Destinada al alfa
Destinada al alfa
Por: Evelyn Romero
Capítulo I

Narra Alessandro.

El timbre de mí alarma sonó, despertándome de mi sueño erótico con la mujer de ojos azules con la cuál soñaba  últimamente, no tenía idea de quién era. Me quejé al ver el sol brillando a través de las ventanas de mi sala de estar. Tomé el teléfono y vi que ya eran  más de las ocho. Me metí a la ducha y me bañe antes de ponerme uno de mis  trajes. Luego bajé las escaleras para luego prepararme  una taza  de café y una tostada, después salí de mí casa, bajo mí pies estaba dos periódico (diarios), uno de estos era independiente, escrito por Robert Smith, un periodista entrometido con poca ética laboral, se encargaba de dejar a mal a todo tipo de empresas de mayor éxito, negocios locales y hasta exponer aspectos personales de ciertos empresarios. En muchas ocasiones ha solicitado una entrevista conmigo, pero ese hombre era un humano desagradable, además tenía que tener oculto nuestra existencia. Después subí al auto  con dirección a mí empresa.

Una vez llegando me detuve en mi lugar de estacionamiento, apague el motor. Ingresé al edificio administrativo de Empresas Black, éramos una compañía especializada en recreaciones turísticas. El pueblo de Chester, era una zona altamente visitada dónde las personas podían encontrar buenos hoteles, museos, spa, restaurantes y actividades al aire libre. Mí padre antes de morir me nombró alfa, decidí seguir su tradición de involucrar empleados tanto humanos como cambiaformas Lobo. Algo que me ha funcionado muy bien, solamente debía procurar que nuestra identidad se mantuviera oculta.

—Hola señor Black—me saludó Esmeralda la recepcionista, ella era humana.

Cuando llegué a mí piso, vi a mí asistente Diana. Ella pertenecía a mí manada.

— Buenos días, señor Black—me saludó con formalidad, fuera de la oficina me llamaba alfa como todos los demás.

—Buenos días—respondí sonriendo.

Diana ha estado trabajando para mí desde que me converti en el nuevo alfa, nunca me ha defraudado. Jamás he conocido a una persona más organizada y eficiente que ella.  Luego ingresamos a mí oficina, ella tomó su libreta para recordarme mis reuniones de hoy, algo que me provocaba estrés.

— ¿Estás seguro de que estás bien? —me preguntó preocupada una vez que finalizó.

—Estoy bien—gruñí, odiando la lástima y la preocupación que me estaba dando. Era el alfa de la manada. No había nada que no pudiera manejar, a pesar de que mi lobo se estaba volviendo completamente errático.

—¿Estás demasiado estresado? —interrogó.

—Algo—respondí.

No dije nada más solo di un gran suspiro. Pasé el resto de la mañana y parte de la tarde repasando algunos contratos, haciendo cambios sutiles. En ese momento recibí una llamada de mí beta Ian, respondí la llamada.

—Maximiliano ha sido arrestado por atacar a otro tipo—me informó.

Colgué la llamada realmente furioso. Esto no era lo que necesitaba escuchar hoy.  Llamé a Diana para que veniera a mi oficina. 

—¿Qué pasó?— preguntó mientras entraba y cerraba la puerta. Le conté  lo que mi beta  me había dicho.

—Esto no ayuda a tu estado de ánimo agitado —me dijo.

—No, seguro que no, pero tengo que irme, envíame todo lo que necesite hacer—le dije.

—De acuerdo—contestó ella.

Salí corriendo de mi oficina,  estaba ansioso y cabreado. Ingresé a mí camioneta rumbo a la estación policial de Chester. Necesitaba detalles sobre lo  que había sucedido y del por qué fue arrestado en primer lugar. Mí hermano era menor que yo, pero era demasiado impulsivo y no media su temperamento. Mas cuando se peleaban con algún humano. Tan pronto como llegué miré a mí  hermana menor, estaba esperando que nuestro hermano fuera liberado.

—¿Qué paso Alexa?¿Estabas con Maximiliano?—interrogue.

Ella dio un suspiro y luego comenzó a hablar.

—Estaba charlando con mis amigas afuera de la tienda y con nosotras  estaba Jonny—dijo, mencionando a su amigo humano—. Pero en ese momento Maximiliano llegó a recogerme, y al mismo tiempo paso por mí lado Aston y me beso—comentó—. Maximiliano para protegerme lo golpeó. Ya sabes cómo es él—relató. En ese momento me enfureci ella era mí hermanita y nadie podía tocarla, todavía no tenía la edad para apariciarse. Ahora comprendía la reacción de mí hermano, ya que le había dicho que protegiera a nuestra hermanita—.Solo fue un beso, algo  estúpido a decir verdad— argumentó mí hermana para evitar que me metiera en problemas.

No le dije nada más, solo debía hablar con Gabriel Jones, el padre de Aston, él era uno de los  cambiaformas lobos más viejos y era muy sabio. Después pagué la fianza y mí hermano salió libre. Los lleve a los dos a la casa de mi madre. Luego me fui a la mía. Cuando llegué me quite la ropa y me quedé en boxer. Ingresé a mí cama y me dispuse a dormir, necesita volver a soñar con la hermosa mujer de ojos azules y cabello negro como la noche que me suplicaba que la hiciera mía una y otra vez como todas las noches. No sabía porque razón soñaba con está mujer ¿Acaso  ella era mi compañera de vida? Me preguntaba cada vez que tenía ese sueño. No podía decírselo a nadie de la manada, incluyendo a mí beta  porque pensarían que estaba loco por tener esos sueños, fantasías apasionadas y vívidas llenas de sexo caliente  y orgasmos múltiples. 

Me relajé un poco y cerré los ojos, deseando volverla a ver en mis sueños.

Nota: Está es una historia corta. Espero sea de su agrado.

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