Capítulo 7

Capítulo 7

Gael Castles

Habíamos dejado a la chica sin darle explicaciones, ahora el director y yo nos dirigíamos a su oficina, podría afirmar que la mayor parte del tiempo lo he pasado ahí que dentro de una clase, pues todos los días un profesor o incluso él me llevan ahí, algunos se quejan porque nunca entro a clases, otros porque me ven con cualquier sustancia dañina que no debería estar consumiendo en una institución, pero eso no es problema de ellos, el problema es mío y solo yo soy responsable de mi cuerpo y mis acciones. 

—¿Qué voy a hacer contigo Gael? — preguntó para sí mismo mientras masajeaba levemente su frente. 

—Porqué solamente no me deja ir y se ahorra el mismo sermón de todos los días — le aconsejé sin emoción alguna. 

—Mira Gael, que tú mismo te hagas daño no es mi problema, pero no tienes porqué llevarte a otras personas entre las patas — dijo con tono suave y cansino. 

—¿Lo dice por Shalley? — pregunté y él asintió — usted solo es director cuando le conviene. 

—¿Qué quieres decir con eso? — pude notar como la vena de su frente empezaba a sobresalir. Le había dicho la verdad en la cara y le había dolido. 

—Hace algunas horas la mitad del colegio se burló de ella ¿Usted estuvo ahí para poner orden? No, su colegio hace lo que le da la gana y usted ni cuenta se da — me levanté de la silla y me dirigí a la puerta — si no está para esos problemas, no se venga a preocupar por si la chica tiene algún vicio. 

Salí de su oficina y me dirigí hacia las escaleras, era el único lugar que se encontraba vacío incluso cuando nadie estaba en clase. Saqué una pequeña bolsa con un polvo blanco para luego ingerirla sin pensarlo, necesitaba relajarme después de la estúpida escena que había hecho el director, solo era alguien superior cuando le convenía serlo, pero cuando un alumno realmente lo necesita simplemente se hace el sordo y ciego. 

A Shalley la había visto algunas, a veces siendo la burla de todos. Si viviera para ella y no para los demás su vida sería más simple y serena; sin embargo, debo admitir que la primera vez que la vi pude sentir algo en mi interior, como si en algún momento de mi vida la hubiera conocido y hubiese formado parte de mi vida. 

"Que estúpido eres Gael" 

Pensé, para luego encender un cigarro y liberar mis problemas por medio del humo gris que demostraba lo cruda y fría que era la vida. Algunos nacen con estrellas brillantes y con riqueza, mientras que otros nacemos estrellados y con la pobreza tocando nuestra puerta cada mañana. 

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