CAPÍTULO 2. ¡TENÍAS QUE SER TÚ!

Liuggi seguía extasiado besando a la hermosa mujer encima de él, quien no dejaba de ejecutar esos movimientos, los cuales sin pensarlo provocaron su excitación, hasta sentirla morderle el labio inferior haciéndolo sangrar, la soltó de ipso facto. Si aún eso era posible, ella se encolerizó más, se levantó de encima de él y le tiraba bofetadas mientras Liuggi, trataba de protegerse manteniendo ambos brazos delante del rostro, ella le gritaba:

—¡Eres un maldito pervertido! ¡¿Cómo te atreves?! Aparte de imbécil eres un violador, y además mudo porque tampoco hablas, miserable.

—¡Por Dios mujer! ¡Ya basta!, solo te besé para hacerte callar, era la única forma de lograrlo,  pareces una loca desquiciada. —le dijo levantándose del suelo y sacudiéndose la ropa con la mano.

—¿Cómo no voy a estar desquiciada? Si acabo de conseguirme un imbécil como tú, primero te aparcas mal, cuando paso provocas colisione con tu auto y me lleve el retrovisor rayándome el vehículo, el cual de paso no es mío, sino del marido de mi amiga, luego te burlas a grandes carcajadas. Como si fuera poco tu amiguito se levanta debajo de mí y vienes tú a completarlo besándome.

» ¿Acaso te crees único e irresistible, dueño del mundo?, pues déjame decepcionarte, porque esa cara, ese porte son de los más comunes, no me resultan para nada atractivo y especial, bueno si tienes algo de especial, tu idiotez, eso sí…

Liuggi la interrumpió.

—Mujer ¡Como hablas!, me tienes aturdido por la cantidad de palabras disparadas por segundo, estoy bastante seguro que el mecanismo de disparo automático de una ametralladora, lo hicieron inspirados en un ascendiente tuyo.

—Eres un maldito atrevido, ni siquiera me conoces, vienes a estar diciendo esas cosas de mí ¿Quién te crees? Claro, pero no se podía espera menos. Los hombres siempre se han creído el género superior, aunque en realidad son solo unos pobres mediocres, no aguantan ni dos seguidos, y viven jugando al importante, en sus oficinas, sus trabajos, mirando a esos supuestos seres inferiores como nos creen a nosotras.

»Por ello, para mantener su supremacía sobre nosotros, se inventan unas tonterías, el amor, enamoramiento, el matrimonio para someternos, nos ponen a parir como animales para mantenernos ocupadas, porque en el fondo tienen la plena certeza, de si nos dejan ocupar los espacios, van a comprobar por millones de veces cuan mejores somos frente a ustedes.

Liuggi mientras ella hablaba dejó de oírla, esa mujer aparte de habladora estaba totalmente loca, no obstante, era bonita, alta, delgada con largas piernas evidenciadas porque usaba en ese momento un short a la altura del muslo, pese a no ser una chica de ensueño, más provocativa era su Ángel pensó, sin embargo, no estaba mal, él era un hombre quien nunca desaprovechaba las oportunidades y las detectaba en cuanto las encontraba.

Evidentemente frente así esa mujer era una muy buena representación del sexo femenino, mas le irritaba lo demasiado habladora, para callarla debía ponerle una cinta adhesiva o una mordaza en la boca porque de lo contario por voluntad propia no creía lo hiciera. Ya le palpitaban las sienes al estar solo un par de minutos con ella, si algo bueno tenía Angélica era su oportunidad de palabra.

Pobre novio o esposo de esta loca si lo tenía y si aún no, lo compadecería al infeliz, se la llevaría creyéndola el premio gordo de la lotería, le causó risas sus pensamientos y se sonrió, ella se quedó mirándolo intensamente, si las miradas fuesen proyectiles él estaría en ese momento muerto acribillado.

—Ya veo, te parece gracioso todo lo mío, ahora soy tu payaso personal, pero claro es la concepción bajo la cual mujeres más machistas a ustedes los han criado, metiéndoles en la cabeza, que somos su entretenimiento y solo venimos al mundo para complacer…

Liuggi la interrumpió porque no soportaba más esa absurda conversación.

—¡Ya basta! ¿No te cansas de hablar? Si te pagaran por la cantidad de palabras pronunciadas en un segundo, seguro serías millonaria, pudieras tener un chofer para trasladarte, porque ciertamente tú eres un peligro al volante, no tienes la mínima idea de las reglas de tránsito.

» Yo fuese policía vial, revocaría tu licencia. Por otra parte, yo estaba aparcado correctamente, viniste tú, creyéndote andar en una gandola, te abriste mucho en la curva, por eso te llevaste mi retrovisor y aparte de ello me agrediste.

—Eso no es así, tú eres el culpable, debes ser tú quien pague el daño a mi vehículo, aparte de eso—aquí hizo una pausa—, me estaba defendiendo porque tú me besaste, y de pervertido tú… Eso allí… Se levantó… —ella dio la impresión de cohibirse en ese momento y sus mejillas se sonrojaron, quedándose callada.

Y él para continuar fastidiándola le dijo.

—¡Vaya! Hay algo que te callé, Dime ¿A qué te refieres a eso? No entiendo ese lenguaje y cómo tú por el rato en el cual llevo hablando contigo tienes un lenguaje muy extenso, ¿podrías explicarme bien?— le mencionó arqueando sus cejas, y  sonriendo, exponiendo sus perfectos dientes.

—¡Mira! No trates de burlarte de mí, cuando digo a eso, estoy refiriéndome a tu amiguito, se levantó rozándome mi… ¡Ya! Sabe como es la cosa no voy a seguir hablando con un ser como tú, me voy, no te preocupes yo reparo mi auto y tú el tuyo, asunto arreglado, espero no volver a verte.

—Si eres magnánima, estoy sorprendido de tu genialidad, tú reparas tu auto y yo el mío, todo sería perfecto, si no es porque yo no choqué tu auto, fuiste tú quien colisionó con el mío, aparte no has dejado de agredirme desde el mismo momento de verme. 

—Bueno, las cosas no pasaron como las expones y en vista de no encontrarnos de acuerdo, tendremos que acudir a las instancias correspondientes para solucionar esta situación, no sin antes, hacer un par de  llamadas a algunos de mis colegas periodista, para pedirles reporten cómo tratan a los turistas en La Toscana, eso sería contraproducente para los ingresos de la zona, porque la gente no va a querer venir a un sitio donde va a ser objeto de maltrato, eso sería realmente…

—Hasta chantajista resultaste, no se podía esperar menos de una chismosa profesional, eso explica porque hablas tanto, claro te pagan por hacerlo, aunque no creo deba ser mucho —le dijo observándola de pies a cabeza—. ¿Sabes qué? —dijo ya irritado.

» Yo soy un hombre muy ocupado, no puedo seguir perdiendo tiempo contigo, no tienes más cualidad  a resaltar, sino la de hablar hasta por los codos, cosa que a mí en lo particular no me resulta para nada atractivo, porque me da jaqueca, así pues, tú arreglas tu carro y yo el mío. ¡Capisci!

—No te creas muy sabio, porque quien solucionó fui yo, pero a los hombres les encanta tomar las ideas de las mujeres para hacerlas pasar por propias —él sin pronunciar palabra subió al auto, arrancó sin decirle más nada.

—¡Imbécil!, no me dejes hablando sola—gritó mientras seguía el auto de Liuggi corriendo detrás—. Es un hombre atorrante y grosero, espero más nunca volver a verlo en mi vida.

Pese a haberse ido, siguió pensando, es un tipo desagradable, la llamó chismosa profesional, si será irrespetuoso, hasta la besó, tan atrevido. De inmediato empezó a recordar cuando estaba a horcajadas encima de él, sintió como se excitó, a decir verdad ella también lo hizo, percibió un corrientazo recorrerle el cuerpo, su panty humedeció, eso le gustó, además le había gustado hacerse un poco la inocente con él, eso siempre le encantaba a los idiotas de los hombres, pensó, en definitiva estaba loca de atar.

En seguida el recuerdo del hombre sosteniéndole las manos, mientras la tomaba por la cabeza para besarla, volvió acudir a ella, en ese momento le había sorprendido su carácter recio, debía confesarse a sí misma, le gustó mucho, por eso reaccionó mordiéndolo, pues ningún hombre vendría a dominarla, ella era quien seducía, usaba, botaba. Inmediatamente desechó esos pensamientos, diciéndose, “deja de cavilar en ello, no es el primer hombre a quien besas”, “aunque es el primero, por el cual te excitas tanto y despierta tantas ganas en ti” respondió su conciencia”.

Suspirando, subió al vehículo, tenía muchas cosas por hacer, debía ir a la ciudad, debía buscar su laptop, se la habían enviado de Barcelona a través de una empresa de encomiendas, y cualquiera pensaría “¿No habrá donde su amiga algún equipo computador para utilizar?”  ¡Pues sí!, pero en el suyo tenía todos sus archivos, cronograma de trabajo relacionado con unas investigaciones periodísticas que estaba realizando.

Una de ellas debía hacerla en Florencia, el hermano de su madre, quien la había criado desde pequeña, le había comentado sobre uno de los emporios de seguridad más importante de Europa, al parecer estaba adquiriendo sensores defectuosos, los cuales estaban usándolos en sistemas de seguridad instalados en empresas, residencias de grandes personalidades del mundo financiero, político y artístico, para disminuir los costos de instalación y obtener ingresos adicionales, aprovechándose de la trayectoria obtenida por la empresa en los últimos años.

Mariana quería llegar al fondo del asunto, porque de ser cierto tenía debía informar a la comunidad de esos manejos turbios; trabajaba en uno de los periódicos más famosos de la Unión Europea, aun cuando se tituló como Periodista hacía un mes, tenía más de dos años trabajando en ese diario, hacía solo tres semanas le habían dado un cargo como periodista investigativa, y debía probar su valía, por lo cual estaba obligada a hacer un excelente trabajo para demostrarle a sus jefes que no habían errado al ascenderla, por ello estaba dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias, se dirigió a dejar el vehículo en un taller para repararlo y pensaba tomar un taxi con destino a retirar su encomienda.

Entre tanto Liuggi, dejó en un taller de la ciudad la camioneta, para repararle tanto el problema mecánico como la reparación del retrovisor, estaba retardado, debía reunirse con un cliente, Augusto Morelli, había llamado para informar de su retraso, mas lo aliviaba la presencia de Lis allí, pues ella siempre se ocupaba de todo, era magnífica, eso no lo eximía de poder tener problemas, por cuanto podían pensar que su ausencia era intencional, aunque nada más lejos de la verdad.

Jamás podía imaginarse ser víctima de una loca al volante, habladora hasta por los codos, era una feminista empedernida, y no porque él fuera machista, para nada, consideraba a las mujeres como la obra más perfecta de la creación, su madre le había enseñado a ser un caballero, a respetarlas, sin embargo, debía reconocer, “Todas les encantaban”, era un mujeriego, pero no las engañaba, siempre les dejaba claro su deseo de no querer nada serio con ellas, con quien había tenido una relación más estrecha era con Lisbani Angélica, igual le tenía miedo al compromiso, peor aún a enamorarse.

Por otra parte, detestaba a una mujer feminista, de esas a quienes les encantaba humillar a los hombres como signo de igualdad, él reconocía el papel protagónico de las mujeres en la sociedad, eran el núcleo fundamental de la familia, incluso de la vida, por eso les daba el lugar correspondiente, no las discriminabas ni nada parecido, no obstante, no toleraba, quisieran humillar al hombre, eso lo descontrolaba, porque para defender los derechos de la mujer no era necesario satanizar al hombre. Y la mujercita esa, de hacía un rato, encajaba perfectamente en esta última categoría.

Salió del taller, camino hacía una estación para ubicar un taxi, no quiso llamar para que lo fueran a buscar, pues se le haría más tarde y el tiempo transcurría inexorablemente, vio pasar uno, le extendió su mano para pararlo, al detenerse corrió a tomarlo.

En el recorrido chocó con alguien, quien también buscaba abordar uno, al levantar el rostro para ver a la persona, se encontró con la loca del volante. Al reconocerlo no tardó en lanzar su carga pesada contra él.

—¡Tenías que ser tú!  Aparte de haberme chocado, pretendes tomar mi taxi, el cual yo detuve para llevarme a mi destino, ¡si serás descarado! —. Habló llena de ira la mujer, mientras Liuggi la observaba incrédulo.

“Ten cuidado de la ira, del miedo, de la agresividad. el Lado Oscuro ellos son. Una vez que entras en el sendero Oscuro dominará tu destino para siempre.” Frank Oz- Yoda.

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