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Capítulo 7

La conversación con marc me dejó algo sensible, así que cuando estuve a solas me di una ducha y me puse a ver películas tristes para llorar con tranquilidad mientras comía helado, pero como no tengo tanta suerte y como siempre me sucede llegaron mis padres después de una ausencia de casi un mes. Justo decidieron este momento para hacer su aparición. Por suerte, después de este año me iría a la universidad y había optado por muchas, pero ninguna cerca y estaba pidiendo becas para no depender de su dinero. Al final es lo único que ellos aman y odiaría que lo malgasten en mí.

- ¿qué demonios es esto Sofía?- ese fue el saludo de mi madre. Abriendo las ventanas-¿ahora también tienes complejo de vampiro?

- hola mamá. ¿Te fue bien el viaje? Yo también estuve bien muchas gracias- yo siempre le decía lo mismo con el tono más sarcástico que encontraba

- me tienes arta. No veo la hora de que te vayas a la universidad. Digo si alguien te quiere

Ahí va la señora Carla a denigrante como siempre. Si supiera que soy muy buena estudiando me encantaría ver su cara de asombro

- no lo sé. Siempre hay alguien que te quiere - le dije levantándome y preparándome para salir de casa. Cuando ellos estaban me pasaba la mayor parte del tiempo fuera y rezando para que tuvieran que irse de nuevo. Mi madre no trabaja. Solo es la esposa trofeo de mi padre y se hubiera podido quedar conmigo en casa, pero prefirió estar detrás de él por todo el país. Ahora ya me da igual, pero cuando era una niña me dolía mucho ver a los demás con su madre y yo solo con la niñera de turno. Hasta que crecí y preferí estar sola. Era muy difícil adaptarse a una persona nueva cada vez que a mi madre le incomodaba la anterior. Pasaron muchas, unas no le gustaban porque eran muy jóvenes y según ella provocaban a mi padre, otras me enseñaban mal y la que más duro, una señora mayor a la cual quería mucho, la despidió porque la vio dándome cariño, la acusó de quererle robar mi cariño. Aún lo pienso y me da gracia, como va a robarse algo que no existe. Me dolió mucho, pero también me enseñó a no depender emocionalmente de nadie.

Salí de casa y fui con Ana. Al final cuando me siento así siempre acabo en su casa; no es que le cuente que me pasa. Ni ella me pregunta, sabe que cuando estoy así es debido a mis padres y también sabe que odio hablar del tema así que solo intenta subirme el ánimo lo más que puede.

- así que ya tienes nombres para mi sobrino?

- así es. Hace bastante que los elegí. Si es hembra se va a llamar luna y si es varón 

- no me digas - la corte- si es varón le vas a poner sol- yo estaba sentada en su escritorio y ella en la esquina de su cama. Tomo su almohada en las manos y me la lanzó

- no seas tonta, claro que no- ambas nos reímos como tontas. Por suerte ella sabe como aliviar mi estrés.

- bueno ahora si dime cómo se va a llamar. Parece que no voy a ser adivina

- ikem

- me gusta. Suena interesante- imité a una maestra de literatura que tenemos que es bastante sobreactuada a la hora de hablar y volvimos a reír

-¿puedo preguntarte algo?- me dijo cuando dejamos de reír- sé que no te gusta hablar cuando estás así, pero de verdad me gustaría saber

- dispara.

-¿por qué lloraste?

No le podía decir lo que pasó con Marc. No quería crear un problema entre los tres

- alguien me dijo que yo no tenía sentimientos 

- dime quién fue y lo mato. Si fueron tus padres te juro que te dejo huérfana

Fui donde estaba y la abrace

- no hagas algo como eso que no quiero que crías a mi sobrino en prisión

Para mí esto es familia. La única que quiero y necesito así que es todo lo que tengo que pensar para no extrañar algo que no tuve y que por lo que veo no voy a tener.

Los siguientes dos meses transcurrieron en total calma. Cosa bastante rara teniendo en cuenta la situación en la que nos encontrábamos

 Nunca ni por asomo me iba a imaginar que esa mañana me iba a despertar con una noticia como la que me dio Marc

- ¿a qué te refieres Marc? Te juro que si esto es una broma te mato

- ¿crees que jugaría con algo como esto? Estoy ahora mismo en el hospital con Ana- lo interrumpí

- ¿con Ana? ¿Qué le paso a ella? ¿Y el niño?

- oye una pregunta a la vez que yo también estoy alterado.

- lo siento. Dime pues

- bueno, a ella le subió la tensión por la noticia, pero los dos están bien. Tanto ella como ikem- para este entonces ya sabíamos el sexo del bebé

- en seguida estoy allá. Cuando llegue me cuentas qué le sucedió a Cristian.

Salí de mi casa como loca y llegue al hospital en tiempo récord. Entre por la puerta buscando a Marc y lo localicé junto a la máquina de café

- ¿tienes ánimo de tomar café?

- no tengo ánimo, pero lo necesito. Algo tengo que hacer. Estoy volviéndome loco

- ¿dónde está ella?

- ahora la sedaron y está durmiendo

Nos sentamos juntos en uno de los salones mientras él tomaba café me contaba lo que sucedió con Cristian

-¿y entonces?

- hasta ahora está desaparecido. Pero la policía cree bastante difícil que haya podido sobrevivir a una caída como esa. Ana está destrozada.

- ¿y tú, cómo estás? Sé que él es para ti como Ana es para mí y también sé que si a ella le pasa algo yo estaría volviéndome loca

- así mismo estoy. Me siento destrozado. Pero tengo que permanecer fuerte porque sé que él querría que apoye a su mujer y a su hijo

Era admirable su lealtad con Cristian. Para alguien tan irresponsable como él eso era decir bastante

- sabes. Hablé con él hace pocas horas sobre Ana. Debí decirle que el bebé es suyo. Alomejor se hubiera tomado con más calma eso de venir

Bajo la cabeza y vi una lágrima caer en su café

- oye- puse mi mano en su espalda - no es ni tu culpa ni la de nadie. Son cosas que pasan y no tienes que culparte por ello

- sé que tienes razón, pero me siento mal por él. Me siento mal por Ana también. Él venía de camino para enfrentarlo todo por ella. 

- Dios ¿por qué nos pasan estas cosas?- bajé mis manos. Las apoyé en mis rodillas y apoyé mi cabeza en ellas

- yo voy a estar ahí. Si él no está Ana e ikem son mi responsabilidad

 dijo con mucha convicción y se puso en pie. Lo seguí porque sabía que me guiaría donde estaba ana. Cuando entre, se me partió el corazón al verla yacer inconsciente. Pase mi mano por su rostro y le bese la frente.

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