Lino Gallegos y Estuardo Hidalgo, se conocieron cuando estaban en kindergarten.

         Al principio, no se percataban de la existencia del otro, hasta que empezó el trato y el diario vivir y las cosas cambiaron.

Poco a poco, empezaron siendo amigos y los amigos de ambos, empezaron a llevarse bien entre ellos.

Iban juntos a todas partes y cómo tenían los mismos gustos en cuanto a los deportes, más unidos estaban y se relacionaban más.

Las niñas empezaron a estar más cerca de ellos y a ellos no les importaban, porque lo que más les importaban era la relación de ellos como amigos.

Pasaban los años y más unidos estaban y poco a poco, empezaron a descubrir que, había algo dentro de ellos que no les permitían enamorarse de las mujeres.

Ellos hicieron de todo, para no pensar en eso y continuar con sus vidas como si nada e hicieron un enorme esfuerzo para ocultar lo que ellos estaban descubriendo.

Continuaron con sus vidas como si nada, pero empezaron a sentirse atraídos por las personas de su mismo sexo.

No lograban entender los motivos por los cuales se sentían fuertemente atraídos hacia ellos, pero lo estaban y no sabían cómo ocultarlo.

En varias ocasiones, han intentado negar lo que sienten, pero en vano. 

Ellos decidieron averiguar que es lo que sentían; así que, se reunieron todos en la casa de Estuardo, porque sus papás trabajan hasta las once de la noche.

En esa reunión, había coca cola, tragos, comida y cosas para picar.

Lo primero que hicieron para descubrir que es lo que realmente estaban sintiendo es, jugar a la botella.

Como conocían el juego, no necesitaron explicaciones.  Uno a uno, empezaron a besarse en la boca por cinco minutos y todos se besaban más de cinco minutos.

Les tocó el turno a Lino y a Estuardo.  Lino tenía que besar a Estuardo.  Al principio, se notaba que los dos estaban muertos del miedo, pero poco a poco, se dejaron llevar por lo que estaban sintiendo.

Cuando empezaron a dejarse llevar por lo que estaban sintiendo y por el deseo que sentían el uno hacia el otro, se besaron por dos horas y no pudieron dejar de besarse.

Se dejaron llevar por la adrenalina, por los sentimientos y por la enorme atracción que sentían, que no quisieron dejar de besarse.

Después de eso, cada uno fueron corriendo para sus respectivas casas, porque sabían que se habían enamorado y no entendían cómo pasó.

No se vieron por un mes.  Se evitaron a toda costa e intentaron no estar en los mismos lugares.

Los únicos lugares que no podían evitar estar juntos son en todos los pasillos del colegio, pero evitaron verse o hablarse.

Ellos estuvieron lejos uno del otro sin hablarse y en aparente calma, pero sentían cómo morían por estar con ellos.

Decidieron estar otro mes lejos, porque pensaron que lo que estaban sintiendo, es una enfermedad y tenían miedo de que los electrocutaran por eso.

 En esos dos meses, se concentraron en las competencias de natación, de básquet, volley, fútbol, tennis, tiro al blanco, canotaje y el Decatlón Académico, que no tenían tiempo para pensar en ellos y en esos besos.

Faltando dos semanas para que se cumplan los dos meses, no pudieron más y se encontraron otra vez en la casa de Estuardo, para comprobar cuán fuerte son sus sentimientos.

Y se dieron cuenta que sus sentimientos son extremadamente fuertes y que ya no podían seguir negándolo.

Entonces decidieron tener una relación gay entre ellos y con los hombres con quienes ellos están profundamente enamorados y una de esas parejas, la conforman Lino y Estuardo.

“Mejor que nadie sepa por ahora que somos parejas.  Aquí están más preocupados por el qué dirán que nuestros sentimientos”, dijo Estuardo.

“Pero algún día, sabrán que estamos enamorados”, dijo Lino, con miedo que se reflejaba en su mirada y enamorado de Estuardo.

“En el momento en que ese día llegue, sabremos a la perfección que hacer”, dijo Lionel, seguro de lo que estaba sintiendo por León.

“Y lo afrontaremos juntos, pareja con pareja y juntos como amigos”, dijo León, besando a Lionel.

“Siempre en cuando estemos juntos, podremos con todo”, dijo Miguel Ángel, viendo con amor a Juan Carlos.

“Tengo mucho miedo de la reacción de las personas y de nuestras familias”, dijo Juan Carlos, cogiéndole de la mano a Miguel Ángel.

“Siempre que estemos siempre juntos, venceremos obstáculos”, dijo Carlos Alberto, enamorado de José Luis.

“No podemos negar que tenemos miedo y también estamos aterrados por la reacción de nuestros respectivos familiares, de nuestros amigos, de la Sociedad y de las personas quienes nos rodean”, dijo José Luis, abrazando a Carlos Alberto.

“¿Nuestro amor podrá con todos los obstáculos?”, preguntó Juan Manuel, besando a Juan Pablo.

“Nuestro amor, podrá con todos los obstáculos, con todos los infiernos y con todas las personas quienes intenten interponerse entre nosotros”, dijo Juan Pablo, devolviéndole el beso a Juan Manuel.

 Empezaron a tener citas por las siguientes dos semanas y a salir más, pero con discreción y en lugares donde nadie iría.

Poco a poco, empezaron a salir más seguido y a lugares súper apartados, para que nadie les arruine su romance.

De verdad que se estaban divirtiendo y estaban disfrutando de sus citas, sin nadie que los molesten.

Por dos años, estuvieron escondiendo lo que sentían; hasta que, una de las niñas, quienes estaban enamoradas de ellos, descubrió que son pareja y les dijo a los respectivos familiares de ellos, a los amigos y a las personas quienes los rodean.

  La niña armó semejante escándalo, que ellos no tuvieron más opción que hacer pública su relación.

Al principio, los humillaron, los insultaron e intentaron separarlos, pero se dieron cuenta que, el amor que ellos se tienen es más grande que las habladurías de las personas.

Ellos lograron que las personas entiendan que, el amor que se tienen no hace daño a nadie y que ellos nunca se han metido en la vida y en las relaciones de nadie, para que lo hagan con ellos.

A sus familiares, les costaron mucho aceptar que son gays y que están locamente enamorados entre ellos.

Después de algunas semanas, no sólo entendieron a sus hijos; sino también, que los apoyaron y ellos pudieron vivir su relación en paz.

En cuanto a la niña, nunca volvió a meterse con ellos.