Capítulo 8 Ni que se lo escribas en piedra.
— Tío necesito un favor —dijo Pablo ahora serio.

— ¿Qué pasó Pablo? claro.

   — Necesito otra habitación.

   — ¿Algún problema con la suite? —preguntó Bernhard preocupado.

   — No, no se trata de eso.

   — Es que anoche, Donna vino a verme; quería disculparse, bueno que baste decir que pasó la noche conmigo, esta mañana le dije que era solo cosa de una noche, pero como no creo que se conforme, no quiero que me encuentre si vuelve.

   — Por supuesto no se conformará con perder tan fácil la gallina de los huevos de oro, pero me inquieta saber ¿Cómo hizo para saber cuál era tu suite?

   — No te preocupes, nada que ver con tus empleados, Dante le dijo.

  — Ese amigo tuyo me gusta menos que esa arpía, pero, aunque es un alivio saber que no fue por chisme de mi gente, arreglaré con mi asistente que te cambien tus cosas a otra habitación, me imagino que ella todavía está aquí.

   — Seguramente, pero le dejé claro que no la quería allí al volver y me dijo que ya se iba.
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo