo que dijo y Demian a un costado, molesto, mirando la escena con fastidio

_ A mí nadie me pregunto, si yo quería ser parte de esto- contesto con voz casi llorosa

_ No me interesa Demian, es tu problema. Yo tuve que trabajar duro, ser perseguido por la ley y permitir que me rompan el corazón para poder estar con él. Y ahora que por fin lo he logrado, no voy a dejar, que ni tu ni nadie me ponga más obstáculos. No voy a esperar a que tú te vayas a dormir para poder seguir.

_ ¡ NO es justo yo llegue antes que tú¡ ¡ Yo estuve con el cuándo aún ni siquiera era rey¡ ¡Yo lo conozco desde que era un niño¡

_ Vete Demian- lo interrumpió Luciano

Demian lo miro con una profunda decepción, casi poniéndose a lloriquear

_ ¿Que?

_ ¡Vete Demian, me estas molestando ¡

_ Porque no lo echas a el

Vete, gritaron los dos a la vez y Demian con la cabeza gacha, y a paso desganado, casi lagrimeando, se paró de la cama, en dirección a la puerta. Mientras Jordán aprovechada esos minutos para penetrar a Luciano, cuando aún ni siquiera Demian se había ido.

_ Y llévate a Fenris, así tienes a quien llorarle- le dijo Jordán moviéndose en el trasero de Luciano

Demian se paró en el medio de la puerta, y sin mostrar la cara, me indico con la mano que lo acompañara 

Fui obligado a escucharlo gimotear como un bebe en la habitación pegada al cuarto de servicio, mientras que en el otro cuarto, Luciano y Jordán gritaban de placer como si Demian ya no estuviera en la casa, o no importara. Fui obligado a vivir una noche insoportable, y estresante, como recuerdo pocas.

A la mañana siguiente el dolor de cabeza me mataba, por fortuna Luciano no me exigió ninguna labor, aproveche ese tiempo libre para salir, pasarla en soledad, cazando algunas liebres, recordando mis raíces mongolas, mis costumbres, mi gente. Los restos de lo que quedo de nosotros, de lo que éramos. Perdí mis raíces, mi identidad cuando me uní al rey vampiro para salvar mi vida, cuanto dolor, cuanta tristeza, ojalá que tanta desgracia valga la pena. 

Pasando por un monte me encontré a Demian, sentado en la arena seca, atrás de un palmo, y entre algunos arbustos, estaba llorando como un niño.

Sentí pena por el por él. Él es un vampiro, su especie acabo con casi todos nosotros y quienes quedaron nos retienen como esclavos. Pero es esa manera cruel, en la que Luciano siempre ha tratado a un muchacho tan sensible y blando como Demian, de alguna manera me moviliza.

_ No llores muchacho, no sirve de nada la lloradera, no va a conseguir que su pareja le haga caso. 

 Demian levanto su brazo y saco un pañuelo rosa chicle de uno de sus bolsillos, limpiándose la cara de manera delicada.

Estaba vestido con un chupín vaquero muy ajustado, cinturón de tachas, tres pulseras de tachas en cada muñeca, uñas pintadas de negro con dibujos de flores blancas, sudadera negra de alguna banda de rock, pelo negro parado con gel, ojos delineados con negro y brillo labial en los labios.

Era incomodo estar con él, ver a un muchacho tan raro y diferente. Era fácil imaginarlo como la comidilla de los matones, el hazme reír de la gente, con esa facha, y aspecto afeminado, sin embargo, lejos de ser un perdedor, es la pareja principal del hombre más poderoso del mundo.

Flaquito como un fideo, de estatura media entre el metro setenta y cinco, el negro de su ropa resaltaba su extrema palidez bajo la luz de la media tarde. Lleva el mismo estilo gótico- emo que a veces usa su novio, pero con toques más femeninos, tiene rasgos de cara un poco parecido a los de Luciano, pero no tan atractivos.

_ Lucio… ayer fue muy malvado conmigo, ¿cómo se atreve el desgraciado? Echarme de la habitación, de esa manera cruel, como si yo no fuera nada… todo por ese morochito, de ojitos claros- pasándose el pañuelo por la nariz, se seca, luego dobla el pañuelo con las uñas, mientras sigue diciendo- y todo lo que hice por el ¿Qué? Así es como agradece esos años, yo le dedique mis mejores años, le era fiel solo a él. Yo estuve allí, a su lado en los peores momentos, cuando nadie más estaba, amándolo y apoyándolo. Y así es como agradece el desgraciado, todo lo que hice por él. Fui una tonta, siempre he sido una tonta…  porque él nunca pudo serme fiel, un hombre infiel. Ahora esta tan entretenido con ese…tipejo. Estoy segura, tarde o temprano se cansará de él, lo sé, siempre pasa lo mismo.

Yo dudaba de que pasara lo que dijo Demian, porque en este caso Jordán me conto que había un trato entre ellos. Lo mire fijo durante unos segundos, su voz chillona, lo delicado de sus movimientos, el delineador negro del ojo derecho se le había corrido por todo el cachete, le daba un aspecto chistoso. Se me escapo una pequeña risa que trate de disimular tapándome la boca

_ Yo lo conozco, lo conozco como la palma de mi mano, la primera vez que lo vi, yo tenía siete años y el casi diez, había llegado hacía pocos meses con su tío y su hermanita, al castillo de Rumania en donde pasaría casi toda su vida. Ambos éramos tímidos, por eso pudimos hacernos amigos rápidamente. El, el hijo adoptivo strigoi del rey Christian, aun rechazado por los moroi debido a su raza. Yo el hijo único de unos respetados archiduques de la corona de Helsinki. Solíamos jugar en el jardín, mientras los adultos trabajaban en los asuntos de los reinos, a él lo molestaban le decían adoptado sufrió mucho por eso, enseguida supe que él era como yo, por eso quise acercarme a él, de una manera especial, quería escucharlo y ser su amigo. De alguna manera yo también me sentía como él, que no encajaba. Descubrí adentro de esa coraza de falsa fortaleza, un chico débil y tierno, eso fue lo que me enamoro.  El tiempo, los años fueron pasando, escuchaba los problemas familiares de Lucio, sus complejos, sus aventuras con las muchachas y me moría de celos. Sabía que lo amaba, pero ¿cómo decírselo? ¿Cómo confesarle lo que siento por él, sin perderlo para siempre? Era doloroso, aparentar ser su amigo, amándolo con todo mi corazón en silencio, había tantas cosas que quería decirle. 

Un día, el me llamo, estaba angustiado por el enfrentamiento que su papa adoptivo tuvo con su familia por defenderlo. Me había llamado a mí, pidiendo compañía, me llamo a mí en especial por un motivo, esa tarde lo supe.  

Tenía que suceder, ese día estaba marcado, lo que en esa tarde paso.

Estábamos sentados sobre su cama, Lucio había terminado de expresar sus tristes quejas, nunca lo vi tan acongojado y yo, por mi parte, me moría de ganas de abrazarlo, consolarlo a besos, verlo tan frágil era demasiado tentador para mí. Y no podía, todos sabemos de la burla, el rechazo y el castigo que se les implica a los que se enamoran de personas del mismo sexo, al menos en esa época era así.

Lucio guardo silencio en un momento, tome coraje y me acerque un poco, para al menos poder sentir su rico perfume. Fue la valentía lo que me hizo actuar de la manera en la que lo hice en esa tarde, o quizás la incapacidad para seguir manteniendo ocultos mis sentimientos. Guardados hacía ya tantos años

No dejaba de mirarlo, deseoso de que mi hermoso Lucio levante la mirada y me regale, al menos, la visión de esos preciosos ojos color esmeralda, mi mano temblaba y mi corazón palpitaba a toda potencia en mi pecho, despacio, fue acercando mi mano derecha a la suya, disimuladamente la arrastre sobre la sabana, hasta posarla sobre la suya, tenía miedo, no quería enojarlo. Estaba teniendo una conducta homosexual, y lo sabía, para una persona que, probablemente no sienta lo mismo que yo podía ser ofensivo, pero Lucio no me estaba rechazando.

El levanto su mirada, sus preciosos ojos se cruzaron con los míos, mi corazón latió más fuerte encerrado en mi pecho. Mientras me veía reflejado en esos ojos, que eran mi adoración, yo trataba de gritarle con los míos este profundo amor, decirle como siempre estuve enamorado de él, esperando, deseando ser su chico, en el silencio de las sombras, en la oscuridad de mi habitación, en la soledad de mis momentos melancólicos, yo pensaba en él, deseando tener la oportunidad de tenerlo entre mis brazos, para quererlo más que como un amigo. 

Por unos minutos no dijo, ni hizo más que mirarme y yo sentía tanto temor, me la estaba jugando, pero valía la pena siendo el chico que siempre quise tener.

Y no me rechazo, sino al contrario, en sus ojos pude notar la misma pasión que sentía yo. Tomando mi mano sudorosa por los nervios, me acerco hacia sí.

Nos besamos. Primero despacio, luego nuestras lenguas se fueron mesclando, sentir su tibia saliva me excitaba, y sus manos en mi cintura eran lo más placentero, su mano bajando hasta mi trasero era una experiencia fascinante. Fui muy feliz, era mi primer beso, algo que jamás olvidare.  Esa tarde no solo supe que el amor que sentía por Lucio era reciproco, también fue el día que él me quito la virginidad y yo se la quite a él.

Yo tenía trece años y el quince en aquella época… éramos unos pequeños niños, pero eso no impidió que nos enamoráramos, como locos, el uno del otro

No tengo palabras para explicar ese momento, por qué no hay palabras que puedan expresar tanto amor, tanta locura, tanto ardor consumiendo nuestros pechos. Jamás me sentí más amado como aquella vez. Los escases de edad nada tuvo que ver en ese momento. Me sentía tan cuidado por él, y yo esforzándome por cuidarlo, como si fuera un indefenso animalito. Nuestros cuerpos rosándose, los besos, ni siquiera sentí cuando él me penetro, no sentí ningún dolor, lo único que podía notar era el sentimiento fuerte que me embriagaba, lo único que podía sentir era amor, placer y felicidad. Fue como estar caminando sobre nubes, mientras un centenar de ángeles me felicitaban.

_ Vaya, es un relato muy conmovedor, y romántico. Estoy seguro que después de semejante experiencia, su pareja ha quedado tan marcado como usted. Dedicándose a valorarlo como usted lo valora a él.

_ Ojalá me hubiera valorado en ese momento, y hubiera escuchado a su corazón en vez de la opinión de su familia y su pueblo- dijo corriéndose una última lagrima de su cachete-  Fue el día más feliz, pero a su vez el más triste de mi vida, porque después de que vivamos esa experiencia tan hermosa e inolvidable, mi amor, Lucio empezó a comportarse de manera cruel.

_ Oh no, que hicimos Demian

_ Nada malo, solo lo que teníamos que hacer. ¿No eres más feliz ahora?

Lucio se levantó de la cama, dándome la espalda recogió su ropa y empezó a vestirse. Me incline sobre la almohada, tapando mi torso con la sabana, lo mire perplejo, pero a su vez, temiendo las palabras que me diría a continuación

_ Vístete y vete- murmuro, arrojándome mi camisa en la cara

Tome la camisa, sin dejar de mirarlo preocupado. Ya debería saber lo que sucedería a continuación, debí haberlo predicho antes de acercar mi mano a la suya, debí haberlo prevenido, su sexualidad, lo que pasaría, era demasiado evidente. Pero claro, solo tenía trece años, ¿cómo podría haberme dado cuenta de lo obvio?

_ ¿Que? … ¿Pero por qué?

_ Tienes que irte, no puedes seguir quedándote aquí

Sus palabras me afligieron y mi cara lo manifestó, hacia no menos de cinco minutos, me estaba abrazando y acariciando, tierno y desnudo en su cama, y ahora me pedía que me marchara, de un momento a otro. No tenía sentido

_ Pero… ¿y que pasara con nosotros?

_ ¿Que nosotros Demian? ¡No hay nosotros!

Me quede mudo, petrificado y con la boca abierta, deseando una explicación. Mientras Lucio seguía cambiándose, como si en esta habitación no hubiera pasado nada, como si justo hoy, no hubiéramos vivido la experiencia más maravillosa de nuestras vidas.

Cuando hubo terminado de cambiarse, acercado una silla a la cama y sentándose con un suspiró, frente a mí, me explico (si es que a eso puede llamársele explicación):

_ Lo que paso recién entre nosotros fue un error, asique lo mejor va a ser que te olvides de eso, yo seguiré mi vida y te recomiendo que tú también sigas la tuya. Y por lo que más quieras, jamás hables ni una palabra acerca de lo que paso hoy, nadie puede enterarse nunca, que el príncipe de Helsinki es un marica

_ ¿Un error? -  olvide todo lo que me había dicho, para mí, solo existían en esas dos palabras- ¿cómo puedes llamarle error a lo que paso entre nosotros hoy? ¿No te has sentido genial? ¿No fue algo único, algo hermoso? jamás me sentí tan feliz

_ Por favor Demian, por lo que más quieras, olvídate del nosotros, no hay nosotros, no existe y nunca va a existir un nosotros- murmuro apretándose el rostro entre las manos- jamás vamos a estar juntos, ¡somos dos chicos ¡entiende eso para empezar… o es que no te importa que la gente se burle de ti y te llame maricon, puto, y esas cosas…

_ Claro- bisbise bajando la mirada al piso

Por unos minutos no dijimos nada, a mí me parecía tan injusto, después Luciano continuo

_ También yo me sentí, como tú- levanté la cabeza. Sus ojos por primera vez en esta conversación dejaron de mostrar dureza, para mostrarse cálidos y amables, como cuando me acariciaba en la cama hacia no menos de diez minutos. Desee ir hasta él y besarlo una vez más, desee con todas las fuerzas de mi corazón olvidar las palabras hirientes y feas que había dicho, que destruían lo que yo sentía, lo nuestro  no era un error, sus palabras eran un error – Nunca sentí algo como lo que sentí hoy, estando contigo, tan fuerte y lindo, es maravilloso… cuando besaba a las niñas, porque era lo que se esperaba de un niño, porque ellas me buscaban, por seguirle el juego a Derick, pero la realidad es que ellas nunca me gustaron, por más bellas que fueran, nunca llegue a sentirme atraído por ninguna chica. Creí que algo estaba mal conmigo, y hoy lo sé. Besarlas, tocarlas era como un compromiso, algo que debía hacer para ocultar lo que en verdad soy. Contigo me sentí libre por primera vez en mi vida, dichoso, feliz, tú me gustas, me gustas mucho Demian, no como las chicas, me gustas de verdad, pero entiende, yo no puedo ser gay, y defraudar a todo el mundo, a mi padre adoptivo, que tanto sacrificio ha hecho por mí, recogiéndome cuando todos me habían dado la espalda por culpa de mi raza, él se alejó de mi abuela y de mi tía. No puedo defraudar a mi nueva familia siendo gay, después de tanto sacrificio que mis nuevos padres hicieron por mí y mi hermanita. Además, si soy gay nunca podría cumplir mi sueño, el de ocupar un alto cargo dentro de la política. Ganarme el favor del pueblo será más difícil para mí, por ser de raza strigoi, pero imagínate si encima soy gay. Imposible

Lo mire con todas mis fuerzas, aun resistiendo a cambiarme, aunque Lucio ya estaba vestido, mostrando con su actitud corporal, inquietud por mi tardanza. Sé que quiere que me marche lo más rápido posible, para poder estar tranquilo. Pero yo no quiero irme, sin antes dar tregua. Sus argumentos eran lógicos y comprensibles, él tiene buenas razones para negarse a lo que es, el estaría perdiendo mucho más de lo que pierdo yo, por ejemplo, si acepta ser lo que es.

Pero si ser gay es algo que yo no puedo evitar, supongo que él tampoco puede evitarlo y si fingir ser heterosexual, es un martirio para mí, también lo seria para él. Como seria para cualquiera pasarse la vida fingiendo algo que no es. Lo que hace que su decisión sea injusta y tormentosa para él. A pesar de sus suficientes argumentos para negarse a ser lo que es, pienso que debería aceptar lo que es

_ Pero Lucio… si tu familia te ama, como en verdad sé que lo hacen, ellos te aceptaran como en verdad eres. No es necesario que finjas ser algo que no eres para agradarles, te aceptaran como eres. Y en cuento a tu sueño, no creo que no puedas ser político por eso, hay tantos vampiros gais, lesbianas, transexuales que no encuentran quien los represente, ni los proteja, hay tantas injusticias que suceden a causa de esa discriminación. Lucio con la capacidad que tienes y siendo parte de la familia real, puedes llegar hasta a ser rey. Si los humanos ya aceptan sus diferencias sexuales, como nosotros siendo superiores, seguimos estancados en lo obsoleto

_ ¡Dices tonterías y por favor ni nombres a esas asquerosas criaturas, su existencia y su asquerosa sociedad son un error¡¡cómo voy a ser rey ¡nunca podría ser rey, Derick que es de raza sangre pura está destinado a ser rey, yo tendré suerte si llego a ser su primer ministro real. Así son las cosas. No entiendes nada Demian- Lucio camino de un lado a otro con los brazos cruzado, poniéndose cada vez más molesto-eres demasiado joven y tampoco atravesaste situaciones difíciles, como yo, vives en una burbuja rosa y por eso piensas que las cosas de la vida son fáciles, tal como lo estas planteando ¡y no Demian ¡no es así ¡no es fácil, ni justo. La vida es injusta y complicada, es una desgracia. Y es aún más dura para nosotros… - Lucio guardo silencio, en sus ojos había rigidez, enojo, indignación. Lo note mayor de lo que era, como un muchacho de veinte años en vez de quince. Baje la mirada avergonzado, una vez más tenía razón, yo quedaba frente a él, como un chiquillo ingenuo - En nuestra sociedad las relaciones homosexuales son ilegales, abominables y repudiadas - dijo en un tono relajado y adulto- Es injusto, ¡sí, claro que es injusto¡, pero es como son las cosas. Por eso debo ocultar mi verdadera inclinación sexual, si quiero ser aceptado en la sociedad, que mi familia me siga amando y poder cumplir mi sueño, no volver a estar con un chico, estar con chicas y casarme con alguna de ellas, cuando sea mayor, aunque nunca me gusten, ni pueda sentir nada por ninguna de ellas

_ Y ser infeliz el resto de tu vida

_ ¡No tengo alternativa… ¡- sus ojos verdes musgo tan grandes e intensos, me retaban, demostrándome que desde el principio estuve equivocado en esta cuestión- Te recomiendo que hagas lo mismo que yo, recuerda que los homosexuales son perseguidos, algunos hasta mueren. Dentro de la realeza es una gran vergüenza, puedes hasta perder tu título.  Piénsalo Demian, eres hijo único, no creo que te sientas bien si tus padres sufren por tu culpa. Es bastante notoria tu sexualidad, la actitud que muestras con la gente, deberías disimular un poco, es por eso que nadie se acerca a ti y todos se burlan de ti

Sus palabras eran hirientes como cuchillazos en mi corazón, su actitud fría hacia mí me lastimaba aún más. A el también lo habían molestado hacia no tantos años, no por eso, pero que saque ese tema justo en este momento me hacía sentir humillado.  Y sin embargo tenía razón

_ Vístete ahora, es la última vez que te lo repito, la próxima te tomo de las mechas

Me vestí de mala gana y con un nudo en la garganta, haciendo fuerza para aguantar las ganas de largarme a llorar.

Lo que había empezado como un mágico momento, digno de recordar, termino con un trágico y doloroso final. Pero después de todo, era de esperarse, ¿qué pensaba, que Lucio me diría que me ama y el otro día saldríamos siendo novios? Que ingenuo e inocente fui al pensar eso.

Él tenía razón en todo, que cruel es la realidad, quizás él pueda ocultar lo que era, pero yo no soy tan fuerte

_ Seguiremos viéndonos…

_ Esto que paso no se repitiera jamás y no vamos a volver a vernos… va no sé, si… creo que sí, no estoy muy seguro.

Termine de vestirme a los cinco minutos German y Derick tocaron su puerta para ir a jugar con él. Como una liebre escapando de una fiera salió de la habitación yéndose con ellos. Sentí su desprecio y eso me dolió aún más, se fue sin despedirse y yo me salí de su habitación, iba llorando por los salones, el dolor que sentía era tanto, el rey Christian me sorprendió en esa situación y me pregunto ¿Qué me pasaba? No quise responderle, y reusándome me fui a mi mansión. Allí me acosté en mi cama y seguí llorando hasta quedarme dormido.

Era desgarrador, tenía trece años y había vivido mi primera desilusión amorosa, y dolía demasiado. Mis padres pensaban que andaba cabizbajo por culpa de alguna muchachita, lo mejor era que pensaran que ese era el motivo de mi amargura. Oh mi niñito enamoradizo, ya de pequeño sufriendo por amor, me decía mi mama mientras me acariciaba la cabeza con ternura, cuando me veía solitario, tristón, mirando al cielo con añoranza. Lo que no sabían, y ni sospechaban, es que el motivo de ese pesar no era una niña, sino un niño.

Me costó mucho olvidarme de Luciano, mi único y primer amor, no deje de verlo después de ese episodio, simplemente no volvimos a hablarnos más, tanto yo como el sabíamos que no podíamos seguir siendo amigos después de lo que había pasado. Sin embargo, aunque ya no tenía comunicación con él, su imagen sus recuerdos perduraban en mi mente y me atormentaban, me costaba concentrarme en la escuela y en la noche me tiraba en la cama a llorar hasta quedarme dormido mientras apretaba una foto de Luciano en la mano. Él fue más que un amor infantil, me di cuenta de lo mucho que lo amaba, cuando lo perdí para siempre y me sentía arrepentido de haberlo besado y de haberlo perdido.

Logré olvidarlo, casi definitivamente, el día en que empecé a salir con Arthur mi primer novio a los quince años. Él era un joven duque, de mi edad, buen mozo e inteligente, hijo de un amigo de mi padre. Era una relación hermosa y muy sana, por desgracia no duro mucho, estuvimos saliendo por unos meses, casi un año, hasta que unos conocidos nos descubrieron, por culpa de unos mensajes privados que nos habíamos mandado por Facebook y se filtraron. Decidieron ponerse de acuerdo para seguirnos y encontrarnos en un callejón oscuro a las tres de la mañana, allí nos golpearon hasta dejarnos tirados en el piso, con el cuerpo manchado en sangre, entre insultos y denigraciones, allí nos hicieron jurarles que nunca más volveríamos a hacer inmundicias, o de lo contrario nos matarían.

Ese fue el fin de nuestra relación, y el inicio de mi pesadilla. Entre en una profunda depresión, ya no tenía ganas de vivir porque me sentía tan miserable, no podía enamorarme, porque ese placer me estaba prohibido, debía abstenerme a todo lo bonito que la vida le ofrece a las personas que no son degeneradas, como yo. Empecé a consumir droga desde entonces, era una manera de aplacar mi dolor. Vivía resentido, enojado y triste, la vida era demasiado injusta para mí, me sentía preso, atrapado, por las noches lloraba y durante el día era incapaz de sonreír.

En ese tiempo empecé a recordar a Luciano y sus palabras, cuánta razón tenía, que valiente y que buena decisión tomo el día que tuvimos sexo y dejamos de vernos para siempre, él sabía que no podía ser gay y decidió negarse a sus sentimientos, sin embargo, yo no pude ser tan fuerte y tomé el camino fácil. Empecé a sentir interés por él y me sorprendió al preguntar por el príncipe de Helsinki y enterarme de la gran popularidad que había alcanzado entre los de la raza strigoi, ellos lo tenían como su favorito, por su lucha en las causas y las injusticias que sufría la comunidad homosexual, sin tener que declararse homosexual, por estar en contra de los abusos que la realeza ejerce sobre los comunes, protegiendo a los pobres y por su luchar a favor de las muchas leyes que la mayoría quiere implementar, a las cuales la realeza se opone.

 Me sorprendí al enterarme que con veinte años había alcanzado el mayor rango que un noble puede aspirar, el de primer ministro real, de la reina Sophia de Oulu, y representante de la raza strigoi, el cual se le había asignado desde la edad de dieciocho años.

 Era el primer noble en la historia que gozaba del ejercicio de dos cargos políticos, y que además los ejercía con total eficiencia. El afecto que generaba en el pueblo era tan grande, que incluso llego a ser más popular que Frederick Órcelo, heredero legítimo a la corona de Oulu.

 Su sueño se había hecho realidad demasiado rápido, e incluso lo había superado. Me sentí conmovido, orgulloso y contento por él, después de todo fue mi amiguito de la infancia, un niño tímido que no llamaba la atención, y ahora está en la cima de la montaña, quise contactarlo, enviarle una carta, se la envié pensando que ya se había olvidado de mí, o no le iba a interesar volverme a verme. Me sorprendió al recibir una respuesta, si se acordaba de mí y si le interesaba verme, me había invitado a una fiesta, en donde el seria el anfitrión y tocaría una banda de rock invitada

Había asistido a numerosas fiestas a lo largo de mi vida, todas eran fabulosas, espectaculares, increíbles, la vida nocturna siempre fue como un rito para mí, una costumbre demasiado instalada, desde mi ruptura con mi primer novio que salgo de parranda todos los fines de semana y podría decir que me moriría si dejara de salir, aunque sea un solo fin de semana. 

Me sorprendí al entrar a ese gigantesco, enorme edificio y descubrir las cosas fabulosas que allí había, nunca había visto un despliegue tan exagerado, extravagante y costoso de personal, decoraciones, entretenimientos, todo lo que allí había era costoso, lujurioso, por más está decir que era sofisticado, vanguardista, hermoso… increíble.

Luciano además de ser un genio en la política también era un genio en la organización de fiestas. La vida nocturna era parte de su especialidad. La banda invitada era una de las más proclamadas en el reino de Oulu, también una de mis bandas favoritas, sin embargo, dividía mi interés una parte de mi estaba maravillada con las excentricidades que presentaba, besuqueándome con desconocidos y disfrutando del momento, otra parte de mi estaba atento y pendiente de encontrar a Lucio entre la multitud. Empezaron a tocar mis canciones favoritas y por un tiempo me olvide de Luciano, cuando ellos terminaron de tocar, lo presentaron en la tarima.

Cuando lo vi en esa platea, lo mire directamente a los ojos, tratando de acércame lo más que pueda, quería que me viera y se acordara de mí. Él me puso los ojos encima y me regalo una sonrisa que me helo la sangre, en sus ojos pude ver el brillo que se le notaba cuando me miraba de niño. Él se bajó del escenario y vino a mí y me saludo con un beso en la boca, su belleza se había acentuado con el correr de los años, si de niño era hermoso, ahora de adulto era como un ángel.

Nuestra historia retomo en esa fiesta, del 22 de diciembre. Tomados de la mano, y sin decir ni una palabra, fuimos a un rincón apartado de la gente y oscuro, allí empezamos a besarnos y tocarnos, entre el bullicio, la música, y el olor a alcohol y drogas. Una hora después estábamos tumbados en una cama haciendo el amor, y un par de horas más tarde recostados frente a frente, hablando de nuestras vidas en la actualidad, como si fuéramos dos viejos amigos que se encuentran en el medio de un repentino brote de lujuria. El me hablo de como mantenía su sexualidad en secreto, solo un grupo reducido de personas de confianza, sus amigos, sus amantes, novios, ex amantes y ex novios cocían su sexualidad y guardaban el secreto. Su familia, sus funcionarios políticos y el resto del pueblo vampiro, lo tenían por heterosexual. Me sentí afortunado de ser parte de ese reducido grupo que conocía su secreto. El me hablo acerca de todos los políticos, famosos, y hombres de poder con las que él había estado, y que había ayudado a subir en el poder. Eran tantos, muchos novios y amantes, incluido el cantante de la banda de rock invitada, el Duque Gerard, con el que llevaba una relación abierta en la actualidad.

Me sentí en desventaja, como cuando nos acostamos aquella primera vez, él había estado con tantos hombres, había tenido tantos amantes y novios, mientras que yo, solo había tenido un solo novio Arthur y tantas experiencias sexuales como podría contar con los dedos de una mano, después de él. Era como volver a ser virgen frente a él. También sentí algo de celos, por sus amantes, pero al minuto me reprendí a mí mismo por sentir algo así.

Seguimos viéndonos después de aquella noche, claro que al principio solo era un amante de tantos, en la vida del pince de Helsinki y el político más importante de los reinos vampiro. Una vez que Luciano me incluyo en ese ambiente, también me puse a salir con otros hombres, es imposible no hacerlo en un entorno tan promiscuo.

Cuando su relación con Gerard, el cantante se terminó, al poco tiempo empezó a salir con otra persona. Además de amantes, volvimos a ser amigos, descubrimos cuantas cosas teníamos en común, ambos éramos dark, compartíamos un mismo gusto musical y la afición por las fiestas nocturnas, a veces nos drogábamos juntos después de hacer el amor y nos reíamos, todo el tiempo. Aunque por más que la pasábamos genial cuando estábamos juntos, yo no lograba escalar de posición y convertirme en su pareja, continuaba siendo amante mientras el salía con otros hombres, presentándose en sociedad teniendo más derechos, mientras yo seguía relegado a ser un acoston más del montón. 

Así estuve por dos años hasta que un día Luciano me comento que había cortado con Franklin una de sus últimas parejas después de un año y medio de relación. Lo extraño en ese caso es que el ya había salido con este hombre y después de un tiempo de ser su amante, él quiso volver a salir con él, pero la relación no funciono otra vez y cortaron. Luciano me conto que Franklin había hecho algo que le molesto, algo que le hizo perder la confianza en él y por eso termino la relación. 

_ Demian sabes que ... nunca le conté eso a nadie, eres el primero que lo sabe. Yo no suelo contar intimidades a mis acostones.

_ A si - dije abriendo mis ojos sintiéndome afortunado

_ Si - el me miró fijamente una vez más - contigo me siento diferente, siento que puedo contarte lo que pienso, lo que siento, que puedo ser yo 

Vaya me pregunto si eso es lo que les dice a todos 

_ Y a pesar del tiempo que sigo contigo no me canso de ti - el tomo mis manos mirándome a los ojos de manera blanda- quizás no sea la propuesta más romántica, pero creo que puede ser que seas especial, además creo que estoy empezando a desarrollar sentimientos por ti ¿quisieras ser mi novio Demian?

Mi cara dibujo una sonrisa de felicidad plena. Claro que sí, claro que dije que sí. Nos besamos y esa tarde hicimos el amor. Al final nuestra relación había dado ese paso. Con el tiempo empecé a notar que Luciano también, como yo, empezaba a enamorarse de mí, me di cuenta porque siempre me llevaba a todas sus reuniones sociales, mostraba mucho interés, preocupación por mí, queriendo estar siempre que pudiera conmigo, hasta llegué a ser su mayor confidente. 

Después de un año de salir como novios comenzó a invitarme a su palacio, algo que tampoco había hecho con ningún otro novio, me quedaba a dormir días e incluso semanas enteras, haciéndome pasar por su amigo. Dormíamos en habitaciones cercanas y a media noche me cambiaba de cuarto, para que nadie sospeche. Unos meses después Luciano me propuso el ser exclusivos, algo que tampoco había echo con ninguna otra pareja, él me dijo sentirse celoso, y que no quería compartirme con nadie. Lamentablemente un día tuve que enterarme que, en realidad, yo no era el único en la vida de mi Lu.   

Fui un tonto, tuve que haberlo predicho, él no podría dejar su antigua vida para centrarse en tener una relación monógama conmigo. Me dolió mucho haber visto esos mensajes, enterarme que su corazón y su cuerpo no eran solo míos.

Una noche tuve que cometer el error, el estúpido error, la idiotez, de mirar su celular, la curiosidad pudo más que el buen juicio. Debí haber sido menos impulsivo, iba a echarlo todo a perder, otra vez iba a echarlo a perder, no estaba preparado para alejar al amor de mi vida por segunda vez, y todo culpa de mi estupidez y esa gran necesidad de curiosidad.

Lo que leía me rompía el alma. Un mensaje de un amante, dos tres, cuatro cinco, dos, tres, cuatro, cinco amantes. Diez hombres, quince hombres que estaban con mi novio. Muchos amantes, muchos hombres que dormían con mi novio, que tenían sexo con mi novio, que tocaban a mi novio y todo lo que yo creía que era mío, pero que en realidad seguía siendo de muchos.

Fui un estúpido al pensar que, si soy especial para él, no estaría con nadie más, él no quería que yo anduviera con otros hombres, pero el seguía cogiéndose a medio mundo.

No aguantaba más. La bronca, los celos, la confianza perdida. Ese era el hombre al cual le había entregado todo, mi corazón, mi cuerpo y confianza completas, pensando que no me defraudaría.

Me encontré en ese momento traicionado, con mi orgullo y corazón herido, el despecho me brotaba por los poros como si fuera sudor, el sudor de los nervios y la bronca

Salte de la cama hecho una furia, lo ataque mientras se bañaba en la ducha llenándolo de reclamos y gritos histéricos, mientras que Luciano me pedía que me calme, primero en un tono de voz bajo y después cada vez más estridente. Pero yo no podía mantener la cordura lo que había leído me tenía alterado, me encontraba desquiciado, perdido, loco, loco de celos y de bronca, incapaz de recobrar el juicio.

Así como estaba, en calzoncillos, salí de la habitación echándome a correr en el medio del palacio, gritando a los cuatro vientos y con toda la desfachatez y mi despecho, con la cabeza erguida y con todos los movimientos de un afeminado, esbozando que el príncipe Luciano Helio McCruin de Helsinki era gay y que esa noche había dormido conmigo, quien creían su amigo era en realidad su novio. Mientras Luciano, iba detrás de mi tratando de alcanzarme para detenerme, furioso y también con un calzón como única prenda

Esa tarde fue un auténtico escándalo, a los pocos minutos su padre nos encontró, el creyó que había perdido el buen juicio, aunque nuestra facha daba a sospechar sobre la verdadera sexualidad de su hijo adoptivo. Pocos minutos después llegaron su madrastra y Germán, acompañados de un par de hombres.

Esos dos hombres vampiros varacolacis me sacaron por la fuerza, pero mientras lo hacían yo gire la cabeza y grite: ¡Dale Lucio¡, ¡Diles la verdad a tu familia¡¡ ya no te ocultes, diles que eres gay¡¡diles que te encantan los hombres y que a diario te acuestas con muchos ¡

No sé si fue por la actitud sospechosa de Luciano, o por considerar si lo que estaba diciendo era cierto. Que Christian ordeno a esos hombres que me llevaban que se detuvieran, y mirándolo a los ojos a su hijo le pregunto

_ ¿Es verdad lo que dice Demian? ¿Eres gay, él no es tu amigo, si no tu novio? Dime la verdad Luciano. No me mientras a mi

Lucio se mostró vulnerable, algo poco común en él, nunca lo había visto con la mirada gacha, parecía avergonzado, temeroso como un niño pequeño ante las palabras de su padre. El en susurros le respondió mirándolo al piso que todo lo que había dicho yo era cierto.

Me arrepentí profundamente de lo que hice y me sentí una basura, porque fue en ese momento cuando Christian, empezó a insultarlo y a golpearlo, diciéndole las cosas más terribles que había escuchado un padre decirle a un hijo. Enseguida Sophia intervino defendiendo a Luciano y en menos de cinco minutos se había armado un gran embrolló familiar, que seguramente habrá durado un tiempo largo.

Al día siguiente todo el pueblo de Oulu supo que Luciano era homosexual, pero eso no afecto a su carrera política.

 Yo no supe más de él.  No atendía a mis llamadas, por muchas que haga, ni respondía mis mensajes, por muchos mensajes que le escribiese. Me sentía tan mal, un desgraciado, un estúpido, no me cansaba de buscarlo tratando de hallar su perdón, pero era inútil.

Los meses pasaban y Luciano no me respondía, creo que hasta había cambiado su celular para no recibir mis constantes llamadas y mensajes pidiendo perdón, estaba empezando a aceptar el dolor de saber que lo había perdido para siempre, no lo vería nunca más, esta vez sí lo había perdido definitivamente. Que imbécil, tenía su corazón en mis manos y yo lo arruine comportándome como un idiota. Una persona me dijo que su padre lo había echado del palacio de Rumania y que actualmente se encontraba viviendo en Escocia. Entonces entendí aún más su decisión de alejarse de mí para siempre

Él nunca me perdonaría por haber revelado su secreto a su familia, de esa manera y por haberlo alejado de su padre, aun así, seguía llamándolo, yo no podía olvidarme de Luciano. Hasta que una noche, sucedió lo increíble, atendió mi llamada después del tercer intento. Estaba tan emocionado, que por los primeros cinco segundos no pude pronunciar palabra

_ ¿Qué quieres Demian? - Me dijo secamente.

_ Yo…  yo… yo… pensé que habías cambiado el numero- respondí con miedo y con la voz cortada por los nervioso que sentía al estar hablando con el

_ Ya ves que no…voy a tener que pedirte que te apures, porque no estoy solo ¿Qué quieres?

Las palabras no estoy solo me cayeron duras como un balde de agua fría, aun así, me guardé los celos y me mordí la lengua, tragando saliva. Ya bastante lo había arruinado todo por eso

_ ¿Ay algo que pueda hacer para que me perdones? yo aún te amo

Se escuchó un silencio misterioso en la otra línea, solo podía oír el sonido de mi corazón por unos segundos.

Me encontraba vulnerable, en mi momento de mayor debilidad. Le estaba confesando mi amor al hombre que amaba, pidiéndole que me perdonara, porque de lo contrario nunca más podría olvidarlo. 

Escuche que le decía algo a alguien más, desde la otra línea se sintió la voz de otro hombre y unos movimientos, parece que él se cambió de lugar. 

_…Yo te amaba Demian, eras especial para mí, eras diferente a todos los otros hombres con los que había estado, te abrí las puertas de mi hogar, te di mi confianza y mi amor sincero ¿y así es como me pagas? No tenías que haber armado semejante escándalo, me avergonzaste delante de todos

_ Si y lo siento tanto - dije gimoteando

_ Sinceramente nunca me había enamorado como me enamore de ti, por eso quería que seas solo para mí.… pero tampoco nadie me hizo lo hiciste tú, fue tan grave. Demian, por tu culpa mi papa me echo de mi casa, y ahora estoy viviendo solo en Escocia con mi hermana, mi padre ya no quiere saber nada de mí, dice que ya no soy su hijo y que soy un degenerado, y un montón de cosas peores, casi no veo a German, menos a Frederick, a mi mama a veces, pero está muy afectada por lo que paso, ella se está divorciado de mi papa y eso también lo provocaste tú. Por eso no quería decir que soy gay, para evitar este desastre, y tú prácticamente revelaste mi secreto de la peor manera posible ¿cómo crees que eso pueda tener perdón?

Me puse largue a llorar en la otra línea con fuerza

_ ¿Estas llorando?

_ Si... te perdí para siempre y todo por mi estúpida culpa, todo fue mi culpa, quisiera volver el tiempo atrás para poder arreglar mi error, hoy estaríamos juntos y felices, de no haber sido tan impulsivo e idiota

_ Bueno está bien Demian, me convenciste- suspiro- si quieres volver conmigo debes aceptarme como soy. A mí me gustan mucho los hombres, me encantan los hombres, me gusta mucho acostarme con muchos hombres, tener sexo todo el tiempo, yo amo al sexo tanto como amo mi trabajo político, y por eso es que no puedo serle fiel a un solo hombre, por mucho que mi corazón te pertenezca, no podría decir lo mismo de mi cuerpo. Si puedes vivir con eso tienes la puerta abierta… porque yo también te sigo amando

Apreté el teléfono conmovido, al final el aún seguía amándome y yo lo ame todavía más que antes y solo por eso cambiare por el

_ Me costara … pero lo hare por amor a ti

_ Pero eso no es mi única condición. Tengo dos condiciones mas

_ ¿Cuáles más corazón?

_ Yo puedo estar con quien quiera, pero yo te amo y como te amo me pongo celoso si te acuestas con otros hombres, quiero que seas exclusivo para mí, que solo estés conmigo

Hice silencio, su condición me parecía un poco injusta, aunque me excitaba que sienta celos de mi

_ Quizás haga la vista gorda en las fiestas, pero no podés tener amantes, tienes que ser solo mío

_ Soy toda tuya 

_ Ah y algo más, así como tú revelaste mi secreto y arruinaste mi relación con mi padre, tu deberás hacer lo mismo y decirles a tus padres, tu secreto. Si lo haces volveremos a estar juntos, de lo contrario olvídate de mí para siempre

Así lo hice, les revele a mis padres mi orientación sexual y mi padre me insulto, aunque no me dijo las cosas tan brutales y horribles que él dijo su padre a Lucio. También me castigo, me desterró enviándome a vivir lejos de Rumania, con mis abuelos ingleses en Inglaterra. Como había hecho el padre de Luciano con él. Pero mi padre al menos se disculpó y volvió a mantener comunicación conmigo, no como el padre de Luciano.

Así pasaron más de ochenta años. Nunca más volvimos a separarnos. Nuestra historia de amor creció y nos hicimos inseparables

Ni bien Demian termino de contar ese largo, pero conmovedor relato, Luciano apareció detrás del árbol, solo para abrazarlo. Demian subía la cabeza, mostrándose como en una actitud algo arrogante, pero sin hacerse desear demasiado, los besos de Luciano lo podían

_ No debes de sentir celos por Jordán, sabes que no lo amo. Jordán es solo un entretenimiento, una broma. No es tu caso, yo a ti te amo con todo mi corazón y siempre te voy a amar. En mi corazón por siempre serás el único hombre. 

Demian se movió para mirarlo a los ojos, sus narices casi se chocaban y acariciando su pelo le dio un dulce beso en los labios

_ Lo se mi amor, pero a veces me duele que le sigas el juego y no me defiendas cuando él se burla de mí.

_ Nunca dejaría que nadie juegue contigo mi amor. Pero no deberías reaccionar a sus chistes o provocaciones, él se divierte con eso y a ti te hace quedar como tonto. 

Demian se acomodó plácidamente bajo el mentón de Luciano sobre su pecho y así pasaron el resto de la tarde

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo