En vida, nosotros tenemos que ir siempre por el camino que Dios nos tiene preparado para cada uno de nosotros y no hacer cosas de las cuales, nos podríamos arrepentir.

Pero, nosotros, como seres humanos quienes no somos perfectos y cometemos errores, nos dejamos llevar por las demás personas en vez de dejarnos llevar y guiar por nosotros mismos.

A raíz de lo ocurrido con Adán y Eva quienes fueron tentados por el Diablo, nosotros nos hemos vuelto pecadores y cada vez estamos más alejados de Dios y de todo lo que nos ha enseñado.

Y esta historia nos muestra cuan equivocados estamos al momento de tomar nuestras propias decisiones y que cada vez, estamos más alejados de Dios.

Esta historia, le pertenece a uno de mis ancestros, quien vivió en esa época y experimentó lo peor de las enfermedades que, para ese momento, nadie sabía de que se trataba y cómo combatirlo.

79 es el siglo donde nadie sabía lo que era la maldad, contraer cualquier tipo de enfermedades; ya sea, por contagio sexual o de manera natural y las consecuencias que esto contraería.

Por el otro lado, las personas no sabían lo que eran los desastres naturales; ni mucho menos, experimentar en carne propia, uno de los tantos desastres naturales.

Esto ocurrió en el siglo 79 en Pompeya y en Herculano, antes de que el Volcán Vesubio, se hiciese sentir.

En esa época, existió la primera generación de la familia Franco y la maldición que ellos traerían a ese siglo que, acabarían con la paz y la tranquilidad de todas las personas.

También, existieron en ésa misma época, las familias Valerius y Corleone.

La familia Valerius vivían en Pompeya, la familia Corleone en Herculano y la familia Franco, estaban divididos: la mitad de ellos, estaban viviendo en Pompeya y la otra mitad en Herculano.

A pesar de que estaban viviendo en dos lugares diferentes y separados por el Mar Tirreno, siempre buscaban la forma de verse y de pasar buen tiempo juntos, como amigos que son.

Tanto la familia Valerius como la familia Corleone, eran respetados por toda Pompeya y por todo Herculano y eran las únicas familias quienes contaban con una exagerada cantidad de dinero y que eran exageradamente millonarios.

No se podía decir lo mismo de la familia Franco quienes, económicamente, no estaban en la misma posición social de ellos; pero, a las tres familias, la posición social y el dinero no lo son todo en la vida de ellos, lo que más les importaban era la amistad de las tres familias.

Todo marchaba a la perfección entre ellos; hasta que, todos los hombres de las dos familias: Valerius y Corleone, perdiesen la cabeza por las mujeres de la familia Franco.

Y las mujeres Franco, como sabían que eran deseadas por todos los hombres, usaron sus encantos para atraer a todos los hombres a ellas; incluyendo, todos los hombres de las dos familias.

Todos los hombres; incluyendo, los hombres de las familias Valerius y Corleone, eran hombres casados y con hijos y eso a las mujeres Franco, no les importaba para nada.

Las mujeres Franco estaban decididas a todo y no les importaban para nada el costo de tener a todos los hombres; en especial, a los hombres Valerius y Corleone, quienes pertenecían a una de las familias más poderosas de esa época.

Para las mujeres Franco, tener a los hombres Valerius y Corleone como amantes, era lo mejor que les pudo haber pasado, porque tendrían todas las riquezas que jamás habían soñado. 

 Pero no todo lo que empieza de una manera extraña, dura para siempre y eso fue lo que pasó entre ellos; puesto que, los hombres Valerius y Corleone, ya no deseaban seguir siendo las amantes de ellas.

Cuando las mujeres Franco se enteraron, armaron un escándalo, pero sabían que no podían continuar así, porque terminarían en la cárcel.

A los dos meses, se olvidaron por completo de los hombres Valerius y Corleone, porque el número de amantes que ellas tenían, superaban sus expectativas.

Mi abuela, Donatella Valerius, había hablado hasta el cansancio con Valeria Franco y con las mujeres Franco, para que terminen con esa vida que han estado llevando y que empiecen una nueva vida, antes de que sea demasiado tarde.

Ellas no aceptaron y continuaron llevando esa vida y lograron que Donatella Valerius, se alejase de ellas y empezó a pasar más tiempo con Marco Corleone, con quien se casaría al poco tiempo.

Hay un dicho que dice: “Lo que empieza mal, termina mal” y eso fue lo que les pasó a las mujeres Valerius, quienes empezaron ver el lado oscuro de haber llevado esa vida, sin poner atención a las señales de alerta.

Un día, ellas se despertaron y notaron que, en sus respectivas camas, estaban llenos de sus cabellos y cuando se vieron en el espejo, prácticamente no tenían cabello.

Las mujeres Franco, se asustaron ante ese hecho que no sabían que hacer; así que, decidieron estar encerradas, hasta ver que hacer.  Pero no podían estar mucho tiempo encerradas, porque sus clientes, empezaron a reclamarlas, queriendo estar con ellas.  

Al ver que no conseguían ningún tipo de respuesta, decidieron tumbar la puerta y entrar a la fuerza y cuando lo hicieron, se llevaron la más desagradable de las sorpresas, al verlas que no sólo se les habían caído buena parte de sus cabellos; sino también, empezaban a caérseles la piel y había sangre por todas partes.

Para empeorar las cosas, la casa empezó a tener un olor insoportable y desagradable, que era difícil de explicar.  Pasaban las semanas y las cosas empeoraron a tal punto que, era insoportable pasar por aquel lugar.

Para complicar las cosas, los hombres quienes tuvieron que ver con ellas, empezaron a caérseles la piel y había sangre por todas partes. 

La situación, se hizo insostenible que, las personas no tuvieron más opción que informar al rey lo que estaba sucediendo.  Después de escuchar la verdad, el rey dio la orden de prender fuego a todas las casas, cuyas personas están infectadas de eso.

Y así, lo hicieron, matando a la mitad de la población y las personas quienes lograron sobrevivir, murieron por la erupción del volcán Vesubio.

En cuanto a las familias Valerius y Corleone, fueron los únicos quienes lograron sobrevivir a ese infierno, junto con unas cuantas personas más y el rey, quienes estuvieron lejos de Pompeya y Herculano, cuando eso sucedió.