COMIENZO

El amor es un profundo sentimiento que puede hacer que las personas enamoradas sean inmensamente felices o desdichadas, dependiendo de la situación o el conflicto por el que estén pasando en ese momento.

No todas las historias de amor empiezan por lo general en la Tierra o en un hermoso paraíso, donde es el escenario perfecto para enamorarse.

De vez en cuando, el amor nace en esos lugares difíciles de que algo bueno ocurra o donde se podrá prestar para ser el peor de los escenarios para el amor.

En esta historia, el amor tendrá diferentes lugares que son la Tierra, el cielo y el infierno.

Antes de empezar a relatar la historia, les explicaré un poco quien es Lilith.

Lilith es una mujer seductora de cabello rojo y largo y es muy deseada por todos los demonios; incluyendo, Satanás y sus demonios, quienes perdieron la cabeza por ella.

Hay un dicho que dice que “el amor es ciego” y en esta historia, no sería la excepción; puesto que, el amor se puede manifestar de diferentes maneras.

Todos saben que Lilith fue la primera esposa de Adán y después lo dejó, tras ser tentada por la manzana prohibida y posteriormente, se convirtió en la amante de Satanás y de sus demonios.

Creo que, en el primer momento en que se convirtió en la esposa de Adán, no sintió absolutamente nada por él, porque no sabía ni conocía lo que era el amor; hasta que, conoció a Satanás y se enamoró de él sincera y profundamente.

Esa historia, les contaré más adelante, por ahora les contaré un poco lo que investigué en internet sobre Lilith.

“En todos los libros, escritos y en Internet, describen a Lilith como una mujer demasiado hermosa, de cabello rojo y muy seductora y eso ha logrado que sea deseada por todos los hombres y por Satanás y sus demonios”

Después de dejar a Adán, por haber comido la manzana prohibida, dejó feliz el Paraíso que Dios había creado para ellos, para ir al infierno.

Al principio, Lilith fue la amante de Belfegor y después de todos los demonios, dando a cada uno de ellos cien hijos.

Los hijos que Lilith tenía con todos los demonios, algunos de ellos se llamaron como sus papás; pero, en su gran mayoría se llamaron Lilim.

Todos los hijos que Lilith había tenido con cada uno de los demonios tenían las características de sus papás y casi nada de su mamá y eso hizo que Lilith se sintiese triste.

Los demonios estaban con la noticia de que son papás de cien hijos y todos varones y decidieron hacer una enorme celebración, con abundante comida y vino.

Entre los invitados, no podía faltar Satanás.  Cuando Lilith vio a Satanás por primera vez y detenidamente, sintió una fuerte atracción hacia él y también sintió que él podía ser el padre de sus hijos.

Lo mismo le pasaba a Satanás con Lilith.  Por primera vez en su vida, él sintió que estaba naciendo dentro de él, un sentimiento real y ese sentimiento, no había sentido por nada ni por nadie.

Pero, es con Satanás quien más duró ser su amante, porque sin saber cómo ni cuando pasó, empezó a sentirse atraída por él y ya no quería estar de brazo en brazo.

Lo mismo le ocurría a Satanás, quien deseaba la exclusividad de Lilith, quien no hacía nada más que pensar en Lilith, a cada rato y todos los días.

Satanás no podía concebir la idea de seguir compartiendo a Lilith con los demonios y es por eso por lo que, le dijo a Lilith que quería que ella sea exclusivamente de él y Lilith aceptó.

  Con la convivencia y con los tratos por parte de los dos, Lilith y Satanás empezaron a tener una relación más formal, porque se habían enamorado perdidamente el uno hacia el otro.

Ese amor que los dos se tienen fue creciendo rápidamente; a tal punto que, no podían controlar lo que ambos estaban sintiendo.

Lilith dejó de robar bebés y de seducir para luego matar a los hombres y de matar a las mujeres, para dedicarse en cuerpo y alma a Satanás y a que el amor que los dos se tienen crezca cada vez más y más.

Y lo mismo le pasaba a Satanás.  Él dejó a un lado, sus deberes de hacer maldades y de buscar la manera de conseguir más almas, para dedicarse completamente a Lilith.

Ambos se entregaron en cuerpo y alma a este amor, que dejaron a un lado ser infieles y hacer todas las maldades que se le cruzaban en ese momento o tenían la necesidad de desquitarse de todas las personas quienes les hicieron bastante daño.

El amor que los dos se profesaban es más fuerte que cualquier maldad, que fruto de ese inmenso amor, Lilith quedó embarazada de Satanás.

Cuando Lilith le dijo a Satanás, él sólo quería que fuese un solo bebé, porque ya tenía suficiente y lo mismo anhelaba Lilith.

Desde ese momento, se amaron y como fruto de ese inmenso amor, Lilith estaba esperando un hijo de Satanás.

Satanás quería que sólo tuviese una sola hija; en vez de, cien hijos y todos varones, porque él quería que su única hija se pareciese físicamente a su mamá y en cuanto a carácter y personalidad a él en su totalidad.

Ante la impaciencia de Satanás, los demonios fueron en busca de las Moiras y de las brujas para que los ayuden a tranquilizar a Satanás.

En el camino, los demonios les contaron los motivos de la impaciencia de Satanás y ellas sabían que es lo que tenían que hacer.

 Apenas llegaron a la casa de Satanás, tanto las brujas como las Moiras, fueron donde estaba Lilith y con el permiso de ambos, empezaron a ver el sexo del bebé.

Cuando terminaron con eso, les dijeron a Satanás que va a tener una niña y que físicamente, se parecerá a Lilith, aunque no del todo, porque también se parecerá a Satanás y en lo que respecta a carácter y personalidad, se parecerá en su totalidad a Satanás.

Y las brujas les dijeron que, su hija, tendrá un poder que los supera a ambos y que será más temida que el propio Satanás.

Satanás pidió un último favor a las brujas y es que, usasen su magia para que Lilith tenga solamente un hijo, de preferencia una hija.

Las brujas complacieron esta petición de Satanás y a cambio, Satanás les dio más poder tanto a las brujas como a las Moiras y ellas como agradecimiento, habían dicho a Satanás que iban a organizar una excelente ceremonia y fiesta para el bautizo negro de su hija.

Ambos estaban felices con lo que les habían dicho tanto las brujas como las Moiras y en agradecimiento por su intervención, organizaron una fiesta que duró una semana.

Después de eso, ellas se fueron dejando a los papás felices con su hija.

En el cielo, pasaba un acontecimiento igual; puesto que, Dios deseaba tener otro hijo, quien lo ayudase a gobernar sobre el mal y que ayudase a Jesús en su labor.

Al mismo tiempo, Dios quería que este hijo fuese especial y diferente para que pueda pelear y defenderse del mal y ayudar a la humanidad a seguir el camino del bien.

Es verdad que nosotros, los humanos somos hijos de Dios; pero, no tenemos el poder para enfrentarnos al mal y derrotarlo y es por ese motivo que Dios quería tener otro hijo y que ese hijo tenga casi sus mismos poderes para que pueda hacer frente al mal.

Por el otro lado, Dios quería que, este hijo quien sería el hermano de Jesús ayudase a Jesús a llevar su palabra a toda la humanidad, para que sigan el camino del bien.

Tanto Dios como Satanás, querían que ya nazcan sus hijos para hacer frente a los dos; o sea, que el hijo de Dios se enfrente a Satanás, su descendencia y a sus demonios y que la hija de Satanás se enfrente a Dios, a sus ángeles y arcángeles.

Pero, en el camino iba a ocurrir algo con lo que ninguno de los dos se podría imaginar nunca.

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