IV

La nave espacial  descendió sin inconvenientes sobre la superficie de Ganimedes, exacto junto al observatorio espacial ubicado a pocas millas de la ciudad encriptada de Berabarej, el viaje desde la luna terrícola ocurrió sin novedad alguna, la pericia  y el conocimiento de las rutas espaciales de Erex con la asistencia técnica de Henqèph eran garantía de éxito irreversible para la Misión Rescate Tierra, un grupo de jupiterinos expertos en cosmología los estaba esperando, Erex seguido por Henqèph salieron de sus cabinas,  ellos habían instruido  a los encargados de las comunicaciones e intérprete de imágenes permanecer observando el panorama terrícola siguiendo la señal enviada por la réplica, Kievlïa decidió permanecer con la pareja de andromedanos en la sala de tecnología sin importarle  haber aterrizado en su ciudad natal; la pista espacial estaba junto al observatorio sobre la superficie gaminedina encapsulado en un aura de invisibilidad por si en algún momento una raza degenerada visitaba la luna de júpiter y descubriera la civilización asentada.

El sol brillaba a mitad del cielo cuando los dos pilotos andromedanos salieron a la pista, ambos se retiraron el traje extra vehicular para su  mayor comodidad, -bienvenidos de nuevo a nuestra luna, por cierto, el satélite más grande de este sistema solar, ya nos habían contactado desde la Comandancia  Central de la Misión, confirmando su regreso por los acontecimientos desencadenados en el planeta objetivo-, dijo Emäzer, el director asignado al observatorio espacial cercano a Berabarej, -es terrible la conducta de los habitantes de la tierra, están exteriorizando su máximo nivel de perversión al atacarse entre sus pueblos mismos-, respondió Erex, mientras emocionado estrechaba las manos de los jupiterinos, -los otros tres compañeros han quedado al interior de la nave observando y remitiendo los informes de la guerra desatada, tendremos que buscar la manera de remplazarnos para que ellos accedan a un descanso, el caso de Olgÿn es más complejo pero debemos encontrar una solución-, afirmó Henqèph, -de eso nos encargamos aquí en el observatorio, tenemos un buen equipo de expertos, algunos de los cuales aplicaron para vuestra misión, según dijeron desde Ciudad Cristal, vuestra estadía aquí será definida  pero extensa pues los planes de regresar a la tierra persisten, lo importante es llevarlos a las moradas  asignadas para que descansen y organicen su estadía-,dijo Emäzer  haciendo gestos con ambos manos invitándolos a avanzar.

Berabarej, es una ciudad erigida bajo la superficie de Ganímedes igual a  otras pobladas en la luna de Júpiter, quizá a unos quinientos  metros de profundidad, diseñada así por sus fundadores con la idea de evitar cualquier filtración de un planeta externo que atentara en contra de la sobrevivencia de la ciudadanía universal establecida en esa luna; el Centro Espacial con todo y observatorio estaba conectado  con la metrópoli por un ancho túnel hasta llegar a las orillas de la ciudad donde comenzaban las residencias diseñadas en fila en su mayoría de colores suaves iluminadas por la luz solar filtrada a través de cráteres y distribuida en rendijas por donde también circulaban las captaciones de oxígeno en un avance biotecnológico del más alto nivel, la ciudad lucía fresca, las calles adoquinadas de un material grisáceo, las casas de color blanco, beige o amarillo pálido reflejaban los ópalos incrustados en sus paredes formando diferentes figuras geométricas, eran unas viviendas amplias sin ninguna cerca ni sistema de protección, solo las ciudades estaban encriptadas en el satélite de júpiter, el resto de existencia estaba disperso sobre la superficie hasta donde salían los moradores a contemplar o laborar a través de los diferentes canales diseñados para ese fin.. Erex y Henqèph viajaban en un automóvil descubierto conducido a control remoto desde una de las salas del observatorio espacial, el vehículo se deslizó por el túnel que los dirigiría a la residencia asignada, las calles eran amplias e iluminada por el sol vespertino, una blanca niebla se erigía entre las viviendas brillando bajo el espectro solar, -este ciclo estacionario es hermoso en esta área de Ganímedes, llueve en las noches con frío y días soleados-, afirmó Erex tratando de recorrer los espacios transitados,-es notorio que es una ciudad espectacular pese a estar encriptada como afirman están todas las metrópolis de esta luna, ¿y tú sabes cómo realizan su diferentes labores?-, preguntó Henqèph con cierto nivel de curiosidad, -depende, el trabajo de transformación, el doméstico y todo aquel que sea necesario hacerlos en las ciudades se realiza encriptado y el que requiera desplazarse a las zonas fuera de las concentraciones poblacionales  se realiza al aire libre, por eso el satélite se conoce como “la región de las ciudades ocultas y población desnuda” en nuestros mundos, luego tendremos tiempo para conocernos, recuerda que nuestra estación será extensa-, respondió Erex, -no puedo evitar dejar de pensar en los habitantes de la tierra-,confesó Henqèph, el vehículo se contuvo frente a una casa color blanco marfil incrustada de ópalos multicolores formando dos gigantescas figuras a ambos lados de la vivienda como si fueran dos guardianes permanentes de aquella morada, más allá de las figuras, la edificación  tenía amplios ventanales con cortinas de cristal, Erex y Henqèph  bajaron del carro con una amplia maleta en el hombro, empujaron la puerta grisácea de pesado material, entraron. La sala era amplia con seis habitaciones alrededor de la sala, una amplia cocina al fondo donde estaba una mesa de cristal tornada; los pilotos entraron a su respectivas recamaras con la intención única de descansar, antes un jupiterino apareció en la sala poniéndose a las órdenes en cualquier situación que se presentara.

Wokår y Olgÿn permanecieron en la sala de tecnología recibiendo las imágenes llegadas desde la tierra, enviadas por la réplica de la nave espacial,  Kievlïa  a sus espaldas observaba cada uno de los movimientos a la vez  que escuchaba las peroratas discursivas de ambos; Rusia había atacado Alemania en represalia por la invasión francesa pareciendo que el continente europeo entero se convulsionaba, las imágenes eran nítidas mostradas en forma evidente los acontecimientos terrícolas, -el trabajo de Henqèph ha sido perfecto, la réplica de nuestra nave ha bajado a sobrevolar sobre el planeta objetivo sin ser avistada por los humanos que viven allí,  pudiendo así  captar todas las imágenes necesarias para tener una panorámica del conflicto, una excelente hazaña-, dijo Wokår entusiasmado con la  estupenda tecnología, -él es uno de nuestros grandes técnicos en aviación y diseño  espacial, una persona muy admirada en Andrómeda aunque no lo conocía en persona-, respondió Olgÿn a los halagos sobre el copiloto de la tripulación. Wokår había enviado el informe sobre el viaje desde la luna terrícola hasta Ganimedes con antelación, “la energía oscura parece no ser un impedimento para el desplazamiento de nuestra aventura en el universo como tampoco la materia, no  nos hemos encontrado en este trayecto con ninguna área oscura de fuerza gravitacional” había escrito entre otras observaciones; el buzón informativo de su monitor  indicó sobre la llegada de nuevos mensajes, Wokår procedió a revisarlos, en el primero se les felicitaba por el descenso sin obstáculo alguno  sobre Ganimedes “desde este observatorio en Ciudad Cristal siempre vigilamos su ruta”, finalizaba el correo, el encargado de comunicaciones lo cerró y procedió a revisar  el segundo, en este  mensaje electrónico se les comunicaba que el conflicto bélico en la tierra era prolongado, ellos no podían perder cada detalle para conocer en mayor grado la conducta de los terrícolas, pero debían descansar, a los jefes de la tripulación se les permitió retirarse y así los dos pudieran descansar,  ellos estarían girando instrucciones a Emäzer para  cumplir funciones en comunicaciones, además una nave espacial no tripulada conduciría a Pexeèr, la hermosa asistente de Olgÿn en el Centro de Investigaciones Universales y en los programas transmitidos desde Ciudad Cristal para que la sustituyera en las funciones de  lectura de imágenes, la asistencia de  la tripulación estacionada en  el satélite de Júpiter la dejaban bajo la gerencia de Centro de Observación Espacial,  eran ellos quienes auspiciarían a  Kievlïa mientras permanecían en esa luna, el mensaje cerraba instruyendo a permanecer alerta ante los acontecimientos terrícolas y no abandonar la sala en ausencia permanente  del relevo.  -Estupendo que mi querida Pexeèr se incorpore aunque sea de manera temporal a la misión, ella conoce mucho de la tierra y podrá sustituirme en esta compleja posición-, dijo Olgÿn con el rostro iluminado, -aquí los días y las noches deben ser más extensos que en la tierra-, expresó Wokår con  amplia sonrisa,  en la sala de tecnología apareció Emäzer acompañado de otro cosmonauta del observatorio espacial,-me han pedido que te sustituya en el área de las comunicaciones-, dijo, -debes saber que yo también recibí  entrenamiento sobre la estrategia comunicativa de esta nave, por lo que mantente despreocupado- acotó amable, -es un gran alivio, poder ir a descansar, sé que debemos establecer un horario para alternarnos en esta función tan delicada-, respondió Wokår agradecido,-si gustas la agenda de trabajo la establecemos en primera instancia  cuando ya esté incorporada Pexeèr con nosotros-, dijo Emäzer dispuesto a ubicarse frente al equipo de las comunicaciones inter espaciales; Wokår sonó la espalda del jupiterino en gesto de amistad, se despidió por un momento de  Olgÿn e invitó a Kievlïa a salir de la nave, -buen descanso-, dijo Emäzer, ellos levantaron sus blancas manos en señal de despedida y salieron.

-Es un placer compartir contigo, hermano jupiterino, intercambiar opiniones sobre los acontecimientos terrícolas que nos llegan a cada instante es fabuloso-, expresó Olgÿn amigable con el nuevo compañero encargado de las comunicaciones; -estudiar y vigilar la tierra es fantástico por su tenebrosa historia y ese proceso involutivo degenerativo, parece que hoy estamos ante ese escenario provocado por la degeneración-, agregó Emäzer,          -solo tengo una inquietud-,dijo Ebrephazor, el joven jupiterino de cabello gris y ojos verdes incorporado para asistir a la tripulación estacionada en Berabarej en la luna de Ganimedes en ausencia de Kievlïa, -las observaciones se realizarán desde esta nave, o ¿habrá necesidad de trasladarse al observatorio nuestro?- preguntó, -la lógica nos dice que se hará desde aquí por el diseño especial de este artefacto y la réplica formulada desde la luna terrícola que esta interconectada con esta, es obvio que a medida surjan otros acontecimientos lo planes podrán ir cambiando pero al final la palabra aquí la tiene Erex dependiendo de las directrices de la Comandancia Central de la Misión-, respondió  Olgÿn, el ambiente interior era bastante fresco iluminado siempre por las luces internas, las ventanas las había dejado abiertas Kievlïa al igual que la puerta de acceso exterior, -mira esta toma como los hombres de la tierra se disparan entre sí-, dijo Emäzer mostrando una imagen recién llegada de un enfrentamiento entre el ejército belga con el alemán en la ciudad de Lieja, -los alemanes han doblegado los belgas por mucho que estos hayan mostrado resistencia, según los pronósticos de la sala de proyecciones universales en Ciudad Cristal, los pueblos de la tierra se sublevaran unos con otros en una cadena por el control y el poder-, explicó Olgÿn casi dispuesta  a descifrar la cultura de los pueblos alemanes y belga incluyendo la pequeña división terrícola llamada Luxemburgo.

Berabarej estaba siendo cubierto por una gran claridad estaba cayendo de su cielo, enormes celajes rojos con tonos azules se dibujaban en el firmamento  y una neblina grisácea se levantaba entre los escasos arbustos color amarrillos ubicados alrededor de la pista de aterrizaje espacial; una nave no tripulada de regular tamaño cayó en la pista, hizo un recorrido circular hasta detenerse frente al edificio cubierto de una capa de invisibilidad que ocupaba el observatorio espacial y conectado a la pista, de la nave bajó una mujer de elevada estatura, blanquísima, su cabellos rubios platinados se movían en varias direcciones ,la mujer enfundada en un traje de color cristalino caminó directo hacia donde estaban los miembros  de la Misión Rescate Tierra arrastrando una maleta con su mano derecha, la nave no tripulada inició a rodar sobre la pista, después de dar dos vueltas aceleradas  se elevó sobre el cielo de Ganimedes. Un jupiterino se acercó a la mujer interfiriendo su paso,-¿podemos ayudarte en algo?-, preguntó a manera de bienvenida, -vengo a incorporarme a la Misión Rescate Tierra, solo necesito llegar a la nave para sustituir de momento a la noble Olgÿn-, respondió la mujer con amplia sonrisa dibujada en su exquisito rostro,             -sabemos bien quién eres, solo estamos ofreciendo nuestra hospitalidad-, dijo el hombre,-gracias, si quieres ayudarme con la carga estaría bien-, respondió ella; el jupiterino agarró la maleta entre sus manos y caminó con la andromedana hasta donde permanecía el grupo   del rescate terrícola.

-Bienvenida Pexeèr querida, a nuestra misión, nunca imaginé que te ibas a incorporar como colaboradora directa-, dijo Olgÿn emocionada en el mismo instante que Wokår transmitía un informe a la Comandancia  Central, -los acontecimientos en la tierra han dado un giro que no estaba en los planes originales de nuestro equipo, los proyectistas universales  anuncian un conflicto bélico terrestre de larga data, esa es la razón de mi presencia aquí adorable  Olgÿn, de lo contrario ustedes estuvieran en el planeta seleccionado llevando a cabo los planes intervencionistas de nuestro linaje-, dijo Pexeèr con  voz pausada, -¿vas a integrarte ahora mismo o necesitas descansar?-, preguntó Emäzer mirando directo a sus vivaces ojos grises, -mi compañera Olgÿn necesita relajarse ha trabajado demasiado en este proyecto, mis conocimientos terrícolas no son tan profundos como los de ella pero estaré luchando junto a ti-, respondió la platinada recién llegada, -en ese caso estaremos en vigilia esta noche que por cierto ya se acerca, creo que antes de que el sol de esta galaxia aparezca y cuando estemos todos juntos construiremos la agenda de trabajo-, trató de aclarar Emäzer,   -desde ya, aclaró que prefiero trabajar en presencia del sol-, dijo Olgÿn con la intención de retirarse, -es compresible por el misterio de tu raza querida-, reaccionó sonriente Pexeèr colocándose en la silla frente a la pantalla principal de la sala de tecnología y muy cerca del lugar asignado al encargado de las comunicaciones; Olgÿn restó importancia al comentario guardando silencio, golpeó el hombro de Emäzer de forma amistosa, -en un espacio libre hablamos colega,  me retiro a la morada asignada a descansar-, dijo dispuesta a salir de la nave espacial.

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