Dentro del ojo de ella
Dentro del ojo de ella
Por: Gigi
En ella

      Pasaba por la estación Plaza las maravillas tan cansada y arrastrando los pies, junto con Elena y Mariana, ya mi cuerpo no daba para más tres días sin dormir en el toque de piano, no era para menos necesitaba un descanso, pasaba dos cuadras de allí y llegábamos al edificio Merlinda, un nombre inspirado en la hija del arquitecto que lo construyo, que no era muy linda que digamos

-Hola querida-

-Hola- ese personaje es la señora Gladys una pequeña gordita y rechoncha vieja que era jefa del condominio

-Recibí su paga gracias- Gladys

- A usted- Dije

Se entretenía con los cuentos de pasillo que los vecinos le contaban, investigaba a todos a su paso y siempre me saludaba y a mis espaldas decía –que chica más rara-, porque nunca daba  de que hablar de lo que ya todos conocían era música tocaba piano en un hotel de la ciudad. En fin llegue a las escaleras y llegue a casa, un departamento que compartía con Mariana y Elena que venían entrando atrás, bien me metí a mi cuarto y recordé otra vez ese episodio que les contare, como nos conocimos, venían de Esparta un lugar distinto yo de Vega nos conocimos en un paradero en la cual casualmente me pare a comprarme un refresco y comer un sándwich, una de ellas tomaba una cerveza y un cigarro mientras

Mariana le dijo –dame un cigarro no te los fumes todos tu-  

Elena contesto -Toma ya deja la quejadera-

En fin cuando fui a pagar me di cuenta que faltaba dinero en mi billetera y es que no tenía, y el dueño del sitio empezó a decir – me pagas porque me pagas si no- antes que terminara Elena soltando una bocanada de humo le dijo, -tenga viejo la cervecita, el refresco de mi hermana y lo de esta joven-

-Muchas gracias- dije con mucha pena, por el improvisto, pregunte -¿hacia dónde se dirigen?-

- A Santa Ana es un sitio no muy lejano de aquí que queda en centro de la ciudad de Andala- dijo Elena

- Se supone que el arte y espectáculo allí confluye y yo y mi querida hermana si no se muere de asfixia por exceso de humo tenemos que presentar a un concierto instrumental  en el hotel Remilton que queda justo en el centro de la ciudad, ¿ tu hacia donde te diriges?- Mariana

-Yo todavía no tengo rumbo fijo, también soy música toco piano, pensaba ir a Andala pero a San Agustín, me dijeron que hace mucho tiempo vivía una tía allá, pero no estoy muy segura de que este viva en primera instancia puesto que ya era bastante mayor, cuando yo era niña- dijo Diana

- Eso queda en la vía, si quieres sigues el camino con nosotras, primero haremos escala en Santa Cruz y luego viene Andala, ¿por cierto como te llamas?- dijo Mariana que en ese momento no  me conocía

-Soy Diana-

-A un placer conocerte soy Mariana y ella mi hermana Elena iremos en nuestro auto es de Elena-

Acepte la oferta y me monte con mi equipaje Elena tenía un carro color blanco muy bonito nos montamos, arranco con mucho estilo y así fue como viajamos hasta llegar a Santa Cruz, llegamos a una quinta-

-Bien muchachas aquí nos vamos a quedar por un tiempo- dijo Elena

-Bueno está bien como les digo no tengo rumbo fijo-

-A si ¿Qué hacías antes de estar de viaje? Pregunto Elena

      Era estudiante de música ya les dije que toco piano de la academia Música y más de Vega pero ya lo deje para ser viajera

-A sí que bueno, bueno esta propiedad pertenecía  a nuestra familia pero se fueron del país, me dejaron su llave-  dijo Elena

-Si pero la guardo yo porque eres despistadísima- dijo Mariana

-hay ya deja de pelear y abre- dijo Elena

 Mariana saco la llave y pasamos la propiedad era una quinta grande pero vieja, con muchos espacios me instale en uno de los cuartos era oscuro, la cocina quedaba del otro lado de la casa la quise explorar aprovechando la estadía puesto que nunca había estado en una casa tan vieja, estaba llena de salones, pase a uno de ellos y vi su imagen en el espejo reflejado, la imagen de una mujer joven ensangrentada grite –ah-, hay alguien aquí en eso vino Mariana al pasillo -¿Qué tienes?-

-Hay alguien más acá está herida-

En eso vio el cuarto –no hay nadie chica vamos a la cocina a comer- dijo Mariana

En eso me volteé y efectivamente en el salón no había nadie, lo deje pasar y fui a la cocina a comer Elena estaba haciendo tostadas con queso

 -Bien creo que eso fue una planta reflejada en el espejo eso es todo- dijo Mariana

-Si bueno eso debe de ser, tenemos que prepararnos el festival del hotel es en unos días, y como tú sabes tocar piano te nos puedes unir vale así ganas algo de dinero- dijo Elena

-Bueno si eso sería estupendo-

-Bien vamos a probar en el salón principal hay un piano- dijo Elena

Una saco una Guitarra que traía en su auto y la otra saco un bajo, fuimos al salón de la casa y había un piano cubierto con una lona le quite la lona, toque y luego ellos empezaron a tocar conmigo sonábamos muy bien

-Eres muy buena- dijo Elena – creo que podrás formar parte de nuestro grupo, seriamos las tres en el concierto-

- me gustaría mucho- dije  

Me toque un bolsillo -sería bueno para mi billetera es que no tengo nada de dinero, en eso como ya era muy de noche y seguimos ensayando-

– Me voy a acostar estoy exhausta-Elena

–yo igual- Mariana

-yo me quedare un rato más- en eso seguí practicando en el piano hasta que me dio sueño y cuando me iba una de las teclas se activó sola estaba de espaldas al piano di la vuelta y vi cómo se volvieron a activar haciendo una melodía, me acerque lentamente en el salón oscuro y volví a ver la imagen de la misma joven entrando al otro salón que estaba al final, la seguí, esta era alta blanca muy delgada y tenía una herida echando sangre en la cabeza, prendí la luz para verla bien y solo estaba el salón sin rastros de ninguna persona, el salón estaba solo con un gran cuadro de la Familia que antes estaba en la casa, Salí y me fui de los dos salones, del pasillo pase a mi cuarto busque mi paño y mi jabón, me desvestí fui al baño abrí el chorro no salió nada en eso cuando veo salió un líquido espeso rojo era como sangre que me cayó encima grite      –¡hay!- pero cuando abrí los ojos solo era agua, por suerte ninguna de las dos se dio cuenta de mi grito, era difícil poder decir lo que había visto en el baño, puesto que solo salía agua iban a decir que era mentira o cosas mías para asustarlas en la casa vieja, como salió agua me bañe y luego me devolví a mi cuarto, una de las mesas tenía una lámpara, me puse una pijama que traía en mi equipaje, me acosté y en eso la lámpara se prendió y se apagó, no le preste atención seguro una falla de luz en eso soñé con que esa extraña mujer me agarraba y me decía

-pronto va a venir por ti-

        Y me apretó fuerte la mano -suéltame- le dije pero no me soltó solo me miraba con una mirada perpleja en eso me desperté con la sensación de que me agarraba la muñeca, y cuando me vi la mano tenía una marca, Salí fui al cuarto de Elena esta se estaba levantando le pregunte   -¿estuviste en mi habitación ayer?-

-no me quede dormida-  

-¿y Mariana?-

-Salió temprano al pueblo a comprar comida, me dijo antes de salir pero yo estaba entre dormida y despierta-

-Hey chicas traje cosas para comer, cuadre un toque en la Fonda el restaurant del pueblo para ganar algo de dinero antes de irnos, en eso- dijo Mariana

-Que bien, así algo de dinero para nosotras tres- dije

Nos comimos unas tostadas con huevos revueltos y después ensayamos antes de ir en la noche a la Fonda

Salimos a la casa caminando cuando vino una ventisca fuerte como del árbol que estaba al frente de la casa muy extraño según un letrero íbamos de la calle Ayacucho a la calle Carala.

Cuando llegamos a la Fonda, ahí había un piano así que pudimos tocar algunas sonatas, luego que terminamos nos pagaron

- Aquí tienen su paga, soy Lucas el dueño de la fonda-

-Muchas gracias dije Señor Lucas- y recibimos el dinero por separado las tres

-Eres muy buena- dijo un chico moreno alto de ojos marones y apuesto, -un placer Mateo-

-A vale soy Diana- conteste

-Son nuevas por acá cierto- si estamos en la casa de la esquina de la cuadra Ayacucho ¿sabes?

-¿Cuál la grande y vieja que parece abandonada?- Mateo

-  Si- dije

-Si era de unos familiares- contesto Mariana

- ah vale ¿y tú cómo te llamas?-

-me llamo Mariana-

-Ah vale yo soy Mateo el inspector del pueblo, estoy casi siempre en la policía del pueblo aunque aquí casi nunca pasa nada estamos para servirle-

En eso pregunto Lucas –¿Mateo no has sabido nada de Melani?-

-No, no he sabido nada seguimos tratando de localizarla pero nada-

-¿Quién es Melani?- pregunto Elena

-¿A ver quién es usted la que hizo la pregunta?- Dijo Mateo

 -Soy Elena-

-Bien Elena es otra chica que se desapareció hace tres años, ya como tres más que se desaparecieron en el pueblo, y era hija de Lucas el dueño del lugar, tocaba piano y guitarra-

-Que mal espero que la encuentren, nosotras ya terminamos de tocar, ya nos vamos-  dijo Elena

-Si no es bueno estar mucho tiempo de noche por las calles- dijo Mariana

-Bueno bienvenidas, y hasta luego-  dijo Mateo

-Hasta luego- dije

- Vale como que te ha echado un ojo- me dijo Elena

- Como va a ser esas son cosas tuyas-

En eso nos devolvimos a la casa caminando a la casa, me metí  fui al cuarto busque otra vez el paño el jabón me bañe, regrese al cuarto me vestí y seguí al salón, ya las muchachas estaban en sus cuartos dormidas supongo, toque una pieza y luego vi por la ventana estaba ella la mujer extraña, en eso me acerque más para verla bien y vino una neblina que tapo el árbol y cuando se desvaneció ya no estaba, el día siguiente también hicimos desayuno, nos pusimos a ensayar hicimos el almuerzo  y luego en la tarde-noche nos fuimos a la Fonda cuando llegamos a la casa de regreso pase para el salón a seguir practicando en eso me estoy devolviendo por el pasillo largo al cuarto cuando esta Elena en la puerta de la casa          

–Auxilio- dijo en eso

-¿Qué tienes- dijo Mariana

 yo –aguarda pasa-

 En eso extendió los brazos y se cerró la puerta en su cara, no puede ser corrimos Mariana y yo a tratar de abrirla y solo escuchamos un último ruido pidiendo auxilio a lo lejos luego no escuchamos nada

-¿y ahora que hacemos?- dijo Mariana

- ya sabía yo que algo malo había en esta casa- dije

-la puerta de entrada se atascó, iré a traer la llave-  dijo Mariana

 En eso volteé al final del pasillo estaba la mujer las luces se prendieron y apagaron, -¿Qué quieres de nosotras?- le dije En eso se acercó la mujer y cuanto estuvo mucho más cerca de mí no supe más de mí, me desvanecí    

        En eso Mariana volvió a la puerta y la vio desmayada ¿Qué tienes Diana, que tienes?, Diana no respondía

         Abrió la puerta y no estaba Elena, no puede ser Elena y Mariana, iré a pedir ayuda, en eso cerró la puerta se montó en el carro  fue a la estación de policía

-Mateo necesito su ayuda mi hermana se desapareció en el frente de la casa y a Diana la tengo desmayada justo en la puerta no sé lo que está pasando-

-Okey cálmate, ya vamos, en eso primero llevemos a Diana al Hospital- dijo Mateo

Se regresaron en el carro de Mariana a la casa a buscar a Diana quien seguía inconsciente

-Bien por lo menos tiene pulso- dijo Mateo

En eso se le apareció yendo hacia la habitación del piano a Mateo

-Espera ¿hay alguien más en la casa?- dijo Mateo

-debe ser mi hermana Elena, buen susto que nos dio en la puerta seguro paso, Elena- dijo Mariana

-No es otra muchacha, vi su celaje, disculpe señorita voy a revisar-, en eso que paso al salón del piano

-aquí no hay nadie inspector tampoco está mi hermana pensé que si-

- pensé ver a alguien deben ser cosas mías-

Mateo se devolvió levanto a Diana y la metieron en el carro para el hospital

En el hospital la vio un doctor

-Es solo una contusión por la caída, en un rato se despierta y esta de alta- dijo el doctor

-Gracias doctor- dijo Mariana

-es mi trabajo, no hay nada que agradecer-

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