Capítulo 2

El presidente camina de un lado a otro en la oficina. Pensando en que hacer. Se acerca a la computadora y desactiva las cámaras de su oficina, lo que menos quiere es que vayan a averiguar que lo tiene tan nervioso. Eso debe resolverlo con discreción para no dar detalles, ya que lo perjudica.

saca su teléfono con las manos temblorosas y lo piensa varias veces antes de llamar a la jefa de los guardaespaldas de su hija; Ariana Torrico.

—Ordene señor presidente —dice mirando a  todos lados.

—Le llamo para decirle que vigile bien a mi hija, ni un momento a solas —hace una pausa —oigame bien Torrico, lo más mínimo que le pase a Sophia, me lo pagan usted y los demás —dice con todo amenazante antes de colgar la llamada.

Ariana se queda un poco dudosa mientras mira el celular. ¿Qué habrá pasado para que se ponga así? Sabe que es pesado y mandón,  pero es extraño que llame, cuando nunca lo hace para preocuparse de su hija.

—El señor presidente ha llamado, dice que no nos apartemos de la chica ni por un segundo -le susurra disimuladamente a los guardaespaldas.

Ariana se queda pensando en lo que le dijo el presidente.

Más tarde.

Sophia está en el jardín trasero con su amiga Cristina, ambas hablan, ríen, y se empujan; mientras los demás sólo observan.

—Yo estoy harta de estos guardaespaldas —le susurra Sophia a Cristina.

—Ni que lo digas, Por lo menos yo sólo tengo uno, es joven y está buenisimo -dice mordiendo su labio inferior.

—Jajajajaj ¿y ya te lo haz tirado? —pregunta Sophia mirando el guardaespaldas de Cristina.

—No me falta mucho —dice muy seria y luego estalla a carcajadas.

—¿Y Diego, tu novio? —pregunta Sophia.

—Diego está bien. Jajajajajzz ¿qué tal si mañana vamos de compra a la nueva tienda? y así despejamos la mente mientras compramos algo de ropa —propone Cristina.

—Sería perfecto, pero recuerda que no iremos solas, nuestros rabos irán —dice señalando a los guardaespaldas.

—Eso lo sé, y no tenemos nada que hacer para que nos dejen ir sola —dice apenada.

—Exacto, pero descuida, mañana la pasaremos bien, ahora; vamos a empezar con la clase de matemáticas.

Sex and money

En sex and money las prostitutas se preparan para recibir a un buen y exclusivo cliente. Tiene 6 años visitando el lugar y es uno de los preferidos.

Éste irá al prostíbulo después de 2 años sin visitar el lugar.

El dueño del lugar está de un lado a otro dando órdenes y apurando a sus e.pleadas que trata como mulas.

—Vamos perras, deben estar preparadas para las 7, Roko y sus discípulos vendrán ésta noche y tienen que estar espectacular —habla Yabo, el dueño del prostíbulo.

—Ojalá y Roko no se haya olvidado de mi, siempre he sido su favorita —dice la diabla enrollando un mechón de su cabello.

—Las prostitutas nunca somos recordadas, así que debes bajarte de esa nube, Diabla —dice Linda con ironía.

—Dejen la maldita conversación para después y ponganse hacer lo que les toca  —las interrumpe Yabo.

Yabo sale del camerino algo enojado y las chicas se quedan hablando sobre sus visitas millonarias. Intentan arreglarse lo mejor que pueden para montar desapercibidas.

Mientras que en Canadá...

Roko está alistando sus cosas para viajar a Colombia por asuntos de "Trabajo" y decide llamar a su mano derecha, Kodigo. Quien es capaz de dar los dos riñones por su amigo.

Llamada

—Kodigo, ¿está el avión listo? —pregunta mientras fuma su cigarro.

—Listo y maquillado -dice Kodigo con certeza.

—Perfecto, en 10 minutos estoy allá —dice colgando.

Fin de llamada.

Recoge sus cosas y sonríe cuando ve una foto que le trajo uno de sus hombres. La mete en sus bolsillos y se persiga antes de salir.

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