Evento 3: Actitud.

Uno por uno iba revisando los registros y completando la facturación del mes (Para no hacer el cuento largo voy a resumir lo más que pueda el proceso: Si en el mes 1 Arthur invertía el capital de la empresa en “X” compañía o negocio eso quedaba anotado en los registros de la compañía para el cálculo gastos e ingresos, el problema aquí es que como dueño del Grupo Inversionista NUEVO LEÓN Arthur debe hacer una declaración de impuestos teniendo en cuenta el capital de la empresa gastado en dicha inversión, lo cual significa que si el total del gasto y capital era erróneo Arthur tendría que pagar una multa muy costosa para evitar implicar a la empresa en un fraude fiscal). Mi labor principal es revisar los registros tanto de inversiones como de gastos personales y calcular a base de los ingresos de Arthur y los recursos financieros de la empresa para organizar los pagos fiscales que corresponden Arthur y los que corresponden a la compañía… de esto último mayormente se encargaba su secretaria y la gerencia, mi trabajo se centraba en Arthur. Logre terminar la mitad de la carpeta para el final de la tarde, estaba realmente agotado y apenas tuve tiempo de beber agua (Arthur no me dijo a qué hora me correspondía tomar mi descanso y como estaba tan enfocado en la labor no le di importancia); mientras organizaba la mitad del registro faltante Arthur despertó de su sueño.

-Vaya… ¡Eso fue relajante!

 Cuando me voltee a verlo el hambre y el cansancio que traía me hicieron preguntarle de forma sarcástica:

-¿Tuvo un buen sueño jefe?

-¡Claro! Hacia un buen tiempo que no dormía en el trabajo, es una experiencia muy gratificante, deberías intentarlo un día.

-¡¡Sabes que eso podría ser un motivo para despedirme!!

-¡Oh…! Cierto, olvide que soy tu jefe y no un colega de trabajo. Pero entiéndeme, este lugar está lleno de víboras con traje y corbata (Incluso algunas con vestido y tacones) que tienen una actitud muy falsa y opiniones alteradas para satisfacer a los que están en la cima.

-O sea… solo te dicen lo que quieres escuchar, aparte de ti no sé quién más está en la cima de este lugar.

-Recuerda que empezaste con un gran ventaja, incluso los que están 3 cargos abajo de mí también están en la cima –Arthur se levantó de su silla, se acomodó la corbata y se dirigió a la puerta- pero hay otros que están por encima de mí en este mundo de negocios… uno de ellos es el viejo… y luego ese otro bastardo…

-Tengo una duda, se supone que debo mantener el respeto hacia ti como mi jefe, pero ti te disgusta esa gente que finge y oculta la verdad solo para decirte lo que quieres oír… entonces… ¿Es correcto dirigirme a ti con confianza o mejor debería mantener una actitud profesional honesta?

-Bueno… lo último sería lo correcto, pero no quiero a un desconocido que se guía por el protocolo como asistente, en este momento necesito a alguien con quien pueda hablar siendo yo mismo, no siendo el Sr. NUEVO LEÓN –Arthur abrió la puerta- ¿Podrías simplemente ser sincero y cumplir tu labor? Claro que sin que te suban los humos y digas cualquier tontería.

-Ja, ja eso lo hace más simple. Si necesita hablar de algo no dude en llamarme Sr. NUEVO LEÓN.

 -Mejor solo dime jefe, oírte llamarme así me hace sentir viejo. En fin… ya es hora de salir y tú luces terrible…

-Gracias por el cumplido –dije mientras cerraba la carpeta, recogí mis cosas y me dirigí a la puerta- Nos vemos mañana…

 Arthur me detuvo antes de salir.

-Espera un momento… aún falta algo ¡Srta. Rouge! Traiga el registro de mayo por favor.

-¿Oye estás bromeando?

-Nunca cuando se trata de trabajo

 La mujer que entro en la mañana buscando al señor Arthur se acercó a la puerta con una resma de papeles más grande que la anterior (Sí que tenía fuerza para agarrar eso con tan solo un brazo), lucia enojada y le dijo a Arthur:

-Apenas voy a mitad del registro, no hemos facturado el primer mes ¿Y ya quiere empezar el tercero?

-¡Rayos…! Olvide que en mayo hubo un mayor movimiento de capital… parece ser que te salvaste.

 Ya estaba tan frustrado que le respondí:

-Parece ser que usted está perdiendo la memoria jefe.

-Wow… justo en la línea de lo correcto y lo imprudente, te doy 9 puntos por eso. Encárgate de ayudar a la Srta. Rouge a terminar el registro y luego vete a casa, mañana ven a las 9 am ¿entendido?

-Sí jefe… (Creo que me voy a desmayar) nos vemos mañana.

 Arthur se despidió de Rouge y ella simplemente lo ignoro (Tal vez se enojó por lo que hizo), luego Arthur se fue y la acompañe a ella hasta su oficina (Rouge era la secretaria de Arthur, su labor principal era mantener a Arthur informado de su lista de clientes, los cambios más recientes en el mercado de valores y mantener el registro de inversiones de Arthur. Su trabajo era incluso más agotador que el mío) allí empezamos a organizar y culminar el registro, tardamos dos horas, pero pudimos terminarlo ese mismo día.

-¡Cielos…! Eso fue agotador –comentó Rouge cerrando la carpeta- muchas gracias, me ahorraste algo de tiempo.

-Descuida, en realidad creo que me debería disculpar por lo de hace un rato…

-También por el susto que me diste esta mañana, pensaba que te colaste en la oficina del Sr. NUEVO LEÓN para matarlo.

-¿Con un control remoto? ¿En serio creíste eso?

 Rouge se rio de lo que dije, volviendo a calmarse respondió:

-No eres como los que trabajan aquí.

 Me hizo sentir raro su comentario, ¿Acaso me estaba ofendiendo o solo confundí lo que me había dicho?

-Arthur… digo, el Sr. NUEVO LEÓN dice que no tengo que serlo, siempre y cuando mantenga cierto respeto y cumpla con mi trabajo.

-No digo que actuar diferente esté mal… al contrario, me agrada ver a otra persona auténtica en este lugar.

-¿Hay alguien más aparte de mí?

-Así es… tu jefe Arthur. No es necesario mantener tanto las etiquetas, después de todo ya acabamos nuestro turno.

-Sí, tienes razón… -Cuando me levante casi me caí por la fatiga y el hambre acumulada- ¡Oh estuvo cerca!

 Rouge me vio y me dijo que volviera a tomar asiento, ella salió de la oficina por 10 minutos, estuve a punto de irme, pero decidí esperar un poco más con el pretexto de despedirme de ella (A pesar de que mañana también tenía que volver a trabajar), cuando volvió traía consigo una bolsa y dos vasos medianos de café.

-¿Y eso? –Le pregunté a Rouge.

-No te hagas el rudo –me dijo y luego me dio la bolsa- conozco la cara de alguien que se salta la hora del almuerzo para adelantar el trabajo. No te recomendaría hacer eso, necesitas mucha energía para culminar las labores de forma eficiente, aparte de que solo perjudicas tu salud… en conclusión: Come un sándwich antes de irte, no sería bueno si te desmayas en el autobús de camino a casa.

-¡Vaya…! Después de todo si estoy dejándote una mala impresión.

-Para nada -Dijo ella mientras tomaba un sándwich de la bolsa- ya te dije que eres auténtico… y eso… me gusta mucho.

 Todo el panorama cambio en ese momento, puede que solo fuera amable conmigo por cortesía, pero había algo en su voz que me daba la certeza de que no me mentía, me hacía sentir incómodo estar junto a ella, pero no porque me disgustara, más bien no quería arruinar esa impresión que tenía ella de mí (Aun si no era la mejor de todas). Terminamos de comer y salimos del edificio, Rouge tenía auto así que la acompañe al estacionamiento mientras ella me contaba la historia de cómo el veterinario casi mata a su gato cuando lo llevo a castrar (Fue muy bizarra y divertida) al llegar a tu auto me despedí y cuando ella entró y lo encendió le pregunte de repente:

-¡¡Srta. Rouge…!! ¡¿Cree que estoy listo para trabajar con aquí?!

-… Pues… aún no.

-¿Qué?

-Pero… en unos días lo estarás, por eso te dije que no tengas miedo en preguntar –en ese momento retrocedió en su auto y antes de irse me preguntó- ¿Sabes por qué espero ver de qué eres capaz?

-¿La verdad no lo sé?

-Je, je… la misma razón por la que me mude a esta ciudad en busca de trabajo: Tuve el presentimiento de que podría llegar muy lejos. No me equivoque antes… y espero no equivocarme ahora.

 Tras decir esto se fue en su auto, yo tome el autobús y llegue a casa; luego de una ducha y una cena rápida me fui a dormir. Tuve la suerte de que la alarma de ayer se repitió y me despertó a las 5 am, cambie la hora a las 7 am e intente volver a dormir un poco. Volví a recordar toda la plática que tuve con ella y como se volvía más evidente la belleza única que provenía de ella en ese momento, desperté simplemente diciendo:

-¡Ay no…!

 Me vestí, ordene un maletín con mis cosas y me fui a toda prisa. Llegue al edificio a las 7:20 am, Arthur llego 6 minutos después y me encontró en la entrada.

-¿Qué haces aquí tan temprano? -Me pregunto- te dije que a las 9 am.

-¡Tengo un…! ¡No, más bien dos problemas! –Respondí exaltado.

-¿Cuáles...? Dilo rápido, olvide tomar mi latte esta mañana y ya me está dando una migraña.

-Okay… Primero aún no me has dado una tarjeta de identificación. ¿Cómo se supone que entre sin ti al edificio?

-Aún no llega el plástico para imprimirlas, pero descuida ya le informe al vigilante por “What zap” de ti y pegue una foto tuya en la cartelera informativa.

-¡¡Lo de la cartelera fue ir muy lejos!! ¡¿Cuándo me tomaste una foto…?! ¿Y por qué tienes al vigilante del edificio agregado a tu “What zap”?

-El tipo es buena onda y además eso no te incumbe, ¿Cuál es otro problema?

-Pues… Creo que me gusta Rouge.

- (._.)

-¿Arthur?

-¡Carajo esto es malo!

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo