Capitulo 5

Estaba en la cocina de mi casa… veo un tipo… escucho los gritos de mi hermana… yo arremetiendo contra el tipo por la espalda… la sangre brotando de mi pierna… tirada en el suelo con la sangre bañando mi cuerpo… la sangre…

Trate de alejar esos pensamientos o bueno la pesadilla que tuve esta noche, no logre dormir más después de despertarme y para joderla más tengo que ir a ver al estúpido de Drac jugar fútbol americano y ver como su ego crece al vencer a sus oponentes.   

Comencé a pensar en mi familia, como estará mi madre que está embarazada, o mi padre, y mi hermana que me dijeron quedo un poco traumada por lo que pasó ese día, en parte siento que es mi culpa el que ella tenga que ir cada semana con un psicólogo, además me comento mi madre en su última visita que mi hermana también tiene pesadillas, sobre que yo no llego a tiempo y ese hombre se aprovecha de ella, de solo pensarlo me dan ganas de ir y hacer que paguen aún más caro lo que hicieron ese día, pero tengo que mantener la cabeza fría porque primero no creo que los vuelva a ver y segundo tengo que ser inteligente para poder sobrevivir aquí.

 Podía ver como el pasillo se iba iluminado poco a poco eso significa que está amaneciendo, en parte me siento aliviada ya que eso significa que vamos a ir a comer y me muero de hambre y en parte me siento mal porque no he podido dormir bien y tendré que ver al estúpido de Drac.

Rápidamente nos llevaron a las duchas y fuimos al comedor, cuando estaba a punto de entrar una chica me tiró la bandeja encima con toda la comida, debía de calmarme antes de arrancarle la cabeza a la oxigenada que se estaba riendo de la situación, en eso veo a Drac venir ruedo los ojos, lo que me faltaba, le puso su mano en el hombro y ella se sobresaltó y giró para ver quien le había causado semejante susto, cuando vio a Drac su cuerpo de puta barata empezó a temblar, estaba más pálida que una hoja de papel y pareciera que sus ojos se le iban a salir del cráneo.

—Pídele disculpas —dijo Drac con tono demandante, lo que hizo que ella temblará aún más —¡ahora que esperas una invitación! —y hasta a mí me asusto su grito, todos nos veían hasta los policías, pero ellos no hacían nada para detener la situación.

—Yo... yo lo... lo siento... mucho, perdóname —dijo la oxigenada con temor en su voz, si ella le tiene tanto miedo vamos a aprovechar eso.

—Drac —este me volvió a ver y su expresión cambió de una enojada a una con un poco más de paz —que pasa si no perdonó a la oxigenada está —señale a la chica, ella abrió mucho los ojos y se veía la súplica en ellos, oh cariño no sabes con quien te metiste, porque estoy noventa y nueve por ciento segura de que lo hizo a propósito.

—Tendrá un castigo por haberte tirado la bandeja llena de comida encima —no quiero que nadie sufra o bueno puede que ella sí, pero esta chica necesita un escarmiento urgente, sentí como la oscuridad dominaba mi cuerpo en busca de un juguete el cual poder manipular y sonreí lo más psicópata que pude, ella entendió lo que iba a hacer se puso de rodillas e imploró que la perdonara.

—Te perdonó —ella se secó unas cuantas lágrimas que bajaban por sus mejillas, Drac me veía confundido, pero no se opuso a mi decisión la chica se levantó y me dio las gracias y cuando se iba a ir la tome de la muñeca ejerciendo fuerza así ella no podría soltarse —solo te diré una cosa antes de irte, yo no doy segundas oportunidades, si vuelves a hacer algo así apropósito no tendré compasión contigo, ¿entiendes? —vi cómo le daba igual lo que está diciendo, y volteó mi vista a los oficiales estaban haciendo otra cosa entonces aproveché y alcé mi brazo derecho y le pegué un puñetazo en la cara, la agarré del cuello y la estaba asfixiando y volví a preguntar —¿entendiste? —ella trataba de quitar mis manos de su cuello, pero yo tenía un fuerte agarre y experiencia en agarrar cuellos.

—Si...si, entendí —dijo con un hilo de voz por la falta de aire, y entonces la solté y esta cayó al piso, y por fin pude ir a comer tranquilamente en una esquina del comedor donde nadie me molestará, y después de la escena con la rubia oxigenada ahora nadie se atreverá de molestarme.

Ya era hora del partido, me pregunte a mí misma como era que había llegado a este punto de estar viendo a Drac jugar como si él me importará.

Cada vez que Drac hacia unas yardas todas las chicas gritaban como locas yo solo rodaba los ojos por la gran autoestima que se tiene, en un momento nuestras miradas chocaron, instintivamente aparte la mirada me sentí ¿nerviosa? Que mierdas me pasaba, es el estúpido de Drac el chico con ese ego que podría matarlo, al que todos temen.

Por fin había terminado el partido después de casi una hora sentada en una banca dura, creo que si antes no tenía trasero ahora menos.

 El equipo donde juega Drac ganó todas las chicas de la correccional estaban ahí y fueron hacia Drac, yo me fui inmediatamente ya había cumplido con venir al partido y verlo, iba hacia la biblioteca cuando escucho que alguien venía detrás de mí, no le di mucha importancia y seguí.

Cuando estaba por entrar a la biblioteca una mano me sujetó y me acorraló contra la pared, nunca había visto a este chico en mi vida me asusté cuando acercó su boca a mi cuello y empezó a besarlo, y este quien mierdas se cree, lo golpeé con mi rodilla en su entrepierna y este llevo sus manos a la zona afectada y para mí suerte me soltó, le di un puñetazo y me fui casi corriendo.

Pero no pude dar ni tres pasos cuando me volvió a sujetar y me pegó contra la pared haciendo que me golpeara la cabeza y quedara un poco aturdida, traté sacarme de su agarre, pero me sujetaba con más fuerza, pude darle un golpe, pero no se inmutó y siguió besándome tenía unas ganas inmensas de vomitar y el sentimiento de vulnerabilidad se apoderó de mi cuerpo no me gustaba sentirme así, grite por ayuda, pero el chico que no dejaba de morder y besar mi clavícula me pego en la cara para que me callara, después era como si ya no estuviera enfrente de mí, aunque tenía la leve sensación de sus asquerosos labios en mi cuello, estaba un poco mareada por el golpe, pero vi a él chico tirado en el piso y a Drac golpeándolo, sentía que la fuerza se alejaba de mi cuerpo.

—Drac...

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Drac

Pase todo el partido pensando en que ella sí vino a verme, no entendía que era lo que me pasaba, pero desde que esa chica me reto en el comedor no deje de pensar en ella, es muy atractiva tiene un cabello castaño casi negro, unos ojos cafés oscuro y su piel es tigreña, una chica con todas las características de una persona latina.

En un momento del partido nuestras miradas conectaron, pero ella apartó rápidamente la mirada ¿será que está molesta conmigo? Y algo dentro de mí me dolió porque me importaría si ella está molesta conmigo, nunca me había importado lo que piensan de mi los demás, pero ella es diferente su forma de tratarme me gusta es como si no le diera miedo el saber que mi padre es un sicario o que mi madre es una reina de la mafia. Ya había terminado y como siempre ganamos, iba ir a buscar a la loba para preguntarle que le había parecido el partido, pero una manada de chicas vino hacia mí y no logré verla, cuando por fin pude salir del círculo de molestas chicas fui directo adentro del edificio para tratar de encontrarla.

Iba caminando por los pasillos y después de unos diez minutos la vi con un chico que la tenía contra la pared y estaba besando su cuello, por alguna razón me enojó ver a ese chico besando a Mi loba esperen ¿mi loba? Desde cuando ella es mía, deje de pensar en eso cuando escuche que algo había golpeado la pared, vi como la loba se veía aturdida y forcejeaba con el tipo ese y ella gritó en eso iba hacia donde estaban y el muy maldito la golpeo, lo tiré al suelo y empecé a golpearlo ¿nadie le había enseñado lo que significa el monosílabo NO?, el chico tenía la cara morada, la sangre estaba en todo su rostro y en mis manos no podía parar.

—Drac... —por alguna razón escucharla decir mi nombre hizo detenerme, me giré para ver como Samay se desmayaba me levante lo más rápido que pude y logre llegar a tiempo para que no se golpeara la cabeza contra el suelo la cargué en mis brazos y la llevé a una enfermería, vi su mejilla morada por el golpe que le dio ese maldito y algunas lágrimas, por instinto la abrace más a mí y apresure el paso.

Entre y las enfermeras se me quedaron viendo raro, tengo fama de que no me importa nada ni nadie, pero la loba es diferente no sé por qué.

<< Claro que lo sabes solo que no quieres admitirlo >>

No le preste atención a lo que decía mi me y me enfoque en que atendieran a la Loba, una de las enfermeras me indico que la acostara en una camilla y eso hice.

Me senté en uno de los sillones mientras ellas revisaban a Samay ellas de vez en cuando me veían de reojo, pero las ignoré ahora solo me importaba Samay.

—Drac, ella está bien, solo se desmayó por el golpe en la cabeza y en su mejilla, no sabemos cuándo despertara —dijo una enfermera, yo solo asentí y ellas se vieron entre sí, ¿y ahora qué pasa?

—¿Qué pasa? —dije y ellas me volvieron a ver con nerviosismo en su mirada.

—¿Se va a quedar aquí? —así que era por eso.

—A ustedes que les importa si me da la gana quedarme me quedaré y si no me iré, largo déjenme en paz —ellas no contestaron solo se fueron lo más rápido posible, yo me acerqué a Samay y me senté en una silla de madera que estaba a la par de la camilla, le tomé su mano y sentí una electricidad recorrer mi cuerpo nunca había sentido esto, que raro, me sentía muy bien estando cerca de ella quería como nunca alejarme de su lado no entiendo porque siento esto hacia ella, estoy muy confundido.

Ella se movió y en su rostro se reflejó como algo le dolía.

—Tranquila loba, aquí estoy yo y te protegeré —dije y ella se volvió para verme y me di cuenta en cuanto vi esos ojos cafés, me gustaba, ella me gustaba.

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