Chapter 6 - Beauty and Beast.

-¿Tardaron mucho no lo creen?- Preguntó Stelle mientras sonreía.

-Me alegro de que supieras que esto sucedería.- Respondí arrogantemente.

-Era imposible no predecirlo.- Dijo mi prima volteando los ojos, pero podía ver cómo una pequeña sonrisa asomaba sus labios.

-Y eso me alegra a mi.- Me dijo Isabella mientras me abrazaba.

Luego de la pequeña escena que montamos, ya que nadie se había percatado de lo que había pasado, seguimos comiendo tranquilamente en el café. Aproveché para seguir hablando con Isabella, todo nos estaba saliendo muy bien considerando lo que nos había pasado, puede que nos hayan expulsado del Olimpo, pero yo me sentía como si estuviera en un lugar mucho mejor con el simple hecho de estar con Isabella. También veía como mi prima estaba construyendo una buena relación con Stelle, me alegraba mucho verla así de feliz, en el Olimpo todo era una dictadura, no es el lugar hermoso que suelen retratarte, pero aún así no es un lugar horrible.

Como sea yo no puedo dejar de escuchar lo que me dice Isabella, ella es tan perfecta, quiero estar siempre con ella… Me pone triste pensar que ellas viven tan poco, la vida de los humanos es muy efímera, no vivirá ningún tercio de lo que yo viviré, o he vivido, aunque honestamente ya no se si seguimos teniendo o no nuestra juventud eterna, lo mejor será que deje de pensar tanto y disfrute lo más que pueda mi tiempo a su lado.

-Oye, tengo un pregunta que ha estado rondando por mi cabeza desde que llegaron.- Comenzó a decirme Isabella. -¿Por qué a veces hablan diciendo cosas como «sabéis» o «habéis» y luego hablan normal?- Dijo ella mientras me sonreía, parecía que era algo que le daba gracia.

-La verdad es que no visitamos la Tierra desde hace muchos años, esa era la forma en la que los hablaban en ese entonces, y ha sido un poco difícil quitarnos el hábito, porque si nos hemos dado cuenta de que ya no hablan así. Todo es muy nuevo para nosotros.- Dije mientras ponía una de mis manos detrás de mí cabeza.

-Tranquilo, puedo entender eso, es algo que me había causado tanto gracia como curiosidad.

-Hey, ya es tarde, deberíamos irnos a casa.- Dijo Zoe sacándome del trance en el que yo mismo me había metido.

-Zoe tiene razón. Además, allí ustedes tendrán más privacidad.- Comentó Stelle mientras soltaba una pequeña risa.

-¡Stelle! ¡Por favor no digas esas cosas!- Exclamó Isabella mientras se ponía tan roja como un tomate, era tan linda cuando se apenaba.

-¿Y que tiene de malo?- Preguntó Zoe haciéndose la desentendida, pero también reía.

-Sólo vamos a casa.- Dije intentando acabar con lo que estaba pasando.

Todos nos pusimos en marcha directamente hacia la casa, cuando salimos del local ya era de noche, así que nos apresuramos por si pasaba algo. Aunque realmente no habría nada que no pudiera controlar, aún así para que las chicas se sintieran más seguras, llegamos rápido, y lo primero que hicimos fue tirarnos todos en nuestras camas, había sido un día duro, así que nos merecíamos un buen descanso.

Comencé a sentir movimientos a mí alrededor, así que me decidí a abrir mis ojos y note que casi todos estaban despiertos menos yo. Así que me apresure a levantarme y a asearme para luego desayunar. Quería pasar todo el día con Isabella, pero al terminar de desayunar, ambas dijeron que debían ir a trabajar, había olvidado por completo que los humanos debían hacer eso para ganar su dinero y poder mantenerse, y me desilusionó un poco, pero podía esperarla hasta que terminara, igual no tengo ningún lugar a donde ir.

-Nos vemos más tarde, que les vaya bien.- Dije mientras sacudía mi mano en despedida.

-Gracias.- Isabella se acercó hasta donde estaba y me besó dulcemente.

Sin darme cuenta, tenía una estúpida sonrisa en la cara. Me acosté en el mueble que tienen en el apartamento y me puse a ver la televisión, luego de unas 2 horas, no pudo faltar el estruendo, y el temblor que viene con el, empezaba a acostumbrarme a esto, pero lo que no me esperaba era ver lo que estaba afuera buscándonos.

Fue una gran sorpresa ver a la Quimera afuera del apartamento, una de las bestias más poderosas conocidas, una gran adquisición para mi muro de caza, no pude evitar emocionarme y llamar a Zoe mientras daba un salto por la ventana, materializando mi armadura mientras caía, quería la cabeza de la quimera sobre mi pared, aunque claro, Zoe también querría tenerla, esto más que una pelea sería una competencia, parece que nuestros padres si nos quieren un poco después de todo… No, es solo que nunca se han interesado en aprender nada de nosotros, aún cuando somos sus hijos. Zoe cae a mi lado, y me ve con una cara de determinación.

-Es mía.- Una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Ya quisieras.- Respondí muy confiado de mi mismo.

Ambos nos lanzamos a la batalla contra la Quimera, quien nos rugió con fuerza y luego se abalanzó hacia nosotros, con su cola golpeó fuertemente a Zoe, mientras que con sus zarpas intentaba atacarme a mí, pero yo lograba evitarlo. Un golpe con las garras de la Quimera podría acabar con cualquiera, aunque pelear con ella era un sueño hecho realidad, había que tener mucho cuidado, la Quimera es una bestia peligrosa y fuerte, así que yo intenté golpearla con mi espada mientras que Zoe le lanzaba flechas de luz con su arco, además de eso yo envolví mi espada en fuego y comencé a hacer movimientos más veloces, quería acabar con la bestia y tenerla como trofeo, no podía darle esa satisfacción a mi prima, era algo que había entre nosotros, siempre competimos por las presas.

-¡Ya rindete Eliot, igual que la última vez, ese trofeo será mío!- Me gritó Zoe aún en el fragor de la batalla.

-¡Eres una acaparadora! ¡Sabes muy bien que yo hice todo el trabajo contra la última bestia a la que nos enfrentamos!- Grité mientras lanzaba varias fechas hacia la Quimera, la cual poco caso hacia.

-¡Claro! ¡Sigue repitiéndote eso niño lindo! Quizá algún día se haga realidad.- Dijo Zoe saltando sobre la Quimera mientras acuchillaba su espalda repetidamente.

La Quimera rugió con fuerza y empezó a volar con sus grandes alas muy alto en el cielo, logrando quitarse a Zoe de encima de ella, luego de llegar a una altura verdaderamente alta, cayó en picada justo hacia mi, fue un golpe tremendo, estaba un poco aturdido y me encontraba aún en el suelo cuando me dí cuenta de que tenía a la Quimera encima de mi, me alarmó mucho saber eso, ella abrió sus grandes mandíbulas para devorarme, pero Zoe le clavó su cuchillo desde atrás, lo cual me dio tiempo de quitármela de encima y empezar a lanzarle flechas a distancia, era más seguro así.

Zoe siguió con lo mismo, y ambos le estábamos lanzando muchas flechas, que a mi parecer no parecían ni hacerle gracia, seguía con paso firme hacia nosotros, así que decidí usar otra técnica, mi padre no sólo tenía el don de hacer que las personas sanarán, también podía impregnar sus flechas con las peores pestes conocidas, así que yo hice lo mismo y le lancé varias flechas con enfermedades a la bestia, apenas la tocaron, pude ver como sufría, la Quimera lanzaba gritos de dolor, era bastante satisfactorio.

-¡A ver qué te parece eso!- Grite victorioso, pero la bestia no paraba.

-Que inteligente eres primo, gritándole a un animal que no entiende nada de lo que dices. En verdad los hombres solo son un animal más.- Me dijo mi prima mientras lanzaba flechas de luz.

-¡Oye! Al menos yo sí estoy logrando algo.

-Concéntrate en la batalla, después puedes hacer tus pucheros de niño pequeño.- Zoe río, y a pesar de que sabía que se estaba burlando de mí, no pude evitar reír junto a ella.

Luego de hacer que bajara el ritmo con el que nos lanzaba zarpasos, y embestidas, fue más fácil golpearlo, su agilidad había bajado pero su fuerza era la misma, me confié y no me percaté cuando una zarpa vino directamente hacia mi, Zoe me empujo para que no me diera, pero las garras le cortaron el brazo, cortes profundos y alargados, enfurecido por esa acción, fui directamente con mi espada hacia la Quimera que me veía con ojos llenos de rabia y corría directo hacia mí, su cola y zarpas sólo querían encontrar mi cuello para descuartizarlo, pero yo no la dejaría hacer eso. Así que cuando llegó el momento, yo salte, esquivando tanto su cola como sus zarpas, la cola cambió su dirección rápidamente en un intento desesperado por frenarme, e iba directo hacia mi, pero justo cuando iba a alcanzarme, corte su cabeza, y así su cuerpo sin vida comenzó a desintegrase, pero la cabeza quedó intacta, para mi colección, luego cure rápidamente las heridas de Zoe.

-¿Qué decías? ¿De quién sería la cabeza?- Pregunté solo para molestarla mientras reía.

-Cállate, sólo volvamos al departamento, quien sabe donde vas a poner eso.- Dijo ella con clara molestia al saber que yo había ganado.

-Sólo estás celosa, admítelo.

-Te voy a clavar una flecha por el…

-¡Hey! Léxico, ya entendí, no hay que ponerse agresiva.- Dije interrumpiéndola.

-Sólo vayamos a casa a esperar a Stelle e Isabella.- Ella me dio un pequeño golpe en el hombro, y de adelantó.

-Al menos pudimos distraernos un poco más mientras ellas no estaban.- La sonrisa que tenía en mi rostro era muy grande.

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